jueves, 6 de agosto de 2015

ALGUNOS CONCEPTOS PARA ANALIZAR Y COMPRENDER: LA “CRISIS FINANCIERA” Y LA “CRISIS GRIEGA”

28 de julio de 2015
Estimado Gonzalo:

Intentaré ordenar algunas ideas dispersas para continuar analizando algunos aspectos de la actual situación mundial, y sus implicancias en la evolución del movimiento social en el país.

1.- Dos artículos sobre la realidad griega.-

El comentario Los 80.000 millones que necesita Grecia están en Suiza…y son griegos, que   compartiste conmigo el pasado domingo 19, aporta  informaciones importantes  para comprender las causas reales de lo  que  está ocurriendo en Grecia (todavía no ubico  el nombre del autor del comentario ¿?)

Igualmente, te recomiendo revisar un reciente texto publicado en la edición dominical del día 19 de julio del diario El Comercio, en cuyo suplemento Portafolio, pags. 12 y 13, aparece un extenso artículo titulado Salvaron a los acreedores,....no a Grecia, escrito por  Dimitris  Hatzopolus, actual embajador de la República Helénica en el Perú. Me llamó la atención, e incluso  me sorprendió, que el director de El Comercio haya dejado pasar ese artículo, escrito de una manera tan descarnada y poco habitual  en sus ediciones diarias (como archivo Adjunto te enviaré copia en pdf de las dos hojas de este artículo).

Sobre el tema de Grecia, también recomiendo ordenar, revisar y comentar varios de los artículos selectos que  viene divulgando el blog Tacna Comunitaria.

Comenzando por la relectura de los dos artículos anotados más arriba, sería conveniente intentar ordenar o reordenar, algunos conceptos que se vienen difundiendo muy a la ligera sobre dos aspectos muy importantes de la actual realidad mundial. Pero previamente recomiendo la revisión de los dos textos teóricos que indico a continuación.  

2.- Dos textos recomendados con  conceptos teóricos.-

En los últimos tiempos, en la prensa mundial se vienen publicando muchos artículos sobre la llamada “crisis financiera”,  y sobre la llamada “crisis griega”.

Pero bien mirado, lo que actualmente viene ocurriendo en el mundo capitalista desarrollado no es solamente, y ni siquiera principalmente, una “crisis financiera”, denominación a la cual incluso se le viene agregando la expresión superlativa “crisis terminal”. Por mi parte, considero que lo que viene ocurriendo es una nueva crisis económica. Éste es un concepto más amplio, que engloba  tres procesos interrelacionados entre sí. En primer lugar  la crisis  de  producción, en segundo lugar la crisis comercial, y en tercer lugar la crisis del comercio del dinero y los valores. Se supone que esta última vendría a ser la llamada “crisis financiera”.

De esos tres procesos, el primero (la crisis de producción) es la base de los otras dos; y a su vez, la crisis de producción en forma conjunta con la crisis comercial son la base conjunta que determina el desarrollo de la crisis del mercado del dinero y los valores.

Para no incurrir en ligerezas de carácter teórico, recomiendo revisar la Carta de Federico Engels a Konrad Schmidt del 27 de octubre de 1890 (incluida en las Obras Escogidas de Marx, Engels, pag. 719), en la cual el autor explica de manera ordenada y sencilla como entender la evolución del mercado del dinero y los valores.

 De manera similar recomiendo revisar los primeros párrafos del capítulo El capital financiero y la oligarquía financiera, capítulo III del folleto El Imperialismo, Fase superior del capitalismo, en el cual Lenin comenta y critica un párrafo del libro El Capital Financiero escrito por el destacado teórico socialista alemán Hilferding.

