sábado, 30 de mayo de 2015

EXTRACTIVISMO Y POST-EXTRACTIVISMO, UN DEBATE ENTRE DEFENSORES DE LA MINERÍA CAPITALISTA.


- La polémica Pulgar-Vidal contra De Echave – Silva Santisteban  y el fondo de la cuestión: ¿tocamos o no tocamos el modelo?

Servindi, 29 de mayo, 2015.- El domingo 24 de mayo el ministro del Ambiente Manuel Pulgar-Vidal publico un polémico artículo en el diario El Comercio titulado “Los dilemas de la Tía” en el que cuestiona el fundamento ideologico de los que sostienen el posextractivismo en el Perú, contenido en un documento del partido  Tierra y Libertad.

El artículo recibió una rápida respuesta del economista José de Echave, miembro de la organización no gubernamental CooperAcción, y de Rocío Silva Santisteban, periodista, poeta y actual Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

Dado el interés del debate resumimos sus principales planteamientos y colocamos los enlaces a los mismos para el lector que desee profundizar en los mismos.

¿Qué defiende el ministro?

Pulgar-Vidal se refiere de manera crítica al denominado “pos-extractivismo” que propone el partido Tierra y Libertad liderado por Marco Arana, entendido como una etapa de transición para que la economía peruana dependa cada vez menos de la exportación de materias primas.

Si bien el ministro admite y reconoce que el pos-extractivismo no significa “cero extractivismo”, afirma que esto “no es del todo cierto si recurrimos a la fuente ideológica de esa posición y la analizamos a detalle”. La fuente está contenida en el documento “Nueva minería exige debate nacional” de agosto de 2012 a la cual el ministro somete a examen.

El cuestionamiento que realiza Pulgar-Vidal es que “la posición ideológica de los posextractivistas es limitar las inversiones en actividades como la minería, petróleo, agroindustria, riego destinado a esta, etcétera”.

Lo que sorprende y preocupa al ministro no es que se discuta sobre la naturaleza pública o privada del operador extractivista, como se debatía en décadas pasadas. Lo que le preocupa es “la negativa al desarrollo de la actividad”.

Para Manuel Pulgar-Vidal pretender limitar el crecimiento de las actividades extractivas es sostener una posición “bucólica y anacrónica”.

Según él, esa posición sería la razón que divide a la izquierda peruana entre quienes sostienen tal planteamiento “y otra (izquierda) capaz de plantear, aun en las diferencias, puntos de encuentro desde el potencial de nuestro país y la mirada común al crecimiento y al desarrollo.”

Pulgar-Vidal concluye en una afirmación bastante general y que podría ser suscrita por cualquier persona: “Apostemos a un aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales y su potencial y concertemos una visión de bienestar y prosperidad para todos los peruanos.”

Sobre el actual modelo económico en curso, los conflictos socioambientales que genera el extractivismo y la necesidad de cambios para afrontar nuevos desafíos -incluyendo los que nos plantea el cambio climático- ni una palabra.

La respuesta de Echave

Para José de Echave lo “anacrónico” no es proponer transiciones sino conservar de manera absurda las actuales reglas de juego, ver cómo se desmantela lo poco avanzado en materia ambiental y seguir defendiendo un modelo que no nos prepara para el presente y el futuro.

Echave cita a Rajendra Pachauri, director del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), quién en la conferencia inaugural de la COP 20 dijo: “Si no se cambia el modelo, los riesgos son la escasez de alimentos y de agua, el desplazamiento de la población y grandes conflictos”

José de Echave recuerda a Pulgar-Vidal que además de ser ministro del Ambiente en el Perú es presidente de la COP 20. En este sentido, lo anacrónico es negarse a transitar a un escenario distinto y “seguir defendiendo un modelo que nos lleva directo y sin escalas a los riesgos que anuncia Pachauri, premio Nobel el 2007 con el IPCC”.

Echave enfatiza en la necesidad de una “férrea voluntad política” para mitigar y adaptar. Y adaptar implica modificar los medios de vida, la producción, la infraestructura, las leyes, las políticas y las instituciones para responder a los eventos climáticos.

