viernes, 15 de abril de 2016

CHALLAPALCA, DERECHOS HUMANOS Y KEIKO FUJIMORI






Capazo es el distrito al cual pertenece el presidio de Challapalca
 


En la campaña electoral que ha finalizado, el domingo 10 de abril, la candidata Keiko Fujimori prometió -sin considerar alguna medida preventiva del delito- construir cárceles a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar para los delincuentes de alta peligrosidad.

De esa manera, ella ha heredado la tendencia a violadora de los derechos humanos de su padre, el delincuente de alta peligrosidad: Alberto Fujimori.

Para comprender lo que es una prisión a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, apreciemos el siguiente artículo:


Challapalca, oprobio nacional


A Angela Ramos (1896/1988),
Valiente periodista.

Hemos perdido la capacidad de indignación
José Saramago,
Portugués, premio Nobel de Literatura 1998
Clarín, Buenos Aires, 12 de abril del 2004


El año 1997 el gobierno del ingeniero Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesino, consecuentes con su política de terrorismo de Estado, inauguraron el penal de Challapalca con la finalidad de exterminar a los subversivos que capturaron vivos. Solamente una mentalidad teratogénica concibe traer el infierno a Challapalca.

Hoy día, Fujimori, el privilegiado delincuente, ha solicitado amnistía, salir de su exclusiva suite; sin embargo, en la  balanza que ostenta la alegoría a la Justicia, pesa su engendro:  Challapalca.

Challapalca es incompatible en un Estado de Derecho. Los derechos humanos son inherentes a las personas; solamente son conculcados por un régimen autocrático y de crueldad extrema. En tal sentido, Challapalca debe ser clausurado definitivamente.

Aunque con la clausura de Challapalca todos salimos ganando; no es suficiente.  Construir más cárceles no previne el delito.  Estas se vuelven a hacinar. La prevención del delito empieza con la erradicación del desempleo y la vigencia del principio: igualdad ante la ley.

De quien engendró Challapalca, diremos -parafraseando a Hannah Arendt- que sin su gobierno podríamos no haber conocido nunca la naturaleza verdaderamente radical del mal.  (Página 27, Los orígenes del totalitarismo Alianza editorial, Madrid 2006). 


Condiciones climáticas

Challapalca, el establecimiento penitenciario de castigo, se encuentra ubicado sobre la Cordillera de los Andes, en la provincia del Collao, distrito Capazo, departamento de Puno, a una altitud de 4,200 m. s. n. m. El caserío más cercano es Callapuma a una hora y treinta minutos por vía terrestre, constituido por un reducido número de viviendas precarias. La ciudad de Puno esta a cinco horas de recorrido tortuoso en camioneta. Challapalca está en medio de una zona inhóspita, fuera de todo contexto socialmente capaz de auxiliar las demandas de la instalación penitenciaria.

En la prisión, las condiciones climatológicas  son extremadamente severas; la temperatura tiene un promedio de 8ºó 9º C durante el día y, en la noche, descendiendo a 18C bajo cero. Un permanente viento helado agudiza y empeora los efectos de la altura, situación que se agrava a partir del mes de junio, pues, comienza la época de helada cuando por la noche la temperatura desciende hasta 25º C bajo cero.

La única vegetación que crece es el ichu, pasto natural que alimenta a las alpacas. Un reo fugitivo solo encontrará pocos y dispersos pastores de puna de habla aimara.

¿Qué es Challapalca?

Si perder la libertad ya es una forma de castigo; las condiciones carcelarias deplorables, también lo son. Challapalca es un abominable establecimiento penitenciario, es un depósito insalubre de inculpados y sentenciados; que a corto o mediano plazo serán cadáveres.  Por eso,  la depresión los atrapa, pero, no a todos; entonces, apuestan al motín o a la fuga con la remota esperanza de sobrevivir.  No es exagerada esa afirmación.  Puesto que la agresión geográfica es muy grave para reos mal alimentados y provenientes de la costa y la selva; el soroche o Mal de Monge como se le llama científicamente, se torna crónico. Aunado a un severo régimen penitenciario (una visita al mes y dos horas de salida al patio) y a un diseño arquitectónico no adecuado a las condiciones climáticas del lugar.

El difícil acceso al Penal limita el derecho a la visita de familiares, el derecho a la defensa por abogados y el apoyo emocional de algún agente religioso.  Los reos están en extremo aislamiento, a merced del personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

El personal del INPE destacado a Challapalca contra su voluntad y por sus condiciones de vida, están frustrados y se  desquitan maltratando a los internos. Y hostilizando a las escazas visitas que tienen dinero y se aventuran a viajar. Las protestas de los internos y las quejas y denuncias de los familiares son frecuentes.

Si oficialmente se inhabilitara Challapalca, aparte de los delincuentes trasladados a otros penales, son beneficiados los mismos trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario.  Dichos trabajadores, aunque solo permanecían tres meses y con mayor remuneración que en otro lugar, nadie quería ir a Challapalca. Ocurre que a veces se prorroga la permanencia del servidor sin que éste pueda oponerse a tal medida. Tanto celadores como presos están expuestos a factores de riesgo para contraer enfermedades físicas y/o mentales.

