Ya
no es inusual que la noticia la constituyan los mismos redactores de noticias,
es decir, los periodistas. Esta vez no
se trata de un periodista victimado por el aparato represivo de un gobierno;
sino por una víctima de esta sociedad, en la que aún está lejana la justicia
social y en donde se rinde culto a la
apariencia y no a la esencia. Ahora, no
hace mucho ha sucumbido don Isaías Nicho Rodríguez, el decano de los
periodistas huachanos.
Hace unos lustros fui al encuentro de don Isaías
atraído por su libro Campiña adentro. En esa ocasión,
cuando viajaba en un ómnibus a Huacho, no se porque misterioso impulso le
pregunté a un pasajero por don Isaías.
Me respondió conocerlo y que le habían dicho que ahora residía en
Huaura; pero, que era mejor que averiguara con el tendero que vivía frente a su
antigua casa. El tendero me refirió de
su parte donde un viejito que atendía en un kiosco pasando el puente de Huaura.
Este señor, muy bien informado, me
indicó el domicilio de don Isaías y, además, me describió su genealogía.
Recientemente fui informado que don Isaías había
fallecido el 22 de setiembre de 1989. La presente nota, que aguardaba su
publicación, fue escrita el 29 de agosto del mismo año. Se ha mantenido el título y el uso del tiempo
verbal en su redacción como una licencia que nos hemos tomado en homenaje a una
personalidad imperecedera
Don Isaías es el periodista más
representativo de Huacho. Pero no se vaya a creer que lo es solamente porque
maneja la pluma con galanura y agilidad, sino, sobre todo, por ser cultor de lo
que podríamos llamar la huachanidad. Es fiel a su antigua progenie de los Nicho,
tan íntimamente ligada a Huacho.
Don Isaías nació en La
Campiña, específicamente en el tradicional barrio de La Cruz de Chonta, un 16
de Febrero de 1908. Desde muy joven practicó el periodismo; así
como también, el relato y el ensayo.
Hace más de cincuenta años
escribió, junto con seis amigos, Chancay
provincia nuestra, libro de 250 páginas que tiene un enfoque
socio/histórico. Luego vino Campiña adentro, su obra cenital y
ahora rareza bibliográfica. En Campiña
adentro ha logrado un estilo que ya quisieran tener más de uno de los
integrantes del llamado boom latinoamericano de la literatura. Tiene el mérito
de establecer rápidamente un contacto cálido con el lector, porque aprecia
amorosamente su temática narrativa. Su
estilo es franco y directo. Sus relatos fluyen cantarinamente como el agua de
las acequias campiñeras, en donde estan ausentes el espacio, el tiempo y el
ruido de la ciudad que tanto perturban.
Otra de sus obras es Historia de Huacho, presentada al
inaugurarse el nuevo local del colegio nacional Fabio Xammar. Don Isaías ha hecho, en el transcurso de su
vida, tal acopio de datos sobre su localidad que ha llegado a constituirse en
un archivo viviente. A donde él acuden
las personas que requieren información sobre cualquier aspecto de Huacho.
Pero, a principios de año,
este ilustre patriarca y decano de los periodistas huachanos, enfermó. Sin recursos económicos, ni seguro social,
deambuló de hospital en hospital. Su
enfermedad se complicó y fue desahuciado.
Ante esa situación le “dieron de alta” (léase: conminado a abandonar su
internamiento) dejándolo en la puerta de salida del hospital.
Jorge, su único hijo, lo
atiende en su casa, a pesar de sus limitaciones económicas. Don Isaías está recobrando la salud
asombrosamente. Ahora camina lentamente
apoyado en un bastón y habla de manera entendible, aunque con cierta dificultad
en la lengua. El ambiente de hogar y la
plazuela de san Francisco en Huaura, lugar en donde ahora reside, están contribuyendo
a su recuperación.
La enfermedad de don Isaías
ha servido para mostrar la ingratitud de colegas y directivos de las
instituciones huachanas. Tanto la
universidad como el Concejo Municipal –según refirió Jorge Nicho- ofrecieron
ayudar; pero sucedió lo mismo que con las promesas electorales.
El 28 de Julio la
Municipalidad de Huacho lo declaró Hijo ilustre, sin participarle de tal
nominación. Don Isaías ya tiene una pila
de diplomas y premios honoríficos acumulados en su larga vida, pero que no
tienen valor en este tipo de sociedad, cuando lo que necesita son medicinas con
urgencia. Sin embargo, ha recibido
recientemente una carta del Colegio de periodistas del Perú, en la que le hace
saber que se puede acoger a algunas prestaciones de la seguridad social.
Actualmente, tiene un libro
inédito: Por bueno, me pasa eso; ahí
relata la historia de tres generaciones de una familia y, según su autor:
“termina aquí, en la Plazuela San Francisco”.
Don Isaías aún mantiene sus energías creativas bullentes. Además, nos informa que tiene tres libros en
la memoria, pero necesita desarrollarlos y escribirlos; para que ello suceda
desea recuperarse y conversar, “así como lo hago con usted”, termina diciéndome
Isaías Nicho Rodríguez, el decano de los periodista huachanos.
Antonio Rengifo Balarezo
Lima, 29 de Agosto de 1989.
Reproducido de Los especiales de Huacho
Nº 56
Huacho, Octubre 1994
Publicación cultural mensual.
Directora:
Elena Castro Melazque
Domicilio:
El Olivar B-3 Prolongación Salaverry Cuadra 9
Telefax 321681
Los restos mortales de don Isaías Nicho reposan en
el Pabellón Santo Tomás del cementerio de Huacho.
Agradezco al antropólogo Tito Rodríguez Pastor por
la publicación. A él le hice llegar el
manuscrito.
(Antonio Rengifo B. rengifoantonio@gmail.com)
gracias me ayudo mucho
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