viernes, 8 de junio de 2018

ALGO MÁS SOBRE MARIÁTEGUI MARXISTA CONVICTO Y CONFESO



Temas del Bicentenario de Carlos Marx (04)

         Desde hace pocas semanas, a través de las páginas de Facebook,  vengo sosteniendo un intercambio de ideas sobre el carácter marxista de Mariátegui, a propósito de las  declaraciones de algunos compañeros que nos presentaban a Mariátegui como un “marxista antidogmático”.

            A continuación entrego un tercer comentario, precedido de mis dos comentarios anteriores.

MARIÁTEGUI MARXISTA CONVICTO Y CONFESO (01)
(26 de mayo de 2018)
Por Miguel Aragón
José Carlos Mariátegui no fue un “marxista anti dogmático” ni un “marxista dogmático”; tampoco fue un “marxista heterodoxo” ni un “marxista ortodoxo”. Mariátegui los criticó, superó y combatió a ambos por igual. Mariátegui simplemente fue un “marxista convicto y confeso”.

En la Respuesta a un Cuestionario que preparó en marzo de 1930, para enviar a Buenos Aires antes de su proyectado viaje, Mariátegui anotó “Los 7 Ensayos no son sino la aplicación de un método marxista, para los ortodoxos del marxismo insuficientemente rígido  en cuanto reconoce singular importancia al aporte soreliano, pero que en concepto del autor corresponde al verdadero marxismo”.

Y algunos meses antes, en junio de 1928, en el artículo “Henri de Man y la “Crisis” del marxismo”, anotó “El marxismo sufre desde fines del siglo XIX (…) las acometidas, más o menos documentadas o instintivas, de profesores universitarios, herederos del rencor de la ciencia oficial  contra Marx y Engels, y de militantes heterodoxos, disgustados del formalismo de la doctrina del partido”.  

El deslinde, lucha y superación de ambas desviaciones, surgidas en la aplicación del  método marxista, fue una lucha muy larga, lucha sostenida por Mariátegui durante varios años. Hay dos artículos claves que pueden servir para identificar ambas luchas.

Aproximadamente a fines del año  1923, Mariátegui preparó el texto “La Universidad Popular y el dogma”, en el cual propuso la orientación cardinal para deslindar y superar el dogmatismo predominante en los pocos compañeros que militaron en la célula comunista organizada en Italia, incluido el deslinde con su propio  dogmatismo   (revisar carta saturada de dogmatismo de César Falcón, de setiembre de 1923).

El  deslinde con la influencia del  dogmatismo, Mariátegui lo desarrolló entre los años 1924 y 1925, en una serie de artículos bajo el epígrafe “Motivos Polémicos”, en los cuales revisó y actualizó varios conceptos fundamentales  del marxismo, textos que  Mariátegui había pensado incluirlos agrupados en un ensayo, como primera parte del libro “Diez ensayos de interpretación de la realidad peruana”, y que después fue reservado como primera parte del libro “Ideología y Política en el Perú”.

      Sin ese deslinde previo con el dogmatismo, Mariátegui no habría podido escribir un libro tan trascendental como los “7 Ensayos”.   

    Posteriormente, en los años 1928 y 1929,  Mariátegui volvió a utilizar el epígrafe “Motivos Polémicos” para escribir una  serie de artículos para deslindar y superar la creciente influencia de los “intelectuales heterodoxos” y “anti dogmáticos”. El artículo clave de este conjunto de textos es “La libertad y el dogma” escrito en junio de 1929, título que se ha omitido en el libro “Defensa del marxismo” en las sucesivas ediciones populares de la Colección de Obras Completas de Mariátegui publicadas por la familia Mariátegui, así como en otras ediciones posteriores publicadas por otros editores.  


SOBRE MARIÁTEGUI, MARXISTA CONVICTO Y CONFESO (02)
(27 de mayo de 2018)

Gustavo, lo que apareció en mi comentario Mariátegui, marxista convicto y confeso, es todo lo que alcancé a escribir en las últimas horas del día sábado (12 de mayo). No falta nada.

Más adelante, con más tiempo y más calma, habría que agregarle notas informativas de las varias referencias poco conocidas, para así facilitar su  comprensión por parte de un público más amplio, público que no está familiarizado con todos los escritos conocidos, y sobre todo con los  “escritos poco conocidos” de Mariátegui.

Los “escritos poco conocidos” de Mariátegui (que no están incluidos en la Colección Obras Completas de Mariátegui, ni tampoco en la monumental Correspondencia), a la fecha ya son muy abundantes [en el pequeño, pero entusiasta, comité Centenario de Guillermo Rouillon estamos avanzando algo en este trabajo de recuperación y reivindicación de la obra integral de Mariátegui].

