martes, 30 de diciembre de 2014

EL INTERNET DE LAS COSAS Y EL AUGE DEL "PROCOMÚN COLABORATIVO"




El procomún colaborativo es una teoría económica sorprendente (formulada por el economista y sociólogo Jeremy Rifkin en su libro: La sociedad de coste marginal cero: el internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo) que nos hace imaginar un mundo futuro de auténtica ciencia ficción, aunque bastante real, y que tiene como principales causas el internet de las cosas y un concepto económico llamado “coste marginal cero”.
Pero empecemos por el principio.
El coste marginal cero es el coste de producir unidades adicionales de un producto o servicio sin tener en cuenta los costes fijos. Es algo que siempre han buscado las empresas. Tecnologías que pudieran hacer posible un coste marginal casi cero para crear sus productos y de esta forma poder bajar precios para vender más.
La llegada y la gran popularidad de internet, sobre todo la web 2.0, ha hecho posible que los antiguos consumidores se conviertan en prosumidores, es decir, usuarios que producen sus propios productos y consumen gratuitamente al mismo tiempo productos producidos por otros usuarios como ellos. Todos podemos crear vídeos, música, información, libros y manuales, etc., y compartirlos con todos de forma gratuita en internet, y a la vez ser consumidores de esos mismos productos. Lo que hace posible que esos productos creados por todos y consumidos por todos sean gratuitos es su coste marginal cero.
Hasta el momento, estos productos con coste marginal nulo se mantenían dentro de los sectores de la información y no se pensaba que se pudiera cruzar la frontera entre el mundo virtual y la economía de la energía, los bienes y los servicios físicos. Sin embargo, una nueva revolución tecnológica que conecta a todo con todo, el internet de las cosas, ha empezado a surgir con fuerza, y es imparable.
Según Rifkin, el internet de las cosas permitirá a los millones de prosumidores de todo el mundo producir y compartir su propia energía renovable y una variedad cada vez mayor de servicios y productos físicos con un coste marginal casi cero. Todo lo que se conecta a internet, hogares,  tiendas, oficinas, transportes, cadenas de producción o redes de distribución eléctrica, etc., están continuamente enviando datos a la red de las comunicaciones, a la red de la energía, del transporte, de la logística. Según el experto los prosumidores tendrán acceso a esos millones de datos que podrán analizar, creando algoritmos que aumentarán la productividad de esos productos y servicios de una manera revolucionaria, reduciendo su coste marginal a casi cero, como ya ocurre hoy en día con la información.
Lo mismo ocurrirá, según augura Rifkin, en las próximas décadas con la energía destinada a la calefacción, los electrodomésticos, oficinas o vehículos, que se producirá con coste marginal casi cero, siendo prácticamente gratuita para todos. La energía renovable, generada por el sol o el viento, es casi gratuita, una vez recuperados los costes fijos de la instalación solar o eólica. Los prosumidores podrán acceder a los datos y supervisar el consumo energético de sus hogares, optimizando su eficiencia y compartiendo la energía verde sobrante en la internet de la energía. 
La tecnología 3D, cada vez más al alcance de todos, permitirá reciclar materiales como plástico o papel, y tanto empresas como particulares podrán crear sus propios productos con un coste marginal casi cero. Además la internet de la logística y del transporte permitirá compartir con un coste marginal casi nulo, esos productos físicos con otros prosumidores, gracias a los vehículos sin conductor eléctricos o con pilas, alimentados con energía renovable.
Actualmente ya funcionan en otros países, como EEUU, la economía colaborativa mediante el uso de servicios para compartir vehículos o viviendas. Servicios como Airbnb o Couchsurfing permiten a millones de propietarios estadounidenses compartir sus viviendas con viajeros con un coste marginal casi cero, y con resultados sorprendentes. Se está produciendo un giro del “valor de intercambio” de la economía convencional, al “valor de compartición” en el procomún colaborativo y parece que es la tendencia hacia la que caminamos todos.
¿Qué te parecen las predicciones de Jeremy Rifkin? ¿Estás de acuerdo o crees que son un poco optimistas? La verdad es que cada vez es más real el procomún colaborativo y, tal vez, tarde o temprano sea una realidad para todo el mundo. ¡Esperemos que sirva para unir y colaborar, y nos permita crear un mundo mejor!
¡Déjanos tu opinión si lo deseas, no lo dudes!
Fuente: El País Suplemento Cultural
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