viernes, 22 de junio de 2012

GANA PERÚ: ¿GRAN TRAICION O DESENMASCARAMIENTO?


ASONADA O BLUFF

Después del triunfo electoral de Gana Perú, se han emitido diversas opiniones respecto al “secuestro” o viraje, estancamiento o traición de Ollanta Humala. Miguel Aragón, polémico hasta con las piedras, desbarata esos infundios demostrando que no se trata de ninguna traición al pueblo. Y ciertamente, Aragón tiene razón en su crítica a la izquierda de la burguesía; pero, se equivoca al calificar de asonada, la farsa o bluff de Locumba, olvidando, además, los vínculos de Ollanta con el siniestro ex asesor de Fujimori. Aragón, conocedor de la historia política del Perú, debe recordar que los primeros pasos de Haya de la Torre y su aprendiz Ollanta Humala se parecen tanto como si el segundo estuviera remedando a su maestro.

José Carlos Mariátegui, el 16 de abril de 1928, le escribe a la célula Aprista de México: “He leído un «segundo manifiesto del comité central del partido nacionalista peruano, residente en Abancay». Y su lectura me ha contristado profundamente: 1º porque, como pieza política, pertenece a la más detestable literatura eleccionaria del viejo régimen; y 2º porque acusa la tendencia a cimentar un movimiento –cuya mayor fuerza era hasta ahora su verdad– en el bluff y la mentira.” Pero, ¿quién era el autor de ese segundo manifiesto? No otro que Víctor Raúl Haya de la Torre en su abortada fundación del partido nacionalista libertador, germen del partido aprista peruano.

Ollanta Humala, el 29 de octubre del 2000, sacó a una tropa de 57 soldados del Fuerte Arica - Locumba, con el pretexto o engaño de una marcha de campaña o patrullaje en un lugar llamado Alto de la Alianza. Entonces, en modo alguno, se trata de una asonada. Por lo contrario, el engaño, el bluff y la estafa política forman parte de la partida de nacimiento de Ollanta Humala en la política peruana. Ollanta aparece en la escena nacional, como parte del elenco de una comedia política bien montada.

Por sus actos los conoceréis: Ollanta Humala está cumpliendo su ciclo. Desenmascarado por su propia actuación como administrador (o mejor, facilitador) de los negocios de las grandes empresas transnacionales y sus sirvientes nacionales. A menos de un año de mandato presidencial, la comedia, el sainete, la farsa, la mascarada, el engaño ha concluido.


Tacna, 21 junio 2012
EBM


¿GRAN TRAICION O DESENMASCARAMIENTO?

(19 de junio de 2012)
Por Miguel Aragón

1.- Con fecha 04 de junio el veterano “hayista” César Vásquez Bazán publicó una caricatura con el título de Gran Transformación se convirtió en la Gran Traición de Ollanta Humala. Para este redomado e incorregible aprista, el gran problema del Perú es “la gran traición de Ollanta Humala”.

Al día siguiente, 05 de junio, el joven “antiimperialista” Guillermo Bermejo por su parte publicó un artículo suyo titulado Ollanta y la Gran Traición (que lo trascribimos más abajo).Recién nos ha llegado y recién nos hemos informado de este lastimero artículo, que termina por desnudar al joven “antiimperialista”. (Agradecemos a John Ochoa por reproducir el artículo de marras, acompañando su último documento de deslinde).

Es conocido, que desde hace varias semanas, e incluso de unos pocos meses atrás, los veteranos Carlos Tapia y Sinesio López, y algunos periodistas del diario La Primera, también nos vienen hablando y denunciando “el estancamiento”, “el cambio”, “el viraje a la derecha”, e incluso “la traición” de Ollanta Humala.

Más adelante, si nos queda tiempo y espacio, intentaremos encontrar cual es la interrelación existente entre los cuatro nacionalistas burgueses mencionados más arriba: C. Vásquez, C. Tapia, S. López y G. Bermejo.

Solo adelantaremos, que los cuatro personajes mencionados, durante el transcurso del primer semestre del año 2011 (no sabemos si por casualidad, o tal vez por acuerdo previo) coincidían en ser furibundos propagandistas del candidato Ollanta Humala, en un grado tal de identificación que incluso uno de ellos llegó a ofrecer públicamente que si su candidato salía elegido presidente, en el Perú ya no habría Dictadura nunca más.

