jueves, 16 de junio de 2016

A PROPÓSITO DE LA MASACRE DE ORLANDO: ¿CAPITALISMO CRIMINAL EN LA FASE SUPERIOR DEL IMPERIALISM0?




La repudiable masacre del “terrorismo autóctono” es decir made in USA, realizada el 12.06.2016 en Orlando Florida.  El reciente triunfo del Fujimorismo en las elecciones del Perú. El ascenso fraudulento del desleal Temer en Brasil. El gobierno del “cuestionado” Macri en Argentina. Los Panamá Papers y demás paraísos fiscales en Latinoamérica y cuentas secretas en Suiza. La violenta consolidación como “oposición legal y legítima” de los Uribeños (Uribe Vélez-Ordoñez y su brazo narco-para-militar-político) en Colombia, o, la colmbianización del Méjico de Peña Nieto y el Chapo con sus escalofriantes masacres. La internacionalización vía “Almagro” de la solución del delincuente López con su carnal Capriles para Venezuela. La generalización (y posible o probable triunfo electoral) de la ideología de Trump en USA, etc.
Solo para mencionar la geo-política del capitalismo criminal en Latinoamérica y, no mentar la industrialización del llamado “crimen organizado” y su secuela letal en Europa desarrollada y los EEUU, como por ejemplo: el dantesco tráfico de migrantes por Libia, Turquía, México, el tráfico de prostitutas infantiles y la red de casinos que las acompaña. El tráfico de niños y de órganos “humanitarios”. El perpetuo y consabido tráfico de drogas y su consustancial lavado de dinero. La gigantesca especulación financiera y demás delitos fiscales que ya no respeta familias reales como la de España. El contrabando de petróleo a través de Turquía que hace el “engendro imperialista del Estado Islámico” (ahora responsable del asesinato de Kennedy), etc; son muestras palpables y cotidianas que pocos desean analizar en el contexto general de una crisis global del capitalismo neoliberal actual y posiblemente crisis civilizatoria, que ya es imposible seguir ocultando por más tiempo.
Colombia, privilegiado país laboratorio del Imperialismo estadounidense, donde tempranamente (desde las 3 últimas décadas del siglo XX) se experimentó el auge y bonanza de los narcóticos para la exportación al mundo capitalista ultra-desarrollado, con la posterior conformación y ascensión de una clase social diferenciada que, los colombianos denominamos “mafia para-militar”*, constituida por una burguesía lumpen o “empresariado” de la cocaína, del lavado de dólares y de inversores agrícolas; la que también prontamente reclamó y ocupó su lugar dentro del Bloque de Poder Contrainsurgente dominante y en poco tiempo logró “refundar la patria” y apoderarse del Estado colombiano en su totalidad.
En esa Colombia, sometida a un largo y cruento proceso de despojo (sangre y lodo chorreantes) ha habido teorizaciones serias sobre este proceso de acumulación originaria de capital implementada por capitalismo imperialista y neoliberal dominante; como por ejemplo el estudio realizado por Jairo Estrada, profesor de Economía de la Universidad Nacional de Bogotá, denominado Capitalismo Criminal y editado esa misma Universidad en 2008.
Pero en estos momentos de confusión y rasgadura de vestiduras ¿quién lo ha leído o se acuerda de él?
 Desde Argentina Esteban Rodríguez Alzueta hizo una interesante reflexión sobre el retórico por no decir demagógico “combate a la corrupción”, con el que los gobiernos más corruptos tratan siempre de ocultar su criminalidad:
 (…….) ” Marx en El capital decía que todas las fuerzas de reproducción del capitalismo están en la legalidad. No estudió la ilegalidad del capitalismo que hoy es la fuerza más importante del capitalismo. No hay capitalismo sin ilegalidad. El capitalismo está por encima de la ley, de la Constitución, de la Policía. El capitalismo crece y reproduce en las tramas informales e ilegales también. Pero así mismo esas tramas Policiales informales (¿comunidad del anillo?) y las zonas de ilegalidad, crean nuevas oportunidades para aumentar la rentabilidad. No hay capitalismo sin paraísos fiscales, fraudes financieros, evasión impositiva, y la circulación y lavado de gigantescos flujos financieros provenientes de actividades delictivas. Y no hay capitalismo criminal sin corrupción política, o controles blandos, estructuras institucionales precarias, sin presupuestos y desarticuladas
. Mientras el capitalismo se expandía desarrollando los mercados legales, la burguesía le reclamaba al Estado que restringiera cada vez más la violencia interpersonal, pues difícilmente podía prosperar en un contexto desordenado y hostil. Necesitaba de la libertad, pero también de la seguridad de los trabajadores y la tranquilidad de los consumidores. Ahora, cuando los mercados legales necesitan de la expansión de las economías informales y los mercados ilegales, entonces la violencia se vuelve un recurso productivo. La violencia, dentro de determinados parámetros, se vuelve necesaria y funcional. Una violencia que debe guardar determinados rituales y quedar encapsulada en determinados territorios. Más allá de los cuales llama la atención y se vuelve un problema… (1)
No es por azar que este empresariado de la cocaína y la criminalidad colombiana, al expandir su negocio en la mega urbes del país con el apoyo de la Policía del anillo, haya escogido para bautizar uno de esas capsulas o territorios, con el nombre emblemático de “Bronx”, un barrio inconfundible de New York, y a sus despiadados y crueles matones y vigilantes como “sayayines” o guerreros pertenecientes al universo ficticio y alienante del “Dragon Ball”.
También en Colombia, donde el arribismo consumista de la cultura mafiosa dominante en Colombia, y los empresarios de la diversión y el “entertainment” impusieron como meta ir a Miami o a la Florida a pasar un “delicioso fin de Semana”, y a mirar a la sociedad estadounidense como la sociedad ideal por alcanzar como meta final deseable; se esté pensando seriamente, o reflexionando que talvez se va a llegar a allí, quizás demasiado tarde.
ALBERTO PINZÓN SÁNCHEZ
Notas: Todos los subrayados y énfasis son míos.
* Mafia por definición es una empresa esencialmente capitalista que utiliza la violencia como método lucrativo

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