miércoles, 13 de abril de 2011

China replica a informe de Estados Unidos con documento sobre derechos humanos de Estados Unidos



China replicó a las críticas de Estados Unidos sobre su situación de derechos humanos publicando hoy un informe del registro de derechos humanos estadounidense.

La Oficina de Información del Consejo de Estado o gabinete de China dio a conocer el Registro de Derechos Humanos de Estados Unidos en 2010 en respuesta al Informe Anual por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2010 publicado el 8 de abril por el Departamento de Estado estadounidense.

Los informes estadounidenses están "llenos de distorsiones y acusaciones sobre la situación de los derechos humanos en más de 190 países y regiones, incluida China. Sin embargo, Estados Unidos ignora su propia situación de derechos humanos terrible y rara vez la menciona", dice el informe elaborado por China.

Estados Unidos ha convertido a los derechos humanos en "un instrumento político para difamar la imagen de otras naciones y para conseguir sus propios intereses estratégicos", dice el informe.

El informe redactado por China ilustra un historial funesto de Estados Unidos sobre sus propios derechos humanos e indica que no se puede justificar que ese país pretenda ser la "justicia en derechos humanos" del mundo.

"Sin embargo, año tras año publica el Informe Anual por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos para acusar y culpar a otros países por sus prácticas de derechos humanos", dice el registro chino.

Estas acciones evidencian completamente la hipocresía de Estados Unidos al ejercer criterios dobles sobre derechos humanos y su plan malicioso de buscar la hegemonía bajo el pretexto de los derechos humanos, agrega.

El documento chino aconseja al gobierno estadounidense que "tome medidas concretas para mejorar su propia situación de los derechos humanos, que examine y rectifique sus actividades en ese terreno y que detenga sus actos hegemónicos, que consisten en utilizar los derechos humanos para interferir en los asuntos internos de otros países".

El Registro de los Derechos Humanos de Estados Unidos en 2010 tiene como objetivo ayudar a que los pueblos de todo el mundo logren entender mejor la verdadera situación de los derechos humanos en Estados Unidos y exigir a ese país que afronte sus propios asuntos de derechos humanos.

A continuación presentamos la primera parte del texto del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2010, publicado en Beijing por la Oficina de Información del Consejo de Estado (gabinete de China):

I. Sobre la vida, la propiedad y la seguridad personal

Estados Unidos es el país que sufre los crímenes más graves en todo el mundo, y la vida, propiedad y seguridad personal de sus habitantes no están garantizadas.

Cada año, una de cada cinco personas es víctima de un crimen en Estados Unidos (10 Facts About Crime in the United States that Will Blow Your Mind, Beforeitsnews.com), la tasa más alta del Planeta. En 2009, los residentes estadounidenses mayores de 12 años sufrieron un total estimado de 4,3 millones de crímenes violentos, 15,6 millones de delitos de propiedad así como 133.000 robos personales, con lo que la cifra de víctimas por 1.000 personas fue de 17,1, de acuerdo con un informe dado a conocer por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 13 de octubre de 2010 (Criminal Victimization 2009, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, www.ojp.usdoj.gov). La incidencia de delitos se disparó en muchas ciudades de Estados Unidos, como por ejemplo en St. Louis, en el estado de Missouri, donde se perpetraron 2.070 crímenes violentos por 100.000 residentes, convirtiéndola en la ciudad más peligrosa del país (St. Louis Tops List of Most Dangerous US Cities, the Associated Press, el 22 de noviembre de 2010, citando a un estudio de CQ Press divulgado el 21 de noviembre de 2010). A su vez, los residentes de Detroit, en el estado de Michigan, son víctimas de más de 15.000 crímenes violentos al año, lo cual significa que la ciudad registra 1.600 crímenes violentos por cada 100.000 residentes. Las cuatro mayores ciudades de Estados Unidos, Philadelphia, Chicago, Los Angeles y Nueva York, registraron un incremento de asesinatos en 2010 en comparación con el año anterior (USA Today, 5 de diciembre de 2010). Durante la semana del 29 de marzo al 4 de abril se cometieron 25 homicidios en el condado de Los Ángeles y en la primera mitad de 2010 un total de 373 fueron asesinadas en ese mismo lugar (www.lapdonline.org). Desde el 11 de noviembre de 2010, la ciudad de Nueva York registró un aumento de doble dígito de la tasa de homicidios, con un total de 464 casos, una subida del 16 por ciento frente a los 400 reportados durante el mismo periodo del año anterior (The Washington Post, el 12 de noviembre de 2010).

