miércoles, 26 de junio de 2019

VIDAS HEROICAS : YRMA LOO GARRIDO





 A NUESTRA MADRE

(4 de noviembre 1924 - 23 de junio 2019)

Nuestra querida madre nació en el departamento de Ica, cerca del turístico oasis de la Huacachina. De padre chino y madre peruana, tuvo una hermana más a los pocos años de nacer. Nuestro abuelo al ver que no tuvo un hijo varón, un día, sin decir nada, vende la bodega que tenía y de pronto desaparece, sin dejar rastro.

Nuestra abuela tuvo tiempos muy difíciles, trabajando de todo para mantenerse y en el camino tuvo dos hijas más.

Un día, cuando nuestra madre tenía como siete años, nuestra abuela decidió llevarla a visitar a su madrina, una señora de recursos. La madrina la recibió en la entrada de la casa, después que nuestra abuela la saludara y presentara a su ahijada, ella sin ningún cariño de por medio y sabiendo la mala situación económica que atravesaba nuestra abuela, y sin ningún sentimiento, ni muestra de afecto, saco unas monedas del bolsillo, y se los ofreció a nuestra abuela para que le comprase unas golosinas, y dijo,

-Porque no llevas a tu hija a un orfanato?

Nuestra madre a pesar de sus pocos años de edad sintió el desprecio que le habían hecho, jaló del brazo a nuestra abuela en dirección de la salida, para indicarle que quería irse, y saliendo le dice a nuestra abuela,

-Nunca más me traigas a esta casa.

Ese acto formó y le dio carácter a nuestra madre, y desde ese entonces quería ser profesora para educar a las personas.

Pero lamentablemente la mala situación económica que atravesaba nuestra abuela y la falta del abuelo no pudieron hacer que el sueño de nuestra madre se cumpliera.

Pasaron los años.

Un día, un paisano que conocía a mi abuela, le da el dato, que el padre de  nuestra madre estaba en Pacanga - Trujillo, y esa noticia había salido en el periódico chino, resulta que nuestro abuelo era dirigente del partido nacionalista Chino y cada cierto tiempo publicaban sus actividades en el periódico chino.

Nuestra abuela al enterarse, sin pérdida de tiempo llevó a nuestra madre para que la acompañe a buscar al abuelo.

Para ese entonces nuestra madre bordeaba los veinte años.

Resulta que el abuelo después de vender la bodega, volvió a china y se casó con una cantonesa con la esperanza de tener un hijo varón , para no perder el apellido, pero había pasado varios años de convivencia con la nueva señora y no pudieron tener hijos alguno.

El encuentro fue una sorpresa para nuestra abuela, dado el nuevo compromiso que tenía nuestro abuelo.

Pero mi abuelo al ver a su hija grande, bella y con mucho carácter pidió a la abuela cuidar de ella, desde el primer momento hubo empatía entre nuestra madre y la nueva señora de nuestro abuelo.

Para ese entonces, nuestro padre trabajaba en la hacienda Cultambo y el abuelo tenía su tienda de abarrotes abasteciéndose de arroz y Chancaca de la hacienda Cultambo, y de tanto ir y venir se hicieron amigos con nuestro padre. Nuestro abuelo sabiendo que nuestro padre estaba solo, era un trabajador empedernido, sobretodo ahorrador y sin vicios alguno, no vio inconveniente en presentar su hija a nuestro padre, a pesar de los 25 años de diferencia.

Mientras andaban de enamorados.

Un día después de la cena, nuestro abuelo le dice a nuestra madre con los ojos lleno de lágrimas,

-Hija, siempre he deseado tener al menos un hijo para que me acompañe y mantener mi apellido.

Nuestra madre toda emocionada le contesta,

-Padre, yo siempre te acompañare y te voy a dar los hijos que te hacen falta.

A los pocos años de vivir con nuestro padre, nuestra madre le dio cinco hijos varones, para alegría de nuestro padre y sobre todo del abuelo, descansó unos años y tuvo dos hijas más para que le hagan compañía.

Nuestra madre con mucha devoción se dedicó a nuestro padre y con dedicación a nosotros.

Pasaron los años, tuve que ir a China a estudiar, ahí estuve nueve años, cuando volví al Perú, nuestro padre quiso que vaya a trabajar a la hacienda, y nuestra madre a escondidas me decía,

-El conocimiento es lo único que te acompaña hasta la muerte, hijo no dejes de estudiar.

Y es así es como he terminado mi carrera de Arquitectura.

Nuestra madre tenía la facilidad de la palabra y de la enseñanza, a todos nosotros nos enseñó a cocinar, manejar con prudencia, de principios y de moral, tener buenos amigos y también nos daba muchos consejos de vida. Muestra de ello fue cuando la llevábamos a las actividades del adulto mayor del Centro Cultural Peruano Chino, a pesar de su edad, hablaba sin parar de su vida y de sus experiencias, bailaba como un trompo que era el único ejercicio que hacía y cantaba con tanta pasión como si estuviera en un concurso.

Estos días hemos visto la fortaleza que has tenido, el esfuerzo que hacías para seguir acompañando a tu seres queridos.

Pero hoy, nos estas dejando, para encontrarte con el compañero de tu vida y con tu hija Geraldina que te está esperando.

Agradecemos todo ese legado de enseñanzas, de valores, de principios, de tradiciones que nos has dejado, el ayudar al prójimo en especial a tus sobrinos que hoy están tan agradecidos, esa canción que siempre te cantábamos en tus cumpleaños, esos pallares que nos cocinabas que eran una exquisitez al paladar, las charlas con tus recuerdos. Sobre todo los abrazos lleno de ternura que nos dabas en cada momento y el cariño y el amor que le has dejado a tus nietos y biznietos 

Agradecemos a nuestros sobrinos Yulieng y Manuel, que han estado cerca de nuestras madre, atenta a cualquiera necesidad que se presente, y te han llevado a Ica que tanto extrañabas. A nuestra cuñada Lídia que ha estado amaneciéndose a tu lado. A las enfermeras que la han acompañado las 24 horas del día, y a todos los que están presentes y a los que no han podido llegar en estos momentos tan penoso para nosotros. 

Víctor Tay Loo

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