¿Será cierto que desde el 28 de julio de 2011, al juramentar el actual presidente, ya “no hay dictadura de la clase burguesa” en nuestro país? ¿alguna persona seria puede creer en la veracidad de semejante ofrecimiento?

2.- Por ahora, nos parece que lo más importante a comentar de las opiniones de esas cuatro personas, resulta verificar si es cierto que Ollanta Humala “se ha estancado”, o si “ha virado hacia la derecha”, o si incluso “ha traicionado al pueblo peruano”. ¿Será cierto? ¿Cuál es el fundamento para lanzar semejantes y denigrantes acusaciones al presidente Humala?

Acaso no se han enterado que “el ofendido” los puede enjuiciar y llevarlos a los tribunales por levantarle una calumnia, lo cual está penado por la ley.

Nos parece que a una persona solo se le puede considerar “traidor al pueblo peruano” si esa persona previamente ha estado identificada y ha defendido al pueblo peruano. Si esa persona nunca ha sido parte del pueblo peruano, sería un grave error que se le considere “un traidor”. ¿Traidor a qué, y por qué?

Por nuestra parte nosotros estamos convencidos que no estamos observando “una gran traición”, sino que estamos siendo testigos públicos de UN DESENMASCARAMIENTO del engaño político montado en las elecciones presidenciales de 2011.

3.- Sin necesidad de adentrarnos mucho en la vida de Ollanta Humala, ni pretender elevarnos a biógrafos de un personaje tan insignificante, algo que no nos interesa en lo más mínimo, todos los hechos conocidos públicamente nos demuestran que ese señor desde muy joven se sintió identificado y defendió al aparato estatal burgués, a la dictadura de la clase dominante, y a la gran propiedad de la burguesía.

Ollanta Humala nunca en su vida estuvo identificado con el pueblo, ni participó en ninguna lucha reivindicativa ni política al lado del pueblo. Entonces, en estos momentos no tenemos nada que reclamarle. El está siguiendo su propio camino elegido voluntariamente, así como nosotros seguimos nuestro propio camino.

Desde sus años de formación en la Escuela Militar en la década de 1980, y de sus primeros años de ejercicio de su función militar, a fines de la década de 1980 y comienzos de la década de 1990, cuando se vivía en tiempos de los gobiernos burgueses de Alan García y Alberto Fujimori, el muy eficiente “capitán Carlos” junto con su hermano Antauro, estuvieron destacados a la acción represiva contra los movimientos insurreccionales de esos años, e hicieron los méritos suficientes ante sus superiores, como combatientes en defensa del estado burgués y de la gran propiedad.

La asonada de Locumba en el año 1999 a finales del gobierno de Fujimori, y la posterior provocación en Andahuaylas el año 2004 a mediados del gobierno de Alejandro Toledo, fueron dos acciones diversivas que formaron parte de su preparación para transitar del escenario militar al escenario político, para lo cual venían siendo preparados solícitamente por la propia clase dominante. Tanto la asonada de Locumba, como la provocación de Andahuaylas, forman parte de las acciones organizadas y promovidas por la propia clase dominante, y no forman parte de la historia de las luchas del pueblo peruano.

La clase dominante, la clase propietaria de los principales medios de producción, tiene amplia experiencia en preparar “cuadros” políticos con la debida anticipación. Algo similar ocurrió con el joven Víctor Raúl Haya en mayo de 1923, con Fernando Belaunde en junio de 1956, y con Alejandro Toledo en julio del año 2000. La clase dominante con la debida anticipación prepara y promueve a sus futuros candidatos, presentándolos como “radicales”, e incluso los “reprime” a golpes, varazos, persecuciones, encarcelamientos temporales, y todo tipo de acusaciones y denuncias, que les sirvan precisamente para que “se hagan conocidos” dentro del pueblo. (Si la memoria no nos falla, nos parece que hace cuatro o cinco años atrás, la clase dominante propagandizó a un confundido grupito de jóvenes “bolivarianos”, encarcelándolos por varias semanas). De esa manera la clase dominante prepara y organiza a su propia “oposición” protestataria, que se complementa con el “oficialismo” en el juego democrático.

