martes, 27 de octubre de 2009

Conversando con Juan Gonzalo Rose


Entrevista de Germinal

Conversando con Juan Gonzalo Rose

- ¿Cuál es su opinión sobre la actual poesía peruana?
- Ya lo he dicho en otras oportunidades: es, hoy por hoy, la más importante del idioma. Me refiero a su valor en conjunto, sin descartar ninguna de sus corrientes ideológicas o estéticas. Opiniones tan serias como la del critico mexicano Castro Leal, o la del argentino Leonidas Barletta, han venido últimamente ha respaldar esta antigua valoración mía.
- ¿Qué concepto le merece Alberto Hidalgo como poeta?
- Tiene una gran virtud lírica: imaginación. Pero una sola virtud no hace poesía. Su fama se basa en nuestra tradicional pereza para hacer el recuento de los valores consagrados y, también, en que la inmensa mayoría de sus admiradores no lo han leído.
- ¿Qué opina de Neruda y Vallejo?
- Neruda es un poeta de Talento. Vallejo es un Hombre de Genio.
- ¿Cuál es su parecer respecto a la crítica literaria actual del Perú?
- Nuestros viejos críticos – hablo de la generación del 30- tuvieron ideas demasiado generales sobre el arte, la de un conocimiento más técnico y especializado; pero trabajan demasiado “en gabinete”, sin poner sus manos en el cuerpo de nuestro tiempo y en la sangre de nuestra poesía. El extraordinario movimiento poético del Perú contemporáneo merece que le nazca un crítico con “la cabeza fría y el corazón ardiente”. Vivo con la esperanza de que un día de estos me llame por teléfono, aunque advierto dos dificultades: la carencia de publicaciones donde sea posible el ejercicio tesonero de la critica … y el que yo, a corta y larga distancia, carezco de teléfono.
Hay una anécdota ilustrativa con respecto a nuestros críticos: hace poco, en una revista especializada, publiqué un poema mío como si fuese de Salvatore Cuasimodo. Algunos aplaudieron, sin reticencias, mi “magnifica traducción”; otros, guardaron un silencio realmente conmovedor.
- ¿El papel del escritor ante la problemática social de nuestro tiempo?
- Debe ser el mismo que el de todo buen ciudadano: luchar por la transformación revolucionaria de una realidad injusta. Personalmente soy un decidido partidario del socialismo.
- ¿Cuál es su credo estético?
- No pertenezco a ninguna tendencia o escuela literaria. No soy un ortodoxo. Trato de ceñirme mis propias normas. Mis normas son simples: “Sé siempre sincero; pero no permitas que tu sinceridad le haga daño a nadie. Se siempre moderno, aunque tu modernidad les haga daño a todos”. Me agradaría mucho que estos pensamientos los grabasen sobre mi tumba; pero me agradaría mucho más si lograse grabarlos sobre mi propia poesía.
- ¿Qué poetas han influido en su obra?
- Amado Nervo, porque me enseñó la dignidad del dolor; Vladimiro Maiacoski, porque me enseñó la dignidad de la dicha; César Vallejo, porque me enseño la dignidad de la poesía; pero, principalmente Whitman, porque me enseño a amar mi propio cuerpo, y la yerba.
- ¿Alguna otra declaración?
- La poesía peruana está viviendo su siglo de oro. La presencia de César Vallejo, de Juan Gonzalo Rose y de César Calvo, bastaría para demostrarlo.

1 Germinal, Revista Universitaria, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Setiembre – Octubre 1960 Año 3, Nº 5 Esta revista tenía como director a Germán Berríos Marca y de redactores a Alvaro González Riesle, Ángel Rivera Marca y Carlos Vildoso Liendo, todos procedentes de Tacna, compañeros de estudios desde la primaria.
2 Juan Gonzalo Rose. Nacido en Tacna hace treinta años. Fue desterrado por Odría a México. Publicó dos libros de poemas: “Luz Armada”, con prólogo de Nicolás Guillén y “Canto desde lejos”. Tiene inéditos: “Canto Ronco” y “Elegías y Júbilos”. Es actualmente auxiliar de Cátedra de la Facultad de Letras de La Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A juicio de Gustavo Valcárcel “es tal vez el más alto valor poético de las últimas generaciones peruanas”.

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