El control de Estados Unidos sobre la ya desenfrenada posesión de armas en el país fue laxo. La agencia Reuters informó el 10 de noviembre de 2010 que Estados Unidos es el país que más armas particulares posee. Aproximadamente 90 millones de personas poseen unos 200 millones de armas en Estados Unidos, país cuya población es de unos 300 millones de habitantes. Con cuatro votos a favor y uno en contra, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó el 28 de junio de 2010 que la segunda enmienda a la Constitución de ese país autoriza a los ciudadanos estadonuidenses a poseer armas, derecho que no puede ser violado por los gobiernos estatal o local, ampliando de esta manera el permiso de posesión de armas para la defensa personal al país entero (The Washington Post, 29 de junio de 2010). Los bares de los cuatro estados de Tennessee, Arizona, Georgia y Virginia admiten a clientes con armas cargadas mientras que otros 18 estados de Estados Unidos permiten llevar armas a los clientes de restaurantes que sirven alcohol (The New York Times, 3 de octumbre de 2010). En Tennessee hay casi 300.000 titulares de permisos de revólveres. El 7 de junio de 2010, el periódico The Washington Times informó que en noviembre de 2008 adquirieron armas de fuego un total de 450.000 personas más que durante el mismo mes del año 2007, lo que representa un incremento 10 veces mayor a la diferencia registrada entre noviembre de 2006 y el mismo mes de 2007. A su vez, entre noviembre de 2008 y octubre de 2009 compraron armas casi 2,5 millones de personas más que durante los 12 meses precedentes (The Washington Times, 7 de junio de 2010). Los frecuentes tiroteos ocurridos en las universidades estadounidenses han llamado la atención de la opinión pública en los últimos años. El diario británico Daily Telegraph informó en su edición del 21 de febrero de 2011 de que el estado de Texas adoptará una nueva ley que permitirá a 500.000 estudiantes y profesores de 38 universidades públicas locales entrar en los campus con armas. El estado de Utah ya cuenta con una legislación similar en vigor.

Estados Unidos registró un marcado incremento de delitos relacionados con armas de fuego. Las estadísticas demuestran que en ese país hubo 12.000 homicidios causados por armas al año (The New York Times, 26 de septiembre de 2010). Segun cifras publicadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 13 de octubre de 2010, el año anterior el 22 por ciento del total de crímenes violentos empleó armas de fuego en ese país, mientras que un 47 por ciento de robos también se cometió con el uso de armas (www.ojp.usdoj.gov, 13 de octubre de 2010). El 30 de marzo de 2010, cinco hombres asesinaron a cuatro personas e hirieron a otras cinco en un tiroteo efectuado desde un coche (The Washington Post, 27 de abril de 2010) mientras que en abril se produjeron seis tiroteos separados que dejaron un total de 16 víctimas, dos de ellas mortales (www.myfoxchicago.com). El 3 de abril sucedió otro tiroteo mortal en un restaurante del norte de Hollywood, en los Ángeles, que dejó un total de cuatro muertos y otros dos heridos (www.nbclosangeles.com, 4 de abril de 2010). Por lo menos una persona pereció y otras 21 resultaron heridas en tiroteos independientes en Chicago entre las fechas aproximadas del 29 y el 30 de mayo (www.chicagobreakingnews.com, 30 de mayo de 2010). En junio del mismo año, un total de 52 personas fueron acribilladas en un fin de semana en Chicago (www.huffingtonpost.com, 21 de junio de 2010). Entre mayo y julio tres agentes de la policía perecieron por balas a manos de asaltantes (Chicago Tribune, 19 de julio de 2010). En todo el mes de julio fueron tiroteadas en Chicago 303 personas, de las cuales 33 fallecieron. Entre el 5 y el 8 de noviembre, cuatro personas murieron y otras cinco resultaron heridas en dos tiroteos separados en Oakland, en el estado de California (World Journal, 11 de noviembre de 2010). El 30 de noviembre de 2010 un adolescente de 15 años tomó como rehenes a su profesora y a 24 compañeros de clase a punta de pistola en el condado de Marinette, estado de Wisconsin (abcNews, 30 de noviembre de 2010). El día 8 de enero de este año la miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Gabrielle Giffords resultó herida de gravedad por disparos en Tucson, estado de Arizona. Además, el crimen causó la muerte de seis personas e hirió a otras 12 (Los Angeles Times, 9 de enero de 2011)
continuación presentamos la segunda parte del texto del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2010, publicado en Beijing por la Oficina de Información del Consejo de Estado (gabinete de China).


