SIGLO XXI - QUINTO LUSTRO - "Un nuevo orden emerge de la desintegración del capitalismo que irá reemplazando la célula económica (familia) por una nueva matriz reproductiva (comunas) que cumplirá funciones defensivas, judiciales, productivas y administrativas."
lunes, 28 de febrero de 2011
ELECCIONES 2011: TRES ACTORES, DOS CAMINOS
En el Perú del cebiche, la chicha de jora y el masato contienden dos caminos y tres actores.
Un camino está claramente definido, defiende el ORDEN en el desorden porque sólo en la anarquía pueden medrar los ambiciosos, los pícaros, los bribones. El poder del dinero marca la pauta en la coreografía y escenografía de éstos comicios. PAN y CIRCO es una vetusta receta que en estos menesteres siempre rinde frutos. Los que aspiran a MANDAR MANDANDO despliegan todas sus artes para engañar o seguir engañando a los electores del Perú.
En los procesos que brotan del desorden otro camino está definiéndose, perfilando, sus rasgos y propósitos. La tendencia que la activa nace del marasmo social y el fracaso político de la clase dominante y sus satélites. Un nuevo orden brota del gran desorden global, continental, regional, nacional y local. En este proceso los experimentos políticos abundan. Cosa muy natural porque se busca una salida al callejón ciego a que nos ha conducido el capitalismo. MANDAR OBEDECIENDO es el propósito de las tendencias renovadoras de la política, la economía y la sociedad. La política es creadora cuando obedece al mandato de clase. La clase trabajadora convive entre clases que, natural e instintivamente, pugnan por la hegemonía en los procesos. Acción conjunta y discusión es el modo histórico-natural como los humanos hemos superado las diferencias y los grandes obstáculos. Hoy, comprobamos que los explotados del planeta recurren nuevamente a esa ancestral fórmula de éxito: Túnez, Egipto, Libia, etc. etc.
Ahora bien, es recurrente en política avalar los actos del presente con los hechos de la historia. Ciertamente, el pasado es útil cuando da luces para resolver los problemas del presente. Miguel Aragón y Manuel Velásquez ejercitan sus cerebros estudiando tendencias y actores políticos en las presentes elecciones nacionales. Y por los términos del intercambio no transigen en sus puntos de vista. Aragón titula su último envío: Aislar a Ollanta Humala (02) Entonces, recurramos al pasado. Veamos como procedió el maestro Mariátegui ante las contradicciones de su tiempo:
“Como socialistas, podemos colaborar dentro del APRA, alianza o frente único, con elementos más o menos reformistas o social-democráticos –sin olvidar la vaguedad que estas designaciones tienen en nuestra América– con la izquierda burguesa y liberal, dispuesta de verdad a la lucha contra los rezagos de feudalidad y contra la penetración imperialista; pero no podemos, en virtud del sentido mismo de nuestra cooperación, entender el APRA como partido, esto es, como facción orgánica y doctrinariamente homogénea.”[1]
“El revolucionario debe ser, ante todo, realista y disciplinado. Si el APRA no es posible, quiere decir que no es necesaria, ni es revolucionaria. Entendida como alianza o frente único nacional, el APRA queda subordinada al movimiento de concentración y de definición que presentemente se opera. Los elementos que trabajamos por el socialismo, con los obreros y campesinos, daremos vida a nuestro Partido Socialista. Los que con un programa nacionalista revolucionario quieran organizar a la pequeña burguesía, son muy libres de hacerlo. Si su partido, hipotético por el momento, llega a ser una organización de masas, no tendremos inconveniente en colaborar eventualmente con él con objetivos bien definidos.”[2]
Observemos, entonces, que Mariátegui antepone clases y tendencias de clase a caudillos o personalidades. Si PODER es el despliegue de una relación de fuerzas de clase. Poder deriva de guerra y guerra engendra poder. Y como la guerra, continuada[3] sin más armamento que el poder de la palabra, es la política. La política, para las clases subalternas, resulta ser el arte de hacer posible lo imposible. Y para hacer posible lo imposible, en los conflictos de clases, tenemos que tener claridad sobre las relaciones de fuerza.
En política, hay enemigos y enemigos, hay rivales y rivales, hay aliados y aliados, que primariamente obedecen el mandato de su clase. A los enemigos se los combate, se los aísla, se los destruye. Un enemigo cuando se siente acorralado se defiende como una fiera. Y una fiera, después de horas de combate, agotada y extenuada, seguirá luchando si no tiene una puerta de escape. Sun Tzu decía: un adversario luchará hasta la muerte. Hay que dejarle una salida al ejército rodeado: una vía de escape o vida a cambio de rendición. Lenin era un maestro en tácticas de guerra. En octubre de 1917 llevó a cabo el asalto al poder con tal precisión quirúrgica (diez víctimas) que la vieja Rusia no tenia idea de lo que estaba ocurriendo. Curzio Malaparte hace una descripción detallada que Richard Pipes, historiador americano, reproduce. “En octubre, los bolcheviques renunciaron a manifestaciones masivas armadas y a disturbios callejeros que habían organizado por orden de Lenin en abril y en julio del mismo año, y renunciaron a ellas porque había resultado difícil de controlar la multitud, amén de que provocaban el contraataque del poder. En su lugar, se apoyaban ahora en pequeñas y disciplinadas unidades de soldados y obreros capitaneadas por la organización militar del partido, que actuaba bajo del criptónimo de Comité Militar Revolucionario. Las unidades en cuestión ocuparon los principales puntos de comunicaciones de Petrogrado, así como los lugares de utilidad pública de la ciudad, es decir, los puntos neurálgicos de toda metrópoli moderna. La organización de un contraataque por parte del gobierno la impidieron, sencillamente, cortando la línea telefónica que unía el gobierno con el Estado Mayor. Toda la operación se desarrolló de una manera tan bien hecha y eficaz que exactamente en el tiempo en que se llevaba a cabo, los cafés y los restaurantes, la ópera, los teatros y los cines, se veían abarrotados por multitudes en busca de diversión y entretenimiento”.[4] Entonces, debe estar claro que al enemigo se le aísla, se le quita la capacidad de reacción, se le obliga a abdicar o, en última instancia, se le destruye.
Los rivales compiten por la hegemonía en el frente unido. A los rivales, se los “fuerza” a definiciones políticas, claras y precisas, con el enemigo de clase. A los rivales se les neutraliza evitando que se pasen al bando contrario. A los rivales se les atrae, disolviendo su capacidad de acción independiente. En el frente unido, clases y tendencias de clase, colaboran y compiten, al mismo tiempo, en torno a “objetivos bien definidos”. A los aliados se les valora y respeta en el combate de clase. Engels, recordaba siete años después de la muerte de Karl Marx: “Para el triunfo definitivo de las tesis expuestas en el «Manifiesto», Marx confiaba tan sólo en el desarrollo intelectual de la clase obrera, que debía resultar inevitablemente de la acción conjunta y de la discusión.”[5] ¡Ese es el quid! Práctica, más y más práctica; lucha, más y más lucha; discusión, más y más discusión; concertación, más y más concertación. ¡Caminar es atreverse a descubrir la salida al pantano! Y, sin embargo, la ciénaga es una trampa donde se pierden los más atrevidos.
El 24 de febrero Miguel Aragón le comenta a Manuel Velásquez que en éstas elecciones contienden tres tendencias fundamentales, y no solamente dos (“izquierda y derecha”), como interesadamente vienen engañando y confundiendo los voceros de la clase dominante:
1. Quienes aspiran a mantener el presente vienen promoviendo el continuismo neoliberal, y defienden “a fardo cerrado” la continuidad de la Constitución de 1993.
(Estos son los enemigos del PUEBLO y del planeta TIERRA que se sostienen a través del engaño político, la coerción y el chantaje)
2. Quienes aspiran retornar al pasado reciente, vienen promoviendo la restauración populista. Su máxima aspiración la condensan en su reclamo de “retorno a la Constitución de 1979”.
(Estos sostienen una vana ilusión que la realidad de un eventual triunfo llevaría a enfrentar sí o sí, como continuismo neoliberal o cambio social. Los rivales en política son aliados coyunturales pero potenciales enemigos en la lucha social. ¿De qué depende que los aliados no se transformen en enemigos? Entre otras razones del manejo de las contradicciones y las circunstancias)
3. Quienes vienen promoviendo la renovación de la política peruana.
(No puede haber renovación sin el ande y la floresta, sin la participación de todos los peruanos amantes de la democracia. Lenin en acotaciones a la correspondencia entre Marx y Engels escribe al margen de una carta de Engels: “Las elecciones parecen más legales, pero de hecho son más revolucionarias que los complots (infructuosos) y los pequeños coups (golpes) de los fenianos.”[6] 17 años antes, había escrito que si la legalidad es una mercancía ausente en el país sería una cobardía no conspirar bajo esas circunstancias. Y, por el contrario, sería una imbecilidad conspirar si las circunstancias se modifican.[7] Estas precisiones vienen de perilla para algunos despistados que razonan con el hígado antes que con el cerebro. Lenin, en el comentario reproducido líneas arriba, distingue el lado positivo de la democracia burguesa. Sin embargo, hay democracias y democracias. Uno de los mejores escenarios para el derrumbe del dominio del capital es la democracia. (“El día en que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el punto de ebullición, ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer.”) Así mismo, la democracia proletaria será el escenario donde el último poder de clase languidecerá hasta ser absolutamente inútil.
El nacionalismo es un sentimiento que equivale al instinto animal de marcar su territorio. Ese instinto primitivo se condice en el pensamiento occidental con el particularismo de Madre Patria. No así ocurre en el pensamiento andino que desconoce el concepto patria o nación. Para el hombre andino la madre tierra es la piedra angular de su percepción de la vida. La universalidad de la mamapacha se identifica con el internacionalismo de los proletarios de todos los países.
“En el principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra estaba desierta y sin nada. Las tinieblas cubrían los abismos. Dijo Dios: Haya luz, y hubo luz. Dios vio que la luz estaba bien hecha... etc. etc.” (Génesis) Es el mito bíblico, en él se trata de un Dios que se distingue del mundo y que se le opone como el trabajador a su obra. Ese Dios es totalmente ajeno y trascendente al mundo. Es un Dios Hacedor. El creador occidental no es de ninguna manera un Dios procreador, un padre o progenitor, como la Madre Tierra y el Padre Sol en la mitología andina, sino un dios hacedor, que confecciona y produce, que ordena y organiza el mundo. Este Dios creador es realmente: "el Supremo Hacedor". El mito cosmogónico andino es el resumen de la cosmovisión de un pueblo que pretende legitimar en la autoridad divina lo que en el fondo es la auto-definición del hombre. La mitología andina no conoce un dios hacedor, trascendente y ajeno al mundo, ni una construcción del mundo. El mito cosmogónico andino explica cómo el mundo mismo es divino y eterno; cómo las cosas y los seres NACIERON en este medio divino, y cómo el hombre mismo también nació de ella, vive y se reproduce.[8]
Finalmente, al individualismo occidental se opone el colectivismo andino, a la singularidad nacional de la madre patria se opone la universalidad de la madre tierra, a la tierra como objeto de explotación se opone una relación simbiótica en el todo: tierra - universo.
Hoy, cuando la agonía de la civilización occidental es la agonía del planeta tierra, se impone con más fuerza que nunca la palingenesia del mundo andino como modelo a SUPERAR.
27 febrero 2011
Edgar Bolaños Marín
[1] JCM, Carta Colectiva del grupo de Lima, 10 junio 1929
[2] Carta de JCM a Mario Nerval, 28 de junio 1929
[3] Carl von Clausewitz en su tratado De la Guerra inmortaliza el aforismo: “La guerra es la continuación de la política por otros medios".
