martes, 30 de abril de 2019

EL AGUA: cuestion de principios





SI
         el agua es una necesidad vital, es decir, es una disyunción excluyente:  vida o muerte.

SI
         el agua se regenera en armonía con las condiciones naturales de su entorno,

SI
         el agua debe estar en concordancia con el interés nacional o el bien común,

SI
         el agua conforma la religiosidad andina y se le respeta

SI
         La tecnología y energía utilizada por los países altamente industrializados ha provocado el calentamiento global y, el consiguiente, deshielo de nuestros glaciares.

ENTONCES

         El modelo de desarrollo industrial de acuerdo a la maximización de la ganancia no tiene razón de ser.

ENTONCES

         El agua no es negociable.  Es una contradicción que esté sujeta a la fluctuación de los precios del mercado o sea a la oferta y demanda.  El agua solo tiene valor en el mercado dentro de un sistema capitalista.  La Gran empresa minera o petrolera envenena tu rio o laguna y si le da la gana te indemniza por matarte a plazos. O si no, te explota, indirectamente, seas niño o adulto, hasta consumir toda tu energía saludable en condiciones inhumanas de trabajo como en la llamada “minería informal” que también envenena las fuentes de agua.  De los numerosos, paupérrimos y esclavizados mineros “informales” se aprovisionan, mediante eslabones de una cadena comercial, las grandes empresas mineras. Así explota la fuerza de trabajo de niños y adultos sin alternativa de otro empleo: son involuntariamente sus pequeños y numerosos proveedores.  Esta es una de las raíces del enriquecimiento de los socios de las Grandes empresas mineras y petroleras.

ENTONCES

         Es un contrasentido que se promueva la inversión privada, según las leyes del mercado, cuando afecta a todos los seres vivos.

ENTONCES

         El agua no es un recurso, es una deidad o una persona a quien debemos la vida.

POR LO TANTO:

         El agua debe pertenecer a LA NACIÓN; siempre y cuando el Estado represente los intereses de la clase popular y no de la Gran Empresa capitalista.

         Debería haber un destacamento armado cuidando el entorno de las regiones productoras de agua y no protegiendo y dando seguridad a las Grandes empresas que degradan el ambiente y que traen la muerte para todo organismo viviente.  Entre los intereses de la Gran empresa y el pueblo, el ejército, es decir, el Estado debe ofrecer garantías al pueblo y no bañar en sangre sus justas protestas.  Los llamados “salvajes” están defendiendo la vida del planeta, de todos sus habitantes, incluso a los socios de las Grandes empresas agresoras, de los llamados “civilizados”; quienes se ufanan de llevar cultura, educación, con su inversión letal.

         Así mismo, los estudiantes de las universidades nacionales deben hacer un inventario de los lugares degradado o polucionados por las grandes empresas y representarlas en un mapa.  Y una reseña histórica de cómo han quedado lo lugares en donde las empresas mineras o petroleras han invertido su capital. Por ejemplo: Huancavelica, Oroya, Cerro de Pasco, etc., etc.

Grimaldo Antonio Rengifo Balarezo
rengifoantonio@gmail.com
Lima, domingo, 26 de junio de 2011

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