“En suma significa transitar a un escenario distinto” y pensar en un “modelo de extracción equilibrado y sensato”.

De Echave concluye citando al economista ecuatoriano Alberto Acosta, para quien el gran reto para todo el planeta y para países como el Perú se resume en “cómo procesar democráticamente una nueva forma de organizar la economía, reconociendo los límites de la Naturaleza y asegurando una vida digna para todos los habitantes del planeta”.

La crítica de Rocío Silva Santisteban
Para Rocio Silva Santisteban el ministro Manuel Pulgar-Vidal ridiculiza la propuesta pos-extractivista calificándola de “bucólica y agrarista”. Además, la atribuye a Eduardo Gudynas, soslayando que es sostenida por múltiples intelectuales latinoamericanos y europeos como Héctor Alimon21da, Joan Martínez Alier o Maristella Svampa.

Silva Santisteban aclara que la propuesta posextractivista no se sostiene sobre la negación de la minería a rajatabla sino sobre “la propuesta racional de una minería que se enmarque dentro de una visión pluriproductiva”.

En tal sentido, el concepto “Zonificación Ecológica Económica” (ZEE) es esencial y debe ser asumido y priorizado por los distintos gobiernos regionales, municipales y el gobierno nacional.

Por cierto, observa, que actualmente solo diez departamentos y dos regiones especiales cuentan con una ZEE que no se respetan y si han salido adelante es más por la buena voluntad de algunos funcionarios, y sin mayor apoyo político del Ministerio del Ambiente.

Silva Santisteban cita a Raúl Zibechi: “La violencia y la militarización de los territorios son la regla, forman parte inseparable del modelo; los muertos, heridos y golpeados no son fruto de desbordes accidentales de mandos policiales o militares. Es el modo ‘normal’ de operar del extractivismo”.

Y aterrizando con la realidad que vive hoy el Perú Silva Santisteban agrega que ello sucede porque el extractivismo se sustenta en la acumulación por despojo, y requiere de un control de esa población a la que se despojará. “Se trata de estrategias que van de la mano con la imposición de estados de excepción levantando las garantías de la democracia.”

Acceda a los artículos y documento referido a través de los siguientes enlaces:

- Nueva minería exige debate nacional, por Tierra y Libertad, agosto de 2012 (PDF, 8 páginas).
- Los dilemas de la Tía, por Manuel Pulgar-Vidal (diario El Comercio, 24 de mayo, 2015).
- Extractivismo y estado de emergencia, por Rocío Silva-Santisteban (diario La República, 26 de mayo, 2015).
- Ay Ministro, por José de Echave C. (CooperAcción, 26 de mayo, 2015).
Ay Ministro

Por José De Echave C.

El Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, pretende debatir a su manera sobre varios temas a la vez. Bienvenido el debate y que sea en los mejores términos.

El ministro opina muy seguro sobre temas de hidrogeología y afirma que lo de las aguas subterráneas del proyecto Tía María es un tema resuelto; critica abiertamente los mapas de concesiones y a las instituciones que los elaboramos y da a entender que le molesta que el Ingemmet difunda esta información. ¿Acaso propone que los ciudadanos y ciudadanas ya no accedamos a esa información? Finalmente, en entrevistas y en un reciente artículo publicado en el diario El Comercio (24 de mayo de 2015), critica duramente las propuestas que en diferentes espacios se vienen construyendo y apuntan a transitar del actual modelo de extracción a uno que sea más sensato y equilibrado. Termina el artículo con un párrafo que por supuesto nosotros suscribimos: “Apostemos a un aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales y su potencial y concertemos una visión de bienestar y prosperidad para todos los peruanos”.

El tema es cómo. ¿Qué propone el ministro para lograr esa gran meta? ¿Las políticas de su gobierno? ¿La Ley 30230? ¿Las que propone la Sociedad Nacional de Minería y la Confiep?

Precisamente, los que hablamos de transiciones intentamos apostar por un aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales para el beneficio de todos los peruanos y peruanas. El reto es precisar cómo nos imaginamos, por ejemplo, la minería para los próximos 30 años. Y esa minería no puede ser la que hemos visto y la que algunos han padecido en las últimas dos décadas. Para los que reconocemos que la minería es una actividad importante y lo seguirá siendo, el reto es transitar a un escenario distinto y no seguir defendiendo absurdamente las actuales reglas de juego y ver cómo se desmantela lo poco que se había avanzado en materia ambiental.

