José Hernández
Viernes, 30 de Marzo de 2012 10:21
Según el diccionario de la Academia de la Lengua, terrorismo significa ‘dominar por terror’ o ‘sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror’.
Cuando hablamos de terrorismo, a la mente nos vienen siempre muertos, violencia física o coacción relacionada con la violencia, y solemos pensar siempre en organizaciones o en países que bajo el criterio del único país en el mundo que ha tirado dos bombas atómicas, decide quien es y quien no terrorista.
La realidad es que no sólo se puede ejercer el terror a través de la violencia física, también se puede ejercer el miedo a través de la intimidación o el maltrato psicológico. En una sociedad basada en el consumo, el miedo a no poder hacer frente las deudas contraídas, sobre todo con los bancos, nos aterroriza, y esto nos hace vulnerables y más dependientes que nunca.
Con la llegada del PP al gobierno del Estado Español, y con una crisis que asfixia cada vez más a la clase trabajadora, las medidas de índole ideológica no han parado de sucederse desembocando en la reforma laboral más agresiva de la democracia. Una reforma que fulmina todos y cada uno de los derechos ganados con el esfuerzo y la sangre de varias generaciones de trabajadores y trabajadores a lo largo del último siglo y medio. Esta reforma, proveniente del gobierno más reaccionario de la historia de la democracia, supone la pérdida total y el sometimiento de la clase trabajadora a la patronal tal y como exige ésta. Se convierte en una puerta abierta a la explotación y a la semiesclavitud, con un despido casi gratis y unas condiciones laborales leoninas.
Con motivo de esta reforma, casi la totalidad de las organizaciones sindicales del estado, han convocado una huelga general que tendrá lugar el próximo 29 de marzo. Como consecuencia de esta convocatoria, ha comenzado una campaña de desmovilización por parte de la derecha mediática estatal. Por su parte, el empresariado, más reforzado que nunca en la historia moderna, está aprovechando la coyuntura económica y el creciente engorde de las listas del paro para ejercer una presión sobre los trabajadores y trabajadoras, más propia del siglo XIX que de la época en la que vivimos.
Como respuesta a esta coacción, se ha puesto en marcha una web, http://29msinmiedo.tumblr.com/, en la que de forma anónima, los trabajadores y trabajadoras que han sufrido amenazas por querer secundar la huelga pueden denunciarlo. En el momento en que escribo estas líneas, hay más de 1.400 denuncias de personas que han recibido amenazas o coacciones en sus empresas para que no paren el día 29. Lo más curioso del caso es que son las grandes empresas las que más amenazan a sus empleados con despidos.
http://www.alternativasisepuede.org/si-se-puede/opinion/item/921-terrorismo-empresarial-jos%C3%A9-hern%C3%A1ndez
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