miércoles, 24 de septiembre de 2014

ELECCIONES 2014: MIERCOLES 24, LA MARCHA DEL 56% DE LIMEÑOS



Nos encontramos en las vísperas de la culminación de la próxima contienda político electoral municipal.

En toda lucha política siempre se desarrollan numerosas contradicciones. Y esta nueva confrontación municipal que culminará el 5 de octubre, no es la excepción. Por el contrario, observamos que se están presentando numerosas contradicciones a diferentes niveles. Bienvenidas sean las contradicciones. No hay que temerles, por el contrario debemos aprender a encauzarlas y aprovecharlas colocándolas al servicio de las luchas del pueblo.

En cada fase del proceso, dentro de esas numerosas contradicciones realmente existentes, una es la contradicción principal, y las otras son contradicciones secundarias. No tomar en cuenta esta relación entre la contradicción principal y las contradicciones secundarias nos llevaría a olvidarnos del "abc" de la dialéctica materialista, y a errar en la elección de nuestra táctica de lucha, perjudicando así, consciente o inconscientemente, a las luchas del pueblo.

La contradicción entre "los honestos y los corruptos" es una contradicción muy importante, que siempre hay que tenerla presente. Igualmente, la contradicción entre "los eficientes y los ineficientes" también es una contradicción muy importante. En eso coincido con mis amigos Raúl Wiener y Daniel Chumpitaz. El pueblo limeño en particular, y el pueblo peruano en general, demandan nuevos dirigentes y nuevas autoridades municipales "honestas y eficientes", y por lo mismo, rechazan a "los corruptos y a los ineficientes".
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Pero reducir la lucha político electoral a esas dos contradicciones señaladas más arriba, es "irse por las ramas" o "salirse por la tangente", y olvidar la contradicción más importante. Quedarse en la crítica a los "ineficientes" como hace Daniel, y a los "corruptos" como hace Raúl, es olvidar la contradicción principal. Y al final, sin querer, le están haciendo el juego a los políticos de la clase dominante.

En la presente lucha político electoral (que culminará el 5 de octubre, día que se iniciará otra fase de esta lucha), la contradicción principal en Lima  es la contradicción del pueblo limeño  contra la clase dominante, la contradicción entre las clase sociales a nivel económico y social, es determinante, mientras que las contradicciones a nivel ético-moral o a nivel técnico-ejecutivo, solamente son contradicciones condicionantes.

El pueblo peruano está conformado por más del 95% de la población, mientras que la clase dominante está conformada por escasamente una cantidad menor al 5% del total de la población (posiblemente no lleguen ni siquiera al 3% del conjunto).

El pueblo limeño (y el pueblo peruano) está conformado por varias clases sociales, y éstas, a su vez, comprenden y abarcan a varias tendencias y facciones. De manera sintética y apretada, podemos considerar a dos sectores fundamentales dentro del pueblo peruano:

En primer lugar, a los trabajadores asalariados, en sus múltiples modalidades, ya sean asalariados del campo o de la ciudad, asalariados manuales o intelectuales, o asalariados de las capas baja, media y superior. Todos estos trabajadores en su conjunto conforman la clase de los trabajadores asalariados.

En segundo lugar, en la actualidad el pueblo limeño (y el pueblo peruano) también está conformado por pequeños y medianos propietarios, que a su vez se subdividen entre los que trabajan en el campo o en la ciudad, y entre los que desarrollan trabajo manual o trabajo intelectual. Pero todos estos propietarios en su conjunto conforman la clase de los pequeños y medianos propietarios, clase social que junto con los trabajadores asalariados conforman el pueblo peruano.

Entonces, podemos observar que la composición social del pueblo peruano es sumamente variada y contradictoria. Y por lo tanto, esas diferencias sociales necesariamente se expresan como contradicciones políticas en las filas del pueblo peruano.

Pretender que el pueblo peruano en su conjunto se comporte como "una facción doctrinariamente homogénea" además de ser una reverenda estupidez, es una ilusión totalmente reaccionaria (sería como pretender volver a los tiempos de la Santa Inquisición y su “pensamiento único”). Por el contrario, las diferencias económicas y sociales dentro del pueblo, necesariamente se expresan como diferencias políticas dentro del pueblo.