II. Sobre los Derechos Civiles y Políticos

El gobierno de Estados Unidos comete graves violaciones de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos.

La privacidad de los individuos se ha visto socavada. Según las cifras difundidas en septiembre de 2010 por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés), más de 6.600 viajeros fueron sometidos a registros mediante dispositivos electrónicos entre el 1 de octubre de 2008 y el 2 de junio de 2010. Prácticamente la mitad de ellos eran ciudadanos estadounidenses. El 7 de septiembre de 2010, el periódico Wall Street Journal informó de que el Departamento de Seguridad Interna (DHS, siglas en inglés) había sido denunciado por aplicar políticas que permiten la inspección e incautación de ordenadores portátiles, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos sin necesidad de que exista ninguna sospecha razonable de delito. Estas políticas no ponen límite al tiempo por el que el departamento puede retener las pertenencias de los viajeros ni al tipo de información privada que puede ser analizada, copiada o retenida. Tampoco existe provisión alguna sobre la aprobación o la supervisión judicial. Cuando el periodista colombiano Hollman Morris solicitó el 17 de julio de 2010 un visado de estudiante para ingresar en la Universidad de Harvard con una beca de investigación, las autoridades competentes se lo denegaron recurriendo al argumento de que era inelegible bajo la sección de "actividades terroristas" del Acta Patriótica. Un estadounidense de origen árabe llamado Yasir Afifi, residente de California, descubrió que el FBI había colocado un dispositivo GPS cerca de la rueda trasera derecha de su vehículo. En agosto de 2010, la ACLU, la Asian Law Caucus y el semanario San Francisco Bay Guardian presentaron una demanda para exigir que se difundieran los documentos del FBI relacionados con la investigación y vigilancia de las comunidades musulmanas de la zona. La oficina del FBI de San Francisco se negó a comentar el asunto arguyendo que la investigación "todavía estaba en curso" (The Washington Post, 13 de octubre de 2010). En octubre de 2010, la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos elevó los niveles de seguridad en los aeropuertos estadounidenses, requiriendo que los pasajeros pasen por escáneres de cuerpo entero y argumentando que los pasajeros no pueden negarse a ello basándose en sus creencias religiosas. Los grupos de libertades civiles respondieron diciendo que los chequeos de seguridad intensivos van en contra de las libertades civiles como la libertad religiosa, el derecho a la privacidad y la protección constitucional contra los registros irrazonables (AP, 16 de noviembre de 2010). La ACLU y la Asociación de Viajes de Estados Unidos han recibido miles de reclamaciones contra las medidades de seguridad en los aeropuertos (The Christian Science Monitor, el 20 de noviembre de 2010).