[4] Richard Pipes, The Russian Revolution, Alfred A. Knopf, Nueva York, 1990
[5] Del prefacio de F. Engels a la edición alemana de 1890, Manifiesto del Partido Comunista, Ediciones en Lenguas extranjeras, Pekín 1968. Versión electrónica
[6] Carta de Engels a Marx del 29 de noviembre de 1869, Correspondencia entre Marx y Engels (Acotaciones de V. I. Lenin), Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1973, Pág. 132
[7] F. Engels, El reciente proceso de Colonia, Ob. Escogidas en tres tomos, Tomo I, Pág. 398
[8] Fernando Silva – Santisteban, Tecnología agraria en el Antiguo Perú. Extraído de “El Mundo Andino - De la caza a las tecnologías agropecuarias”, Universidad de Lima, Fac. de Cs. Humanas, Lima, 1990
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Apoyar a los Candidatos del Pueblo:
AISLAR A OLLANTA HUMALA (02)
24 de febrero de 2011
Estimado Manuel Velásquez:
El jueves 10 de febrero se venció el plazo oficial para la presentación de las listas de candidatos al Parlamento Nacional y al Parlamento Andino.
Al día siguiente la mayoría de los periódicos publicaron los nombres de los aproximadamente 2,000 candidatos agrupados en 13 organizaciones políticas, los cuales aspiran a ocupar 36 cargos de representantes en la provincia de Lima, 104 cargos en los otros departamentos, y 15 en el Parlamento Andino.
Algunas de las preguntas que nos hacemos los 20 millones de electores registrados (para ser más precisos los 19´949,915) son las siguientes:
a).- ¿Quiénes son esos candidatos?
b).- ¿Cuáles son las trayectorias y propuestas de cada uno de ellos?
c).- ¿A quién dicen representar, y realmente a quien representan cada uno de ellos?
d).- ¿Deberíamos apoyar selectivamente a algunos de los candidatos?
e).- ¿O tal vez, lo más conveniente resulte ignorarlos, o incluso rechazarlos en bloque a todos ellos?
Así como esas, también hay otras preguntas que los electores nos hacemos a diario, preguntas a las cuales necesariamente tendremos que darles algunas respuestas antes del 10 de abril.
El diario La República en su editorial del día martes 08 de febrero, titulado Indecisos, pese a las encuestas, comentó lo siguiente “A dos meses de la primera vuelta, dos encuestas nacionales recientes indican que un número considerable de votantes no ha tomado una decisión definitiva respecto de la oferta electoral o podría cambiar la que lleva tentativamente elegida” (La República, martes 08 de febrero de 2011, pag. 29).
Esa es la realidad objetiva de la situación en que nos encontramos la mayoría de electores.
Nosotros, como intelectuales tenemos la responsabilidad de aportar elementos de crítica, investigación y debate, que sirvan, aunque sea mínimamente, para esclarecer a la población, que al igual que nosotros se debate en la confusión, y así contrarrestar la descomunal política de engaño y manipulación desplegada por los voceros de la clase dominante.
Nos parece que “quedarse en silencio” sería una forma de actuar como cómplices inconscientes, o tal vez conscientes, del engaño político. Por el contrario, contribuir al esclarecimiento, y toma de posición, puede evitar que amplios sectores de la población sigan siendo presas fáciles del engaño y la manipulación. Esta tarea de divulgación y esclarecimiento comienza en casa con nuestros propios familiares, en el barrio con nuestros vecinos, en cada ciudad con nuestros amigos, compañeros de estudio y compañeros de trabajo. A continuación debe proyectarse a las organizaciones sociales y a los sectores más amplios de la población a los cuales podamos llegar por los diferentes medios a nuestro alcance.
