lunes, 22 de agosto de 2016

Futuro de la IZQUIERDA en debate: NO QUEREMOS SER LA IZQUIERDA DEL SISTEMA SINO LA ALTERNATIVA AL SISTEMA



Futuro de la IZQUIERDA en debate

XX CONGRESO DEL PCE

NO QUEREMOS SER
LA IZQUIERDA DEL SISTEMA
SINO LA ALTERNATIVA AL SISTEMA




Dolores Ibárruri Gómez
1895 – 1989
La Pasionaria
Heroica Dirigente del PCE

Mundo Obrero (Gema Delgado): El XX Congreso del Partido Comunista de España se adelantó para definir la política del Partido y dar respuesta a los retos de estos tiempos de excepción que vivimos. ¿Cómo valora el desarrollo y resultado del Congreso?

José Luis Centella (Secretario General del PCE): Sinceramente tengo un sabor agridulce sobre el desarrollo del Congreso. Por una parte creo que ha sido un momento importante en la vida del Partido, ha demostrado nuestra determinación a jugar un papel activo en este momento de lucha, se han tomado acuerdos importantes sobre cómo situar al PCE en la actual coyuntura política y también en relación con los temas de la UE, la política de convergencia.

Creo que también fue un momento de clarificar nuestra posición en IU. Frente a quienes habían anunciado nuestro descuelgue, el Congreso reafirmó nuestra voluntad de continuar trabajando junto a quienes lo venimos haciendo en los últimos 30 años.

También fue importante contar con las intervenciones de Cayo y Alberto poniendo de manifiesto que ambos se encuentran cómodos en el seno de su Partido y que en este ámbito es mucho más lo que les une que lo que les puede diferenciar.

Al mismo tiempo tengo que reconocer que no me gustó ver demasiada crispación en algún momento, crispación a la que no son ajenos los dirigentes que calientan el ambiente y que en ocasiones distorsionan en fondo del debate.

El objetivo que nos planteamos en el Congreso era, es dar respuesta a los retos que tiene un Partido Comunista, en un Estado como el español en este siglo XXI. No es cuestión solo de un documento de tesis, sino que entendemos requiere la elaboración de un Manifiesto-Programa que se plantee una propuesta de cómo avanzar hacia el socialismo y el comunismo en este Siglo XXI, y hacerlo desde la realidad en la que vivimos y luchamos.

No se trata de un trabajo académico, ni una elucubración teórica, se trata de encontrar y formular alternativas reales para los problemas concretos en este momento concreto, y hacerlo desde la máxima participación y el máximo rigor, es decir con una definición de la coyuntura política internacional, su concreción en Europa y en España, pero que como ocurre con el Manifiesto del Partido Comunista presentado por Marx y Engels ante la Liga de los Comunistas en 1848, aterrice en propuestas muy concretas.

Se trata de situar el papel de los partidos comunistas en este momento del Siglo XXI, cuando el capitalismo en su fase imperialista lanza la ofensiva más dura, cruel e inhumana que hayan conocido los tiempos, llevando las destrucción y la muerte a todos los rincones del planeta. Es necesario levantar la voz y poner en evidencia que está más clara que nunca la dicotomía entre Socialismo y Barbarie

M.O.: En el último Comité Federal llegó a mencionarse hasta 48 veces que el XX Congreso del PCE iba a ser un “congreso histórico”. Qué es o lo que le hace histórico?

J.L.C.: Efectivamente ha sido un Congreso Histórico por varios motivos. Para empezar, porque es un momento en que el capitalismo en su fase imperialista ha desencadenado una gran ofensiva, mostrando su cara más cruel e inhumana, llevando la muerte la destrucción, la miseria a millones de seres en todo el planeta. Y esta ofensiva necesita una respuesta organizada de las fuerzas obreras que sitúe la defensa de un futuro de paz, justicia y libertad para toda la humanidad.

En España, esta ofensiva está significando el intento de consolidar la dictadura del capital en toda su extensión, desde el dominio del pensamiento único en la cultura, al dominio de la economía por un capitalismo especulativo, dependiente, cada vez más autoritario.