La lectura de ambos textos nos suministra conceptos teóricos fundamentales  para comprender certeramente el trasfondo de la actual situación económica mundial. Superando la desviación dogmática exageradamente saturada de abundantes citas sacadas del contexto de la realidad del momento, desviación que predominó  en nuestra literatura política en las décadas pasadas, me parece muy bien que ahora prestemos la debida atención a la evolución de “los hechos concretos” que vienen ocurriendo en el presente. Esta superación del doctrinarismo está muy bien,  hay que seguir estimulándola, pero si exageramos, corremos el riesgo de errar en nuestras conclusiones, si sobrevaloramos   unilateralmente  algunos aspectos de la realidad presente que son de carácter secundario. Justamente, para estar prevenidos contra esta otra desviación de carácter empirista, periódicamente debemos revisar algunos textos teóricos, como los dos textos señalados anteriormente, uno de Engels y el otro de Lenin. 

3.- La “crisis financiera”.-

Considero que la llamada “crisis financiera” de la cual se habla mucho en los últimos años, solamente es un síntoma de la última crisis económica, es un síntoma de la crisis económica más larga y más profunda de toda la historia del capitalismo mundial, crisis que están atravesando los países capitalistas desarrollados desde el tercer trimestre del año 2007, y que ya superó en duración y profundidad a la Gran Depresión  de los años ‘30 del siglo pasado.

Además, considero que la presente  crisis económica  de comienzos del siglo XXI, al igual que la gran crisis económica de la década de 1930, no es una “crisis mundial” (y mucho menos una crisis “universal”, a mí no me ha llegado información de que también exista crisis en Marte o en otro planeta del universo), sino que esta crisis es una crisis sectorial o regional, que hasta el presente  está englobando solamente a   “una parte del mundo”, precisamente a los países capitalistas más desarrollados, cuya ubicación geográfica está en Europa, América del Norte y Japón, es decir en el hemisferio norte.  

La gran crisis económica de la década de 1930 no fue una “crisis mundial” como erróneamente se sigue escribiendo en muchos libros de historia, y no fue crisis mundial porque no afectó ni englobó a “todos los países del mundo”. Tal fue  el caso de excepción de  la economía soviética,  que por el contrario, durante esos años dio un gran salto adelante (primer y segundo plan quinquenal). Esa crisis de la década de 1930 tampoco englobó a amplias regiones de los países atrasados del hemisferio sur. Por ejemplo, en el caso peruano, la gran crisis de la década de 1930 afectó el crecimiento capitalista en  las ciudades  costeras y en algunas ciudades  de la sierra (La Oroya, Cerro de Pasco, etc.) que ya estaban integradas al mercado mundial. Pero los  efectos de la crisis no se sintieron en las zonas rurales de la mayor parte de la sierra y de la selva, e incluso en algunas provincias de la costa, que eran zonas que todavía no estaban integradas al mercado mundial, las cuales continuaron creciendo en su producción agrícola e industrial, orientadas básicamente al autoconsumo o al mercado interno de alcance  local o provincial. El libro Aprendizaje del capitalismo del historiador y economista Carlos Contreras aporta información al respecto, recomiendo revisarlo.

La gran crisis económica de inicios del presente siglo tampoco se está desarrollando como una “crisis mundial”, sino como una crisis sectorial o regional (casi hemisférica, pero no mundial). Después de ocho años de iniciada la última crisis, continúa  cumpliéndose  la hipótesis del “desacople” que  algunos teóricos esbozaron en los años 2008 y 2009.

En la mayoría de los países capitalistas desarrollados (Europa, América del  Norte y Japón) la evolución de la tasa de crecimiento de la producción social global (PSG) en los últimos años está por debajo de la tasa de  crecimiento de la población de esos países, y el paro forzoso está alcanzado índices muy altos. El desempleo juvenil en España y Grecia es del orden del 50%, y en Italia, Portugal y Francia ya superó el 30%.

Mientras que, por el contrario, en la mayoría de países atrasados en su evolución capitalista (ubicados principalmente en Asia, Nuestra América  y África, es decir en el hemisferio sur) la tasa de crecimiento de la PSG se continua  desarrollando  por encima de la tasa de crecimiento de la población de estos países, y se expresa de manera evidente  en el crecimiento del PBI/per cápita. Aparte de China y Rusia, países que demandan  un análisis y comentario especial, en muchos países del mundo, durante el último decenio, no obstante la crisis de las grandes potencias económicas, ha continuado el crecimiento capitalista, entre ellos destacan India, Brasil, Sud África, Pakistán, Corea, Indonesia, Chile,  Colombia, Bolivia, y también Perú.