La clase dominante lo hizo famoso a Haya persiguiéndolo y reprimiéndolo después de “la jornada del 23 de mayo de 1923”; lo hizo famoso a Belaunde reprimiéndolo en el Jirón de la Unión con “el manguerazo” en la Plaza de la Merced en junio de 1956; y lo hizo famoso a Toledo reprimiéndolo en la llamada “Marcha de los Cuatro Suyus” del 28 de julio del 2000. Marcha que fue organizada, financiada, y publicitada por la propia clase dominante. La asonada de Locumba, y la provocación de Andahuaylas, se inscriben en esa misma línea de acciones promovidas por la propia clase dominante para confundir y manipular al pueblo.

4.- En las elecciones del año 2006, la elaboración del programa de gobierno que improvisó el candidato Humala fue dirigido y asesorado por Salomón Lerner y Gonzalo García, dos eficientes ingenieros que se formaron en la década de 1960 en las canteras universitarias del aprismo, al lado de Alan García, Agustín Mantilla, Luís Alva Castro, Jorge del Castillo, Carlos Roca, José Barba, Alberto Borea, y otros contemporáneos suyos, todos ellos formados en el anticomunismo más rabioso y enfermizo.

Al iniciarse el régimen militar velasquista en octubre de 1968, los jóvenes universitarios recién egresados Salomón Lerner y Gonzalo García se iniciaron como funcionarios públicos, cumplieron funciones burocráticas muy rentables, amasaron las bases económicas de sus futuras fortunas personales, y se integraron a la estructura del aparato estatal permanente, al cual siempre han estado vinculados de múltiples formas, ya sea como funcionarios de oficio, o como contratistas privilegiados (entre otros negocios muy rentables, el servicio de alquiler de helicópteros y el tráfico de armas).

No hay que olvidar que la victoria electoral de Alan García en el año 1985 fue celebrada en la vivienda de Salomón Lerner, y es muy posible que algo similar haya ocurrido en junio de 2011 para celebrar la victoria electoral de otro candidato, en este caso de Ollanta Humala.

Con esa experiencia acumulada, para las elecciones de 2006 S. Lerner y G. García improvisaron un libreto saturado de “hayismo-velasquismo”, es decir de populismo burgués por un lado, y de nacionalismo burgués por otro lado. Ese programa de gobierno, es diferente en la forma, pero no es contrario a los intereses de clase del programa de gobierno neoliberal. Pero si es diferente, y totalmente contrapuesto en lo esencial, al cambio social y al socialismo, aunque en la forma intente parecerse, y más de un ingenuo encuentra puntos de aproximación y confunde “populismo burgués” con “socialismo”.

En nuestro país, el populismo burgués y el neoliberalismo son las dos manifestaciones políticas de una misma clase burguesa, cuyo común objetivo central es sostener al estado burgués para garantizar la gran propiedad privada sobre los medios de producción. Ante esa identidad sustancial, todas las otras diferencias meramente formales pasan totalmente a segundo plano.

Después de esas elecciones del 2006, que le sirvieron de “ensayo y preparación”, la clase dominante siguió capacitando y entrenando al eficiente “capitán Carlos”, y le ayudó a formar un nuevo equipo de gobierno, con un brazo militar, un brazo político, e incluso asesores extranjeros.

En el brazo militar cumplieron función destacada el capitán Villafuerte y otros oficiales más, todos ellos entrenados en la lucha antisubversiva, y la represión del pueblo, durante el primer gobierno de Alan García el gobierno de Alberto Fujimori.

En el brazo político se integraron personajes como Carlos Tapia y Sinesio López, que provenían de algunas de las ramas de la descomposición del APRA Rebelde. También se sumaron otros técnicos más, entre ellos Félix Jiménez, todos los cuales se reagruparon bajo la batuta del “hayista-velasquista” Salomón Lerner. Este grupo ahora se ha vuelto a reagrupar en el movimiento Ciudadanos por el Cambio (CxC), para nuevamente volver a montar otro engaño político en las próximas elecciones, para lo cual nuevamente necesitan el “apoyo” de la blandengue y sumisa “izquierda” peruana. Es cuestión de revisar los primeros pronunciamientos públicos que esa nueva versión de “Izquierda Unida” está divulgando en las últimas semanas, para comprobar estos “pasos previos” para el próximo engaño político.

5.- Entre los años 2006 y 2011 este grupo organizado y manipulado por la propia clase dominante elaboró el plan de gobierno llamado de la Gran Transformación, con el cual postularon el 10 de abril de 2011 a la primera vuelta de las elecciones presidenciales, plan que al día siguiente le cambiaron de forma con la llamada Hoja de Ruta, que al igual que la versión original, tenía el mismo objetivo, defender al estado burgués y defender la gran propiedad de la clase dominante. Para que no quedaran dudas de su identificación con los intereses de la clase dominante, apresuradamente llamaron a Mario Vargas y Alejandro Toledo para que avalaran y garantizaran su real carácter de programa de gobierno burgués, defensor de los intereses de la clase dominante. Con la publicación de la Hoja de Ruta no hubo ni estancamiento, ni viraje a la derecha, simplemente fue el primer paso del desenmascaramiento.

Veamos ahora, cuál era el aspecto esencial de la llamada Gran Transformación, con la cual algunos confundidos todavía siguen soñando. En esencia, no era otra cosa que la reaccionaria propuesta de la restauración populista. Por oposición formal al continuismo neoliberal que se viene aplicando en el país desde el autogolpe de estado del 5 de abril de 1992, en la Gran Transformación se proponía restaurar la política populista que ya se había aplicado en el país durante treinta años, desde el golpe de estado de junio de 1962 hasta julio de 1990. Esa política reaccionaria fue aplicada por el primer gobierno de Fernando Belaunde (1963-1968), el gobierno militar de Velasco-Morales (1968-1980), el segundo gobierno de Belaunde (1980-1985), y el primer gobierno de Alan García (1985-1990), y cuyos lineamientos generales se ordenaron tardíamente en la Constitución de 1979, que fue una síntesis del populismo burgués, y que muchos ex funcionarios del estado siguen añorando, y pretenden restablecerlo como “gran reivindicación popular”, para lo cual incluso vienen reclamando “Asamblea Constituyente”.

Toda esa política populista, que se aplicó en el país durante cerca de treinta años (1962-1990), seguía los lineamientos generales de la CEPAL y los lineamientos particulares de la Alianza para el Progreso, diseñados ambos en forma conjunta por los funcionarios del gobierno norteamericano y los funcionarios de los gobiernos de los países “latinoamericanos”, para todos los países de América. Durante la década de 1980 esa política populista (capitalismo de estado, exoneraciones tributarias, aparente estabilidad laboral, asistencialismo, etc.) llevó a todos estos países al hundimiento y bancarrota.

6.- Con esa preparación teórica y esa experiencia militar y política, Ollanta Humala llegó al gobierno en julio de 2011. Lo cierto es que él nunca estuvo identificado con el pueblo, por lo tanto pensamos que no se le puede calificar de “traidor”. Por el contrario, nos está demostrando que él es un hombre muy consecuente.

Ollanta Humala y su grupo de gobierno, nos están demostrando que son muy consecuentes con su inicial posición de ser defensores del estado burgués, y defensores de los intereses de la clase dominante.

Entonces lo que realmente ha ocurrido en los últimos meses, no es una “traición”, ni “viraje a la derecha”, sino simplemente un desenmascaramiento de un engaño político fría y meticulosamente preparado por la clase dominante. Engaño político con cual la mayoría de las tendencias de la “izquierda” peruana han sido cómplices convictos y confesos, y que ahora algunos de ellos, muy “ruborizados” y hasta ligeramente “avergonzados”, pretenden ocultar que precisamente fueron ellos quienes entregaron su servil apoyo a lo que ellos mismos dieron en llamar “la esperanza del pueblo”.

A comienzos del año 2011 mientras Guillermo Bermejo pronosticaba y ofrecía a los cuatro vientos “dictadura nunca más”, otros le hacían el coro con algo más de moderación propagando que “Gana Perú representaba la esperanza del pueblo”, y que por lo tanto había que apoyarlo. Y así lo hicieron, y lo hicieron con mucha entrega y entusiasmo.

6.- Pero todo esto ya es “historia pasada”, páginas de un “periódico de ayer”, y lo que ahora cuenta es el presente, y sobre todo lo que nos debe preocupar es el futuro. Veamos que nos propone ahora el confusionista Guillermo Bermejo.

