jueves, 15 de febrero de 2018

VIVIENDAS A BASE DE TIERRA QUE RESISTEN A TERREMOTOS DE GRAN MAGNITUD





El ingeniero y docente Julio Vargas Neumann. (Foto: PUCP)
 

El 14 de enero pasado, un sismo de 6.8 en la escala de Richter interrumpió la cotidianidad de los habitantes de Caravelí (Perú). El sismo, que afectó principalmente al departamento de Arequipa, dejó 103 heridos, dos muertos y decenas de damnificados. Los medios de comunicación informaron que el sismo ocasionó el derrumbe de alrededor de 20 casas hechas de adobe. Debido a las pérdidas humanas y materiales, el jefe de Estado se acercó a la zona donde evaluó el daño. Fue entonces cuando hizo un pedido a la población: “Por favor, no construyan ese tipo de casas, ya que son muy vulnerables”.

Al respecto hablamos con Julio Vargas Neumann, investigador y docente del Departamento de Ingeniería de la PUCP, quien ha desarrollado numerosas investigaciones relacionadas con la construcción de viviendas con tierra y es uno de los responsables de un proyecto que apuesta por la construcción de viviendas sismorresistentes.

“Lo cierto es que la construcción con tierra es y ha sido muy común en Sudamérica, ya que los materiales con los que las personas construyen suelen ser los que tienen a su alrededor”, nos dice. Vargas Neumann precisa que quienes construyen con tierra usualmente son autoconstructores e informales. Además, muchas veces las personas “no piden permiso porque los municipios de los pueblos no tienen un departamento de obras que les apruebe la construcción”, precisa.

Por ello, el ingeniero considera que pedir que no se construya con tierra oculta una falta de conocimiento respecto al problema real. Lo que se debe hacer es enseñar a la población a construir mejor, con los materiales y las posibilidades que tienen a su alcance. “Las casas se cayeron por falta de conocimiento técnico, tenemos que invertir en enseñar, integrar y ayudar a las personas”, comenta el docente.

El modelo de viviendas a base de tierra que ha desarrollado el Departamento de Ingeniería de la PUCP ha podido soportar el daño producido por un sismo de grandes proporciones y ha dejado la construcción casi intacta. “Los modelos se han creado inspirados en una tecnología usada cinco mil años atrás en las pirámides de Caral, las cuales se mantienen en pie hasta el día de hoy”, explica.

La cultura Caral había descubierto que usar bolsas hechas de soguillas de ichu rellenas con piedras servía como base para la construcción de sus pirámides, ya que disipaba el movimiento sísmico y evitaba los derrumbes. Estas bolsas, denominadas shicras, “actúan de forma tal que permiten que las piedras se muevan entre sí pero que no se desparramen”, precisa el especialista. Este conocimiento fue difundido a través de la tradición oral a lo largo de 400 km. de la costa. El ingeniero afirma que estas bolsas se han encontrado desde el sur de Lurín hasta el norte del río Casma.

Vargas Neumann, en compañía de los ingenieros Carlos Iwaki y Álvaro Rubiños, estudiaron las pirámides de Caral por año y medio y descubrieron que podían usar una técnica similar en los modelos que construían ya que las shicras, al controlar la energía sísmica que trae el terremoto, pueden hacer que la edificación se comporte como si hubiera recibido un sismo muy leve. “Probamos los modelos de casas de adobe con base de shicras en una mesa vibradora que simula terremotos y los resultados fueron increíblemente positivos. Con los terremotos ampliados, ni siquiera se rajaba significativamente la casa de tierra”, indica el ingeniero. Vargas Neumann considera que, gracias a la investigación y a la tecnología sobre el refuerzo en tierra, “no solamente va a evitar las pérdidas humanas sino es probable que también disminuya significativamente los daños materiales”.

Las casas construidas usando como guía el modelo desarrollado por el Departamento de Ingeniería PUCP serán mucho más resistentes, y, además de eso, son tan sencillas de construir que pueden ser hechas por las mismas personas que luego las habitarán. Además, el ingeniero afirma que las casas hechas de tierra cuentan con diversas ventajas frente a las que tienen concreto.

Primero, el costo. El ingeniero precisa que, al construir con materiales locales, el costo es mínimo. “No te cuesta trasladarlos. La tierra ni siquiera la compras, la sacas de alrededor de la casa y construyes”. Los otros materiales que se usan son piedras, contenidas en las shicras, y unas soguillas sintéticas con las que se envuelven los muros y que se pueden encontrar en cualquier ferretería en todo el país.

Por otro lado, los muros de adobe tienen una capacidad de inercia técnica, lo que es perfecto para las personas que viven en zonas donde deben soportar temperaturas entre -15° y 30° en un mismo día. “Los muros de tierra son anchos, por lo que al recibir el calor del sol se van calentando durante el día, en la noche el cuarto ya está caliente, duermes y al día siguiente está frío de nuevo debido a la temperatura de la noche. Vargas Neumann sostiene que “otros materiales no sirven, este sí y es casi el único que lo hace, además es barato, gratis y accesible”. (Fuente: PUCP/DICYT)


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