La confrontación está servida y tenemos que ser conscientes de que en los próximos años nos jugamos el futuro de varias décadas. No se trata de un absurdo todo o nada, sino de ser conscientes de que si se consolida un modelo de sociedad autoritaria, patriarcal, neoliberal, habremos dado un gran paso hacia atrás en la historia.

M.O.: El Congreso se ha pronunciado categóricamente por recuperar la autonomía del Partido para decidir su política de estrategias y alianzas, con una apuesta clara por la revolución democrática y por la Unidad Popular. ¿Cómo va a ser el trabajo del Partido en este terreno?

J.L.C.: En primer lugar es fundamental dejar claro lo que entendemos por Ruptura Democrática, cuestión que va muy ligada a cómo analicemos la existencia de unas crisis del régimen político conformado en España entre los años 1976 y 1982, este régimen que se ha basado en un modelo de acumulación capitalista dependiente basado en el sector servicios (especialmente la construcción y el turismo) y el endeudamiento, con un marco institucional basado en el bipartidismo y el pacto social con un soporte popular arropado en la idea de la modernización del país con la entrada en la UE que se ligaba al crecimiento económico que mejoraba la calidad de vida de gran parte de la población, todo ello con una legitimación de la monarquía garante de la estabilidad y la democracia.

A partir de 2007 este régimen entra en una triple crisis: una crisis de acumulación (que se intenta resolver socializando las pérdidas sobre los derechos y el poder adquisitivo de la gran mayoría social), una crisis del marco institucional (los partidos políticos mayormente pierden apoyo ante una parte importante de sus bases electorales) y una crisis de legitimidad (los grandes consensos de finales del siglo XX se han roto para amplios sectores de la población)

La realidad es que en este momento, la Constitución de 1978 que a nosotros se nos había quedado pequeña, al capital le viene muy grande porque le sobran los avances sociales, económicos e institucionales que eran significativos aunque fueran limitados y en algunos casos de carácter testimonial, y en este momento vuelven a aparecer dos posibilidades de resolver la crisis del régimen, una desde la reforma, para asegurar cambios limitados que den salida a la crisis institucional y recupere la legitimidad sin tocar lo fundamental, el poder económico: se pretende un nuevo ciclo político en el que el dominio del poder económico sea más directo sin intermediarios.

Es en función de esta situación que planteamos una estrategia de ruptura democrática que permita avanzar en políticas sociales, democráticas y antipatriarcales. La clave es convencer a la clase trabajadora, a las capas populares, pequeña burguesía de que es imprescindible romper con el actual estado de cosas para resolver los problemas concretos que sufre la mayoría de la población.

La clave es dejar claro que no queremos ser la izquierda del sistema, que queremos ser la alternativa al sistema.

M.O.: Uno de los acuerdos congresuales centrales ha sido la apuesta del Partido por devolver IU a sus orígenes, a volver a ser un movimiento político y social. ¿Cómo se va a traducir esto de cara a la próxima asamblea de IU dentro de unas semanas?

J.L.C.: Lo decimos claramente en la tesis que hemos discutido en esta primera fase del Congreso, en la que planteamos que para poder construir un Bloque Social y Político de carácter Alternativo, es imprescindible que IU recupere su carácter de Movimiento Político y Social sobre la base de nuevas formas de hacer política. Y por ello nos planteamos el reto de trabajar para que sindicalistas, feministas, ecologistas, republicanos/as, se sumen a la lucha política y desborden a la actual Izquierda Unida desde la más amplia unidad popular; no se trata de sustituir a una organización como es IU, por otra, sino todo lo contrario.

Como decía recientemente, que nadie se confunda, que nadie se haga falsas ilusiones, la actual dirección del PCE no se plantea, ni abandonar IU ni entregársela a nadie, daremos la batalla política por IU, por los principios fundacionales de IU y confrontaremos con quienes desde una supuesta defensa de sus siglas y su identidad la quieren llevar a formar parte del proyecto reformista, como la izquierda del régimen.