Al final de su confusa arenga, Bermejo nos reclama: “Deshacernos de Valdés y este gabinete impresentable será un buen comienzo, debilitar al sector más retrograda de este cavernícola gobierno será un avance, sin perder el objetivo que es que el país se enrumbe por lo que la mayoría votó: Respeto de la decisión del modelo de desarrollo que los pueblos elijan a través del cambio del modelo económico y Asamblea Constituyente”

Ni siquiera en personajes como Carlos Tapia o Sinesio López podríamos esperar una propuesta más clara y contundente. Veamos los tres pasos que nos propone Bermejo:

Un comienzo: deshacernos de Valdés;

Un avance: debilitar al sector más retrogrado del actual gobierno;

El objetivo: que el país se enrumbe por lo que la mayoría votó, es decir “por el programa de gobierno de la Gran Transformación”.

Esa es la parte esencial de la vergonzosa propuesta del “antiimperialista” Bermejo, que el se preocupa en pregonar a “todas las voces”.

7.- En los meses finales del gobierno de Fujimori y vísperas de las elecciones del año 2000, el candidato Alejandro Toledo con voz engolada declaraba solemnemente: “No se preocupe Sr. Fujimori,… nosotros construiremos…el segundo piso del fujimorismo (entendido como el neoliberalismo)”. Y hay que reconocer que lo cierto es que Toledo fue muy consecuente con su compromiso. Durante su gobierno (2001-2006) cumplió su palabra, construir el segundo piso del fujimorismo.

En las siguientes elecciones de 2006, Alan García no ofreció tal compromiso, pero todos tenemos que reconocer que se preocupó por construir el tercer piso del fujimorismo. Y ya no cabe duda alguna, que el gobierno de Humala instalado a partir de julio del año 2011 está construyendo el cuarto piso del fujimorismo. Por más anti fujimorista que se declare, no cabe duda alguna de lo esencial de su política gubernamental.

El gobierno de Humala está desarrollando “un fujimorismo sin Fujimori”, de eso ya no existe duda alguna, y ya no es tema de debate. Lo que ahora debemos de preguntarnos, es ¿que nos ofrecen los veteranos S. Lerner, C. Tapia, y S. López, al igual que el joven Guillermo Bermejo? La respuesta también es sumamente clara, ellos pretenden ofrecer un vergonzante “humalismo sin Humala”.

Ese es el trasfondo real de todos los que ahora se sienten “traicionados” por Humala. Pretenden seguir engañando al pueblo confundiendo populismo burgués al estilo “hayista-velasquista”, con socialismo proletario al estilo del “Camino de Mariátegui”. Y tenemos que reconocer que no están solos, ni son pocos, los que están haciendo esa prédica confusionista.

Por eso mismo, saludamos el deslinde iniciado por John Ochoa. Deslinde necesario en las filas de la actual generación, deslinde entre socialismo y nacionalismo burgués, entre seguir el Camino de Mariátegui o seguir el Camino de Haya. Porque entendemos que la acción conjunta solamente se puede fortalecer en la discusión. Sin discusión la acción conjunta se descompone y debilita.



---------- Mensaje reenviado ----------
De: Guillermo Bermejo
Fecha: 5 de junio de 2012 11:45
Asunto: Ollanta y la Gran Traición
Para: Guillermo Bermejo



Ollanta y la Gran Traición

En nuestro país, desde la caída de Fujimori, es imposible ganar una elección sin aparentar al menos ser progresista o que se le va a dar un espacio a la izquierda y sus banderas. La canallada naranja y su sangría bendiciendo a Montesinos y el Grupo Colina, la mafia del ritmo del chino comprando por kilos transfuguismos, medios de comunicación, jueces, fiscales, artistas, rematando empresas publicas y recursos naturales, solucionando todo en la salita del tío Vlady, le dio el espacio justo a esa izquierda que creyeron muerta luego del golpe de Estado del 92 y la cacería que significo contra sus líderes y militantes.
Las banderas para la caída de la dictadura, contra lo que digan los medios que pretenden que tengamos amnesia de ese episodio heroico de nuestro pueblo, era que se vayan los mafiosos, nuevas elecciones, Asamblea Constituyente y el cambio del Modelo Económico Neoliberal. Y en estas banderas estaban abrazados los insurgentes tardíos de Locumba. De todas esas alcanzo, al año siguiente, solo para las dos primeras. Pero quedo en la cabeza de la gente que la batalla continuaba.

Es por eso que uno podía ver y escuchar a Toledo y García 2001 jugando a quien era más radical, al mismo García el 2006 frente a Ollanta firmando actas de no venta de empresas públicas y prometiendo recuperar empresas estratégicas del país, anunciando maquillajes del modelo con inclusión social, no permitir la minería si la gente no quería y luchar contra la corrupción sin cuartel. Pudimos ver a Toledo diciendo que se podía caminar con la izquierda moderna y a García marchando en las marchas convocadas por la CGTP. Estos personajes que hoy acusan de extremistas a todos los que no queremos que destrocen el medio ambiente, fueron azuzadores más que los que están hoy siendo cuestionados por los maniquíes periodistas del telepronter y el audífono donde les dicen que decir.

Y luego fue palo, bomba y represión. Toledo 2001-2006 y García 2006-2011 nos dejaron la sensación de que el Fujimorismo gorilesco, matón, corrupto y vende patria se había sabido disfrazar bien, pues las caras gobernantes cambiaron, pero la política devoradora trasnacional de recursos naturales no solo continuo sino que se profundizo y por ende la represión. Y desde luego los “técnicos” o sea los extremistas del neoliberalismo se quedaron por los siglos de los siglos en los puestos claves del Estado.

Y los que veíamos en el 2006 mucho cuartel en Ollanta y en el grupete que los rodeaba pasado naranja, quienes desconfiábamos de su pasado en Madre Mía ( pero aquí hay que reconocer que se quedo y afronto el juicio a diferencia de los que se escapan porque se saben culpables), terminamos encontrando el 2011, ante un programa que proponía cambio del modelo neoliberal y asamblea constituyente los argumentos necesarios para acompañar a ese pueblo con fe que lo acompaño desde su primera candidatura.

Y esta vez ante todo el lodazal lanzado por la derecha (periodismo parcializado, encuestas manipuladas, campañas sistemáticas de difamación, etc.) se gano la elección. El gran problema para Ollanta es que no entiende de procesos. Se creyó el cuento que la derecha vende siempre: aquí se puede gobernar (y hacer negocios) hasta con 5 % de aceptación como Toledo o con 12% con García ambos en su peor momento. En la ecuación de la derecha el pueblo no cuenta. No cuenta que ha sabido colocar sus esperanzas cada vez más a la izquierda y que hoy por ejemplo no gobiernan las regiones “independientes” sino personas con militancia en la izquierda y claramente anticapitalista, porque esos procesos hicieron justamente que Ollanta sea Presidente hoy. Y hasta en esta Lima tan comodona y alienada se gano como izquierda la Presidencia Regional y la Alcaldía de Lima en medio de campañas de difamación nunca antes vistas.

Lo que debió entender Ollanta es que el pueblo hace rato (antes de su Locumba y su Andahuaylazo) que se tomo el toro por las astas para sacar a la mafia fujimontesinista y ese proceso no termino mas. El pueblo aprendió que la derecha es trabajar mas y ganar menos. Ver como clanes familiares se llevan lo que las mayorías trabaja, entendió que la represión que sufren por décadas viene del patrón y sus amigotes extranjeros. Y entendió que aquello que el fujimontesinismo le dijo, eso que hacer política era malo era falso y por el contrario estaba en ella su solución. Y va entendiendo que no solo es hacer política cada 4 o 5 años a la hora de votar, sino que es un ejercicio diario y que votar por alguien y elegirlo es como un contrato y que si no te cumplen tienes derecho a salir a protestar porque es legitimo y casi la única forma de que te cumplan lo prometido.

Y hoy que Ollanta prefiere hacer de su primer año el año 22 del continuismo neoliberal instalado por el ladrón y asesino hospedado en la Diroes, no entiende que su traición al pueblo (como cuando Fujimori hablo de respetar la Constitución del 79 y no aplicar el plan de Vargas Llosa) es una burla que ya no es aceptable, porque la conciencia de éste creció. Este pueblo no aguanta más. La destrucción del medio ambiente no es algo por ver, es algo que ya significo destrucción del medio ambiente por décadas y vidas humanas a favor del saqueo y la gente no compra mas el modelo extractivista y el “desarrollo “a punta de balas e imposiciones.

Con Valdés de Premier y demás Ministros Fujimontesinistas, lo que Ollanta nos viene diciendo que de tanto jugar al polo banco y al polo rojo en campaña, esto le tiño el alma de naranja podrida. Que la Gran Transformación ha resultado ser que el de anti minero se convirtió en protector de la minería sin licencia social. Que de prometer cambiar esta nefasta Constitución ilegal e ilegitima, madre de todos los males del país por anti popular y mafiosa, se convirtió en su defensor acérrimo. Que se convirtió en el arlequín del FMI, quien hablo de cambiar el modelo económico con tono enérgico en los mítines. Que pasó de ser el Comandante que llevaría a su pueblo a librarse de las ratas que parasitan el Estado, al alcahuete de los apristas corruptos, fujimoristas mafiosos y demás esperpentos expertos en el fraude y el trafico. Que el que pedía cabezas de perimieres cuando el pueblo era reprimido ahora manda a reprimir con igual dureza y si se necesita más y deja intactos a sus matones con fajines. Que aquel que se ponía contra todos los sicosociales resulte mandando a sus mastines a colocar molotov mal armadas en carros de serenazgo de la Municipalidad de Espinar para encarcelar a un alcalde coherente con su pueblo, y descreditarla lucha contra la Minera XTRATA o 3 molotov también cerca del aeropuerto de Cajamarca, para evitar que Don Isaac, su propio padre, no pueda ir a solidarizarse con el pueblo de Cajamarca contra el proyecto Conga. Y que aquel que llamaba luchadores sociales y se solidarizaba con ellos cuando no era poder, ahora que se siente Virrey diga que son azuzadores ultras los que le exigen que cumpla con lo que el mismo Ollanta prometió en campaña. Si pues, Ollanta tuvo su gran transformación.

Y ahora que se viene como volcanes en erupción una seguidilla de conflictos sociales (más de 150 activos según Defensoría del Pueblo) todo indica que el Plan de Ollanta es copiar lo hecho hasta ahora: campañas mediáticas contra los dirigentes sociales, persecución, reglaje y detención contra estos, procesos contra autoridades, congelamiento de las cuentas de los gobiernos que apoyen a sus pueblos en las protestas y sin lugar a dudas la militarización de las zonas que este gobierno va a seguir entregando al saqueo de los recursos naturales. ¡Como si con eso pudiera detener el avance de la historia!

Y en este mar de alto oleaje, comienzan a renunciar al feudo Ollantista los que ya no soportan ver como se ensaya el baile del chino con cantantes wachiturros y bailarinas culizueltas. Se van Javier Diez Canseco, Rosa Mavila, Verónica Mendoza y parece ser que algunos más los acompañaran en esta salida que le devuelve dignidad a la política peruana. Aunque esta salida de los congresistas no hará daño a la bancada, pues hace rato las bancadas perdedoras de las elecciones son el verdadero oficialismo y ya caería en la estupidez suprema Abugatas dejarse quitar más espacio por las mafias del ayer.

Y en las bases nacionalistas, esas que no estaban por el cargo ni el puesto de trabajo la estampida se acompaña del dicho: el ultimo en irse que apague la luz. Y esos que despertaron y que no aguantaron mas pus de traición, tienen el deber como todos los demás peruanos de venirse aquí donde el sol calienta, donde las papas queman y jugarnos la recuperación de la patria y vencer al último de los traidores.

Es imperativa la unidad de acción ante este macabro plan de terminar de rematar las riquezas del país y unificar las luchas. Hoy somos como decía Bertold Brecht, todos o ninguno, o todo o nada. Y hago desde aquí un llamado a todos los compañeros que estamos en luchas: esto no es por el lema de mi bandera o la tuya, por tu líder o el mío: la patria está en juego y dependerá de lo que hagamos para liberarla del último suspiro de la derecha criminal llamado Ollanta Humala.

Deshacernos de Valdés y este gabinete impresentable será un buen comienzo, debilitar al sector más retrograda de este cavernícola gobierno será un avance, sin perder el objetivo que es que el país se enrumbe por lo que la mayoría voto: Respeto de la decisión del modelo de desarrollo que los pueblos elijan a través del cambio del modelo económico y Asamblea Constituyente.

Hasta La Victoria Siempre
Guillermo bermejo Rojas

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