El trabajo de excavación y búsqueda en  la valiosa cantera de escritos de Mariátegui, no es un “tópico superado”,  como suponen algunos comentaristas superficiales, de esos que piensan que “todo ya está dicho”, y que se conforman con los avances alcanzados hasta  comienzos de los años 80.

La búsqueda de nuevos materiales continúa, y la lectura, comentario e interpretación de los nuevos materiales todavía está “en sus comienzos”.  Al respecto [nosotros los veteranos] no nos hagamos ilusiones, porque nuestra generación tiene muy poco por aportar en el escaso tiempo que todavía tenemos por delante.

Soy de la opinión que a la próxima generación [generación que activará en lo fundamental entre el 2020 y el 2045] le corresponderá procesar e interpretar correctamente todo este abundante material nuevo, e incluso reinterpretar los materiales más conocidos hasta el presente, teniendo como eje fundamental el estudio, debate y agitación de la propuesta programática desarrollada por Mariátegui.

[Las primeras promociones de los activistas de la próxima generación ya entraron y ya están en acción. Ellos fueron el contingente principal de las luchas en defensa del derecho al trabajo digno (movilizaciones contra la Ley Pulpín entre diciembre de 2014 y enero de 2015) y ellos son el principal contingente en las últimas movilizaciones  del movimiento  estudiantil universitario, que se han realizado en los meses de marzo, abril y  mayo]

Hay que volver a revisar “toda la obra de Mariátegui”, teniendo como eje, en todo momento,  la comprensión de la propuesta programática que él llegó a desarrollar y proponer.    

BREVE COMENTARIO DE GUSTAVO PEREZ  HINOJOSA
g perezhinojosa <gperezhinojosa@gmail.com>
Para:miguel aragon
28 may a las 11:09

Apreciado Miguel, me surgen algunas interrogantes, de la lectura de tu excelente artículo:

¿Es correcto ser dogmático o anti dogmático?,

¿Son dos desviaciones en la feroz e implacable "lucha entre las dos líneas"?,

Y, por último "ser marxista convicto y confeso" frente al dogmatismo y el anti dogmatismo equivale a "no ser culpable ni inocente, sino todo lo contrario"?


ALGO  MÁS SOBRE MARIÁTEGUI
MARXISTA CONVICTO Y CONFESO (03)

(07 de junio de 2018)

Gustavo, la feroz e implacable “lucha entre dos líneas”, que nos recuerdas en tu breve comentario, no forma parte de la rica tradición del movimiento socialista.

LUCHA EN DOS FRENTES

El llamado estilo de “lucha entre dos líneas”,  fue una desviación introducida en las luchas del pueblo, en las décadas de 1960 y 1970,  por tendencias ajenas al movimiento socialista, fue introducido  por el  seudo maoísmo criollo.

Si revisamos los cuatro primeros tomos de las Obras Escogidas de Mao Zedong, libros que abarcan su producción durante tres décadas (las décadas de 1920, 1930 y 1940) hasta el triunfo de la revolución china en 1949, podremos observar que Mao Zedong nunca propuso ni utilizó ese equívoco estilo  de “lucha entre dos líneas”.

Desde sus primeros escritos, y en especial en Acerca de la Práctica, donde expuso la teoría del conocimiento según el método marxista, Mao Zedong analizó y propuso desplegar “la lucha en dos frentes”. Por un lado contra el empirismo, y por otro lado contra el racionalismo.

Tanto el empirismo como el racionalismo, son dos formas de expresión de la unilateralidad en el proceso del conocimiento. El empirismo es la base del reformismo y degenera en desviación de derecha; mientras que el racionalismo es la base del aventurerismo y degenera en desviación de “izquierda”.

De igual manera, revisando las Obras Escogidas de Mao Zedong, podemos comprobar que él no era partidario de rebajar el tratamiento de las discrepancias al nivel de “los golpes implacables”. Por el contrario, Mao Zedong siempre fue partidario de “tratar la enfermedad para salvar al paciente”. 

Te recomiendo volver a leer las obras fundamentales de Mao Zedong, revisando sus textos originales, y no las opiniones  de sus mediocres comentaristas.   

EL VERDADERO MARXISMO

Para ser un marxista convicto y confeso, como fue Mariátegui, lo más recomendable es  practicar siempre  “la lucha en dos frentes”.

Para practicar la lucha en  dos frentes, no hay necesidad de ser “dogmático”, ni tampoco “antidogmático”. Mariátegui nos dejó ese ejemplo, aunque muy pocos se han preocupado en estudiarlo en forma integral, solamente se ha divulgado, de manera unilateral, su lucha contra el revisionismo europeo de los años ‘20 (ver primera parte del libro Defensa del Marxismo).