Quiero trasmitir un mensaje claro a la militancia, para que tenga certeza de que la dirección del Partido nos estamos dejando la piel en la defensa de un futuro para el PCE. Estamos convencidos de que es posible construir un Partido fuerte, organizado, implicado en el conflicto, por ello hice un llamamiento para afrontar este Congreso con ilusión, desde el debate y desde la acción.

Muchas veces se me acusa de abusar de las referencias al Partido de Pepe Díaz y de Dolores, pero es que no me canso de situar en primer plano sus enseñanzas, su defensa de las unidad popular como la principal arma de la clase obrera en su lucha contra el capital, no me resisto a recuperar su batalla contra el sectarismo como freno al desarrollo del Partido, y sobre todo los sitúo como referentes de dirigentes comunistas que saben colocar la defensa del Partido, y su unidad por encima del personalismo y falsos protagonismos.

M.O.: ¿Cómo se van a reflejar las Conclusiones del Congreso en la organización del Partido y en el papel de la militancia comunista?

J.L.C.: Es vital que el PCE sea un elemento fundamental en la batalla política y social que se está dando en estos momentos, pero para ello es imprescindible un rearme ideológico, que permita disputar la hegemonía al neoliberalismo. Y hacerlo sin sectarismo consiguiendo la máxima acumulación de fuerzas de carácter antimonopolista y antiimperialista. Este es el objetivo fundamental del Congreso: avanzar en la construcción de una alternativa de ruptura democrática sobre tres pilares.

Uno dirigido a demostrar que es posible acabar con el paro, con la deuda de las familias, el problema de la vivienda, que es posible la nacionalización de la banca y la construcción de un Estado social, es decir que es posible superar el capitalismo y avanzar hacia el socialismo en este siglo XXI.

Otro pilar debe desarrollar una democracia participativa con mecanismo de democracia directa, de confrontación con la corrupción y de recuperación de la soberanía.

Pero un tercer pilar, tan importante como los anteriores, debe ser el configurar una organización con capacidad para elaborar e incidir en la aplicación de nuestras propuestas, una organización coherente desde el debate y la síntesis de ideas, que rechace el sectarismo, el burocratismo y el izquierdismo infantil, que desde la claridad de ideas, desde un discurso que reclame sin complejos situarse en el camino hacia el socialismo sea capaz de encuadrar a los millones de personas que sufren las consecuencias de la política más antisocial y autoritaria de la historia y que necesitan un Partido, activo, organizado e implicado en el conflicto social.

M.O.: ¿Cómo va a ser el trabajo de aquí a la segunda fase del Congreso el próximo año?

J.L.C.: Esta primera fase del Congreso ha servido para ver la necesidad de preparar bien los debates que tenemos que afrontar para que la culminación de este XX Congreso permita situar al Partido en las mejores condiciones de hacer frente al reto de confrontar con la mayor ofensiva que el Capital ha desarrollado en la historia

En esta fase hemos caracterizado bien la coyuntura, hemos situado al PCE claramente en la estrategia de ruptura democrática y decidido a tener voz propia en la configuración del Bloque Político y Social que dispute la hegemonía ideológica, e institucional al capital.

Ahora se trata de concretar el cómo hacerlo, y para eso esta segunda fase tiene que tener dos elementos en paralelo; por una parte el debate en torno a las propuestas y por otra el necesario fortalecimiento del Partido para que pueda jugar un papel determinante en este momento político.

Una cosa importante que quisiera plantear de cara a la segunda fase, la necesidad de que los dirigentes asuman la responsabilidad de evitar la crispación de los debates, los ataques y descalificaciones personales que algunos dirigentes hacen, no solo no ayudan sino que crean un clima que no se corresponde con la cultura comunista. Se puede debatir todas las ideas, todas las propuestas y hacerlo desde el debate sereno y respetuoso que se tiene que dar entre camaradas que compartimos militancia.

XX Congreso del PCE, primera fase, 9 de abril de 2016
José Luis Centella, Secretario General del PCE
Gema Delgado, por la redacción de Mundo Obrero

Mundo Obrero, mensual del Partido Comunista de España
Nº 295, abril de 2016, págs. 3-4


COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
22 de agosto 2016

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