Dr. Hugo SALINAS
Es
indudable que la puesta en marcha del nuevo modelo económico que estamos
proponiendo reposa en un buen tratamiento del sistema financiero. Y los avances
en dinero, para el inicio o desarrollo de proyectos de inversión, a ser
ejecutados por las empresas-país, deben realizarse prácticamente en tiempo
real. No es suficiente que exista un financiamiento gratuito e ilimitado.
Cualquier
demora innecesaria en la emisión de dinero ocasiona pérdidas ante la
competencia de otras empresas. Esto nos está indicando que el sistema
financiero del sector a Repartición Igualitaria debe ser óptimo, el más
moderno, el más ágil, el más cercano al cliente, tanto en su aspecto
administrativo como en su aspecto gerencial.
Para
cumplir con ese cometido, es todo el sistema financiero del sector a Repartición
Igualitaria que debe desplegar un nuevo comportamiento, una nueva organización
y un solo nivel de decisión. El reto de facilitar a las empresas-país cumplir
con su tarea de ser el instrumento de la gran Transformación, lo exige. Y para
conformarse a estos requerimientos no hay otra alternativa que la Descentralización del sistema financiero.
Descentralización del sistema financiero
La
experiencia actual nos indica que el sistema financiero ligado al Gobierno
Central es pasivo, sin capacidad de iniciativa y sumiso a las decisiones
políticas de orden amical, partidario o de clan. La respuesta ante esta
situación es optar por un sistema
financiero Descentralizado que tenga tres
características fundamentales. La primera debe ser la Autonomía de cada una
de sus agencias locales. La segunda característica de un moderno sistema
financiero debe ser la toma de decisión a un solo nivel. En base a estas dos
características se puede lograr una tercera en condiciones óptimas: confundirse
con el cliente.
La Autonomía de una Agencia Local del
sistema financiero debe abarcar todos los campos, tanto administrativo como
financiero. Es necesario que cada Agencia Local del sistema financiero decida,
bajo su responsabilidad, los avances en dinero que demanden los proyectos de
inversión a ejecutarse o en curso de ejecución por las empresas-país. Para ello
debe contar con personal suficientemente capacitado para tomar decisiones en
condiciones de riesgo. Un personal con autonomía y conocimiento para impedir
acciones centralistas que distorsionan una acción eficaz del financiamiento de
las empresas-país.
De
igual modo, cada Agencia Local del sistema financiero debe tomar decisiones a un solo nivel. Es decir, la decisión tomada por
la Agencia Local con relación al financiamiento de un proyecto de inversión
debe ser definitiva y en última instancia. Debe ser una decisión sin opción a
una apelación o a otra decisión a un nivel superior. Una vez más, esto exige
capacidad y autonomía de su personal administrativo y técnico. Pero que quede claro, la decisión a un solo
nivel no elimina los otros niveles superiores de coordinación y supervisión.
Sobre
la base de Autonomía y de toma de decisiones a un solo nivel se puede realmente
lograr el objetivo de contar con agencias
locales comprometidas con sus clientes. Es de suma importancia que los
funcionarios de las agencias locales vivan y sufran la problemática local,
regional y nacional. Esto les permitirá proponer, a nivel local, regional o
nacional, soluciones a las grandes desigualdades socio-económicas, así como al
atraso en las formas de trabajar.
En el
proceso de la gran Transformación, los clientes no son aquellos que cuentan con
recursos, como sucede actualmente. Los “clientes” son aquellos que precisamente
no cuentan con recursos, motivo por el cual siempre han carecido hasta de los
Bienes de Necesidad Básica. La gran Transformación exige que los clientes “más
favorecidos” sean precisamente los sectores de la población con poco o ningún
poder adquisitivo. Aquellos precisamente que no cuentan con los Bienes de
Necesidad Básica.
La
Agencia Local debe ser proactiva, ir
en la búsqueda del cliente, y proponer la ejecución de proyectos de inversión
que son necesarios para lograr un cuadro de vida acorde con los tiempos
modernos. Existen fuentes de financiamiento. Lo que se requiere es que la
Agencia Local, poseedora de estas fuentes financiamiento, se convierta en “mil
caños de financiamiento para mil proyectos de inversión al mismo tiempo”.