Un análisis concreto, país por país, y región por región, de la  evolución  económica en estos países durante  el último decenio, nos llevará a un necesario cuestionamiento y replanteamiento de algunos de los conceptos que actualmente se vienen divulgando muy a la ligera. Sin este análisis concreto, corremos el riesgo de seguir repitiendo “estribillos” tremendistas sin ningún sustento serio.           

         Me parece que  la cuestión más importante y a la vez determinante de la actual crisis económica de los países capitalistas más desarrollados es la crisis de superproducción relativa que se está dando en numerosas ramas de la economía capitalista, crisis que ha arrojado  al paro forzoso a varias decenas de millones de trabajadores asalariados en los  países de Europa, del  Norte de América y el Japón. Este es el problema de fondo. La crisis comercial y la crisis financiera son reflejos o síntomas de ese problema básico.

Las diferentes manifestaciones de crisis comercial y de crisis financiera que logramos observar en el último decenio, en última instancia son consecuencias de la crisis de superproducción relativa,  y a su vez estos dos síntomas (la crisis comercial y la crisis financiera) amplían y agravan la crisis de superproducción.

Por ejemplo, los nuevos “préstamos” que se están negociando para supuestamente “aliviar” la llamada crisis griega, no tienen como objetivo reanimar la producción, disminuir el paro forzoso y atender las necesidades básicas de la población griega, sino que tienen como objetivo principal pagar las deudas atrasadas a la banca internacional, deudas que se han venido acumulando en las últimas décadas.     

4.- La “crisis griega”.-

La realidad griega tiene sus propias particularidades que la diferencian de lo que viene ocurriendo en otros países. Un sucinto análisis comparativo con algunos aspectos de la realidad peruana nos podría ayudar a comprender mejor lo que realmente viene ocurriendo en ese lejano país. 


GRECIA
PERU
Extensión (km2)
132.000
1.285.200
Población (hab)
10.775.560
30.814.180
PBI (millones de dólares)
284.251
376.726
PBI por habitante (US$/hab)
25.860
16.680
   
Con este elemental ejercicio de “relativismo histórico” podemos observar la notoria diferencia entre estas dos realidades. Grecia tiene un tamaño equivalente a solamente 1/10  del tamaño de Perú, y su población es aproximadamente  1/3 de Perú.

Pero, paradójicamente, el PBI de Grecia es aproximadamente el 75% del PBI del Perú, y su PBI/per cápita es 1.6 veces el PBI/per cápita del Perú.

El Perú es un país diez veces  más extenso que Grecia, y a la vez tres veces más poblado; pero la PSG del Perú en términos absolutos es solamente 1.33 veces superior a la PSG de Grecia, y en términos relativos el PBI/por habitante de Grecia es 1.55 veces superior al peruano.

Tenemos que preguntarnos cuales son las causas de esas diferencias relativas entre estas dos realidades diferentes. En una primera aproximación  podemos estimar lo siguiente:

1.- En Grecia la productividad del trabajo es mayor que  en Perú,
2.- En Grecia la composición orgánica del capital es superior que en Perú, la composición orgánica del capital está dada por la relación existente entre el capital constante y el capital variable,
3.- En Grecia la tasa de plusvalía es superior a Perú, la tasa de plusvalía es la relación existente entre la plusvalía y el capital variable,
4.- En Grecia el nivel medio de vida de la población es (o era) superior al Perú,
5.- Y así, sucesivamente, tendríamos que seguir obteniendo información de hechos concretos que expresen  la realidad griega en comparación con nuestra propia realidad.   

El Perú sigue siendo  uno de los principales países productores de cobre, zinc, plata, oro, y otros minerales. Hasta ahora no estoy informado de cuáles son los principales recursos naturales disponibles en  Grecia. Pero si es conocido que Grecia tiene la mayor flota mercante del mundo, lo cual es una diferencia notoria con nuestro país (en el Perú actualmente no hay  flota mercante peruana, no obstante ser uno de los países con mayor litoral costero, y uno de los principales  países exportadores de materias primas). Esta particularidad también diferencia a Grecia del resto  de países del mundo, incluidos los países capitalistas más desarrollados y con mayor potencial económico.   Las naves con bandera helénica dominan (o dominaban) el comercio marítimo en el Mar Mediterráneo y también tiene presencia en otros mares más lejanos. Adicionalmente,   Grecia es uno de los países del mundo que recibe (o recibía) mayores ingresos anuales por turismo.

