domingo, 25 de septiembre de 2011

LA CRISIS MUNDIAL VISTA POR HUMBERTO CAMPODÓNICO Y MIGUEL ARAGÓN

Materiales para Nuestra Posición Ante la Crisis Mundial (05)

Presentación por Miguel Aragón (23 de setiembre de 2011).-

Reanudamos el envío de materiales, cuya lectura recomendamos para conocer y asumir una posición definida con respecto al desarrollo de la Crisis Mundial, crisis que en estos tiempos estremece al mundo entero.

Los tres primeros documentos de la serie estaban referidos a informar algunos aspectos de una de las caras de la crisis, de lo que viene ocurriendo en los países capitalistas desarrollados, en especial en EEUU.

A partir del cuarto envío hemos comenzado a enviar materiales referidos a otra de las caras de la crisis, acerca de lo que viene ocurriendo en los países llamados “emergentes”. El presente comentario incide en este aspecto, y los dos siguientes aportarán algunos elementos más para informarnos de lo que viene ocurriendo en la República Popular China, que se ha ubicado como el primer país “emergente”.

Después, si disponemos del tiempo necesario, intentaremos enviar materiales sobre otros aspectos de la crisis mundial, como por ejemplo los cambios que están ocurriendo en la República Socialista de Cuba, las luchas sociales y nacionales en el norte de África y el Medio Oriente, y otros temas de la candente realidad mundial.

A continuación reenviamos el artículo 2011: economías “viejas” y “emergentes”, escrito por el economista Humberto Campodónico y publicado en el diario La República el 03 de enero de 2011. Nos parece que su análisis, no obstante el tiempo transcurrido, mantiene vigencia.
Más abajo, después del artículo, aprovechamos la oportunidad para intentar ordenar algunas ideas nuestras sobre el mismo tema.

Por último, reiteramos nuestras disculpas a las personas a las cuales les llegan estos documentos sin su autorización, y que no tienen interés en ellos. Con todo respeto, les recomendamos que presionen el botón Eliminar, o si prefieren lo envían a Spam.


2011: ECONOMÍAS "VIEJAS" Y "EMERGENTES"
por Humberto Campodónico
Publicado el 03 de Enero de 2011

Los analistas económicos dicen que en el 2011 continuará el crecimiento económico mundial en dos velocidades, aunque, ojo, el 2011 no superaría al 2010. En el pelotón de avanzada están los “países emergentes” que crecieron en promedio en 7% en el 2010 (China, 10.2%; India, 8.8%; Brasil, 7.5%; Corea del Sur, 6.1%), mientras que en la retaguardia están los “viejos” países industrializados, que crecieron al 2.8% en el 2010 (EEUU, 2.8%; Japón, 3.2%; área Euro 1.7%).




La cuestión es por qué unos crecen más que otros, para lo cual se insinúan diferentes respuestas. La primera es que los “emergentes” vienen de más abajo y por eso necesitan crecer más ahora. Suena lógico pero no toma en cuenta que hasta hace 20 años se decía que eso no podía suceder, en otras palabras que el poder económico mundial estaba “estabilizado” en Occidente (más Japón) y que no había forma de que eso cambie.

Está también la explicación de que la culpa la tiene la falta de una regulación adecuada en EEUU del sector financiero, lo que causó la crisis que luego se propagó al resto del mundo, afectando sobre todo a Europa y Japón. De acuerdo con esta explicación, pasará un tiempo para que se vaya absorbiendo la enorme deuda en que se ha incurrido para salvar al sistema. Esto lleva a “dolorosos” –pero “necesarios”– ajustes fiscales y a menores tasas de crecimiento pero, en unos años, se retomará el crecimiento.

Pero hay otras, como la de Robert Brenner, economista de la Universidad de California (a quien nos hemos referido varias veces en esta columna). Dice Brenner que la actual crisis no es un rayo en cielo sereno, sino que hunde sus raíces en la declinante vitalidad de las economías capitalistas avanzadas en las últimas 3 décadas, una larga caída (ver gráfico) cuya fuente de declive fundamental es la incapacidad de recuperación de la tasa promedio de ganancia del sector privado en su conjunto” (“La larga caída”, New American Foundation, abril 2010).

Brenner señala que la causa central de esta larga caída –aunque no la única– es la tendencia persistente al exceso de capacidad en las industrias manufactureras globales, debido a la intensificación de la competencia internacional en las décadas de los 60 y 70. Este exceso de capacidad (o “de oferta”) hace que muchas empresas no puedan vender los bienes que producen y, por tanto, cae su tasa de ganancia.

Pero, dice Brenner, sucede que muchos de los “emergentes” tuvieron la ventaja, de un lado, de llegar tarde a la competencia pues aprovecharon el “último grito” de la mejor tecnología y, de otro, que los “emergentes” se han caracterizado por tener Estados intervencionistas y un capitalismo altamente organizado.

Es por eso que se pudo subordinar a los sectores financieros a las necesidades de la producción doméstica, a la vez que se limitó el consumo de los hogares para incrementar el ahorro interno que incentivó altas tasas de crecimiento en los sectores industriales (ídem, p. 2).

Así, los “emergentes” han podido crecer a velocidades sin precedentes históricos, pues han combinado una fuerza de trabajo con un costo relativamente bajo y una adecuada capacitación, junto con nuevas empresas con tecnología de punta, lo que les ha permitido orientar la producción hacia las exportaciones (ídem, p2).

Para terminar, tenemos que si bien la tasa de ganancia promedio ha caído en las economías “viejas”, no sucedió lo mismo en las “emergentes”. También que la relación entre Estado y mercado es fundamental para subordinar al capital financiero a las necesidades del sector real. Resultado: se ve ya una preeminencia de las economías “emergentes” que ha cambiado la geografía económica mundial y que ahora se encamina, seguramente, a modificar las relaciones de poder internacional.

Para lograrlo, lo alcanzado hasta ahora tiene que ser sostenible en el tiempo. ¿Lo será?

Copyright 2005. Cristal de Mira.com - Humberto Campodónico
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Comentario de Miguel Aragón (31 de agosto de 2011).-

La actual crisis económica mundial estalló primero en EE.UU. de Norteamérica en el mes de agosto de 2007, y al año siguiente envolvió a todos los países capitalistas más desarrollados de Europa, América del Norte y Asia. Después de un primer ciclo de cuatro años de caída y reanimación, a partir de agosto de 2011 se ha ingresado de manera ininterrumpida a un segundo ciclo de caída, que según la opinión de la mayoría de los investigadores será una caída mucho mayor y más larga que la anterior.

Pero lo que más llama la atención de esta crisis económica “mundial” es el hecho que los países llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud África) si bien se vieron parcialmente afectados en el primer ciclo, en lo fundamental han logrado contrarrestar y contener los efectos más graves de la crisis económica. Todavía nadie puede asegurar si también caerán, o por el contrario, lograran superar el impacto de la caída en el segundo ciclo.

Otro hecho significativo, es que en algunos países menos desarrollados y más débiles, como es el caso del Perú, las consecuencias de la crisis hasta ahora no han sido tan graves. No podemos asegurar si esta particular situación de excepción se mantendrá durante el segundo ciclo de la crisis que recién está comenzando. Para atrevernos a opinar tenemos que seguir el sabio consejo de la sabiduría del pueblo “quien no ha investigado, no tiene derecho a opinar”.

Precisamente para salir de nuestra ignorancia, es que venimos divulgando esta serie de materiales de información. No compartimos la opinión de algunas personas que, totalmente desvinculadas del proceso productivo y despreciando arrogantemente la necesaria revisión de la información estadística, con mucha ligereza y sin ningún sustento afirman que “la economía peruana está en crisis general”, y no solo desde ahora, sino desde muchos años atrás.

El economista Humberto Campodónico en el artículo que hemos trascrito, publicado en el diario La República el 03 de enero de 2011, resalta una de las características más notorias de la economía mundial: su división y desarrollo desigual en varios bloques. Campodónico centra su atención en los dos bloques principales. Estos son el bloque formado por los países capitalistas más desarrollados a los cuales denomina “economías viejas”; y el bloque formado por los países denominados “emergentes”.

Además de señalar esta división de la economía mundial, Campodónico intenta un avance de explicación de algunas de las causas de esta desigual evolución.

Por nuestra parte agregaremos otras, y como las posibles causas de la actual evolución desigual ordenaremos las siguientes:

1.- En los países de capitalismo más desarrollado (Europa occidental, EE.UU., Japón) el modo capitalista de producción ya agotó todas sus posibilidades reales de crecimiento y desarrollo, al haber completado su expansión a casi todos los rincones de sus propios territorios, y al haber terminado de superar y doblegar a los últimos rezagos de los modos de producción precedentes. En síntesis, en esos países se han completado las tareas históricas fundamentales del régimen capitalista: se ha convertido casi todo el trabajo en trabajo asalariado; y se ha concluido la acción de socializar la producción (a través de la concentración y centralización de la producción y la formación del mercado nacional que entrelaza todas las ramas de la producción en una economía única).

Por el contrario, en los países llamados “emergentes”, el capitalismo todavía no ha agotado todas sus posibilidades de crecimiento y desarrollo, ya sean estos países de “capitalismo periférico” (“atrasados y dependientes”) como son los casos mencionados de India, Brasil, Sud África, o ya sean países “socialistas en desarrollo” como los casos típicos de China y Viet Nam.

En estos dos tipos de países, sean de “capitalismo periférico” o de “socialismo en desarrollo”, por encima (o por debajo si se prefiere) del régimen político imperante, todavía subsisten grandes bolsones de producción bajo formas pre capitalistas de tipo artesanal e incluso comunitarias, formas de producción que todavía no han sido “socializadas”, ni por el capitalismo ni por el socialismo, y lo más importante, todavía existen amplios sectores de la población que no tienen el carácter de trabajadores asalariados.

Mientras las formas de producción altamente organizadas (sean capitalistas o socialistas) no logren abarcar toda la extensión de estos países completando la formación de los “mercados nacionales” y a la vez su integración dentro de un solo y único “mercado mundial”, no podemos dudar que por un buen tiempo todavía se mantendrán las posibilidades de crecimiento capitalista dentro de esos países, postergando así la implosión de la fase terminal del capitalismo, que por ahora sigue siendo una perspectiva futura cada vez más cercana, pero todavía no es una realidad presente.

En los hechos, en la actualidad se está comprobando que “ningún modo de producción desaparece de la historia mientras no haya agotado todas sus posibilidades de crecimiento”, así ocurrió en el pasado con el esclavismo y el feudalismo, y ahora está ocurriendo con el capitalismo.

Es muy cierto que “el capitalismo ha cesado de coincidir con el progreso”, y no desde ahora, sino desde comienzos del siglo XX, eso no está en duda; pero no es menos cierto, que “el capitalismo todavía no ha agotado su función histórica en la evolución de la humanidad”, y la mejor prueba es la terca subsistencia del agonizante capitalismo en gran parte del mundo, realidad que algunas mentes testarudas se niegan a reconocer.

2.- Nos parece muy acertado lo que señala Campodónico, los países emergentes han comenzado su crecimiento comercial e industrial tiempo después que los países más desarrollados, por lo tanto se encuentran en la posibilidad de avanzar “quemando etapas”, sin necesidad de pasar obligatoriamente por todas las dolorosas fases de experimentación que cumplieron los países que en su momento estuvieron en la línea de avanzada.

En la historia de los últimos 250 años, desde los tiempos de la revolución industrial de mediados del siglo XVIII, varios países se han alternado sucesivamente en ocupar el puesto de vanguardia y cumplir la función de “locomotoras de la economía mundial”. En su momento esa función les correspondió sucesivamente a Inglaterra y Alemania en el siglo XIX, y a EE.UU., Japón y la Unión Soviética en el siglo XX.

Hoy en día, le corresponde a China ocupar el puesto de avanzada a nivel mundial, y mañana, en un futuro no muy lejano, antes de fines del presente siglo, esa función de locomotora de la economía mundial le podría corresponder a los Estados Unidos de América del Sur, gran región que a sus evidentes ventajas naturales, muy superiores a Japón, Europa y América del Norte, se suma algo mucho más importante, la inmensa capacidad creativa de su población. Debemos recordar que hace 5,000 años una de las primeras ciudades en toda la historia de la humanidad se construyó en América del Sur, en el actual Perú, en Caral.

De los casos citados, consideramos necesario resaltar la experiencia de la Unión Soviética, que bajo un nuevo régimen social y político iniciado en 1917, asimilo las experiencias de los países más desarrollados, y desde comienzos de la década de 1930, al instaurar los planes quinquenales, dio inició a un crecimiento económico sin precedentes en la historia, combinando la aplicación de lo más avanzado de la técnica occidental con la propiedad socializada y los mencionados planes quinquenales.

En 1930 los gobernantes soviéticos realistamente reconocieron que “el atraso de su país estaba cien años atrás con respecto a los países más avanzados de Europa”, y se propusieron una meta muy precisa “o los alcanzamos en diez años (de 1930 a 1940) o nos aplastan”.

En 1941 cuando la Alemania nazi-fascista invadió la URSS, está ya había logrado llegar a su meta. En diez años se había industrializado a marcha forzada, y con su renovado potencial industrial y militar logró derrotar al poderoso ejército nazi-fascista. (En mayo de 1945 el Ejército Rojo Soviético ingresó a Berlín, y obligó a capitular al soberbio gobierno nazi-fascista. En los años de la segunda guerra mundial fueron asesinados en los campos de batalla más de 50 millones de personas, de los cuales 20 millones provenían de la URSS).

En la década de 1950 la impresionante revolución técnico-industrial que está transformando radicalmente la base productiva de todos los países, se inició en la Unión Soviética con el lanzamiento del primer satélite artificial alrededor de la Tierra, el histórico Sputnik.

Por otros motivos, este vertiginoso crecimiento económico y desarrollo social que venía ocurriendo en la URSS y que en perspectiva apuntaba a superar a EE.UU, fue interrumpido a fines de los años 80. Explicación de motivos que podría ser tema de otros materiales de información futuros.

3.- Es muy importante resaltar otro de los aspectos señalados por Campodónico. El aumento de la composición orgánica del capital en la producción social, por el remplazo creciente de mano de obra debido a la introducción de nuevas técnicas de producción y la automatización, lo que está llevando a niveles extremos la disminución de la inversión en capital variable (inversión en fuerza de trabajo). La disminución en términos relativos de la inversión en capital variable, se expresa en la disminución de la fuerza de trabajo, y esta disminución, a su vez tiene como resultado la disminución de la tasa de plusvalía o ganancia.

La tasa de plusvalía no depende de la inversión en capital constante (materias primas y maquinarias), sino de la inversión en capital variable (fuerza de trabajo). A menor utilización de mano de obra en la industria, menor creación de plus valor o plusvalía, lo cual se traduce en disminución de la tasa de ganancia en términos relativos, aunque en términos absolutos, por otros motivos, las ganancias se incrementan espectacularmente.

En términos más sencillos: en la producción capitalista altamente tecnificada que se desarrolla en las últimas décadas, la ganancia por cada unidad producida es cada vez menor, pero como las empresas son cada vez más grandes por el proceso de concentración y centralización, las ganancias totales de las grandes empresas son cada vez mayores. Situación engañosa que encubre lo que realmente está ocurriendo al interior de las grandes empresas.

En el gráfico que incluye Campodónico se puede visualizar como ha ido descendiendo la tasa de ganancia del capital en EEUU (azul), Alemania (rojo) y Japón (amarillo) desde la década de 1960 hasta la década del año 2000.

4.- La economía peruana no forma parte del bloque de los países capitalistas desarrollados, ni tampoco está a la altura de la economía de los países emergentes. La economía peruana es una economía de capitalismo periférico o capitalismo marginal, es una economía de capitalismo atrasado y dependiente.

Entre la década de 1850 (tiempos de explotación del guano y el salitre) y fines de la década de 1910 (tiempos de la primera guerra mundial) la economía peruana fue la economía de un país semicolonial dependiente del capitalismo inglés.

Desde el golpe de estado del 4 de julio de 1919 (golpe de estado de Augusto Leguía) hasta el golpe de estado del 5 de abril de 1992 (autogolpe de Alberto Fujimori) paso a ser la economía de un país semicolonial dependiente del capitalismo norteamericano. Durante más de 70 años, el Perú así como la mayoría de países de América del Sur formó parte del “patio trasero” de EEUU.

Desde el golpe de estado de abril de 1992, el Perú dejó de ser un país semicolonial dependiente del capitalismo norteamericano, y paso a ser un país semicolonial dependiente del capitalismo trasnacional de varios países en forma conjunta, de la Unión Europea y de EE.UU.

Con la política de privatización de las empresas públicas impulsada a partir de las reformas neoliberales el año 1993, las inversiones europeas superaron largamente a las inversiones norteamericanas en la economía peruana. La llegada y expansión de las inversiones de Banco Santander, Banco Bilbao Viscaya, Telefónica, Endesa, fueron la punta de lanza de otras inversiones españolas y europeas.

En la siguiente década, a partir del ingreso de China a la OMC en setiembre de 2011, se han incrementado vertiginosamente las relaciones comerciales con China. En menos de diez años de enérgico impulso de esas relaciones, actualmente el principal comprador de productos de exportación del Perú es la economía China, desplazando a segundo plano a los mercados de EEUU y Europa. A su vez, China ya ocupa el segundo lugar, después de EEUU, como principal abastecedor de productos manufacturados dentro del mercado peruano. La perspectiva es que en la presente década el ingreso de los productos chinos superen a los productos norteamericanos, no solo en bienes intermedios como era al comienzo, sino también en bienes de capital (maquinaria pesada para la minería, agricultura, pesca, industria y transporte, etc). Además, con el próximo incremento de grandes inversiones en minería, es muy posible que China también desplace a segundo plano a las inversiones europeas, que todavía siguen siendo las más importantes.

Estos cambios en las relaciones de predominio y dependencia financiera y comercial, entre otras, han creado una situación muy particular en el Perú actual, situación que está permitiendo que la débil economía peruana temporalmente pueda seguir creciendo y pueda sostenerse en medio de la actual crisis mundial. No sabemos, ni podemos asegurar por cuánto tiempo más se mantendrá esta situación particular, no tenemos delirios de pitonisa ni de adivinos, preferimos investigar antes de opinar. Seguiremos investigando, y compartiendo con los interesados.

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