Disponemos de escasamente 45 días para continuar con este trabajo de esclarecimiento, y después del acto electoral del 10 de abril, con 60 días adicionales hasta la segunda y definitiva vuelta electoral. Tiempo más que suficiente para contribuir al esclarecimiento, al debate, y a la acción conjunta, siempre y cuando estemos dispuestos a utilizar este tiempo en realizar tareas efectivas, y no perdernos en divagaciones abstractas.
CANDIDATOS DE DOS TIPOS
A simple vista, después de una primera revisión, encontramos que muchos de los candidatos al Parlamento son los obsoletos políticos criollos tradicionalistas que merecen nuestro total desprecio y rechazo.
Entre ellos, encontramos en un bando, a los Mauricio Mulder, Mercedes Cabanillas, Jorge del Castillo, Luís Alva, Javier Bedoya, Lourdes Alcorta, Martha Hildebrandt, Luz Salgado, Martha Chávez, Carlos Bruce, Fernando Ayaipoma, Víctor Andrés Belaunde, Juan Sheput, Walter Menchola, David Waisman, Fabiola Morales, José Vega, Renzo Reggiardo, Gustavo Pacheco, Alexander Kouri, José Barba, Moisés Heresi, José Luís Risco, etc, los cuales van en las listas del APRA, Alianza por el Gran Cambio (PPC y otros), Fuerza 2011(fujimorismo), Perú Posible, Solidaridad Nacional y Cambio Radical, todos ellos dispuestos a mantener el actual continuismo neoliberal.
En otro bando, pero con el mismo carácter de políticos obsoletos se presentan Daniel Abugattas, Nicolás Lynch, Marisol Espinoza, que postulan en la lista de Gana Perú (Partido Nacionalista Peruano) con el objetivo de promover la restauración populista.
Estos dos bandos, en su conjunto, aspiran a seguir siendo sumisos y serviles funcionarios a sueldo y voceros de la clase dominante. Las diferencias entre ellos son de tenues matices, o por simples apetitos personales, pero en el fondo los dos bandos coinciden en defender la gran propiedad de la clase dominante y en defender al decrépito estado burgués, lo que resulta ser su gran preocupación.
Pero si nos detenemos a analizar con mayor atención las listas de los casi 2,000 candidatos encontramos que la mayoría son personas desconocidas para la inmensa mayoría de los 20 Millones de Electores.
Consideramos que la mayoría de los cerca de 2,000 candidatos son personas trabajadoras, honestas y bien intencionadas, con débil o distorsionada formación teórica y política, que aspiran a lo siguiente: a) contribuir a la continuidad del crecimiento económico, b) trabajar por pasar del actual crecimiento económico al futuro desarrollo social, c) defender y desarrollar los límites de la precaria democracia burguesa existente en el país; y en últimas instancia aspiran y se proponen d) defender los derechos básicos del pueblo trabajador.
Esta consideración nos obliga a profundizar la investigación acerca de la composición de las listas de candidatos. Consideramos que contribuyendo a seleccionar, respaldar, y apoyar la campaña electoral, estaremos participando activamente en el proceso electoral, contribuyendo así, de manera efectiva a la preparación de la organización de los trabajadores, organización que hoy por hoy, si somos objetivos y realistas, no puede ser otra que el frente unido del pueblo peruano.
Al igual que la mayoría de electores, nosotros todavía no tenemos una posición definida y definitiva respecto a que candidatos al Parlamento debemos de apoyar. Precisamente, por eso mismo, estamos investigando y promoviendo el debate correspondiente, para así asumir una posición consciente. No tomamos en cuenta, en lo más mínimo, las posiciones apriorísticas del maniqueismo individualista y sectario del caudillaje personalista, que ilusoriamente pretende colocarse por encima del proceso electoral, como si fuera posible evadirse de la lucha de clases.
TRES TENDENCIAS FUNDAMENTALES (PASADO, PRESENTE Y FUTURO):
Al conjunto de los 2,000 candidatos al Parlamento los podemos agrupar, provisionalmente, en tres tendencias fundamentales, y no solamente en dos (“izquierda y derecha”), como interesadamente vienen engañando y confundiendo los voceros de la clase dominante.