Mil caños de financiamiento para mil
proyectos de inversión al mismo tiempo
Un
sistema financiero descentralizado, con plena autonomía y en condiciones de
administrar avances de dinero en condiciones de riesgo, es indispensable para
un crecimiento acelerado del sector empresarial a Repartición Igualitaria. El estado
socio-económico deplorable de la mayoría de la población exige que cada Agencia
Local sea proactiva en el suministro de Bienes de Necesidad Básica de las
personas con menores recursos. Y su actuar cotidiano debe ser en consecuencia.
La
descentralización del sistema financiero facilita, además, la apertura de agencias
en todas las localidades susceptibles de iniciarse un proyecto de inversión. El
sistema financiero debe ser dinámico, ir en la búsqueda del problema y proponer
su solución. Siendo el avance de dinero el facilitador del crecimiento
acelerado de la actividad económica, el sistema financiero se convierte en una
pieza clave del cumplimiento de tal objetivo. De ahí que, su dinamismo,
agilidad y presencia, es una exigencia a nivel de las agencias locales del
sistema financiero.
La
proactividad de las agencias locales al inicio o desarrollo de las
empresas-país y de los proyectos de inversión es un requerimiento para el
crecimiento acelerado del sector a Repartición Igualitaria. De esta forma se
podrán contar con “mil caños de financiamiento para desarrollar mil proyectos
de inversión al mismo tiempo”. La eliminación del desempleo y de la pobreza, al
más breve plazo, lo exige. Es posible y realizable.
Participación vertical y horizontal de
la población en cada proyecto de inversión
La
descentralización del sistema financiero, la autonomía de cada Agencia Local,
así como el financiamiento de la mayor cantidad de proyectos de inversión al
mismo tiempo, exige, igualmente, la participación
vertical y horizontal de la población. Se supone que la gran Transformación
es un proyecto de sociedad, que el gobierno en plaza tiene el mandato para llevarlo
a cabo. Pero, en verdad, quienes deberán ejecutarlo en términos reales, en sus
detalles más mínimos, es la población que está dispuesta a concretizar un
proyecto de gran Transformación.
La
adopción de este comportamiento incumbe, sobre todo, a las organizaciones y sus
líderes. El comportamiento del poblador debe necesariamente cambiar. El agente
de cambio tiene que ser cada una de las personas conformantes de la sociedad.
Es el dinamismo de ellos que hará la diferencia. Mientras los pobladores se
encuentren implicados, con toda fuerza, en la tarea de la gran Transformación,
sus objetivos serán alcanzados al más breve plazo. Fuentes de financiamiento
existen, un sistema financiero descentralizado es posible de rápidamente
implementarlo. Lo que debe ser permanente es el entusiasmo de la población, en
todos sus niveles y sectores, en el logro de sus objetivos.
En
consecuencia, cada proyecto de inversión debe estar básicamente acompañado del personal proveniente de cinco
instituciones: la primera, provendrá de la Agencia Local de financiamiento;
la segunda, de los demandantes del avance de dinero; la tercera, de la sociedad
civil inmersa dentro de los alcances del proyecto de inversión; la cuarta, de
los colegios profesionales; y la quinta, de las instituciones de educación,
universitaria fundamentalmente. Nadie, que tenga interés en participar en el
acompañamiento de un proyecto de inversión debe ser marginado. Es importante,
en cada proyecto de inversión, el concurso de todas las voces, de todos los
sentimientos, para asegurar su real cumplimiento, y en las mejores condiciones.
Con
ello se asegura una participación
horizontal, polivalente, de ciudadanos y profesionales, desde la germinación
de la idea hasta el cierre del proyecto de inversión. Un acompañamiento con
plena responsabilidad de los resultados y de lo que pudiera ocurrir en el
recorrido del proyecto de inversión. La participación de la sociedad civil, en
los diferentes estadios de avance de los proyectos de inversión, será siempre
una garantía del éxito.
Supervisión popular de los proyectos de
inversión
Desde
el inicio del bosquejo de un proyecto de inversión es necesario diferenciar
entre las personas que están implicadas con dicho proyecto (participación
horizontal) y las personas que optan por la función de supervisión (participación vertical). La claridad en
los dos roles, y su cumplimiento, permitirá la mejor coordinación y el mejor
logro de los objetivos del proyecto de inversión.
La
participación de la sociedad civil, tanto en la demanda del avance de dinero
como en la ejecución del proyecto de inversión, no exime la existencia de una Comisión de Supervisión de cada proyecto de
inversión. La supervisión no significa, tampoco, entrabar la marcha del
proyecto de inversión. Es simplemente valerse de la Transparencia del proyecto
de inversión para cuidar que todo se realice según lo previsto por el Comité de
gestión del avance de dinero, como por la administración del proyecto de
inversión.
Tanto
los unos como los otros tienen responsabilidad penal ante los resultados. Es
decir, tanto la Comisión de Supervisión, la Agencia Local, la empresa-país,
como las personas implicadas en la concepción y ejecución del proyecto de
inversión, tienen la misma responsabilidad. Y como lo detallamos líneas abajo,
la máxima responsabilidad penal está destinada a aquellas personas que, directa
o indirectamente, han cometido delito contra los bienes del pueblo. Tienen
igual responsabilidad penal tanto los que han cometido el delito como aquellos
que permitieron cometerlo.
La micro-empresa y su financiamiento
Dentro
de una economía a dos sectores que tiene por objetivo la búsqueda permanente
del bienestar general, la Repartición Igualitaria será el tipo de repartición
hegemónico. Por lo tanto, su sector financiero es el dominante en dicha
economía de mercado y, por ende, es el que deberá alimentar financieramente a
la micro-empresa. De donde se puede concluir que el sistema financiero del
sector a Repartición Igualitaria es el puente con el sector a Repartición
Individualista.
La
micro-empresa es, en esencia, una economía a Repartición Individualista. Las
utilidades de una micro-empresa pertenecen a su propietario. Además, el nivel
de sus activos y el volumen de sus transacciones hace que sea considerado como
una micro-empresa. En la mayoría de ellas es prácticamente imposible
diferenciar entre las utilidades de la micro-empresa y la remuneración del
trabajador-propietario.Esta una de las razones por las cuales es imposible que
en una micro-empresa se instale una Repartición Igualitaria.
No
obstante, es bien conocido que la micro-empresa es un sector importante en una
economía de mercado. En dicho sector se fermentan grandes empresas, se incuban
grandes innovaciones y descubrimientos. Es un sector, igualmente, que ocupa un
alto porcentaje de la población económicamente activa. En definitiva, la
micro-empresa juega un rol sumamente importante en el desarrollo de una
actividad económica dentro de una economía de mercado.
Por
estas consideraciones, la micro-empresa debe merecer una atención especial del
sistema financiero del sector a Repartición Igualitaria. Para tal efecto, se
debe implementar una línea especial de micro-crédito, en concordancia con la
naturaleza de dicha actividad económica.
Línea de financiamiento especial para la
micro-empresa
Los
profesionales de la micro-empresa provienen de orígenes diferentes, tienen un
alto sentido del riesgo empresarial, conservan permanentemente un elevado
espíritu de éxito, son dinámicos y flexibles en su actividad y, honran su
palabra empeñada.
Sin
embargo, la casi totalidad de dichos profesionales, a pesar de que los
requerimientos financieros son mínimos para iniciar y desarrollar sus
actividades, no cuentan con dicho
financiamiento. Y, por lo general, la gran banca no les presta la atención
debida. El micro-crédito no es su especialidad. Probablemente porque no les
reditúa los márgenes de utilidad a los cuales están habituados.
Son
estas consideraciones que exigen al sector económico a Repartición Igualitaria
prestar el máximo apoyo a la micro-empresa. Aquí algunas de las decisiones a
tomar: primero, en cada Agencia Local del sistema de financiamiento del sector
económico a Repartición Igualitaria, se debe abrir una Sección especial para
tratar con responsabilidad y agilidad el financiamiento de la micro-empresa.
Segundo, la tasa de interés debe ser la mínima, y cuyo monto tenga por objeto
cubrir solamente los gastos administrativos del financiamiento. Tercero, la
Agencia Local, a través de su Sección
especial de micro-crédito, debe estar presente permanentemente en dicha
actividad empresarial. Cuarto. Según la importancia de la población y de su
actividad económica, debe crearse agencias
locales especializadas en el micro-crédito. Quinto. La presencia de la
Agencia Local o de la Sección especializada en el micro-crédito, se debe
manifestar mediante un contacto personalizado y permanente, consejería de
negocios, formación profesional de los activistas de la micro-empresa y, cuando
se de el caso, ayudar a los micro-empresarios devenir empresarios del sector a
Repartición Igualitaria.
Formación intensiva de todas las
personas implicadas en los proyectos de inversión
El
nuevo estilo de gestión del sistema financiero, así como el desarrollo de
proyectos de inversión del sector económico a Repartición Igualitaria, exige de
cada uno de sus funcionarios una formación de alto nivel. Las especialidades
son numerosas, las mismas que rebasan la tradicional formación del financista o
del administrador del sistema financiero.
El
sistema financiero es una pieza clave en el éxito del sector económico a Repartición
Igualitaria. Los volúmenes de financiamiento, la complejidad de los proyectos
de inversión, la inexperiencia de los agentes del nuevo sector a Repartición
Igualitaria, la necesidad de una presencia constante y proactiva para enfrentar
la producción de los Bienes de Necesidad Básica y la creación y desarrollo del
proceso de trabajo de concepción, exigen calidad y experiencia de los agentes
del sistema financiero a Repartición Igualitaria.
Esto
explica la urgente necesidad de formar, lo más rápido e intensamente, a todas
las personas implicadas en los proyectos de inversión a ser desarrollados por
las empresas-país. En este sentido, los centros de formación, secundario e
universitario, deben abrir sus puertas y confundirse con las tareas de la gran
Transformación.
La formación debe ser horizontal y
vertical.
Se debe instaurar una práctica permanente de pasar del centro de formación al
centro de trabajo, y viceversa, en sus diferentes modalidades. Formaciones a
tiempo completo o a tiempo parcial, según la naturaleza de la formación y del
proyecto de inversión a desarrollar. De igual modo, deben abrirse las puertas
de los centros de formación a toda la población y, en especial, a todos
aquellos que tienen relación con un proyecto de inversión a desarrollarse por
una empresa-país.
La
formación vertical es una de las más importantes. Ello requiere que personal
altamente especializado, con gran experiencia y ocupando un tiempo prudencial
puestos de alta dirección, vuelva al llano, al más bajo nivel de la
administración o gestión. Esta inyección de grandes conocimientos y
experiencias en el manejo del sistema financiero permitirá a la Agencia Local
obrar con mejores resultados. Su autonomía se verá reforzada por la calidad de
su personal.
La
formación vertical exige una abertura al ascenso del personal. Y se estima que
el corrido profesional ascendente óptimo es de diez años. Luego de los cuales,
el funcionario debe retornar al lugar de partida, y ser el “padrino” de los
profesionales que inician su actividad en el mundo de las finanzas. Al mismo
tiempo, dicha formación vertical permite no perder contacto con la realidad que
enfrenta la Agencia Local, día a día, en su relación directa con sus clientes.
Es una manera práctica de contar permanentemente con una Agencia Local que
siempre guarda frescura, adaptabilidad a los cambios y claridad en los
objetivos.
El
prestigio de las agencias locales estará medido por la calidad de sus
profesionales. Y el avance acelerado de los proyectos de inversión y de las
empresas-país se verá grandemente favorecido por la formación
horizontal-vertical de sus funcionarios. Un gran apoyo para el cumplimiento de
la gran Transformación.
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