miércoles, 24 de junio de 2020

UNA PEQUEÑA CRÍTICA A DAVID BOHM




Lunes, 22 de junio de 2020


David Bohm en su libro La totalidad y el orden implicado dice lo siguiente: “Luego, podemos muy bien decir que una teoría es, en primer lugar, una manera de formarse una idea, es decir, una manera de mirar el mundo, y no una forma de conocimiento de lo que es el mundo”.


David Bohm fue un destacado físico cuántico y que según dicen hizo importantes contribuciones en epistemología y neuropsicología. Yo discrepo. Los físicos son especialistas en fenómenos físicos. Y en los fenómenos físicos el ser humano en tanto ser humano no está presente. David Bohm no es un especialista en el estudio de fenómenos sociales, en especial en fenómenos económicos. Y tampoco es un especialista en psicología del conocimiento. De ahí que sus reflexiones epistemológicas y psicológicas adolezcan de muchas deficiencias. La filosofía de Marx es tan impactante y tiene tanta influencia social justamente porque Marx fue un gran especialista en el estudio de los fenómenos económicos sociales.

He leído además en Youtube las conversaciones entre David Bohm y Krishnamurti  y me parecen muy vacías e intuitivas. Entiendo por intuición la aproximación a tientas al objeto del conocimiento. No definen ninguna de las categorías que emplean: el yo, la conciencia, la mente, el cerebro, la imagen, y un largo etcétera. Hacen afirmaciones como que la mente es universal sin explicar que entienden aquí por universal, si se refieren al universal como universal abstracto o universal concreto. Además no plantean el problema como se debe plantear, esto es, como la contradicción entre lo particular y lo universal, entre la sensación y el concepto, entre la práctica y la teoría, sino como si lo universal tuviera una entidad propia separada de lo particular. No cesan de hablar de forma abstracta y mística. No hablan para nada de la determinación social e histórica de la conciencia. Al escucharlos siento un enorme vacío y no veo el mundo real: no veo los migrantes llegar en sus pateras a Occidente y morir ahogados entre los llantos de sus familiares. Solo veo categorías que se mueven alrededor de un yo individual que lucha desde su interior por ser feliz en cualquier clase de mundo sin ningún interés social por cambiarlo.

Analicemos detalladamente la cita que encabeza este trabajo. Dice David Bohm que una teoría es una manera de formarse una idea. ¿Cuál es la enorme laguna en esta afirmación? Que no nos dice que es una idea. Tal vez podríamos entender por idea un conjunto encadenado de razonamientos de los cuales extraemos conclusiones lógicas. Pero si por idea David Bohm entendiera lo que yo he dicho, ¿por qué no dijo lo que yo he dicho y ha empleado un término tan vago como idea? No lo sabemos. O si lo sabemos: la vaguedad es una forma de hablar con la apariencia de que se está diciendo algo importante sin decir nada preciso. De todos modos la definición que yo he proporcionado sobre la teoría no deja de ser una definición formal. Está vacía de contenido. Y con estas definiciones no se llega muy lejos.

A continuación dice Bohm que la teoría es una forma de ver el mundo. Esto no deja de ser una afirmación muy general, muy formal y muy vacía. Cuando Bohm habla de forma, ¿a qué se refiere? ¿A la forma lógica, a la forma sustancial, a la forma física,…? No lo sabemos. Y cuando habla de “ver”, ¿a qué se refiere? ¿A la percepción, a la representación, al concepto, al lenguaje, a los sentimientos…? No lo sabemos. Estas son las clásicas deficiencias de ciertos científicos que se dedican a la filosofía sin el rigor que esta esfera de saber exige.

Por último Bohm afirma que la teoría no es una forma de conocimiento del mundo. Es evidente que esta afirmación está cargada de idealismo y de escepticismo. Si la teoría no es una forma de conocer el mundo, tampoco lo serán los conceptos, los juicios y los razonamientos. Y por derivación tampoco lo serán la percepción y la representación. Dicho de otro modo: los seres humanos a lo largo de su dilatada historia no conocen el mundo, solo se han formado una idea del mundo. Esta es la epistemología de Bohm. Puro escepticismo y puro formalismo.

Si estudiamos detenidamente la cita de Bohm, nos percatamos que para este afamado físico las ideas tienen un estatuto epistemológico no cognitivo, ya que opone las ideas al conocimiento. Otra cosa: ¿qué entiende por mundo? ¿No es “el mundo” una expresión extremadamente general? Creo que sí. El mundo en la actualidad es la pandemia que mata a miles de personas, que quiebra la economía, que provoca el cierre de empresas, que causa paro y pobreza, que angustia a las personas. Y la pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿los seres humanos no pueden conocer este mundo y por tanto proponer revolucionarlo y deben contentarse solamente con hacerse una idea de este mundo?

Lo que dije antes: de los físicos, al no ser expertos en fenómenos sociales, no podemos esperar grandes aportes en teoría de conocimiento ni en filosofía en general. Y el mundo, el mundo en su realidad social, necesita  de pensadores que lo teoricen y propongan cambios revoluciones. No de pensadores que duden de que las teorías sean formas para conocer el mundo. El escepticismo en este terreno es absolutamente contrarrevolucionario y nada humano.





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