Pero el otro gran problema es que el artículo no solamente lo suscribe el Ministro del Ambiente del Perú, sino también el presidente de la COP (Conferencia de la Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). El ministro sabe perfectamente que para  impedir una elevación de la temperatura del planeta por encima de los dos grados centígrados, no se debería tocar el 70% de las reservas probadas de gas, petróleo y otros combustibles fósiles. Ni una palabra sobre eso.

El propio Rajendra Pachauri, director del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), afirmó en la conferencia inaugural de la COP 20 en Lima, que “Si no se cambia el modelo, los riesgos son la escasez de alimentos y de agua, el desplazamiento de la población y grandes conflictos”. “Para impedir que la temperatura global se incremente en dos grados centígrados, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse entre 40 y 70% al 2050 y eliminarse casi en su totalidad  el 2100”.

Esto es realidad pura y dura y para nada bucólica. Data dura como exige el ministro. Lo anacrónico es seguir defendiendo un modelo que nos lleva directo y sin escalas a los riesgos que anuncia Pachauri, premio nobel 2007 con el IPCC.  El cambio climático nos pasa factura desde ahora. Más data dura: un estudio hecho para el Banco Central de Reserva del Perú calcula que para el 2030 se proyectan  pérdidas equivalentes al 6,3% y al 2015 de más del 20%.

Algunos pretenden seguir manejando la economía como si estuviéramos en la década del 50 del siglo pasado. Para evitar lo que se nos viene es urgente mitigar y adaptar, y para ello se necesita una férrea voluntad política, algo que no se ve en el país. Adaptar, por ejemplo, significa ajustar los sistemas humanos y naturales frente a entornos nuevos o cambiantes; la adaptación implica modificar consecuentemente el comportamiento, los medios de vida, también la producción, la infraestructura, las leyes, políticas e instituciones en respuesta a los eventos climáticos ya experimentados y los esperados. En suma, significa transitar a un escenario distinto.

De eso se tratan las transiciones y la necesidad de pensar un modelo de extracción equilibrado y sensato. Como señala el economista Alberto Acosta, el gran reto para todo el planeta y para países como el Perú se sintetiza en cómo procesar democráticamente una nueva forma de organizar la economía, reconociendo los límites de la Naturaleza y asegurando una vida digna para todos los habitantes del planeta. Sigamos debatiendo ministro.

Extractivismo y estado de emergencia

Por Rocío Silva Santisteban

El ministro Manuel Pulgar Vidal publicó el domingo un artículo en el que ridiculiza la propuesta posextractivista que múltiples intelectuales latinoamericanos y europeos plantean, entre ellos por supuesto Eduardo Gudynas, pero también Héctor Alimonda, Joan Martínez Alier o Maristella Svampa, sosteniendo que se trata de una propuesta “bucólica y agrarista”. Reducir y extrapolar son dos características del debate simplón: lamentable para una persona con la trayectoria de Pulgar Vidal.

Sin embargo, es necesario aclarar desde una perspectiva de las ideas que la propuesta posextractivista no se sostiene sobre la negación de la minería a rajatabla sino sobre la propuesta racional de una minería que se enmarque dentro de una visión pluriproductiva. Por ese motivo, el concepto “Zonificación Ecológica Económica- ZEE” debe ser asumido y priorizado por los distintos gobiernos regionales, municipales y el gobierno nacional. Por cierto, es una tarea del Minam que, por la buena voluntad de algunos de sus funcionarios, sale adelante sin mayor apoyo político. Hoy solo diez departamentos y dos regiones especiales (Vraem y Picota) cuentan con un ZEE que, además, no se respeta.