Las condiciones de (in)habitabilidad del penal se aprecian en el video realizado y narrado por los propios internos y entregado a un canal de Tv para su difusión. ( http://www.larepublica.pe/16-09-2012/video-revela-extremas-condiciones-de-vida-en-penal-de-challapalca ).  En el video indicado, se muestra el agua contaminada y escaza y todas las condiciones físicas que afectan la salud de los internos; derecho fundamental, protegido por el artículo 76° del Código de Ejecución Penal, que contempla la obligación de la administración penitenciaria para la prevención, promoción y recuperación de la salud. De la misma manera, la ubicación geográfica y las dificultades de acceso al penal restringía el derecho de visita, previsto y regulado en el artículo 38° del mismo cuerpo de normas, como elemento resocializador y de apoyo material para satisfacer las necesidades de los internos.

Challapalca pone en evidencia la falsedad una política penitenciaria que busca la readaptación, rehabilitación y reinserción del interno a la sociedad, así como promover el binomio interno-familia.  Además, la existencia y funcionamiento del Penal de Challapalca, vulnera el principio de humanidad de la pena; puesto que no solo se les priva de la libertad, sino se les quiere exterminar.

Ni en el virreinato ni en la época del caudillismo militar republicano la crueldad humana llegó a tanto.  La prisión de castigo estaba en la isla de Taquile, en el lago Titicaca.  Taquile por su encanto paisajístico es uno de los actuales atractivos turísticos de nuestro país.

El amotinamiento

El martes 13 de noviembre los presos aprovecharon la oscuridad de la noche y la paralización preventiva de 48 horas del personal del INPE en demanda de mejores condiciones laborales para urdir una treta; demandaban a gritos atención médica para un supuesto herido. La treta les dio resultado.  Primero retuvieron a cinco agentes del Pabellón 1. Luego de golpearlos los amenazaron con cortarles la yugular.  Ante esta situación, nueve agentes del personal de seguridad externo del pabellón se vio obligado a abrir los cerrojos y candados y también fueron capturados. Finalmente, se apoderaron de 15 ametralladoras modelo MGP, de uso penitenciario y de las municiones.


En primer plano, el ichu, pasto natural que alimenta a las alpacas.
En el torreón de vigilancia, los amotinados y un cartel con letras rojas:
no más abusos, cierre de Challapalca..

Los 154 internos tomaron el control de todo el penal. Entre las personas retenidas por los delincuentes se estuvieron el director del penal de Challapalca, Jorge Fernández; el jefe de seguridad, Moisés Mercado; y la asistenta social, Sonia Estrada.  Los amotinados calcinaron las instalaciones del penal con el fin de reforzar su objetivo:  el traslado y la clausura del penal.

Los refuerzos policiales llegaron al día siguiente procedente de Tacna y Puno. Cien policías y soldados del cuartel cercano acordonaron el perímetro del Penal.  Tuvieron que  convertirse en meros espectadores del motín, luego que los intimidaron los delincuentes con una ráfaga de metralleta.  Puesto que así como es difícil escaparse de un amurallado penal, también es difícil apoderarse de él desde el exterior; sobre todo, cuando los presos están con metralletas y dispuestos a jugarse la vida.  Además, los delincuentes tenían un botín: el poder  decidir la vida o la muerte de los rehenes.

En esas condiciones de emergencia, una comisión integrada por representantes del Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo (Martha Llerena), Policía Nacional y el INPE calcularon la relación costo beneficio y  negociaron antes que el conflicto se extendiera.  Lograron un acuerdo y retomaron el control del penal. 

El día jueves a las 16.00 horas, los internos decidieron entregar la totalidad de armas que tenían en su poder. Eso solo ocurrió cuando empezó el traslado de los reos. En ese momento decidieron entregar las ametralladoras MGP, escopetas, pistolas y municiones que sustrajeron de la armería del penal.

Jacinto Aucayari, aliasCholo Jacinto", especialista en secuestros, fue trasladado el jueves al penal de La Capilla en Juliaca con el primer grupo de 38 delincuentes. Al día siguiente, fue el turno del ranqueado delincuente José Torres Saavedra, alias "El Burro", con un grupo de 41 internos.

Por la voluntad política de los sucesivos gobiernos, el Estado ha pagado las consecuencias, pues, se ha deslegitimado al negociar con delincuentes.  Y las autoridades gubernamentales no puede burlarse del acuerdo, tiene que respetarlo, pues, al “Burro” y al “Cholo Jacinto lo respalda una organización criminal.  En suma, El presente gobierno se ha desprestigiado una vez más.

Los delincuentes “Burro”, “el Cholo Jacinto” y sus secuaces han inhabilitado  Challapalca. Es decir, por salvar sus vidas y la de todos los reclusos, ejecutaron lo que los informes de la Defensoría del Pueblo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos y organizaciones no gubernamentales de derechos humanos recomendaban:  inhabilitar o clausurar Challapalca. Así mismo, ejecutaron la resolución del Tribunal Constitucional.   Por eso se amotinaron.  ¡Díganme ustedes si no tenían fundamento!  La rebelión se justificaba.  Hasta en esos delincuentes hay algo de humanidad.

