viernes, 1 de abril de 2016

ELECCIONES 2016: LA ‘PRIMERA VUELTA’ PERUANA NO SE JUEGA EN LAS URNAS SINO EN LOS PASILLOS DEL JNE Y EL VOTO NULO





I
¿QUÉ LE ESPERA AL PUEBLO PERUANO CON EL NUEVO GOBIERNO?

01-04-2016

Escuche en un conocido medio de comunicación local realizar una pregunta: ¿Qué país encontrará el nuevo Gobierno que asuma el próximo 28 de julio? Como podemos inferir, esta pregunta es desde el punto de vista del statu quo, de aquellos que esperan eternizar nuestra condición de país dependiente del capital extranjero; si tomamos el punto de vista del pueblo, la pregunta debería ser: ¿Qué le espera al pueblo peruano con el nuevo Gobierno? o ¿Cómo afrontar al nuevo Gobierno? Es conocido que cada periodo electoral, los aspirantes a verdugos, con sus viejos ó nuevos partidos políticos se disputan ocupar la administración del aparato estatal, instrumento de opresión de una clase social sobre otras, para ello necesitan la legitimación del pueblo peruano ejerciendo la coerción para que voten por algunos de ellos.

Nuestra sociedad, sumida en un proceso de descomposición- caracterizado este, por la expansión del fenómeno de la corrupción, la penetración del narcotráfico en la maquinaria estatal, el incremento de la delincuencia común, mayores niveles de pobreza y enfermedades, caos en los servicios públicos entre otras calamidades que debe soportar el pueblo peruano, trata de mantenerse a flote evitando hundirse en el fango de la podredumbre que genera dicho proceso.

En este contexto es que las clases dominantes-como siempre la hacen- han organizado su proceso electoral para elegir al sucesor del gobierno de turno entre candidatos prontuariados, mafiosos y de baja calaña provenientes de partidos políticos retrógrados y antipopulares, para tal fin, obligan al pueblo peruano a legitimar a sus nuevos verdugos (autoridades) en el poder so pena de aplicarles multas y otras sanciones por no cumplir con su “deber”.

No sólo dichos partidos políticos trafican con las necesidades del pueblo peruano a este coro antipopular se unen los medios de comunicación radial, televisiva, y escrita, sirvientes de las clases opresoras, para “orientar” propagandizar, este proceso electoral para que el ciudadano ejerza su “derecho” al “voto informado”.

Si revisamos la historia republicana podemos concluir; desde que se implantó las elecciones generales como “forma democrática” de elegir autoridades, cada cierto periodo, la situación social y económica del pueblo peruano no ha cambiado, por el contrario su situación de pobreza, se ha deteriorado aún más, las conquistas laborales, son cosa del pasado, en resumen; la opresión se ha intensificado a niveles de autoritarismo.

La penetración del capital extranjero expoliador, promovido desde el estado, se ha incrementado significativamente, antes con los tratados TLC y hoy con los TPP y demás acuerdos comerciales que sólo benefician a las potencias que exportan sus capitales y venden su manufactura. Con estos tratados se protegen a los inversionistas foráneos frente a los estados de países semi-coloniales (países que dependen económica, comercial y tecnológica de varias potencias industriales) en disputas por patentes, derechos comerciales, precios, impuestos y demás asuntos colaterales.

En este escenario, este proceso electoral resulta una farsa más, dada nuestra condición de país semi-colonial en donde los intereses del capital extranjero son los que determinan las políticas económicas y comerciales que se implantan en nuestro país.

El pueblo peruano no debe hacerse ilusiones que sus problemas se resolverán y/ó que recibirán concesiones con la llegada de las nuevas autoridades, sino que por el contrario, se espera que el nuevo Gobierno –fiel representante de los intereses del capital extranjero- hoy en crisis- continúe y/ó intensifique los actos represivos, endureciendo sus políticas contra el pueblo peruano profundizándose aún más nuestra condición de país semi-colonial.

Por lo tanto, al pueblo peruano le espera intensas jornadas de lucha para defender sus derechos, e intereses, debe tomar conciencia de clase oprimida, desenmascarar y repudiar a los partidos políticos y sus líderes –representantes de los represores- , rechazar este proceso electoral, y votar viciado para no prestarse a este juego ni apoyar en sus propósitos.


II


ELECCIONES CON SERIA CRISIS

Alainet
01-04-2016

A pocos días de las elecciones presidenciales peruanas del 10 de Abril no se sabe cuántos candidatos habrá y si más favoritos para entrar al balotaje seguirán siendo excluidos.