Pero en nuestro Perú actual nos enfrentamos a lo que yo misma denomino un “extractivismo compulsivo” que fue fomentado por el gobierno de Alan García con la justificación teórica del “perro del hortelano”, discurso subalternizador, que ha sido percibido por los indígenas peruanos como irrespetuoso y discriminador. Durante este gobierno, al que los votantes de Humala dieron apoyo porque esperaban una diferencia del anterior, se ha profundizado este extractivismo compulsivo: el presidente Humala ha priorizado, debido a la desaceleración de la economía, el fortalecimiento de proyectos de exploración y explotación, tanto mineros como petroleros, muchas veces ninguneando las propias leyes aprobadas como la de consulta previa (reglamentada de tal manera que parece amortajada). Si bien es cierto no apela al discurso del “perro del hortelano”, hoy por hoy le da sustento a la calificación inadmisible del funcionario de la Southern, Julio Morriberón, la de “terroristas antimineros”. Así, el diario El Comercio tituló el domingo “Humala afirma que terroristas azuzan la violencia en Islay” dándole el espaldarazo que ese discurso reificante necesitaba. Es vil usar el fantasma del terrorismo para enfrentar otro tipo de conflictos totalmente diferentes.

Raúl Zibechi sostiene en un análisis sobre el extractivismo en América Latina que: “La violencia y la militarización de los territorios son la regla, forman parte inseparable del modelo; los muertos, heridos y golpeados no son fruto de desbordes accidentales de mandos policiales o militares. Es el modo ‘normal’ de operar del extractivismo”. ¿Por qué? Porque el extractivismo se sustenta en la acumulación por despojo, por lo tanto, requiere de un control de esa población a la que se despojará. Se trata de estrategias que van de la mano con la imposición de estados de excepción levantando las garantías de la democracia. Lo ha dicho también Horacio Machado para Potosí, pero se aplica a Tía María: “Poblaciones enteras son perseguidas, amenazadas, criminalizadas y judicializadas; vigiladas y castigadas en nombre de la ley y el orden. Líderes y referentes de organizaciones y movimientos emergentes –mujeres y varones, jóvenes, adultos y ancianos por igual– son acusados de ser los nuevos terroristas, los enemigos públicos de una sociedad de la que es necesario expulsarlos”.

El gobierno ha tomado una decisión. La jauría de la derecha cavernaria grita y aúlla. Los señores de la mina sonríen en silencio.


Publicado en Kolumna Okupa de La República, el martes 26 de mayo de 2015.

viernes, 29 de mayo de 2015

SOUTHERN: LA MAYOR EXTRACCIÓN DE COBRE DE LARREA ESTÁ EN PERÚ



Relaves de Toquepala depositados en la bahia de Ite

Susana González G.

Periódico La Jornada
Viernes 29 de mayo de 2015, p. 22

La producción de cobre que Grupo México obtuvo en Toquepala y Cuajone, sus dos principales minas a tajo abierto en Perú, superó en 25.3 por ciento la correspondiente a sus yacimientos más grandes del mismo tipo en México durante 2014, La Caridad y Cananea, de acuerdo con sus informes financieros.

El corporativo reportó que en sus vetas de Perú, donde enfrenta la oposición de sindicatos a sus planes de extraer cobre durante 18 años del valle agrícola del sur de esa nación, obtuvo 293 mil 166 toneladas de cobre, en tanto que de las mexicanas extrajo 233 mil 915, lo que significa una diferencia de 59 mil 251 toneladas.

Las estadísticas de Grupo México revelan que la producción de ese metal en el país andino también superó la obtenida en México en los dos años anteriores: el cobre que extrajo en conjunto de Toquepala y Cuajone rebasó en 31.3 y 20 por ciento, respectivamente, al de La Caridad y Cananea, en 2013 y 2012.

En contraste con estas cifras de producción, sus reportes también indican que aunque de las minas de Perú ha obtenido el mayor porcentaje de cobre, ese país sólo concentró 4.9 por ciento de sus ventas el año pasado, equivalentes a 282 mil dólares, el menor monto entre todas los países o regiones donde comercializa sus productos.

México, donde más vende

En cambio, México ocupa el primer lugar, con 29.5 por ciento del total, con un millón 708.9 mil dólares, seguido de Estados Unidos, con un millón 59.3 mil dólares o 18.3 por ciento respecto al total de ventas; Europa, con 9892.5 mil dólares o 15.4 por ciento, y el resto de América Latina, con 910.8 millones de dólares o 15.7 por ciento.