En las filas del pueblo peruano siempre han habido (y siempre habrán) tres tendencias políticas fundamentales. Por un lado una tendencia mayoritaria de comportamiento reformista, por otro lado una tendencia minoritaria de comportamiento  aventurero, y en tercer lugar una tendencia radical, mucho más reducida que las anteriores, que intenta combinar armónicamente el determinismo con el voluntarismo, proponiendo la utilización de las diferentes formas de lucha posibles, sin descartar ninguna de sus modalidades.

Todas las personas que conformamos el pueblo limeño o el pueblo peruano (que somos más del 95% de la población), en última instancia nos ubicamos en alguna de esas tres tendencias políticas fundamentales: reformistas, aventureros o radicales. Pero sería un grave error el identificarnos con una de ellas, y pretender desconocer a las otras dos tendencias, y mucho peor combatirlas como si fueran parte del enemigo de clase.

Para fortalecer al frente unido del pueblo limeño, y del pueblo peruano, que sigue siendo la tarea prioritaria del presente, debemos de aprender a coordinar y apoyar la acción de las tres tendencias políticas fundamentales que existen dentro del pueblo en la actualidad, y luchar en forma conjunta contra los representantes políticos de la clase dominante.

Yo considero y estoy convencido que las listas de candidatos que postulan como Diálogo Vecinal al Municipio de Lima, con la Sra. Susana Villarán como aspirante a la reelección de la alcaldía, representan a una parte muy importante del pueblo limeño, y por lo mismo, merecen nuestro total apoyo. Yo reconozco tener numerosas discrepancias teóricas y político-estratégicas con ellos, pero el momento no es para perderse en inoportunos "debates teóricos" ni en "debates político estratégicos" dentro de las filas del pueblo.

En el momento actual debemos priorizar el debate y las acciones político-tácticas, uniendo todas las fuerzas susceptibles de ser unidas para luchar en forma conjunta contra el enemigo común. Más adelante (después del 5 de octubre) tendremos "tiempo hasta de sobra" para reanudar y continuar los debates teóricos y los debates político-estratégicos dentro de las amplias y variadas filas del pueblo.

Considero que Daniel se equivoca, cuando trata con cierto menosprecio a los trabajadores que laboran en las ONG. No olvidemos que nuestro país todavía sigue siendo un país capitalista, en el cual varios millones de peruanos trabajamos como asalariados en empresas públicas o privadas, y un sector importante de la población también trabaja en ONGs, lo cual no es ningún delito, así como no es un delito trabajar en una empresa privada o en una empresa extranjera. Los peruanos que trabajan en las ONGs se merecen el mismo respeto que los que trabajan en empresas públicas o privadas, sean nativas o extranjeras.  

Igualmente considero que Daniel exagera, cuando él anota "siempre fui de la opinión que Susana Villarán nunca fue, ni será, ni mucho menos representa a la izquierda peruana, en sus muchas variantes". Por el contrario, yo soy de la opinión que la Sra. Susana Villarán, de larga trayectoria en las luchas de nuestro pueblo, continúa representando a un sector muy importante del pueblo limeño y del pueblo peruano. Ignorar esa realidad evidente, en el fondo es un síntoma de no conocer la historia de las luchas del pueblo peruano en las últimas décadas.

La posición política de la Sra. Susana Villarán es muy diferente a los objetivos políticos que representan los candidatos Luís Castañeda o Salvador Heresi, que son dos típicos e inconfundibles representantes de la clase dominante, al igual que los otros candidatos que postulan en las listas del APRA, el PPC, o el Fujimorismo, en sus múltiples variantes. Confundir los intereses de clase que representan Villarán con los que representan los mencionados especímenes de la reacción nativa, significa no tener el más mínimo criterio del análisis de las clases sociales en el Perú actual.

Además considero que es absolutamente equivocado afirmar que la actual administración municipal dirigida por Susana Villarán "no ha resuelto ningún problema" de la población de Lima, como apresuradamente ha escrito Daniel.

Para responder a esta "crítica", que más suena a denuncia, habría que comenzar por apuntar "que cosa hemos hecho cada uno de nosotros" en atender los problemas de la población de Lima en el transcurso de los últimos cuatro años.

Atenta y cordialmente, nos vemos en la Marcha del miércoles 24.

Ing° Miguel Ángel Aragón
(23 de setiembre de 2014)
Pd.- A continuación trascribo los comentarios de Raúl Wiener y Daniel Chumpitaz.