El abuso de la violencia y el recurso a la tortura para obtener confesiones de los sospechosos son prácticas comunes entre los miembros de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos. Según una noticia publicada el 14 de octubre de 2010 por Associated Press, el Departamento de Policía de Nueva York (NYDP, siglas en inglés) pagó alrededor de 964 millones de dólares para resolver reclamaciones sobre la conducta de sus agentes. En uno de los casos, un hombre desarmado murió en el día de su boda durante un tiroteo en el que la policía utilizó 50 balas. Los tres agentes implicados fueron absueltos de los cargos de homicidio y el NYDP resolvió el caso pagándole una cierta cantidad de dinero a la prometida y los amigos de la víctima a modo de compensación (China Press, 15 de octubre de 2010). Estados Unidos alardea de su "justicia judicial".¿Acaso se ha hecho justicia en los casos de estas víctimas? En junio de 2010, un jurado federal declaró al ex teniente de policía de Chicago Jon Burge culpable de perjurio y obstrucción a la justicia. Tanto Burge como los agentes a sus órdenes aplicaron descargas eléctricas, sofocaron y quemaron a sospechosos para hacerles confesar en las décadas de 1970 y 1980 (The Boston Globe, 2 de noviembre de 2010). El Chicago Tribune informó el 12 de mayo de 2010 de que la policía de Chicago había sido acusada de llevar a cabo detenciones sin tener órdenes de arresto y encadenar a los detenidos a paredes o bancos de metal, dejarlos sin comer, prohibirles ir al baño y no proporcionarles un lugar en el que dormir, una forma "suave" de tortura cuyo objetivo era obtener confesiones involuntarias. El 22 de marzo, un hombre sin techo fue abatido a tiros por un agente de policía en Portland, en el estado de Oregon (China Press, 1 de abril de 2010). Además, un agente de policía de Westminster (Colorado) que se encontraba fuera de servicio fue arrestado bajo sospechas de haber secuestrado y violado a una mujer el 3 de abril con un agente penitenciario como supuesto cómplice (Los Angeles Times, 6 de abril de 2010). El 17 de abril, un agente patrullero especializado en bandas criminales golpeó y agredió verbalmente a un sospechoso (Seattle Post-Intelligencer, 10 de mayo de 2010). El 24 de marzo, Chad Holley, de 15 años de edad, fue golpeado brutalmente por ocho agentes de policía en Houston. El adolescente aseguró que los policías le propinaron puñetazos en la cara y le dieron rodillazos en la espalda mientras se encontraba tendido en el suelo boca abajo. Tras una investigación de dos meses, cuatro de los agentes fueron acusados y despedidos (Houston Chronicle, 4 de mayo y 23 de junio de 2010). El 11 de agosto, tres personas resultaron heridas en un tiroteo mientras la policía perseguía a los ladrones de una furgoneta en el condado Prince George, en el estado de Maryland. Los familiares de los tres heridos criticaron a la policía por haber disparado contra la furgoneta antes de que sus ocupantes hubieran realizado ningún disparo (Washington Post, 14 de agosto de 2010). El 5 de septiembre de 2010, un agente de Los Angeles abatió a tiros al inmigrante guatemala Manuel Jamines. El incidente desencadenó una manifestación dos días después. Durante la protesta, la policía se enfrentó a los manifestantes y arrestó a 22 de ellos (Sing Tao Daily citando al New York Times, 8 de septiembre de 2010). El 5 de noviembre de 2010 se organizó una gran manifestación en Oakland para protestar contra un veredicto de un tribunal de Los Angeles en el que se condenaba al agente Johannes Mehserle a tan sólo dos años de cárcel por haber abatido a tiros a un estadounidense de origen africano llamado Oscar Grant dos años atrás mientras éste se encontraba desarmado. La policía arrestó a más de 150 personas durante la protesta (San Francisco Chronicle, 9 de noviembre de 2010).

Estados Unidos, que siempre se ha proclamado como "la tierra de la libertad", cuenta sin embargo con el mayor número de presos del mundo. Según un informe sobre el Proyecto de Desempeño de la Seguridad Pública en los Estados publicado en 2008 por el Pew Center, uno de cada cien adultos del país están cumpliendo condena en la cárcel. En 1970, la proporción era de uno de cada 400. En 2011, las cárceles de Estados Unidos tendrán más de 1,7 millones de presos, con un aumento del 13 por ciento en comparación con 2006. Este dramático incremento llevará a una situación de hacinamiento en las prisiones. Las cárceles de California alojan a 164.000 presos, una cifra que dobla la capacidad para la que fueron construidas (The Wall Street Journal, 1 de diciembre de 2010). En New Beginnings, un centro correccional de Washington en el que ingresan los peores delincuentes juveniles, sólo hay 60 camas para los 550 jóvenes que fueron condenados en 2009 por los crímenes más violentos. Muchos de ellos volverían a delinquir si no recibieran la atención adecuada o podrían ser víctimas de crímenes violentos (The Washington Post, 28 de agosto de 2010). El malestar provocado por las malas condiciones y la gestión inadecuada de las prisiones se manifiesta a menudo en incidentes. El Chicago Tribune informó el 18 de julio de 2010 de que más de 20 ex presos del condado de Cook (Illinois) denunciaron que fueron esposados o encadenados mientras realizaban trabajo forzoso, lo que les causó graves daños físicos y psicológicos. El 19 de octubre de 2010, al menos 129 presos participaron en una revuelta en la Prisión Estatal de Calipatria (California), un incidente que terminó con un balance de dos muertos y al menos una docena de heridos (China Press, 20 de octubre de 2010). En noviembre, AP difundió un vídeo en el que mostraba a un preso siendo golpeado por otro en una prisión de Idaho. El agredido consiguió pedir ayuda a través de la ventana de un puesto de guardia, pero los agentes hicieron caso omiso de sus súplicas y no intervinieron hasta que el preso quedó insconsciente. La prisión recibió el apodo de "escuela de gladiadores" (China Press, 2 de noviembre de 2010).