Muy pocos se han preocupado en estudiar, y por lo tanto muy pocos conocen, la lucha que Mariátegui llevó contra la desviación dogmática. Esa fue una lucha a largo plazo. Fue desplegada, como cuestión principal, entre el segundo trimestre de 1923 y mediados de 1927.

La célula comunista que se constituyó en Genova, Italia, con participación de Mariátegui, César Falcón, y otros dos socialistas peruanos, incurrió en desviación dogmática influida por el ambiente europeo en el cual se formaron. Incluso, cuando Mariátegui regresó al Perú, en los primeros meses de su estadía en Lima, actuó dogmáticamente. El texto de la primera conferencia en la UPGP titulado “El proletariado peruano y la crisis mundial” estuvo influido por esa desviación dogmática, y además sectaria.  

Mariátegui preparó el texto de su primera conferencia “El proletariado peruano y la crisis mundial” a mediados de mayo de 1923, antes de los sucesos del “23 de mayo”. Estaba programado para  ser expuesta el viernes 25 de mayo. Por los sucesos conocidos del “23 de mayo”, la exposición de esa primera conferencia fue postergada por tres semanas, hasta el 15 de junio.

En las dos primeras conferencias en la UPGP (del 15 y 22 de junio de 1923), Mariátegui fue silbado, e incluso un sector del público asistente intentó agredirlo físicamente, rechazando la propuesta central de su primera conferencia. En la prensa clasista de ese tiempo incluso se publicaron críticas y ataques a las propuestas de Mariátegui. Recién en la tercera conferencia, expuesta a fines de junio de 1923, Mariátegui inició una saludable rectificación, trabajo de rectificación que continuó durante varios meses del año 1923.  

El largo ciclo de conferencias en la UPGP duró cerca de un año. Comenzó el 15 de junio de 1923, y concluyó el 1° de mayo de 1924 (El libro “Historia de la Crisis Mundial” no incluye los textos de todas las conferencias, hay notorias omisiones). Para la clausura del ciclo de conferencias, Mariátegui preparó el texto “El 1° de Mayo y el Frente Único”. Para entender la rectificación de Mariátegui, recomiendo leer y comentar juntos,  dos textos, el de la primera y el de la última conferencia (“El proletario peruano y la crisis mundial” y “El 1° de Mayo y el Frente Único”)

En los meses de convalecencia de  la operación a su primera pierna, entre fines de abril y comienzos de setiembre de 1924, Mariátegui  continuó madurando la necesidad de revisar el marxismo que él había aprendido en Europa, y comenzó a desarrollar nuevos conceptos dentro del propio marxismo, nuevos conceptos más acordes a la realidad de “un país que no era un país capitalista desarrollado” como ya eran los países europeos; y que “tampoco era una nacionalidad ya formada” como ya eran la mayoría de las nacionalidades europeas, sino que era una “nacionalidad en formación”.  Esos y otros conceptos nuevos fueron desarrollados por Mariátegui en un extenso ensayo, que inicialmente tituló Motivos Polémicos.

¿Motivos polémicos en 1924 y 1925?

¿Polémica con quién?

Ese ensayo de Mariátegui fue una polémica consigo mismo, fue una polémica con el marxismo y dentro del marxismo que él había aprendido de memoria y había asimilado  durante su estancia en Europa. Con esa preparación previa, a continuación Mariátegui acometió con toda seguridad y firmeza el desarrollo de los otros ensayos de su proyectado libro 10 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, proyecto que después se desdobló  en dos libros: “7 Ensayos…” e “Ideología y Política en el Perú”.

”7 Ensayos..” ¿fue un libro dogmático?,  claro que no.

Entonces “7 ensayos..” ¿fue un libro antidogmático?, claro que no.

     Sino “7 ensayos…” no fue un libro “dogmático”, ni tampoco fue un libro “antidogmático”, Entonces, ¿qué marxismo utilizó Mariátegui para escribirlo?

Dejemos que él mismo nos responda: “Los 7 Ensayos no son sino la aplicación de un método marxista, para los ortodoxos del marxismoinsuficientemente rígido  en cuanto reconoce singular importancia al aporte soreliano, pero que en concepto del autor corresponde al verdadero marxismo” (Ver Respuesta a Cuestionario para ser enviado a Buenos Aires, escrito en marzo de 1930).

            Eso fue “7 Ensayos…”, la aplicación del verdadero marxismo a la interpretación de la realidad peruana en los  comienzos del siglo XX. Mariátegui nunca consideró necesario  agregar ningún adjetivo a su declarado marxismo. Nunca se autoproclamó “marxista antidogmático”, como ahora nuevamente se está  poniendo  de moda entre algunos intelectuales confundidos, ni tampoco necesitó autoproclamarse “marxista dogmático” como todavía pregonan algunos pocos doctrinarios intransigentes.

Mariátegui simplemente se autoproclamó “marxista convicto y confeso”.


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