viernes, 27 de abril de 2012

¿OLIGOFRENIA EN EL SERVICIO DE INTELIGENCIA?


¿A qué atribuir los fracasos del Servicio Inteligencia Nacional (SIN) en el combate a la subversión? ¿Corrupción? ¿Ausencia de valores patrióticos? ¿Falta de estímulos económicos? Aunque la respuesta es multicausal, hay dos episodios cuyos síntomas configuran un cuadro presuntivo de oligofrenia. El primero, la captura en Lima de la embajada del Japón y, segundo, la conferencia de prensa en la selva de Kiteni (Cuzco-Perú) del llamado “camarada Gabriel”.

Las reacciones ante los episodios de un conflicto bélico son pasionales, diversas y extremistas. Recientemente ante los sucesos de Kiteni hubo alarma. Tal es así, que la embajadora de EE.UU. trasgredió sus funciones al hacer declaraciones en un asunto interno de nuestro país. Estaba alarmada por el secuestro de 36 trabajadores de la empresa trasnacional Skanska ocurrido el 9 de abril; episodio que provocó una conducta reactiva de las FF.AA que los condujo a caer en una emboscada el 12 de abril; cuyo saldo fue de cuatro policías y dos soldados muertos, 10 heridos y un helicóptero derribado. Conseguido su objetivo, los subversivos liberaron a los secuestrados.

Desde Kiteni, el 18 de abril, tres jóvenes periodistas se aventuraron a internarse en la selva a la búsqueda del helicóptero derribado. Luego de tres horas de caminata, los interceptó, rápidamente, en Alto Lagunas, el “camarada Gabriel” y ofreció una entrevista, revelando información desconocida. Dicha entrevista difuminó en unos instantes, la campaña propagandística desplegada por el gobierno del comandante EP® Ollanta Humala para apoyar su accionar contrasubversivo y crear una imagen de que el gobierno controlaba la situación.

Lo bochornoso del asunto es que antes, el Presidente de la república con uniforme de comando posó para las cámaras de Tv en Kiteni, la víspera de viajar a Colombia, dando las últimas instrucciones del plan de cerco y aniquilamiento de los subversivos. Además, dio la orden del envío de 1,300 soldados para que en una gran maniobra envolvente, por aire y por tierra, los reduzcan. Se vio en la televisión a los soldados descendiendo de los helicópteros artillados y a paso ligero internarse en la selva. Tal era el equipamiento de los soldados que parecían robocoks.

El ministró de defensa, en actitud triunfalista, auguró que pronto tendría buenas noticias. Pero, pasaban los días y la tensión de los familiares de los soldados desaparecidos en el operativo, aumentaba. Hasta que para sorpresa de todos, los medios de comunicación difundieron la imagen del “camarada Gabriel” dando declaraciones a los jóvenes periodista y la foto del helicóptero derribado por los subversivos. El “camarada Gabriel” aparece con tres sencillos jóvenes vestidos con un simple polo y empuñando las armas que habían tomado de las FF.AA. Con serenidad; pero, en actitud provocadora a las FF.AA. gubernamentales dijo –entre otras cosas-, los rockets (cohetes) que nos arrojan los helicóptero artillados son caquitas de colibrí. Yo me pregunto ¿qué efectividad tienen en esta guerra? Esos miserables son valientes en el aire, pero en la infantería son unos cobardes.

Según los periodistas, "Gabriel" también emprendió contra la política de recompensas que financia el gobierno norteamericano. Ofrece cinco millones de dólares por información que facilite la captura del "camarada José". Lo que dijo era una queja. Ahora ofrecen a los campesinos millones por nuestra captura. ¿Con qué objetivo? Para convertirlos en soplones, espías y en carne de cañón.

En el Perú nadie se aburre, es un país de sorpresas y de informalidad. Otra sorpresa ocurrió en Lima el 17 de diciembre de 1996 a las 20:20 horas. Se trata del Operativo guerrillero que humilló a todos los servicios de seguridad y de inteligencia de las FF.AA. y FF.PP del Estado peruano y del Estado de la segunda potencia mundial: Japón. El extraordinario suceso involucró a más de 27 países, convocó a los principales medios informativos del mundo y a la confabulación de los dirigentes y organismos de las potencias mundiales, incluido El Vaticano, para escarmentar a sus osados autores.

Un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) dirigido por un cholo peruano y ex dirigente sindical, Néstor Serpa Cartolini, e integrado por un ex cobrador de microbús con estudios de Sociología, Rolly Rojas Fernández y doce muchachos de la selva de Chanchamayo, habían capturado, sin derramamiento de sangre, la residencia del embajador del Japón con cerca de 700 invitados a la faustuosa celebración del día nacional. Demandaban la liberación de sus compañeros presos a cambio de liberar a los rehenes. La brillante hazaña táctica fue ejecutada por un simple y humilde comando sin ningún apoyo exterior.

Indudablemente, sin errores no puede haber brillantez, como sentenciara Emanuel Lasker, ex campeón mundial de ajedrez. La inteligencia estratégica había fracasado en su capacidad para alertar o prevenir sobre amenazas o peligros que puede enfrentar el Estado en un determinado momento. Cerpa sorprendió en calzoncillos a Vladimiro Montesinos jefe oficioso del Servicio de Inteligencia nacional, al general de división EP Juan Briones Dávila, Ministro del Interior y al Director de la Policía Nacional, General Antonio Ketín Vidal; también, al embajador Morisha Aoki. El cholo Cerpa fue un extraordinario conductor de un operativo táctico local; pero ignoraba lo que es un plan estratégico de largo plazo. En cualquier guerra es un postulado la correspondencia entre los operativos tácticos con el plan estratégico.

Hay un cierto consenso en afirmar que el gobierno no tiene un plan estratégico para combatir la subversión; pero no toman en consideración que es difícil que lo tenga por las siguientes características:

Primero, el capitalismo por predisposición genética, seguirá causando grandes desigualdades sociales que justificarían una subversión. Segundo, las FF.AA. no tienen, un intelectual capaz de formular un plan estratégico. Han demostrado, tanto en la selva del VRAE, como en Kiteni que los operativos tácticos fracasan.

Un ejemplo de un personaje histórico capaz de diseñar un plan estratégico es el de Mao Tse Tung, intelectual y, a la vez, conductor de guerrillas. Sus Escritos militares figuran en los anaqueles de todas las bibliotecas de las escuelas militares del mundo, incluso en la Escuela Militar de Chorrillos. Para formular un plan estratégico es necesario capacidad intelectual; pero, un intelectual no se improvisa, tarda muchos años en formarse y, además, en adiestrarse en el arte de la guerra.

Por último, debemos reconocer que todos somos peruanos y los conflictos –como las enfermedades- debieran prevenirse. Y no creer, sectariamente, que los buenos y valerosos están acá y los malos y cobardes están allá. Subestimar al enemigo, es una manera de beneficiarlo.

Lima, 24 de abril del 2012
rengifoantonio@gmail.com
Grimaldo Antonio Rengifo Balarezo
DNI 06067477

Fuente: Diario La República. Lima-Perú.

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