Las condenas injustas son frecuentas en Estados Unidos. En las últimas dos décadas, un total de 266 personas han sido absueltas gracias a pruebas de ADN. Un total de 17 de ellas se encontraban ya en el corredor de la muerte (Chicago Tribune, 11 de julio de 2010). El Washington Post publicó el 23 de abril de 2010 que la policía de Washington admitió que 41 cargos presentados contra un chico de 14 años de edad, entre ellos cuatro de asesinato en primer grado, eran falsos. El adolescente nunca se declaró culpable. La policía del condado de Will (Illinois), torturó a Kevin Fox para que confesara haber matado a su hija de tres años. Fox pasó ocho meses en la cárcel antes de que las pruebas de ADN demostraran su inocencia. En Zion, en el mismo estado, la policía obligó a Jerry Hobbs a declararse culpable del asesinato de su hija de ocho años. Hobbs pasó cinco años en la cárcel antes de ser absuelto. Barry Gibbs tuvo que cumplir 19 años de condena por haber asesinado supuestamente a una prostituta en 1986. La sentencia fue anulada en junio de 2010 y Gibbs recibió una compensación de 9,9 millones de dólares del gobierno de la ciudad de Nueva York (The New York Times, 4 de junio de 2010).

Estados Unidos presume de ser el bastión de la democracia. Sin embargo, esa democracia se basa en gran parte en el dinero. Según lo publicado por el Washington Post en su edición del 26 de octubre de 2010, los candidatos al Congreso y el Senado batieron el récord de recaudación de fondos para las elecciones de medio término al reunir más de 1.500 millones de dólares hasta el 24 de octubre. Las elecciones, celebradas en noviembre de 2010, costaron 3.980 millones de dólares, convirtiéndose así en las más caras de la historia de Estados Unidos. Los grupos de interés invirtieron grandes cantidades de dinero en los comicios. Los 80 millones de dólares gastados por grupos no pertenecientes ni al Partido Demócrata ni al Partido Republicano hasta el 6 de octubre, superaron con creces los 16 millones de dólares invertidos en las elecciones de medio mandato de 2006. Uno de los grupos que más gastó fue el American Future Fund de Iowa, que invirtió siete millones de dólares para apoyar a los republicanos en más de dos docenas de carreras electorales en el Congreso y el Senado. Otro de los principales actores, la 60 Plus Association, gastó siete millones de dólares en anuncios relacionados con las elecciones. La Federación Americana de Empleados de Estados, Condados y Municipios gastó 103,9 millones de dólares en campañas entre el 22 y el 27 de octubre de 2010 (The New York Times, 1 de noviembre de 2010). Los ciudadanos estadounidenses han expresado su descontento sobre los enormes costes de las elecciones. Una encuesta realizada por el New York Times y la CBS mostró que casi 8 de cada 10 estadounidenses considera necesario limitar los gastos de las campañas electorales (The New York Times, 22 de octubre de 2010).

Estados Unidos aboga por la libertad en internet, pero al mismo tiempo impone estrictas restricciones sobre el ciberespacio. El 24 de junio de 2010, el Comité de Seguridad Interna y Asuntos Gubernamentales del Senado aprobó el Acta de Protección de Internet como un Activo Estatal, que concede al gobierno federal un "poder absoluto" para cerrar internet bajo el pretexto de una emergencia nacional. Otorgar al gobierno el poder de controlar internet sólo es el primer paso hacia un ciberespacio enormemente restringido en el que sólo podrán operar una página web aquellos que facilite un documento de identidad válido y obtengan el permiso de las autoridades (Prisonplanet.com, 25 de junio de 2010). Estados Unidos aplica un doble estándar pidiendo un internet totalmente libre en otros países, lo que se ha convertido en una importante herramienta diplomática para ejercer presión y buscar la hegemonía, y a la vez imponiendo estrictas restricciones en su propio territorio. Un artículo publicado el 16 de febrero de 2011 en la página web de BBC Mundo señala que el gobierno de Estados Unidos quiere incentivar la libertad en internet para dar voz a los ciudadanos de sociedades que considera "cerradas" y cuestiona los controles que esos gobiernos imponenen al flujo de información, aunque en casa trata de establecer un cerco legal para lidiar con el desafío que representa Wikileaks y sus filtraciones. "Fronteras adentro quizá el gobierno estadounidense sea sensible al impacto de libre flujo de información electrónica por el que aboga, pero hacia fuera quiere ejercer la diplomacia por otros medios, los de internet, y en particular las redes sociales", dice el artículo. La página web de la revista Foreign Policy de Estados Unidos también admite en un artículo publicado el 17 de febrero de 2011 que "la actitud del gobierno estadounidense hacia internet todavía está imbuida de problemas y contradicciones”.

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