Desde el punto de vista estrictamente económico, me parece que esas dos notorias ventajas comparativas  de la economía helénica  han sido gravemente afectadas por la actual crisis de superproducción relativa que está afectando a casi todo el continente europeo. Al disminuir la producción de mercancías en los países europeos, necesariamente ha disminuido el comercio, y por lo tanto, también ha disminuido el servicio de transporte marítimo de mercancías en el ámbito del Mar Mediterráneo. De manera similar, al disminuir los ingresos de la mayoría de la población europea, en especial de la numerosa y mayoritaria población de ingresos medios, también ha disminuido el flujo de turistas a las atractivas costas griegas.

La disminución de los ingresos, por servicios de transporte marítimo y por servicios de turismo, ha obligado al paro forzoso de amplios sectores de la población griega dedicados a esas dos actividades. Esta situación  ha tenido como consecuencia directa disminuir el consumo interno de productos de primera necesidad, y a su vez, ha obligado a disminuir la producción de mercancías para abastecer esa demanda interna en declive (básicamente alimentos procesados, ropa, calzado, y otras industrias ligeras instaladas en Grecia), y también debe de haber afectado la industria de la construcción de viviendas.      

Otra diferencia notoria de la evolución en los últimos años de Grecia y Perú, es que la economía griega ha disminuido en un 25% en los últimos cinco años, mientras que la economía peruana en la primera década del siglo ha estado creciendo a una tasa promedio de 6% anual, y en los últimos cinco años, no obstante la actual desaceleración,  ha continuado creciendo a tasas  que fluctúan entre el 4% y el  2%, que siguen siendo tasas positivas, superiores al 1% anual de la tasa de crecimiento de la población.

En síntesis, en Grecia se está viviendo una grave crisis de producción, mientras que en el Perú se está atravesando por un periodo de temporal desaceleración  del último ciclo de crecimiento capitalista (ciclo largo  de crecimiento capitalista, reiniciado con las reformas neo liberales a partir del año 1993).  

Un componente importante de la deuda griega, que debemos tener presente en este análisis,  es la deuda externa  por las compras desmedidas de armas suministradas por los fabricantes de Alemania, Francia y EEUU, principalmente por Alemania. Y precisamente,  los  banqueros alemanes son los más interesados en “refinanciar” la deuda griega, para que así les puedan cancelar la enorme deuda contraída anteriormente por la compra de armas. (En reiteradas oportunidades el diputado euro comunitario Daniel Cohn Bendit ha realizado denuncias sobre esta grave situación).  

Tenemos pendiente continuar analizando los aspectos más importantes y significativos de la producción y del comercio en Grecia, para  sobre esa base objetiva analizar los aspectos financieros; y recién después de ordenados esos datos, analizar los aspectos políticos y las responsabilidades individuales, y no a la inversa, como lo vienen haciendo la mayoría de comentaristas.

Este  análisis de carácter predominantemente económico, necesariamente nos aportará un cuadro general de “las clases sociales y las relaciones de poder en la Grecia actual”. Y esa base  nos permitirá precisar que clase social detenta  el poder político: ¿la gran burguesía griega, o la burguesía financiera europea, básicamente alemana?

Con este análisis sustancial, podremos entender a cabalidad cuál es la contradicción principal en la sociedad griega, y cuál es el enemigo principal del pueblo griego en la actualidad: ¿la gran burguesía griega o el imperialismo alemán?  

5.- Perspectivas.-

5.1.- En nuestra época, la tendencia mundial de la evolución de las fuerzas productivas  continúa  siendo la integración regional, continental y mundial. Esta es una tendencia irreversible iniciada hace más de 500 años con el descubrimiento de América, acontecimiento histórico que marcó el inicio de la época moderna. El inicio de la época contemporánea, a partir del triunfo de la Gran Revolución Rusa en 1917, no contradice esta tendencia integracionista, sino que, por el contrario la amplía y profundiza.

