La
existencia de los “petrodólares” ha sido uno de los pilares fundamentales de la
hegemonía económica de Estados Unidos desde el fin del acuerdo de Bretton Wood en 1971, dado que crea
por si sola una importante demanda mundial de dólares. El dólar es
la principal exportación de Estados Unidos y aunque no está respaldado por
nada, todo el mundo los usa. La pieza clave de este fenómeno, como señalamos en este post, es la existencia de los
petrodólares, que crea una creciente y significativa demanda de dólares (y más
cuando el precio va al alza), que permite a ese país acumular enormes deudas
sin que nadie castigue su morosidad. Quien quiera comprar un barril de petróleo
de Arabia Saudita, Kuwait o Venezuela, debe pagarlo en dólares aunque ninguna
compañía de Estados Unidos participe en la operación. Esto es lo que ha
generado grandes ventajas a Estados Unidos en los últimos 40 años y es la razón
de por qué el dólar ocupa una posición tan importante en el comercio mundial.
Al mismo tiempo, ayuda a entender por qué la crisis financiera incubada e
iniciada en ese país el año 2007, ha afectado más al resto del mundo que a
Estados Unidos.
Si bien la mayoría de las personas no comprende las repercusiones que tiene el hecho de transar el petróleo exclusivamente en dólares, hay algunos que se tomaron en serio el tema como Saddam Hussein o Muammar Gaddafi. Ambos trataron de cambiar las reglas del juego y buscaron facilitar que el petróleo se transara en otras monedas, como lo manifestó Sadamm Hussei a la Unión Europea el año 2000. Hussein señaló claramente sus deseos de comerciar el petróleo iraquí en euros, y de promover el euro como un fuerte competidor para el dólar. Pero Estados Unidos -y a la vista de todo el mundo – se inventó la falsa guerra de las “armas de destrucción masiva” (que nunca existieron) para dar muerte a Saddam y apoderarse de Irak y su petróleo. Hoy Irak es una colonia de Estados Unidos y por eso no es extraño que el oro de Ucrania figure como parte de los activos iraquíes, aunque de seguro está almacenado en las bodegas de la Reserva Federal en Fort Knox, como apuntamos en su momento.
Si bien la mayoría de las personas no comprende las repercusiones que tiene el hecho de transar el petróleo exclusivamente en dólares, hay algunos que se tomaron en serio el tema como Saddam Hussein o Muammar Gaddafi. Ambos trataron de cambiar las reglas del juego y buscaron facilitar que el petróleo se transara en otras monedas, como lo manifestó Sadamm Hussei a la Unión Europea el año 2000. Hussein señaló claramente sus deseos de comerciar el petróleo iraquí en euros, y de promover el euro como un fuerte competidor para el dólar. Pero Estados Unidos -y a la vista de todo el mundo – se inventó la falsa guerra de las “armas de destrucción masiva” (que nunca existieron) para dar muerte a Saddam y apoderarse de Irak y su petróleo. Hoy Irak es una colonia de Estados Unidos y por eso no es extraño que el oro de Ucrania figure como parte de los activos iraquíes, aunque de seguro está almacenado en las bodegas de la Reserva Federal en Fort Knox, como apuntamos en su momento.
Abriendo la caja de pandora
La situación ahora comienza a tensionarse dado que el boicot económico y financiero contra Rusia le ha permitido a este país dar impulso a un plan largamente esperado de negociar todas sus exportaciones de energía (petróleo y gas) en una moneda diferente al dólar. Los principales defensores de este plan son Sergey Glaziev, asesor económico del presidente ruso, Wladimir Putin, e Igor Sechin, consejero delegado de Rosneft, la mayor compañía petrolera de Rusia. Ambos han impulsado el plan de reemplazar al dólar y aceptar negocios con el rublo, el euro o el yuan. Varios funcionarios se han sumado a este plan como el Ministro de Economía, Alexei Ulyukaev, que comunicó a través de 24 canales de noticias que las empresas energéticas rusas deben abandonar el dólar. Andrei Kostin, presidente ejecutivo de Banco VTB de propiedad estatal, dijo que Gazprom, Rosneft y Rosoboronexport, empresa estatal especializada en la exportación de armas, comenzarán a operar en rublos. Solo falta establecer el mecanismo para realizar los intercambios y no cabe duda que no se escatimarán recursos para llevarlo a cabo.
Rusia ha
recalcado que quienes toman las decisiones económicas se han olvidado que la
crisis económica mundial que estalló el 2007 – y que todavía causa estragos en
el mundo- comenzó con el colapso de las entidades de crédito de Estados Unidos,
Gran Bretaña y otros países alineados al eje del dólar. Es por ello que cualquier
acción financiera hostil sea una espada de doble filo, que puede devolverse
como un boomerang. El bloqueo financiero a Rusia ha sido la gota que colmó el
vaso y esta medida puede marcar el punto de inflexión definitivo en la
hegemonía del dólar estadounidense, una moneda abiertamente inflacionaria y
expansiva que requiere de una tasa de crecimiento mayor al crecimiento de Pib
global para gobernar a sus anchas.
Rosneft ha
firmado recientemente una serie de grandes contratos para las exportaciones de
petróleo a China y está por firmar un importante acuerdo con empresas de la
India. En ambas operaciones, no hay dólares involucrados. Al mismo tiempo, la
rusa Rosneft ha firmado acuerdos con Irán para negociar más de 500.000 barriles
de petróleo iraní al día en el mercado global. La Casa Blanca está tratando de
bloquear esta transacción dado que abre escenarios muy graves y desagradables
para la hegemonía del petrodólar. Si Sechin decide vender el petróleo iraní por
rublos, se acelerará el declive del dólar como divisa universal y Estados
Unidos comenzaría un lento pero sostenido retroceso económico. Las sanciones
impuestas por Estados Unidos contra Rusia se han revertido como un boomerang y
esta represalia será desagradable para Washington. Estados Unidos sabe que una
vez que pierda el control sobe los costos de la energía, perderá el control
sobre el precio de los alimentos y también toda esperanza de controlar a una
población fuertemente armada… Pero ¿qué pasa si otros países deciden seguir el
ejemplo de Rusia? El pasado mes de marzo, China abrió dos centros en Europa
(Londres y Frankfurt) para procesar flujos comerciales en yuanes y euros, donde
el dólar ha quedado totalmente ausente. Esto deja en claro que la hegemonía del
dólar tiene los días contados.
En El Blog
Salmón | Los petrodólares y el interés monetario de las guerras
por el petróleo
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