El Lunes, 22 de septiembre, 2014 10:17:38, "Daniel Chumpitaz dachll@yahoo.com [nuevo_peru]" <nuevo_peru@yahoogrupos.com.mx> escribió:

Un factor importante a tomar en cuenta en este análisis es que la que representaba la honestidad o a los "no corruptos" no hizo nada o, al menos no hizo nada para las personas que estaban contra la corrupción, desilusiono completamente a estos sectores. Entonces, es permitido que ellos reflexionen y se pregunten. Si los honestos son pésimos gestionando la cosa publica, la ciudad o el gobernó, entonces prefiero al corrupto pero que me solucione los problemas.

Estos resultados son fruto del fracaso del sector que supuestamente representaba la honestidad, la gestión municipal se lleno de ONEGENEROS que tienen décadas llenándonos de muchos estudios y cero en ejecución; como dirían los jóvenes "mucho floro y poca acción". Pasamos de la "Tía regia" a la "Tía mucho floro".

Saludos.

Nota.- Quiero enfatizar que siempre fui de la opinión que Susana Villarán nunca fue ni será ni mucho menos representa a la izquierda peruana, en sus muchas variantes.

Lic. Daniel Chumpitaz Llerena.
Arqueólogo.
Tf: Oficina 2619227
Celular: 991483714

El Lunes, 22 de septiembre, 2014 8:32:33, "Raúl Wiener raulwiener@yahoo.com.ar [chimu]" <chimu@yahoogroups.com> escribió:

La marcha del 56%

¿Ustedes creen que alguna encuestadora, hubiera planteado la pregunta acerca de si sus entrevistados tendrían reparos para votar por alguien que robe pero haga obras, si Castañeda no fuera candidato?

¿Y no les parece que detrás de ese sorprendente dato de 41% que efectivamente no se sienten mal con un candidato corrupto que les garantice obras en su favor, se descubre muy fácilmente que quienes están diciendo eso saben que la pregunta implícita es si sabes que Castañeda no es de confianza por qué votarías por él?

Me parece, por tanto, que muchas de las disquisiciones sociológicas que se han hecho después de publicada la encuesta de Datum, están evadiendo deliberadamente este punto. Por ejemplo la idea de que los limeños han llegado a creer que todos los políticos son corruptos, entonces ya no les interesa que esa condición sea más o menos importante en su biografía.

Otro concepto es que las necesidades sociales, después de tantos años de crecimiento económico, son tan grandes que la población pobre no se detiene en detalles como la historia de los personajes que creen que pueden solucionarle algunos problemas. O que la informalidad en que vive tanta gente, empuja a muchos a la indiferencia hacia los asaltos que pueda sufrir la cosa pública.

Todo esto puede tener elementos de verdad, pero ¿por qué ahora? Si el 2000 este país se había alzado contra la corrupción, y el 2010 la disputa Kouri-Lourdes y Susana-Lourdes, fue atravesada por el eje de la corrupción y las malas compañías. La misma revocatoria se convirtió finalmente en un repudio a la eclosión de diversas mafias.

Entonces, cambio la pregunta: ¿por qué no ahora? Y ahí se puede discutir la campaña maliciosa para ensuciar a la mala y con mil trampas, a Susana Villarán, para que se relativice el tema de la gestión honesta. Pero también el de la naturalización del hecho que personajes corrompidos entren y salgan de los cargos públicos.

Lo que parecía una campaña anticorrupción con denuncias a candidatos con condenas o antecedentes de narcos, violadores y otros graves delitos, se está mostrando ahora como una cortina de humo para Castañeda, ya que no estando condenado por los varios temas por los que se le investiga puede ser un perfecto candidato de roba pero hace obras.

Finalmente lo que queda, casi como consuelo, es que la encuesta bote un 56% de respuestas de personas que de ninguna manera aceptarían votar por un candidato que consideran corrupto. Finalmente fue un 52% de peruanos el que le cerró el paso a Keiko Fujimori en otro caso de vuelve la corrupción y promete obras.

En nombre de esta mayoría y como un llamado contra la resignación y el voto corrupto, jóvenes, organizaciones de mujeres, colectivos democráticos están impulsando una marcha para el 24 de septiembre en Lima, para exigir gobiernos honestos para nuestra ciudad y para todos los peruanos. Apoyemos esa iniciativa. Nadie que robe debe llegar al poder.

22.09.14


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