martes, 26 de junio de 2012

EL MÉTODO MARXISTA


I

He tenido ya -desde mi primer esfuerzo marxista por
fundamentar en el estudio del hecho económico
la historia peruana-.ocasión de ocuparme de
esta faz de la revolución de la Independencia,

7 Ensayos… I La Economía Colonial


EL HECHO ECONÓMICO EN LA
HISTORIA PERUANA


Los ensayos de interpretación de la historia de la República que duermen en los anaqueles de nuestras bibliotecas coinciden, generalmente, en su desdén o su ignorancia de la trama económica de toda política. Acusan en nuestra gente una obstinada inclinación a no explicarse la historia sino romántica o novelescamente. En cada episodio, en cada acto, las miradas buscan el protagonista. No se esfuerzan por percibir los intereses o las pasiones que el personaje representa. Mediocres caciques, ramplones gerentes de la política criolla son tomados como forjadores y animadores de una realidad de la cual han sido modestos y opacos instrumentos. La pereza mental del criollo se habitúa fácilmente a prescindir del argumento de la historia peruana: se contenta con el conocimiento de sus dramatis personae.

El estudio de los fenómenos de la historia peruana se resiente de falta de realismo. (…) Adoptar una ideología no es manejar sus más superficiales lugares comunes. En una corriente, en una escuela filosófica, hay que distinguir el ideario del fraseario.

Por consiguiente, aun un criterio meramente especulativo debe complacerse del creciente favor de que goza en la nueva generación el materialismo histórico. Esta dirección ideológica sería fecunda aunque no sirviera sino para que la mentalidad peruana se adaptara a la percepción y a la comprensión del hecho económico.

Nada resulta más evidente que la imposibilidad de entender, sin el auxilio de la Economía, los fenómenos que dominan el proceso de formación de la nación peruana. La economía no explica, probablemente, la totalidad de un fenómeno y de sus consecuencias. Pero explica sus raíces. Esto es claro, por lo menos, en la época que vivimos. Época que si por alguna lógica aparece regida es, sin duda, por la lógica de la Economía.

La conquista destruyó en el Perú una forma económica y social que nacían espontáneamente de la tierra y la gente peruanas. Y que se nutrían completamente de un sentimiento indígena de la vida. Empezó, durante el coloniaje, el complejo trabajo de creación de una nueva economía y de una nueva sociedad. (…) La monarquía española pretendía tener en sus manos todas las llaves de la naciente economía colonial. El desarrollo de las jóvenes fuerzas económicas de la colonia reclamaba la ruptura de ese vínculo.

Esta fue la raíz primaria de la revolución de la independencia. (…) La independencia de Hispano América no se habría realizado, ciertamente, si no hubiese contado con una generación heroica, sensible a la emoción de su época, con capacidad y voluntad para actuar en estos pueblos una verdadera revolución. La independencia, bajo este aspecto, se presenta como una empresa romántica. Pero esto no contradice la tesis de la trama económica de la revolución de la independencia. El hecho económico encierra, igualmente, la clave de todas las otras fases de la historia de la república. En los primeros tiempos de la independencia, la lucha de facciones y jefes militares aparece, por ejemplo, como una consecuencia de la falta de una burguesía orgánica. En el Perú la Revolución hallaba, menos definidos, más retrasados que en otros pueblos hispano-americanos, los elementos de un orden liberal y burgués. (…)

El gobierno de Castilla, marcó, además, la etapa de solidificación de una clase capitalista. Las concesiones del Estado y los beneficios del guano y del salitre crearon un capitalismo y una burguesía. Y esta clase, que se organizó luego en el civilismo. Se movió muy pronto a la conquista total del poder. (…)

No es posible comprender la realidad peruana sin buscar y sin mirar el hecho económico. La nueva generación no lo sabe, tal vez, de un modo muy exacto. Pero lo siente de un modo muy enérgico. Se da cuenta de que el problema fundamental del Perú, que es el del indio y de la tierra, es ante todo un problema de la economía peruana. La actual economía, la actual sociedad peruana tienen el pecado original de la conquista. El pecado de haber nacido y haberse formado sin el indio y contra el indio.

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI
14 de agosto de 1925
COC. T-11, págs. 58-61


II

Este movimiento se presenta, en parte, como
un eco de los movimientos análogos de Europa y América.
Pero recibe su impulso de nuestro propio proceso histórico.




EL NUEVO ESPÍRITU Y LA ESCUELA

I

Uno de los hechos que prueban más fehacientemente la lenta pero segura elaboración de una nueva consciencia nacional, como creo haber tenido ya ocasión de remarcarlo, es el movimiento de renovación que se afirma cada día más entre los maestros. El maestro peruano quiere ocupar su puesto en la obra de reconstrucción social. No se conforma con la supervivencia de la realidad caduca. Se propone contribuir con su esfuerzo a la creación de una realidad nueva.

Este movimiento se presenta, en parte, como un eco de los movimientos análogos de Europa y América. Se nutre de una ideología ampliamente internacional. Se inspira en principios de Dewey, Kerschensteiner, Lunatcharsky, Ingenieros, Unamuno, etc. Pero recibe su impulso de nuestro propio proceso histórico.

El maestro joven muestra, por lo general que, más que de una moderna filiación ideológica, depende de una espontánea reacción contra las deformidades y las vetusteces de la enseñanza en el Perú. Su actitud no representa, como algunos observadores superficiales podrían suponerlo, la fácil consecuencia de un simple acto de adhesión intelectual a ideas de vanguardia. El fenómeno se explica mejor inversamente. La voluntad de un cambio radical nace directamente de la necesidad de este cambio. Se comienza por sentir el problema; se concluye por adoptar la doctrina que asegura la mejor solución.

Precisamente, lo que falta todavía en el Perú a la corporación de maestros primarios es un definido orientamiento ideológico. Existen núcleos bien orientados y adoctrinados; pero estos núcleos no representan aún la conciencia de la corporación. En cambio la apetencia de nuevos métodos, el deseo de nuevos caminos, son perentoria aunque difusamente sentidos por casi todos los maestros jóvenes. En la misma vieja guardia no son raros los espíritus sensibles a esta sed de renovación. El trabajo o el proceso que tiene que cumplirse gradualmente es el de la transformación de este estado de ánimo en un estado de conciencia. (…)

JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI
11 de diciembre de 1925
COC, T-14, págs. 52-53
Parte I (de 4)

III

El Socialismo Peruano, de nuevo va abriéndose paso en la escena política peruana. La izquierda democrática, el nacionalismo étnico, ¿tienen, expresan, aplican algún método de interpretación de esta realidad actual? A ellos bien les viene que “adoptar una ideología no es manejar sus más superficiales lugares comunes” y que “en una corriente, en una escuela filosófica, hay que distinguir el ideario del fraseario”

En cambio, desde que en nuestro país se pasó del socialismo utopía al socialismo ciencia sabemos que “aun un criterio meramente especulativo debe complacerse del creciente favor de que goza en la nueva generación el materialismo histórico”, y que “esta dirección ideológica sería fecunda aunque no sirviera sino para que la mentalidad peruana se adaptara a la percepción y a la comprensión del hecho económico

La base del método marxista radica en el determinismo económico, en el análisis del hecho económico. Sólo con esta radiografía se puede analizar el volitismo político, el trajinar de activistas y actores; de partidos, movimientos, grupos.

Gracias al método marxista JCM pudo trazar el esquema de nuestra formación nacional. Bien señala que “la economía no explica, probablemente, la totalidad de un fenómeno y de sus consecuencias. Pero explica sus raíces” y que “esto es claro, por lo menos, en la época que vivimos. Época que si por alguna lógica aparece regida es, sin duda, por la lógica de la Economía”

Su primer esfuerzo (El Hecho Económico) es la hipótesis de trabajo que luego desarrollaría en sus 7 Ensayos, donde analiza, capítulo tras capítulo, ensayo tras ensayo, “la forma económica y social que nacían espontáneamente de la tierra y la gente peruana” (Tawantinsuyu) Luego, “el desarrollo de las jóvenes fuerzas económicas de la colonia (que) reclamaba la ruptura de ese vínculo” Y después, que “el hecho económico encierra, igualmente, la clave de todas las otras fases de la historia de la república”

Tras analizar el hecho económico en cada etapa de nuestro devenir, señala dos actitudes. Respecto a la Independencia, reconoce el romanticismo de “una generación heroica, sensible a la emoción de su época, con capacidad y voluntad para actuar en estos pueblos una verdadera revolución” pero que “los conductores, los caudillos, los ideólogos de esta revolución no fueron anteriores ni superiores a las premisas y razones económicas de este acontecimiento”, y concluye que el hecho intelectual y sentimental no fue anterior al hecho económico. Muy cierto es, pues, que la libertad de los actores no es independiente de la necesidad que tienen de actuar de una u otra manera.

Pero aún persisten en nuestro medio quienes muestran “su desdén o su ignorancia de la trama económica de toda política” Hoy como ayer, en la literatura actual “en cada episodio, en cada acto las miradas buscan al protagonista” Y así sean mediocres caciques, “son tomados como forjadores y animadores de una realidad de la cual han sido modestos y opacos instrumentos” ¿No actúan así los “críticos” de los gobernantes de los últimos 30 años, inclusive del actual?

Basándose en este método marxista, JCM reconoció que “el capitalismo no puede más, el socialismo no puede todavía” Así analizó la crisis mundial que ahora desemboca en crisis terminal del sistema capitalista.

En este marco, ¿qué es el capitalismo peruano y cuál es su objetivo? Es obvio que estamos en eterno desarrollo del subdesarrollo. Un capitalismo marginal de economía colonial. Desde el final de la II Guerra Mundial, Estados Unidos ha impuesto su CEPAL, Alianza para el Progreso, TIAR. Y con las reuniones de Santa Fe I, II, III, IV, ha impuesto con su Carta Democrática la soberanía limitada, la lucha contra el “terrorismo”, la criminalización de la protesta social, el pensamiento único. Y el doble gobierno, el permanente judicial-militar y el temporal elegido “democráticamente”

Y este capitalismo marginal, que tiene por objetivo lucrar con criterio de renta y no de producción, y que siempre actúa detrás del telón de fondo del teatro de la politiquería, se da maña para contar en cada proceso electoral con un gobierno temporal a su medida, primero con una Gran Transformación o cualquier otro nombre seductor para atraer electores, y en vísperas de las elecciones con una Hoja de Ruta, Bitácora o nombre similar que impone siempre su gobierno permanente, proceso tras proceso.

Por supuesto, todo esto dorado con la “lucha contra la corrupción” Toca el sentimiento del elector enarbolando la ética, la moral. Pero bien se sabe desde Marx que “La moral es la ‘impuissance misse en action’, la ‘impotencia puesta en acción’” (La Sagrada Familia, 1845) Es la moral del bien y del mal, que descansa “sobre la conciencia de la debilidad humana” (“La caridad, el espíritu de sacrificio, la abnegación, el arrepentimiento, los buenos y los malos, la recompensa y el castigo, los castigos terribles, el aislamiento, la salvación del alma”)

Por eso el Socialismo Peruano enarbola su MORAL DE PRODUCTORES, su moral revolucionaria, su lucha por el cambio social del capitalismo al socialismo.

Con el método marxista aprendemos que “no es posible comprender la realidad peruana sin buscar y sin mirar el hecho económico”; aprendemos que “la nueva generación no lo sabe, tal vez, de un modo muy exacto. Pero lo siente de un modo muy enérgico” Con el Socialismo Peruano nos damos cuenta de que el problema fundamental del Perú “es ante todo un problema de la economía peruana. La actual economía, la actual sociedad peruana tienen el pecado original de la conquista” Así como Marx parte del “pecado original” para analizar la acumulación originaria, así JCM parte del “pecado original de la conquista” para analizar nuestra economía: “El pecado de haber nacido y haberse formado sin el indio y contra el indio”

Este método marxista lo utilizó en el análisis de la base y superestructura. Así, señala que el movimiento magisterial, p.e., “Se nutre de una ideología ampliamente internacional” pero “recibe su impulso de nuestro propio proceso histórico” Y por eso subraya que La voluntad de un cambio radical nace directamente de la necesidad de este cambio. Se comienza por sentir el problema; se concluye por adoptar la doctrina que asegura la mejor solución.

Método marxista es, pues lo que caracteriza al Socialismo Peruano. Por eso

¡Utilicémoslo en el análisis de nuestra realidad actual!

Ragarro
26.06.12

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