¡Imagínense! Los delincuentes han realizado lo que debieron hacer el Presidente de la república, el Ministro de justicia o la labor fiscalizadora de los parlamentarios.


“El Burro” y sus secuaces han tenido la valentía de inhabilitar temporalmente Challapalca; lo que no hicieron, por voluntad política, los sucesivos gobiernos desde Fujimori hasta el actual presidente, Ollanta Humala.
(el presidente aparece en la foto y en Puno)
(Foto: Sepres)

Ahora entendemos el origen del llamado “realismo mágico” del boom hispanoamericano en la literatura.  Sin embargo, los literatos, en nuestro país, no necesitan nada de magia; son, simplemente, hiperrealistas.

Si oficialmente se inhabilitara Challapalca, aparte de los delincuentes trasladados a otros penales, serían protegidos los mismos trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario.
¿Quién es El Burro?

José Luis Torres Saavedra fue uno de los capos de la banda "Los Chiclayanos". Su apelativo, “El Burro”; se originó por su lealtad a un compañero de oficio (“causa”) que cayó abatido por la policía en 1997 al realizar su primer asalto a una tienda. José Luis Torres se apareció en el velorio y lo capturaron. A ese episodio se debe su apelativo; no vaya a creerse que su apelativo, “Burro”, se  originó por ostentar un órgano sexual desmesurado.



José Luis Torres Saavedra, alias 'El burro'.
Por preservar su salud fugó de Challapalca el 19 de febrero del 2012
.Fue recapturado.
Anteriormente fugó cuando en Chiclayo era trasladado al penal.
 (Foto: USI)


"El Burro" El año 2006, en el asalto a una distribuidora, asesinó a un policía. El 23 de abril de 2010 lo condenaron a 30 años de cárcel. Fugó dos veces, una mientras era trasladado a Chiclayo y en otra del penal de Challapalca.
“El Burro” y “El Cholo Jacinto” son ídolos en la población penitenciaria compuesto por gente pobre, pues, han robado a los ricos.  Son aclamados cuando ingresan al penal.  En cambio, los violadores de niños son detestados y los hostilizan hasta cuándo van al baño.

“El Burro” pertenece a la elite de los delincuentes; lo que se denomina “Taita”.  No es un cualquiera.  Se ha rebelado contra el oprobio de la existencia de Challapalca.

Su última aparición pública fue en un programa periodístico al que le hizo llegar un video donde se quejaba de las malas condiciones del penal de Challapalca y pedía que se le cambie de prisión junto a todos sus compañeros.

¿Quién es más burro?

Si bien, el control del penal retornó al INPE, la reacción de la autoridad ante la opinión pública fue notable por su insensatez.  Tal es el caso de César San Martín, presidente del Poder Judicial quien declaró:  Sería una locura y un absurdo pensar en cerrar un penal como Challapalca.   Argumentó, el  déficit de cárceles en el país. Este argumento no es principista en la defensa de los derechos humanos; es, simplemente, utilitario y arbitrario.  ¿Qué afirmaría San Martín si pasara un día y una noche en Challapalca, haciendo observación participante? Indudablemente, recién exclamaría:  ¡Qué se clausure!

En cambio “El Burro” y sus secuaces se amotinaron no solo para que lo trasladen a él y a sus secuaces; sino  para que clausuren el penal y trasladen a todos los presos.

José Luis Pérez Guadalupe, director del INPE, ante el requerimiento de una periodista de la Tv para que opine del video que muestra las condiciones carcelarias en Challapalca, se inhibe, “argumentando” que no puede opinar porque el video ha sido obtenido clandestinamente.  ¿Qué quería? Que el video saliera por conducto regulara y que fuese entregado en mesa de partes para que le estampara el nihil obstat y de ésta manera el video obtenga la autorización oficial. Indudablemente, que arguye la clandestinidad porque es un burócrata del Estado y fiel cumplidor de la política del gobierno.  Si no fuera así, tendría que renunciar o “lo renuncian”.

(Pido disculpas a todos los burros, especialmente a los piuranos, por haber utilizado la acepción estereotipada de BURRO)

Epílogo

Finalmente, la existencia de Challapalca no es lo peor de todo; sino la incapacidad de indignación de nosotros lo peruanos ante tal engendro.  La cárcel peruana es un indicador de la barbarie en la que vivimos; lo que es corroborado, por un postulado inscrito en el frontis del penal, tal como usted puede apreciarlo. ¡Oh, ironía!


Es posible conocer el grado de civilización de una sociedad
visitando sus cárceles.
(Texto del frontis de Challapalca)

Antonio Rengifo Balarezo.
Lima, 22 de noviembre del 2012

Fuentes de consultadas:

Video narrado por “El Burro” y otros compañeros de prisión en Challapalca

INFORME DEFENSORIAL N° 73
INFORME SOBRE EL ESTABLECIMIENTO PENITENCIARIO
DE RÉGIMEN CERRADO ESPECIAL DE CHALLAPALCA*
Defensoría del pueblo. Lima, 07 de marzo de 2003
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