Grecia, en la actualidad, necesariamente tiene que seguir en la Unión Europea (UE) que dirige la Alemania de Merkel; salvo que algún sector de los gobernantes griegos esté pensando en “retirarse” de la UE, para integrarse en la futura Unión Euroasiática (UEA) que intenta dirigir  la Federación Rusa de Putin. Pensar y proponer una tercera opción, de evolución  autárquica, autónoma, “nacionalista”, de la actual Grecia,  al margen de las principales tendencias mundiales de integración, es una utopía anti-histórica, y por lo tanto resulta  siendo una propuesta reaccionaria, que no merece ser tomada en cuenta.

         También me parece que,  por ahora  Grecia tiene que continuar en el sistema monetario del euro.

        Cualquier salida realista en el presente, sea conservadora, liberal, reformista, radical, o mediatizada, necesariamente tiene que proponerse partiendo por  reconocer esta realidad: Grecia debe continuar  en la UE y mantener el sistema monetario del euro. Estas dos condiciones no son la solución al grave problema en que se encuentra el pueblo griego, pero si son  salidas realistas y temporales para superar el actual entrampamiento.

A propósito de soluciones estratégicas y salidas temporales, recomiendo revisar el capítulo VIII, titulado  ¿Ningún compromiso?, del folleto de Lenin, La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo, folleto que en la versión manuscrita original tenía anotado el significativo subtítulo Ensayo de charla popular  acerca de la estrategia y la táctica marxista, folleto que todo marxista consecuente debería revisar y estudiar periódicamente. Las soluciones estratégicas, para los pueblos griego y peruano, europeos  y americanos, ya están planteadas desde hace muchos años atrás, ese no es el problema principal en la actualidad. En el presente, nuestra preocupación principal es plantear las salidas tácticas necesarias para poder continuar la lucha en condiciones desventajosas.

 Del folleto mencionado, en especial recomiendo revisar la crítica que Lenin les hace a los comunistas de “izquierda” alemanes que “prometían la renuncia obligatoria e indispensable al Tratado de Versalles”, tratado impuesto por la burguesía francesa con apoyo de la burguesía inglesa, tratado de carácter rapaz y sobre explotador,  que puso de rodillas a la Alemania derrotada en la primera guerra mundial. (Sobre las consecuencias del tratado de Versalles recomiendo revisar los artículos escritos por José Carlos Mariátegui). En forma clara y contundente, en ese folleto Lenin   afirmó: “en cuanto a la paz de Versalles, no estamos obligados en modo alguno a rechazarla a toda costa y, además, de modo inmediato. La posibilidad de rechazarla con eficacia depende  de los éxitos de movimiento soviético, no solo en Alemania, sino también en el mundo entero”.

Precisamente de eso se trata en el problema actual que afronta el pueblo griego.  No es cuestión de “rechazarla a toda costa, y además de modo inmediato”, sino de “rechazarla con eficacia”, lo cual depende de los éxitos del movimiento socialista, no solo en Grecia, sino también en Europa y en el mundo entero.         

5.2.- El sector más consciente del proletariado y del pueblo griego (que estoy seguro que existe y continúa trabajando por “una Grecia nueva en el mundo nuevo”),  actualmente debe de estar analizando si es que en Grecia, e incluso en varios países del sur de Europa,  hay condiciones necesarias y suficientes para una solución  socialista, solución con  la cual hoy en día  se pueda romper el sistema socialista  “el eslabón más débil”, como ocurrió el año 1917 en Rusia.

En caso  contrario, si ellos  han llegado a la conclusión que “todavía no han madurado esas  condiciones necesarias”, tanto objetivas como  subjetivas, ellos deben estar  esbozando y desarrollando como alternativa algunas propuestas de reivindicaciones mínimas inmediatas, para continuar luchando dentro del actual régimen capitalista, con Grecia dentro de la UE, y con el predominio del euro como moneda.    