El corporativo también proporciona detalles sobre las reservas de cobre en los cuatro yacimientos mencionados, y en este caso los mexicanos superan a los peruanos en 34 por ciento, ya que para Toquepala y Cuajone calcula cobre contenido en las reservas de mineral en tajo por 26 millones 82 mil toneladas, y en las mexicanas la cifra llega a 34 millones 949 mil toneladas, pero es mayor el porcentaje de recuperación del mineral que calcula para las peruanas que para las del país.

Las recuperaciones de las concentradoras de Cuajone, Toquepala, Buenavista y La Caridad calculadas para estas reservas fueron de 85.7, 86.5, 81 y 80.7 por ciento, respectivamente, apunta Grupo México.


EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD


  La dominación ideológica, como la opresión política, que los explotadores hacen uso, para justificar, desde los poderes del Estado, la explotación económica, la represión social sobre los explotados, se aprecia claramente, cuando la situación política se le presenta adversa, bajo el manto del respeto al “principio de autoridad”, que le da carta abierta para la represión a sangre y fuego a quienes no se avienen con el respeto al principio de autoridad, que brota de las condiciones económicas, sociales, de los intereses individuales del  explotador. 
 
  Cuando el Amauta José Carlos Mariátegui señalaba tajantemente: Capitalismo o Socialismo es el dilema actual de nuestra época, y no existe neutralidad posible, estaba  señalando a dos principios de autoridad irreconciliables: La autoridad del capitalismo, de los explotadores, hoy en crisis terminal; y la autoridad del Socialismo, de los trabajadores, hoy en resurgimiento.
 
  El principio de autoridad del gobierno temporal, determinado por la autoridad del gobierno permanente  de las clases dominantes parasitarias, no es más que el principio de autoridad de los explotadores, que no trabajan, sobre los explotados, a quienes consideran que no tienen autoridad alguna y que solo deben trabajar y obedecer pasiva y calladamente.  Es ese principio de autoridad, cuyo sustento material, está en la propiedad privada sobre los medios de producción. Anarquía en la producción. Lucro, despilfarro y corrupción, como el ideal de sus intereses individuales. Conservados y defendidos por el principio de autoridad de papel: el Derecho individual burgués, administrado a través de la Constitución y las leyes, dirigidas todas, estrictamente, a la conservación y control de las condiciones de explotación y opresión de las masas trabajadoras. En pocas palabras, es el principio de autoridad del enemigo común del pueblo peruano:”el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes”. Contra este enemigo común, lo sepa o no lo sepa, es la lucha del pueblo trabajador peruano, a lo largo y ancho del país. Es ese enemigo común, cuyas instituciones, injusticias y crímenes, el que empuja a que los trabajadores peruanos crean sus propias organizaciones participativas para defender sus reivindicaciones inmediatas, de donde surge o se pone de pie, el Principio de autoridad del Trabajo Emancipado, cuya sustento material es de interés social, colectivo, planificado. Por eso, la convocatoria concreta del más alto principio de autoridad humano, de palpitante actualidad de las masas trabajadoras y el pueblo todo, es la lucha reivindicativa de: TRABAJO - EDUCACION - SALUD
 
  El resurgimiento de esta nueva realidad,  es la suma hasta al presente, de los innumerables episodios heroicos, anónimos, de las luchas generacionales del pueblo trabajador peruano, que a lo largo de estos casi doscientos años de vida republicana, han tenido que afrontar contra el poder de esa clase dominante caduca y corrupta,  principal sostén del capitalismo marginal que hunde al Perú, especializándolo solo a ser depósito de materias primas y mercado para los productos  e inversiones de capitales, al servicio de los intereses del capital transnacional extranjero. Hoy, esto esta mas claro que el agua cristalina.
 
  Si de principio de autoridad se clama, primero aclaremos de qué principio de  autoridad se trata, pues éste tiene su sello de clase. En el capitalismo, el principio de autoridad es de la burguesía; en la lucha por el Socialismo o la construcción del Socialismo, el principio de autoridad es proletario.
 