Como analista internacional he cubierto durante décadas decenas de elecciones en distintas partes del mundo pero debo decir que las del Perú 2016 son muy singulares.
Algunos países tienen reinos como el británico, holandés, belga, español, sueco, noruego o danés donde el monarca puede invitar a formar gobierno al líder que más parlamentarios electos tenga de su lado. Otras repúblicas eligen directamente a su presidente (aunque en EEUU entra la distorsión del colegio electoral).

El Perú, sin embargo, tiene un hibrido entre esos dos sistemas.

Se supone que éste es una república que elige a su mandatario por mandato popular en dos vueltas. Empero, por otro lado, hay 5 jueces que conforman el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que dirimen quién puede o no participar o ser descalificado a pocas semanas de la primera vuelta. Éste funciona como una suerte de monarquía.

A diferencia de los reyes constitucionales europeos conocidos por toda su población y quienes aceptan el veredicto de las urnas, en el país andino que fuera el mayor virreinato de la historia tenemos 5 personas que no han sido electas por la población, no tienen tronos vitalicios y hereditarios, sus nombres son desconocidas por el 99.9% de los habitantes y, encima, se dan la potestad de alterar los resultados antes de que éstos pudiesen darse.

El Perú como Argentina tiene un sistema de tres vueltas. No obstante, en Argentina éste se basa en tres elecciones generales consecutivas, siendo la primera lo que llaman las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) en las cuales se le permiten a todos los partidos inscribirse libremente. Allí se conmina a toda la ciudadanía a votar para que escoja entre varias fórmulas presidenciales del partido de su preferencia y aquellos partidos que no lleguen al 1.5% de los votos quedan desclasificados para entrar a la primera ronda.

El Perú primero se exigen muy excesivas condiciones y número de firmas y comités para que un partido pueda ser inscrito y luego de que ha conseguido ello y que su plancha presidencial ya ha sido aprobada, se pasa a una primera vuelta en la cual la penta-monarquía del JNE decide a qué lista sacar o mantener.

Los criterios para excluir a una candidatura no son válidos para todos. Keiko Fujimori abiertamente exigió al JNE que ‘se cumpla la ley’ implicando que debería sacarse de carrera a dos rivales suyos que compartían su mismo modelo económico pero que ponían en peligro su elección en el turno final. Uno era César Acuña que le disputaba el clientelismo en las zonas más pobres y otro era Julio Guzmán quien es popular dentro de la juventud y, según muchas encuestas, ganaría el balotaje. 

Ambos eran los únicos candidatos nuevos que podían entrar a una segunda vuelta: Acuña iba segundo en los sondeos de enero y Guzmán en los de febrero e inicios de marzo. Los dos fueron removidos finalmente apenas un mes antes de los comicios del 10 de abril.

Las violaciones a las normas electorales en cuánto a la entrega de dádivas por parte de la Fujimori es tan o igual que la del excluido Acuña, pero el jurado de Lima desestimó tocar a la Fujimori mientras el JNE pueda que decida que es muy tardío y peligroso aceptar la apelación en curso.

Si se permite que ella pudiese competir debería restablecerse la candidatura de todos los removidos para que sea el propio pueblo, y no un quinteto, quien decida quién puede o no ser su presidente.

La ‘primera vuelta’ peruana no se juega en las urnas sino en los pasillos del JNE. Gran parte del debate que hay a pocos días de los comicios generales del 10 de abril gira en torno a qué candidatos puedan o no ser removidos, estando en proceso las de los dos que encabezan las encuestas: Keiko y Kukzynski.

Otra característica de la supuesta ‘primera vuelta’ sui géneris peruana es que casi la mitad de los 18 candidatos presidenciales iniciales inscritos ya no competirán ya sea porque fueron echados contra su voluntad, renunciaron aduciendo fraude o desistieron porque creen que sacarán menos votos que el 5% que requieren como mínimo para no perder su tan costosamente conseguida inscripción como partido habilitado para competir.

Mientras todo ello ocurre lo que más interesa en las encuestadoras y los que analizan éstas es saber quién podría quedar segundo para disputar el balotaje con Keiko, aunque pocos mencionen el hecho que en muchos de esos sondeos el segundo puesto lo consiguen los votos nulos/blancos que en el 10 de abril podrían ser muy altos como una forma de protesta.

Y, mientras tanto, las exclusiones han hecho que sea quién sea el mandatario nominado su elección podrá ser cuestionada, tal como aseveró el último dominical del prestigioso diario británico The Times, debido a la forma en la cual alguien que pudo ser electo fue removido.


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