lunes, 11 de marzo de 2019

MENTE SANA EN CUERPO SANO







(El caso del pelotero chalaco Kukín Flores)

            En el aforismo, mente sana en cuerpo sano; la mente es la sabiduría ante la vida y el cuerpo es la práctica del deporte.  Significa que el desarrollo humano es armónico e integral.  Que debemos cultivar y proteger tanto la mente como el cuerpo.  Porque si crece más la mente o el cuerpo, resulta un ser deformado.  Sin embargo, en la actual sociedad capitalista se tiende a la superespecialización dentro de las profesiones.  Se promueve la deformidad de la personalidad, la competencia individualista y desenfrenada.  En resumidas cuentas, domina la teología del mercado.

            Carlos Flores Murillo, más conocido como Kukín Flores, se distinguió por ser un pelotero de barrio que pudo haber sido el mejor futbolista peruano; pero no lo fue.  Se interpuso la adición a la cocaína y al alcohol.  Nació en el puerto del Callao el 4 de agosto de 1974 y falleció a los 44 años de edad el 17 de febrero del 2019.

            La dramática vida de Kukín, es un caso emblemático que pone al descubierto la falsa creencia de que el deporte previene la adicción; o que a más deporte, menos adictos.  Es una simplificación ingenua de un problema complejo y trascendente.  El deporte en si mismo no es una vacuna contra la adicción.

            Kukín, no fue un mal ejemplo para la juventud ni tampoco un buen ejemplo.  Pues, todos somos producto de la época y de las circunstancias en las cuales hemos vivido.  Dicho en otras palabras, al adicto no se le debe estigmatizar.  Todos cargamos una cruz; aunque las reacciones son diversas.

            La muerte de Kukín ha sido una muerte anunciada, puesto que, toda adicción conduce a la autodestrucción o al suicidio ralentizado del adicto; ya sea, drogo o borracho como es el caso de nuestro admirado futbolista, Kukín Flores.  

            Para la despedida de Kukín, el cortejo fúnebre fue en procesión por lo barrios pobres del vecino puerto del Callao.  Kukín estaba en olor de santidad.  Fue una ceremonia de vibrante religiosidad popular.  La orquesta chalaca Zaperoko propaló la salsa dura que tanto le gustaba.  Tal era la devoción de la muchedumbre con Kukín, que ese día, todos en el Callao eran Kukín Flores.  Su fallecimiento unió a los antagónicos barrios de los jirones Castilla, Atahualpa, Loreto y Ancash.  Kukín está consubstanciado con el Callao; pertenece al pueblo chalaco. https://www.youtube.com/watch?v=OxeJNvdPAoo

            Kukín fue el menor de once hermanos.  Su papá desertó del hogar y, prácticamente, pasó su infancia en la calle, en la barriada Canadá de la Perla Baja, cerca a La Mar Brava; en donde no había agua potable ni desagüe.  Desde niño tuvo que recurcearse limpiando carros para sobrevivir.  A los diez años se inició como futbolista en un club.  Ya que, el futbol y/o las actividades laborales ilícitas son los canales de ascenso social que ofrecen a los jóvenes pobres los que detentan el poder económico y político en  nuestro país.



            Al ingresar al futbol profesional –a los 17 años- debe haber sido impactado por el efecto deslumbramiento al ser cotizado en el mercado laboral.  Pero, fue generoso con la gente pobre.  Como futbolista profesional, no se amoldó a la rígida disciplina que le exigía la empresa (club) que había invertido en él.  Kukín se rebeló contra el sistema imperante (capitalismo) que cosifica la humanidad de los futbolistas más eficientes convirtiéndolos únicamente en máquinas, o instrumentos especializados.  Fuera del futbol, los jugadores profesionales, son unos idiotas, únicamente, saben de futbol.  Su cerebro se trasmuta en una pelota.  Los especialistas de cualquier profesión son iguales (mercancías).  Aunque pierden independencia, en el mercado laboral, son altamente cotizados, es decir, estimulados con altas remuneraciones.

            Supongo, que Kukín, al sentirse impotente para cambiar la situación existente, optó por la evasión de la infausta realidad; es decir, la adicción a la cocaína y alcohol que lo condujo a la autodestrucción.

            Kukín era una persona sencilla y hasta cierto punto responsable, solo tuvo dos hijos.  Una vez le preguntaron, luego de haber salido de un Centro de “Rehabilitación”, si había salido del Infierno; y él respondió, sabiamente: no; porque el infierno está dentro de uno y el infierno lo llevamos muy adentro.

            La adicción no es un vicio ni un delito.  l.a adicción es una enfermedad incurable de la voluntad, es como el cáncer; únicamente, se puede controlar; lo dijo Kukín.  Lo que no vislumbró es que la adicción, fundamentalmente, es una enfermedad social.  Por lo tanto, esta enfermedad no se cura con judicializar, militarizar, medicalizar ni biologizar la adicción.  Sino con la transformación de la sociedad actual para que todos nazcan con igualdad de oportunidades y la ley sea, verdaderamente, igual para todos.

            La adicción, según mi parecer, es más terrible que el SIDA, porque compromete al entorno familiar.  Se origina bajo circunstancias de pobreza material y/o espiritual.  Es la pandemia del siglo XXI, el malestar de la cultura capitalista.  La adicción atraviesa todas las clases sociales. Entre los excluidos se hallan niños talentosos como lo fue Kukín.

            Solamente, con un diagnóstico precoz es posible su curación.  Pero, los familiares son los últimos en enterarse cuando ya la adicción es irremediable.  Esto sucede por el miedo de enfrentarse a la realidad y por el cariño al adicto.  Además, ningún adicto ingresa a un centro de “rehabilitación” por propia voluntad; con el agravante, que los centros de rehabilitación, para adictos de familias de escasos recursos económicos, son inadecuados para el fin propuesto. 

            El Callao es llamado “El Puerto Blanco” por la cantidad de cocaína que, bajo diversas modalidades, encubiertas, se embarca hacia Europa y EE.UU.  El Perú es el principal exportador de cocaína en el mundo y el narcotráfico en nuestro país genera un aproximado de 20 mil millones de dólares, según un informe del diario estadounidense The Wall Street Journal.  Como es sabido, los yanquis son los más grandes acopiadores y consumidores de cocaína en el mundo.  

            Es una contradicción que EE.UU., siendo el país de mayor demanda de cocaína y otras drogas en el mundo, intente la erradicación forzosa de las plantaciones de coca en Colombia, Perú y Bolivia. Ello es un pretexto para instalar sus bases militares; pues, el verdadero objetivo es el control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y reprimir los movimientos insurgentes de liberación nacional.  

            Qué casualidad, que la potencia militar de EE.UU. con la tecnología de última generación que detecta hasta un mosquito; su frontera es una coladera para el ingreso de estupefacientes. Lógicamente, las mayores ganancias de este negocio ilícito quedan en los EEUU. (Pierre Salama, "La economía de los cocadólares", http://www.mamacoca.org/ )

            Mientras tanto, en el Perú, las autoridades saben que el Callao es la Capital Peruana de la Salsa; entonces, se aprovechan de esa afición popular y organizan en el Día del Callao el festival salsero internacional: Chim pum, Callao; al margen de las medidas económicas redistributivas de urgente aplicación para beneficiar a la población.  Todos tenemos necesidad de esparcimiento y nada menos que también Kukín.  Era aficionado al baile y admirador del cantante portorriqueño afincado en Nueva York:  Héctor Lavoe.  De él hay una canción emblemática que reflejan la realidad de un sector de la población chalaca: “Calle Luna, Calle Sol”. (https://www.youtube.com/watch?v=-4vw0tYsnW8)

            El Callao ostenta una alta incidencia de criminalidad; la causa determinante no es la adicción a la pasta básica de cocaína ni al alcohol;  sino, sobre todo, el mal ejemplo de las autoridades que se enriquecen ilícitamente mientras empobrecen al pueblo chalaco y se le niega el acceso a la cultura.  Tal así es, que Alex Kouri, ex gobernador regional del Callao está en la cárcel y Félix Moreno, recientemente, ex gobernador de la región Callao está prófugo, en la clandestinidad, tratando de eludir a la justicia.  Así mismo, el ex vocal supremo, César Hinostroza Pariachi era cabecilla de la banda llamada Los Cuellos blancos del puerto.  Por último, está en prisión Víctor Ríos, ex presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao. El delito de las autoridades debería de tipificarse como de Traición a la patria.

            Pero, no solo es en la región del Callao; sino el país.  Las máximas autoridades son corruptas y se enriquecen con diferentes modalidades.  Allí están los jefes supremos de las fuerzas armadas; me refiero a los Presidentes de la República.  En cuanto a nuestro tema que venimos desarrollando, el ex presidente Alan García está bajo sospecha de haber traficado con la gracia presidencial del indulto y conmutación de penas, dejando en libertad a numerosos narcotraficantes que estaban sentenciados.
 
            A eso se añade, que en nuestra patria no fue capturado ningún responsable político a pesar de las acusaciones de narcotráfico.  El poder judicial eximió en todos los casos tanto a Montesinos como a Fujimori.  Hay que tomar en cuenta que los traficantes de estupefacientes financian las campañas electorales de las agrupaciones políticas.  Y lavan (blanquean) el dinero obtenido de las ganancias del “negocio”.  El interés de la droga para los banqueros es evidente, pues supone un negocio lucrativo cuando los narcos lavan allí el dinero ilegal.  El dinero se lava localmente a través de casas de cambio, empresas y transacciones inmobiliarias.  En nuestro país no existe democracia; sino cleptocracia.
 
            La manera de enfrentar la adicción a las drogas; ya fuese la liberación (legalización) del consumo o la represión (prohibición) es una falacia.  Mientras no se concreten medidas preventivas que brinden oportunidades educativas y laborales de calidad a los jóvenes de los barrios empobrecidos de las ciudades.

            Un ejemplo extremo de represión se inició el 24 d marzo del 2014, en el distrito de Surquillo, el alcalde trató como basura, desechable, a los drogadictos y borrachos:  A manguerazos bañan a fumones y borrachos en las calles de Surquillo.  Ante la constante presencia de personas de mal vivir, la comuna distrital decidió utilizar un rochabús para retirarlos de la vía pública. El alcalde distrital José Luis Huamaní dijo que optaron por esta solución porque la Policía no puede actuar. (http://www.capital.com.pe/2014-03-24-municipalidad-de-surquillo-lanza-agua-con-rochabus-a-fumones-y-borrachos-noticia_679107.html)

            Otra insensatez es atribuir la adicción a que los jóvenes no creen en Dios; con esta opinión se elude tocar las condiciones sociales de existencia y así perpetuar la iniquidad de la sociedad.  Los daños que provocan la adicción y el narcotráfico son evitables en otro contexto de relaciones sociales. Téngase presente que el consumo de drogas no es una maldición divina.

            La “guerra” contra el consumo de drogas es una misión imposible si no se cambian las condiciones sociales que están en la raíz del problema.  De lo contrario, se vuelve a reproducir.  Dicho en otras palabras, es agarrar el rábano por las hojas.  Además, genera más violencia e inseguridad social.

            Que el sepelio de Kukín Flores no sea solamente el destello de una luz de bengala; sino que impulse el inicio del renacimiento del Callao.  El pueblo chalaco está clamando por recobrar una identidad y una fe.  Está en pos de valores signos.  Y el Callao los tiene.  Hay que mostrárselos.

            Ahí están los valerosos trabajadores portuarios que fueron los primeros en conquistar la jornada laboral de ocho horas de trabajo en el año 1914. Chalaco es don Emilio Choy Ma (1915/1976), el intelectual autodidacto más destacado después de J.C. Mariátegui;  Guillermo Rouillon (1917/1978), el biógrafo de J.C. Mariátegui, Angela Ramos (1896/1988), periodista de notable sensibilidad y entrega social; Alejandro Granda, el tenor de América (1898/1962).  Y así, sucesivamente…  Los bustos de todos ellos puestos en un pedestal engalanarían el futuro paseo o alameda de chalacos ilustres.

            Si se lograra, a la vez, el renacimiento cultural y deportivo del Callao; los Kukines Flores no se desperdiciarían.  ¡Mente sana, en cuerpo sano!  ¡Chim pum!  ¡Callao!.

Lima, Unidad Vecinal N°3,
Marzo domingo 10 del 2019.
Antonio Rengifo Balarezo

NOTA:
El presente artículo se publica con motivo de la rehabilitación del campo deportivo de nuestro barrio, en el cual nos hemos criado, y es obra amorosa de los vecinos que cariñosamente han colaborado.  Así como se ha rehabilitado el campo deportivo debemos rehabilitar las actividades culturales y educativas.  Mente sana en cuerpo sano. Ni lo uno, ni lo otro por separado; sino en interacción.

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