  Entonces, en las luchas sociales de hoy, podemos encontrarla configuradas como: si se trata de los explotadores(minoría-vieja democracia), entonces hay que combatirlo sin ningún miramiento, pues se trata del principio de autoridad del enemigo común, negativo, destructivo;  si se trata de los principios de autoridad de las reivindicaciones de los explotados(mayoría-nueva democracia), entonces hay que poner el hombro, pues es el rumbo común, solidario, de la afirmación de un Perú nuevo en el mundo nuevo, cuya tarea central en nuestros días, es : LA PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL. Y como dijera Cesar Vallejo, “ya viene el día, ponte el alma”.
 
HFD.
28.05.15

LAS INFRACCIONES DE SOUTHERN QUE EL GOBIERNO PERUANO DEFIENDE



Servindi, 28 de mayo, 2015.- Telesur emitió un video reportaje sobre el pésimo historial de la empresa Southern Perú, subsidiaria del Grupo México, y que tiene en vilo al Perú por el conflicto suscitado a raíz del intento de imponer el proyecto minero Tía María a pesar de la oposición de la población local. 

La provincia de Islay se encuentra en estado de emergencia sitiada por varios miles de policías y militares. Mientras que se viene desarrollando un Paro macroregional en diversos departamentos del país en solidaridad con los agricultores del valle de El Tambo.

El jueves a partir de la 5 de la tarde se tiene prevista la realización de una gran movilización en la ciudad de Lima en rechazo al proyecto minero que ha ocasionado cuatro muertos -tres civiles y un policía- por los enfrentamientos suscitados este año.

El 2011 el mismo conflicto provocó tres muertes civiles. El proyecto entonces fue suspendido debido a que la Oficina de Servicios de Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS) efectuó 136 observaciones al estudio de impacto ambiental de Tía María.

Fuente: http://servindi.org/actualidad/131944#more-131944

jueves, 28 de mayo de 2015

TÍA MARÍA: EL LENGUAJE DE LAS BALAS (O LA PAZ DE LOS CEMENTERIOS)


28-05-2015

Finalmente, el gobierno optó por enfrentar los conflictos sociales con las armas en la mano. Dio así, de ese modo, curso a un proceso incierto. Todos saben cuándo y cómo comenzó, pero nadie sabe cuándo, ni cómo, acabará.  

Grave error, sin duda, que trastoca todos los valores del análisis político y arrastra a la confusión a muchísima gente.

Las declaraciones de Keiko Fujimori abogando por el “diálogo” y la “suspensión indefinida del proyecto Tía María”, o las de García condenando “el uso de la violencia armada contra el pueblo”, parecen extraídas de una serie de ficción.

Ahora las expresiones más turbias de la reacción, se dan el lujo de dar lecciones de civismo, ponderación, ecuanimidad y buen criterio. 

Que eso ocurra, no constituye ninguna lección provechosa para la ciudadanía. Al contrario. Sólo sirve para que la desorientación cunda y la gente no sepa realmente quién -o quiénes- representan realmente los verdaderos intereses del país. 

El tema de fondo es ciertamente complicado. Se trata de definir la ejecución, o la muerte, del proyecto minero “Tía María”, que -asentado en el Valle de Tambo, en la región Arequipa- ha despertado la ira de la población. 

Es claro que la responsabilidad del tema, la tiene el gobierno de García, que entregó la concesión a la Southern incluso con estudios medio ambientales que desaconsejaban severamente cualquier actividad minera en la zona. 

Pero eso, ya no importa a nadie. El conflicto se ha desarrollado y ha madurado de tal modo que carece de sentido saber quién dio el puntapié inicial en este oscuro partido. Lo que importa, es lo que está ocurriendo ahora, y lo que podrá acontecer en el futuro inmediato y luego mas adelante. 

Para los días 27 y 28 de mayo está previsto un Paro Regional en todo el sur peruano. Siete Grandes ciudades se sumaran masivamente a la acción, convencidos que la causa de los pobladores es justa. Pero ella ha ganado aún más adhesiones. 