5.3.- Me parece que el actual problema griego no radica en las decisiones colectivas del movimiento  Siryza,  ni en las decisiones personales del dirigente Alexis Tsipras,  o del ex ministro de economía Varufakis. En última instancia, ellos  como cualquier otra persona o movimiento político,  reflejan y expresan,  consciente o inconscientemente,  las posibilidades y limitaciones de las clases sociales a las cuales representan.

Considero que  hay una gran similitud entre la actual situación griega, y lo ocurrido  en  Perú al término de la década de 1980, coincidiendo con el término del  primer gobierno alanista (1985-1990).

En las dramáticas elecciones generales de 1990, a diferencia del candidato Mario Vargas Llosa representante del FREDEMO que abiertamente proponía aplicar el “shock”  para regular  las deformadas relaciones económicas imperantes en esos años, el candidato Alberto Fujimori  prometió el “No shock”.

Ganadas las elecciones de junio de 1990, y juramentado en el cargo,   lo primero que hizo el presidente electo Fujimori  fue aplicar lo más sustancial del plan de gobierno propuesto por el FREDEMO, es decir aplicar el dramático “shock”.

     Algo similar está ocurriendo actualmente  en Grecia. En el referendo del 5 de julio el gobernante Tsipras llamó a votar por el “No a las medidas de austeridad” (No al shock),  y a la semana siguiente aceptó la imposición de la burguesía griega (que contaba con el respaldo de la troika europea)  de aplicar el Shock de  medidas de austeridad.

A fines de la década de 1980 el Perú atravesaba la más larga y profunda crisis económica de toda la historia republicana (grave situación que muchos críticos de las reformas  neoliberales se olvidan en el presente) y al comenzar la década de 1990 necesariamente tenía que plantearse un cambio. Un cambio radical, ya sea “un cambio desde abajo” dirigido por el proletariado, o “un cambio desde arriba” impuesto por la burguesía.  

Ahora, a 25 años de distancia, nosotros debemos de preguntarnos seriamente, (y nosotros con mayor razón, porque esa era responsabilidad de nuestra generación): ¿al comenzar la década de 1990 había las condiciones objetivas y subjetivas necesarias y suficientes para plantear e impulsar una solución socialista en Perú? Si respondemos seriamente esta pregunta acerca del desarrollo de nuestra propia realidad y de nuestra propia responsabilidad, estaremos en mejores condiciones de entender las dramáticas decisiones que se están asumiendo actualmente en Grecia. Antes de criticar la paja en el ojo ajeno, debemos limpiar la viga que tenemos ante  nuestros propios ojos.

El referendo realizado hace un mes en Grecia, en el cual la mayoría  votaron por oponerse a las imposiciones de la burguesía griega (que cuenta con el sustento de la troika europea), es muy similar a los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de junio de 1990 en el Perú, en la cual la mayoría de los votantes apoyó al desconocido Fujimori para  oponerse  al plan del schok económico que abiertamente prometía  imponer el candidato Mario Vargas Llosa.

En junio de 1990 gano el “No al schok”, pero dos meses después, el 4 de agosto de ese año,   el gobierno  del recién electo presidente Fujimori impuso el shock, medida a la  cual decían oponerse  él, su equipo de gobierno, y sus asesores.  Me parece que algo similar acaba de ocurrir en Grecia.     

         (Por último, y entre paréntesis, te comento que la semana pasada logre asistir por pocos minutos a la conferencia que expuso el investigador Oscar Ugarteche, precisamente sobre la cuestión griega. Lo que más me llamó la atención, de la  breve parte que alcancé a escuchar, fue su comentario sobre “la situación actual en Puerto Rico” y su análisis comparativo con la crisis en Grecia.)

Y así como últimamente hemos participado en un conversatorio sobre la “cuestión china”, me parece necesario y conveniente promover un siguiente conversatorio, sobre la situación griega. Justamente, los dos artículos que señalé al comienzo podrían servir de documentos bases para un intercambio ordenado.

Saludos,
Miguel Ángel Aragón.

Más adelante te enviaré como  Archivos Adjuntos, los dos artículos citados en el primer párrafo. 

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