1º).- Quienes aspiran retornar al pasado reciente, vienen promoviendo la restauración populista. Su máxima aspiración la condensan en su reclamo de “retorno a la Constitución de 1979”. El Partido Nacionalista Peruano, acaudillado por Ollanta Humala, devoto y declarado admirador de Víctor Raúl Haya y Juan Velasco, es el principal representante de esta tendencia reaccionaria.
2º).- Quienes aspiran a mantener el presente vienen promoviendo el continuismo neoliberal, y defienden “a fardo cerrado” la continuidad de la Constitución de 1993. Fuerza 2011 (el fujimorismo), Cambio Radical, Alianza para el Gran Cambio (Partido Popular Cristiano y otros), Solidaridad Nacional, el APRA y Perú Posible (incluido Acción Popular y Somos Perú) son los representantes de esta tendencia conservadora.
Los más grandes demagogos de la política criolla del siglo XX fueron Víctor Raúl Haya y Fernando Belaunde. En el presente, sus más notorios discípulos vienen siendo Alan García y Ollanta Humala del primero, Mario Vargas y Alejandro Toledo del segundo. El toledismo (Perú Posible) viene jugando en la actualidad a la ambigüedad, al igual que en las elecciones del 2000 y 2001 (en la llamada Marcha de los Cuatro Suyos). El toledismo en el fondo es neoliberal, pero adopta poses populistas, dando forma al peligroso neoliberalismo populista, que con el respaldo del diario El Comercio a la cabeza de otros medios de comunicación viene confundiendo y manipulando a amplios sectores de la población.
3º).- En este, como en los anteriores procesos, además de las dos tendencias mencionadas, también ha estado concurriendo una tercera tendencia que aspira a avanzar hacia el futuro, que viene promoviendo la renovación peruana.
La tendencia renovadora, por ahora se presenta débil, minoritaria, contradictoria y dispersa. En el presente proceso electoral algunos de sus diferentes matices están representados por los Movimientos Fuerza Social, Despertar Nacional y Fonavistas del Perú.
APOYAR A LOS CANDIDATOS DEL PUEBLO
Identificadas y señaladas, en una primera aproximación, las tres tendencias fundamentales en que se agrupan los cerca de 2,000 candidatos al Parlamento consideramos que debemos se asumir una posición definida. Hasta ahora, de lo que si estamos seguros es que no podemos apoyar a los candidatos que vienen promoviendo tanto la restauración populista, como el continuismo neoliberal. Por el contrario, consideramos que nuestro deber es denunciarlos y combatirlos. Por ningún motivo podemos apoyar a ninguno de los candidatos que postulan con Gana Perú (Ollanta Humala) y Perú Posible (Alejandro Toledo), ni tampoco en las otras organizaciones políticas mencionadas que representan a la clase dominante.
En los próximos 45 días, a medida que avance el desarrollo del proceso electoral iremos precisando nuestra elección y resuelto apoyo.
Nuestra primera opción en Lima es apoyar a los candidatos Gustavo Guerra García y Susel Paredes que se presentan en la lista de Fuerza Social con los números 01 y 09 respectivamente.
Nuestra segunda opción es apoyar a los candidatos Javier Rocca y Dante Castro que postulan en la lista de Despertar Nacional con los números 18 y 15 respectivamente.
Además de ellos, en esas mismas listas hay muchos otros candidatos que recibirán el apoyo de amplios sectores del pueblo. Reconocemos que en otras listas también postulan muchas personas trabajadoras, honradas y con buenas intenciones, personas que por muchos años han trabajado y luchado en el frente unido, personas a las cuales conocemos y respetamos, y con las cuales hemos compartido acciones conjuntas, pero que lamentablemente se han equivocado al sumarse al demagógico confusionismo de la restauración populista, que se presenta saturado de nacionalismo burgués. Concluido el proceso electoral esperamos que ellos desenmascaren y deslinden con el nacionalismo burgués, y se reintegren a las acciones conjuntas del frente unido.
ACERCA DE LA FRUSTRADA UNIDAD DE LA IZQUIERDA
En las últimas elecciones municipales de octubre de 2010 la unidad de la izquierda no fue posible, por la razón muy simple que no era necesaria.
La década de 1960 y gran parte de los años 70, fue una década propicia para la constitución y reconstitución de los partidos políticos que se reclamaban populares. En esos años surgieron múltiples y diversas facciones del Partido Comunista y del Apra Rebelde.
A continuación, después de haberse escindido “a más no poder”, en la década de 1980 se presentaron condiciones propicias para promover la unidad de la izquierda peruana. Unidad que vino a ser como una especie de “espiación de los pecados” sectarios en los cuales habían incurrido gran parte de esas facciones. En las elecciones municipales de 1983 (Alfonso Barrantes fue elegido Alcalde de Lima) y en las Elecciones Generales de 1985 (El APRA obtuvo la primera votación, e Izquierda Unida quedó en segundo lugar) la ansiada unidad de la izquierda llegó a sus máximas posibilidades de crecimiento. Más no se podía, y más no se podrá alcanzar.
Actualmente las propuestas de reconstitución del Partido Comunista, y del APRA Rebelde, son propuestas trasnochadas, que no obedecen a las necesidades presentes de la lucha social. Igualmente, la unidad de la izquierda es un llamamiento al fracaso y la frustración, por la simple razón que la unidad de la izquierda ya no es posible porque no es necesaria. Está demás que algunos se sigan “rasgando vestiduras”, y lanzándose acusaciones, por haberse frustrado la unidad de la izquierda.
En la década que estamos iniciando se ha puesto a la orden del día la unidad del pueblo peruano. La unidad del pueblo ya es necesaria, y en los próximos años inevitablemente será posible, aunque ahora todavía nos parezca irrealizable.
En las elecciones municipales, provinciales y departamentales de octubre de 2010, los partidos políticos tradicionalistas, de derecha y de izquierda, fueron derrotados de un extremo a otro del país; mientras que la oposición democrática poblana se vertebró en múltiples provincias y municipios en todo el territorio peruano, obteniendo el triunfo en varios municipios, entre ellos en la importante provincia de Lima.
En el mes de octubre, cuando un sector vacilante de Fuerza Social, influido negativamente por Vladimiro Huaroc pretendió apoyar a Toledo, le salió al frente el dirigente Gustavo Guerra, quién declaró “Simpatía con Toledo no tiene consenso en Fuerza Social” (La República martes 19 de octubre, pag. 06)
A los pocos días, mientras algunos sectores confundidos de la izquierda seguían ilusionados considerando a las huestes de Ollanta Humala y Alejandro Toledo dentro del campo del pueblo, Marco Arana dirigente del movimiento Tierra y Libertad declaró “La izquierda no debe ser furgón de cola de Toledo ni de Ollanta” (La República viernes 22 de octubre de 2011, pag. 09)
En el mes de diciembre, ya descartada y superada la nefasta y confusa influencia de Toledo, y cuando otros sectores, entre ellos el MNI, pretendían colocar a toda la izquierda y al pueblo a la cola de Ollanta Humala, Gustavo Guerra García declaró “Yo respaldé esa alianza (con el bloque MNI-FONAVI-Tierra y Libertad) para evitar un aislamiento político de Fuerza Social de cara a las elecciones presidenciales y congresales. También consideré que era positivo resucitar la confluencia que nos dio el triunfo en Lima, aislar a Ollanta Humala y apuntar a volver a unir el campo de los socialistas”. (Carta del 14 de diciembre, publicada en La República, el 16 de diciembre de 2010, pag. 04)
Aislar a Ollanta Humala y Alejandro Toledo nos parece una acertada propuesta de táctica política; apoyar a los candidatos del pueblo también es otra táctica acertada.
Atentamente
Miguel Ángel Aragón
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