En diversas ciudades del norte y del oriente, ha tenido lugar manifestaciones y otras muestras de activa solidaridad con quienes -al recusar la inversión minera- cuestionan la contaminación de las aguas y la atmósfera, así como la destrucción de la flora y la fauna silvestre. 

Y nadie necesita analizar sesudos estudios ambientales para entender eso. La gente tiene a su lado la expresión viva de lo que habrá de ocurrir: en 1953 el valle contiguo –Moquegua- era un prodigio de la naturaleza: sembríos cosechas, pastizales, ganado, producción lechera, agricultura boyante y bio diversidad eran el común denominador en una zona en verdad paradisiaca que me tocó conocer siendo aún niño. 

Después, vino la Southern -la misma empresa de “Tía María”- y destruyó todo. De valle, solo quedaron zanjas y carreteras en espiral. Se extrajo el cobre de Toquepala a “tajo abierto” y desapareció toda expresión de cultivos. El valle se extinguió, al tiempo que el preciado mineral salió del país para nunca más volver. 

Los “extractivistas” -unidos a los exportadores de uno u otro pelaje- batieron palmas, pero fue la empresa la que se llevó las joyas de la corona, en tanto que al Perú apenas le quedó el valor de los impuestos y el olor de la pobreza convertida en desolación. 

También en esa circunstancia, hubo muertos. Los agricultores del valle de Moquegua opusieron valerosa resistencia. Y a partir de allí, los obreros mineros de Toquepala se sumaron a la lucha contra el Poder financiero del consorcio beneficiado en ese entonces por la dictadura de Odría. 

¿Quién podrá pedir a los agricultores de Tambo que confíen esta vez? ¿Quién podría asegurarles que su valle permanecerá intocado en tanto que ellos mismos podrán acumular fortunas gracias al mineral obtenido gracias a una “explotación limpia”?, ¿Quién, en definitiva, podrá jugar el papel de “garante” para avalar esa felonía? 

El Presidente Humala dice que el Estado Peruano no puede “denunciar” e “incumplir” el tratado suscrito con la Southern, y que, por eso mismo, él está “obligado” a llevarlo a cabo. Pero no fundamenta nada ni deslinda las responsabilidades. No explica a la gente las posibilidades y alternativas. No da la cara para responder las inquietudes de millones de peruanos que se movilizan en torno al tema. 

Prefiere esconderse tras la pantalla de la tele, o hablar pegado a un micrófono, o dictar disposiciones que dictan el uso de la fuerza, contra quienes protestan o reclaman. 

La paz de los cementerios parece ser la opción escogida por el régimen. 

Esa opción bien pudo haberse extraído de los planes de gestión de Alan García, o de los archivos y canteras del fujimorismo, cuyas manos manchadas de sangre se agitan hoy pidiendo “tranquilidad y paz”. 

Pero esa paz es incompatible con la demanda de los pueblos porque asoma desligada de un concepto que la complementa de modo natural: justicia. 

Justicia para el pueblo, para el valle, la agricultura, los cultivos y la bio diversidad. Justicia para “los de abajo”, aquellos que apenas tienen la fuerza de sus manos para sembrar y labrar la tierra, y no poderosas máquinas de acero que se tragan el oro, la plata y el cobre. 

En torno al tema de “Tía María” se habló de una “tregua” de 60 días. Ella, ha sido superada por la realidad. El propio gobierno se ha olvidado de ella porque no ha dispuesto nada para debatir con los pobladores, y sí mucho por reprimir su voluntad de lucha. 

Se ha creado, bajo el telón de la violencia, un escenario propio para todo tipo de provocaciones. Cualquier interesado en fomentar el caos, y atraer las más variadas expresiones del terror puede activar un cartucho de dinamita en Tarata o en cualquier lugar, en Lima o en cualquier otra ciudad. Y cualquier aventurero puede pedir lo que salga de sus entrañas en un cúmulo de odio contenido, o de rabia alimentada. 

Las pasiones, sin embargo, no sus buenas consejeras. Hace muchos años -no lo olviden- un activo luchador caucásico nos dijo: “hay que tener siempre la cabeza fría, y el corazón ardiente”. ¿Lo recuerdan?

 Gustavo Espinoza M. es miembro del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera / http://nuestrabandera.lamula.pe