sábado, 2 de diciembre de 2017

ALLIN KAWSAY Y UN PROYECTO HISTÓRICO




Por Hernán de la Cruz Enciso (*)

Veamos el caso específico de la minería. La Historia se está repitiendo. Durante la Colonia fue España la primera potencia económica del mundo gracias al oro peruano y la plata del Alto Perú (Potosí). Después, en la República, nuestro guano fertilizó las tierras de Europa. El caucho, el salitre y la pesca llenaron los bolsillos de otros. El gas se está yendo del país como por un tubo mientras nosotros cocinamos con bosta. En la actualidad se vuelven ricos con nuestros recursos empresarios de Canadá, Estados Unidos, China, Israel, Suiza, Australia, etcétera. Aquí todos acumularon riqueza, menos los peruanos. Aquí hay oportunidad para todos, menos para los nativos. El Perú no es exportador primario o de materias primas. La verdad es que ni siquiera somos un país picapiedras. El que extrae las piedras y las vende son las transnacionales y a cambio dejan al país un pequeño donativo con el nombre de impuestos.

¿Y es verdad que las transnacionales de la minería traen capital? Mentira… “El inversionista” llega al Perú cargando papel, digamos dos mil millones de dólares, pero papel, emitido sin respaldo en sus países de origen. Nos dicen que entrarán a los cerros a explotar oro, que nos darán trabajo, que pagarán impuestos, que construirán colegios y carreteras. Pero después de unos años de explotación, de los cerros sacarán veinte mil millones en oro. O sea, llegaron cargando papel, la mayor parte de ese papel se regresó en la compra de maquinarias, pero la empresa se fue de nuestro país llevándose veinte mil millones en valor tangible (oro) para sostener su economía. La pregunta es entonces: ¿dónde estaba el capital? ¿Dentro de nuestros cerros o vino del extranjero? Pues dentro de nuestros cerros. ¿Cuánto de impuesto pagaron? La ley dice que deben pagar el 30% de impuesto a la renta (ojo, no existe impuesto llamado canon) pero sucede que estas empresas elevan sus costos de producción y muchas veces no pagan impuestos y a veces pagan muy poco con relación a lo que se llevan. ¿Cómo se llama eso? SAQUEO… En Bolivia los “inversionistas” dejan 82 de cada cien que ganan y se llevan 18; antes de Evo dejaban 18 y se llevaban 82; dijeron que con Evo los “inversionistas” se irían pero no se han ido porque siguen ganando.

¿Es verdad que las transnacionales traen desarrollo y sin su presencia el Perú se puede ir a la quiebra? Otra mentira. Se están llevando hierro de Marcona (Ica) a cinco dólares la tonelada, pagando medio dólar en impuestos. Esa tonelada de hierro, al convertirse en acero en China, con la tecnología de hace un siglo, cuesta más de quinientos dólares (antes costaba mil dólares). Pero el acero no se queda como acero.

Luego se convierte en cuchara, y ¿cuánto vale una tonelada de cuchara? Más de cinco mil dólares. Pero supongamos que esa tonelada de hierro se convierta en camioneta. ¿Cuánto cuesta una camioneta? Más de veinte mil dólares. ¿Y qué pasa si se convierte en computadora? Cien mil dólares la tonelada. Les pregunto ahora: nuestras materias primas que salieron del país dejando medio dólar por tonelada en impuestos, ¿dónde generaron más impuestos, ganancias y puestos de trabajo? En China. Es decir, nos están saqueando. Por eso no hay trabajo para la gente, solo cachuelos. Por eso no hay dinero para la educación y para el agro. Por eso hay pobreza total en todos los rincones. En algunos casos se llevan concentrado de cobre, que vale unos mil dólares la tonelada, pero ¿cuánto de oro y otros metales preciosos se va en esa carga? El kilogramo de oro cuesta más de cien mil soles. ¿Y qué quedó en las comunidades? Unos cuantos edificios, unas cuantas carreteras, una escuela y destrucción total. Ríos desaparecidos, pueblos borrados del mapa, destruida la estructura social de los pueblos. ¿Para qué queremos escuelas, carreteras, edificios, si después será un desierto?

Eso está pasando en todos los rubros. Están sangrando a la Patria, mientras sus hijos claman trabajo y sueñan con una vida digna. En los últimos veinte años estas empresas transnacionales han acumulado mucha riqueza a costa de la pobreza y destrucción de los pueblos.

Todo esto puedes leerlo en el libro “Allin kawsay y un proyecto histórico”, de mi autoría, y lo pueden bajarlo de las páginas de Prensa Indígena (http://prensaindigena.org/web/pdf/Allin%20Kawsay.pdf) o de la Universidad Autónoma de México (UNAM) (https://www.buenvivirdescolonial.com/libros).

(*) Escritor.

No hay comentarios: