26 de julio de 2014 | 08:17 CET
La Unión Europea y el Banco Mundial han desplegado toda su artillería
financiera contra Rusia. La UE quiere aplicar sanciones por un valor de 10.000
millones de euros al año por la crisis de Ucrania, y el Banco Mundial ha
procedido a bloquear todos los préstamos financieros a Rusia. Las sanciones económicas contra Rusia toman
forma más allá de la geopolítica. Y que el Banco Mundial bloquee un préstamo a
Rusia confirma a quien obedece este banco surgido tras el fin de la segunda
guerra mundial (una de las instituciones de Bretton Woods) y que tiene su sede
en Washington.
Las sanciones contra Rusia no se detienen aquí. De acuerdo con información de Bruselas, se aplicará a Rusia la prohibición de exportaciones a diversas industrias. Es decir, Rusia no podrá ofrecer sus productos en Europa, negándose a los europeos la posibilidad de acceder a los productos rusos. La santa inquisición de la UE no considerará sin embargo el gas. Rusia podrá seguir ofreciendo los fluidos de su gas a todos los países europeos.
Todas estas sanciones, con gas o sin gas, constituyen un duro golpe para
la economía rusa. Sin embargo, y como señalábamos en La guerra económica con Rusia podría tener un alto costo
para Europa y Estados Unidos, constituye también un duro golpe para
la economía europea dado que las medidas de boicot pueden volcarse como un
boomerang contra Europa. Hasta ahora, las llamadas Fase I y Fase II de las
sanciones contra Rusia no ha tenido un efecto significativo en la economía
europea. Pero esto puede cambiar cuando se pase a la Fase siguiente. Rusia
queda libre de cerrar las compuertas del gas para Europa y abrir paso a la
creciente demanda energética de Asia, encabezada por China. Este hecho podría
poner en serias dificultades a Europa.
Europa y el polvorín de Ucrania
En todo esto tiene especial relevancia la crisis de Ucrania. Pero, ¿quien mandó a
desestabilizar al país, promovió un golpe de estado contra el presidente Viktor
Yanukovich e instaló un gobierno títere? Merkel y Obama son los claros
responsables de haber arrancado a un gobierno democráticamente elegido y haber
instalado a Arseni Yatseniuk en el mando, un personaje de la linea neonazi que
solo acrecentó las tensiones divisionistas en Ucrania, y obedeció fielmente las
instrucciones de Alemania y Estados Unidos.
Yatseniuk obedeció tan bien las instrucciones de estos países que hoy
tienen la hegemonia global que, tras las elecciones, fue confirmado como Primer
Ministro del presidente Petro Poroshenko, el multimillonario a lo Berlusconi de
la política ucraniana. El frente de batalla de Yatseniuk siguió la pauta de
Merkel y Obama, y despidió a los principales cabecillas institucionales de la
rebelión ucraniana. Muchos de estos cabecillas eran generales de ejército a
cargo de las plataformas lanzadoras de misiles. Es decir, Yatseniuk ha
sido el principal responsable de que estas plataformas misileras quedaran en
manos de personal no calificado. Por eso Yatseniuk renunció a su cargo el
jueves 24 de julio, una vez confirmada la complicidad del ejercito ucraniano en
el caso del MH17, el avión de Malaysian Airlines que aparentemente fue
derribado por uno de estos misiles. Como de esta operación Estados Unidos es
100 por ciento cómplice, debido a las presiones a Yatseniuk para que diera de
baja a los Generales, el gobierno de Obama decidió cerrar el caso y declarar
que el avión "fue derribado por error".
Si bien hay aún muchas preguntas sin respuesta, no se descarta que el
MH17 haya sido derribado directamente por un avión del ejército ucraniano con
un misil aire/aire, dado el relativamente bajo nivel de daño en el fuselaje del
avión. Un misil disparado desde tierra habría pulverizado todos los restos de
ese avión que volaba a 10 mil metros de altura. Esta es justamente una de las
preguntas que nadie ha realizado. Ademas, como revela la página de Human Rights Watch, las fuerzas militares del
gobierno de Ucrania lanzan misiles a destajo y en forma indiscriminada en zonas
pobladas, violando todos los derechos internacionales humanitarios. "Estos
misiles -indica HRW- no pueden ser dirigidos con precisión por tanto no deben
ser desplegados en zonas densamente pobladas por lo que su uso constituye un
verdadero crímen de guerra".
¿Quien sabe disparar misiles?
Ucrania posee misiles desde mucho antes de la caída del bloque soviético,
pero nunca los había usado contra civiles y menos contra su propio pueblo. Esto
da cuenta del desorden moral y la esquizofrenia que sufren algunos de los
líderes europeos que encienden más la mecha a una crisis de múltiples raíces.
La investigación en terreno de Human Rights Watch confirma que las fuerzas del
gobierno de Ucrania fueron responsables de todos los ataques producidos entre
el 12 y el 21 de julio: cuatro ataques cerca de la frontera con Rusia, dos
ataques a edificios en el centro de Donetsk y otros dos en la periferia. El
ángulo, la forma de los cráteres y el corte de devastación a los edificios da
cuenta claramente del tipo de misil empleado y todo confirma que corresponde a
las fuerzas de gobierno. A Yatseniuk le quedó grande el cargo, y lo peor fue
que despidió al personal estratégico.
La valoración del personal estratégico es uno de los temas claves en
todo tipo de organizaciones, sean empresas privadas o gobiernos. La regla
indica que el personal estratégico, como aquel que sabe disparar y conducir los
misiles, debe cuidarse como prioridad. Esta fue una de las reglas claves a las
que faltó Yatseniuk: despidió a personal relevante que, tal vez "por
error" atentó contra su propio pueblo. El problema es que también
"por error", como señala el reporte del Departamento de Estado de
Estados Unidos, se derribó un avión con casi 300 personas, el MH17.
Esto confirma que el mundo actual no está en las manos más lúcidas. Está
en las manos de personajes que retuercen los hechos y que los manejan a su
propia conveniencia política, sin importarle en nada la especie humana.
Derribar aviones, saquear países, robar los fondos de pensiones parecen ser las
reglas del juego en el mundo moderno. El problema es que todo esto pasa factura
en un planeta que a la larga es más pequeño de lo que parece, y todo se puede
revertir como un boomerang. Las sanciones contra Rusia, que pretenden dejarla
en el inmovilismo total, pueden terminar pulverizando a Europa.
En El Blog Salmón
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