08 de febrero de 2014
Estimada Sonia Molina:
Es muy cierto, los dramáticos
sucesos comentados por Jorge Frisancho en "Con los chilenos
vinimos…" ocurrieron en diciembre de 1907,
veinticinco años después de la Guerra del Pacífico, o guerra del guano y del
salitre. Esa guerra de agresión y de rapiña contra Bolivia y Perú, fue
promovida, impulsada, financiada y dirigida por los comerciantes y banqueros
ingleses utilizando al gobierno chileno como instrumento de agresión.
A mediados del siglo XVIII las trece
colonias que se habían formado en América del norte lucharon por su
independencia nacional contra el dominio colonial inglés, y conseguida la
independencia e instaurada la nueva república, decidieron unirse y formar los Estados
Unidos de Norteamérica. En menos de cien años superaron en crecimiento
económico y desarrollo social a los países europeos, y comenzando el siglo XX
se convirtieron en la primera potencia económica, e incluso en la primera
potencia militar del mundo.
Por el contrario, a comienzos del siglo
XIX, los pueblos de América del sur, lucharon por su independencia
continental contra el dominio colonial español, y conseguida la independencia e
instaurada las nuevas repúblicas, decidieron formar los Estados
Des-unidos de América del Sur. Estamos próximos a cumplir doscientos años
de vida independiente y republicana, y los países de América del sur
actualmente se encuentran entre los países más atrasados y más pobres del
mundo.
Al comenzar el siglo XIX, los
colonialistas ingleses, recientemente expulsados de América del
norte, decidieron apoyar y financiar las luchas de la independencia de los
pueblos de América del sur contra el viejo dominio colonial español.
Lograda la independencia, los propios ingleses promovieron la división de
los países de América del sur, aplicando la vieja treta de "divide y
reinaras". Las sumisas y serviles clases dominantes de nuestros países,
compuestas por terratenientes feudales herederos de los encomenderos españoles,
aceptaron de buena gana esta división, comenzaron a formar países diferentes y
contrapuestos (así se formaron Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, y otros más), y
levantaron la bandera de la "defensa de la patria" para
sostenerse en el gobierno, lo que sirvió para malgastar los escasos recursos
fiscales en sostener ejércitos parasitarios "para defender las
fronteras", las cuales desde un comienzo han sido fronteras
artificiales entre nuestros países. Esa es una de las
causas de nuestro atraso económico y de nuestra pobreza social. Otro
hubiera sido el destino de nuestros pueblos, si desde un comienzo se
hubieran formado los "Estados Unidos de América del Sur".
Antes y después de la Guerra de 1879,
el enemigo principal del pueblo peruano había sido la clase dominante peruana,
es decir la clase terrateniente feudal. De manera similar, antes y después de
la guerra, el enemigo principal del pueblo chileno había sido la clase
dominante chilena. Tanto los terratenientes chilenos, como los
terratenientes peruanos, utilizaron a sus respectivos ejércitos
"nacionales", para masacrar decenas de miles de trabajadores de
nuestros dos pueblos, trabajadores que desde los inicios de la época
republicana lucharon en defensa de sus derechos. La historia de estos
abusos del poder, y de estas masacres contra nuestros pueblos, es muy
larga. En esas masacres "nacionales" el ejército
"peruano" asesinó a una cantidad veinte, o tal vez
cuarenta veces mayor, que los muertos que cayeron en combate en la
guerra de 1879, muertos que cayeron en defensa de la patria de los
terratenientes, de los explotadores y asesinos de nuestro pueblo.
Pero desde la guerra de 1879, la clase
dominante peruana ha pretendido encubrir y ocultar esa verdad, apelando a la
bandera de la patria, y pretendido responsabilizar a "los chilenos"
de nuestro atraso y pobreza, cuando han sido ellos, la propia clase
dominante peruana la real responsable de nuestras miserias. La
clase dominante peruana al comienzo estuvo formada por "terratenientes
feudales", y ahora, está formada por una parasitaria "burguesía
bancaria y comercial".
Es indudable que en el siglo XIX, en
tiempos de la guerra de 1879, no había una "identidad
nacional" entre el pueblo peruano y la clase dominante de esos
tiempos. De igual manera, ahora comenzando el siglo XXI, tampoco existe
una "identidad nacional" entre el pueblo peruano y la actual clase
dominante. Por el contrario entre las clases dominantes peruana y chilena si
existe una gran "identidad de clase"; y de igual manera, entre los
trabajadores y los pueblos chileno y peruano también existe, o debería existir,
una férrea "identidad de clase".
El enemigo principal del pueblo peruano
no está en Santiago de Chile, está en Lima, capital del Perú. De
manera similar, el enemigo principal del pueblo chileno no está en Lima,
sino en Santiago, capital de Chile.
La resistencia conjunta de los
trabajadores bolivianos, peruanos y chilenos, contra la represión en Santa María
de Iquique en diciembre de 1907, es un digno ejemplo de internacionalismo de
los trabajadores de nuestros pueblos, ejemplo que debemos reivindicar, y
colocar en primer plano de nuestra memoria.
Además, hay otro hecho que hace más
destacable, meritoria y heroica esa lucha. Entre los trabajadores que
resistieron en forma conjunta la agresión del ejército chileno en la matanza de
Santa María de Iquique, es muy posible que hubieran algunos trabajadores que
veinticinco años antes, habían sido soldados (o eran hijos de soldados)
que habían formado parte en los ejércitos chileno, peruano y boliviano, y
que en 1879 habían sido obligados a luchar entre ellos, en trincheras
diferentes. Pero en 1907, todos ellos lucharon unidos en una sola trinchera
contra el enemigo de clase, y agitaron una sola bandera, la bandera de los
trabajadores.
Muy agradecido por su atención
Saludos
Miguel Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario