lunes, 24 de noviembre de 2014

COLOMBIA: JUICIO AL GENERAL


COLOMBIA / opinión

Juicio al General
Por León Moraria
22 de noviembre del 2014

La retención del general Rubén Darío Alzate Mora por las FARC-EP es “boccato di cardinale”. El hecho hace propicio la realización de un juicio popular a las Fuerzas Armadas de Colombia, en la persona del general prisionero. En el desarrollo de este juicio: el Juez es el pueblo colombiano; el Jurado, la comunidad internacional; y el Fiscal, las FARC, como Ejército del Pueblo. Para hacer la acusación, toma la palabra el Fiscal:

“General Alzate, comencemos por dejar constancia ante este Tribunal y la comunidad internacional que su presencia en este campamento guerrillero, es un acto voluntario, al presentarse sin escoltas en la población de Las Mercedes, zona de guerra. Al desembarcar de la lancha que lo transportaba, usted de inmediato se dirigió al sitio donde estaban tres personas junto a la capilla del caserío, conversó con ellas menos de diez minutos y en su compañía, se marchó a pie del lugar.

“General ¿Por qué usted y dos acompañantes están aquí?

“Debemos dejar muy claro que están aquí por propia voluntad. En consecuencia, su retención y la de sus dos acompañantes no es un secuestro: Primero, por cuanto ocurrió sin acto de violencia alguno. Segundo, por cuanto por usted y sus acompañantes no se solicita rescate.

“General, por su condición y jerarquía, usted es objetivo militar dondequiera se encuentre; pero, mucho más, si está en zona de guerra. En consecuencia, usted y sus dos acompañantes son prisioneros de guerra, protegidos por tratados internacionales (Convención de Ginebra), que nosotros SÍ respetamos y cumplimos, actitud que ustedes no han asumido con nuestros comandantes (Raúl Reyes, Jorge Briceño, Alfonso Cano), abanderados de la paz, asesinados con alevosía cuando se encontraban en gestiones de paz, utilizando armas de destrucción masiva aportadas por una potencia militar extranjera. Tampoco respetan las normas de la guerra con los miles de guerrilleros prisioneros en las cárceles, auténticos campos de concentración, mazmorras donde se violan los derechos humanos. Tampoco cumplen con los tratados internacionales que protegen el derecho a la vida de la sociedad civil y miles de colombianos han desaparecido o son víctimas de los llamados “falsos positivos”. Ustedes han transformado el suelo de Colombia en la mayor fosa común de Latinoamérica (La Macarena con más de dos mil cadáveres). Según las Naciones Unidas, el 80% de las víctimas de la guerra en Colombia, las ocasiona el Estado, por medio de sus Fuerzas Militares, Policiales, Paramilitares y la utilización de armas ofensivas de todo tipo (cañones, morteros, obuses, napalm, glifosato) y armas de destrucción masiva (bombardeos aéreos) sobre zonas habitadas por la población campesina. De la violencia que ocurre en Colombia, sólo el 20% es atribuido a los frentes guerrilleros, producida por armas defensivas (fusiles), utilizadas en el constante accionar, para contrarrestar las campañas militares de exterminio.

“General, usted y sus dos acompañantes están recibiendo el mejor trato que es posible brindarles en la inclemencia de esta selva. No podemos ofrecerle las comodidades del cuartel ni de su hogar. En los seis días de permanencia en este campamento de la guerrilla, ha podido apreciar nuestras difíciles condiciones de vida, hundidos en la selva situada en la zona con mayor índice de pluviosidad del planeta. Aquí cuando no escampa, llueve. Durante sesenta años, en estas condiciones de humedad e intenso calor; o en el caso de las cordilleras, de intenso frío, hemos combatido, venciendo las inclemencias de la naturaleza, la escasez de suministros (alimentos, medicinas, avituallamiento). Y estar sometidos sin tregua, al cerco y enfrentamiento militar. ¿No cree general que sobrevivir durante cincuenta años, en estas condiciones, requiere tener ideales de lucha muy firmes, moral revolucionaria muy alta y muy claros objetivos económicos, sociales, políticos y reivindicativos para las mayorías nacionales? ¿Usted, que como militar sabe medir la condición de un combatiente, cree que colombianos con ideales y objetivos de lucha, como los que enarbolamos los guerrilleros y guerrilleras de las FARC-EP, somos vulgares bandoleros y asesinos, como en todo momento ustedes nos estigmatizan? ¿No cree general que nos merecemos el respeto debido a toda persona que asume una causa, plenamente justificada durante sesenta años, enfrentando las campañas militares que ustedes y el Pentágono (la CIA), han planificado para derrotar la lucha del pueblo colombiano? No olvide General que todas esas campañas militares las hemos derrotado (Plan Laso, Plan Colombia, Plan Patriota), dirigidas y financiadas por una potencia militar extranjera (los Estados Unidos), contra el pueblo colombiano.

“¿Por qué luchamos?

“Cuando usted vino al caserío Las Mercedes, pudo apreciar la situación de pobreza en que viven sus habitantes. Idéntica a la que ha podido conocer en su carrera guerrerista por toda Colombia. Estos compatriotas de Las Mercedes carecen de todo: trabajo, centro de salud, escuela, acueducto, agua potable, cloacas, electricidad; sus viviendas son ranchos de madera con piso de tierra, construidas a lo largo de una calle fangosa; su único alimento la pesca en el río y alguna agricultura realizada en condiciones imposibles por la pluviosidad constante. Caseríos como Las Mercedes hay miles en toda Colombia. Contra esa injusticia, pobreza, miseria de la población colombiana, libramos la lucha armada desde hace cincuenta años. Hemos podido perdurar durante tanto tiempo, porque recibimos el respaldo de las mayorías nacionales que encuentran, en esta lucha, la única posibilidad de redención de la pobreza, la miseria, la exclusión, el marginamiento. Durante esas cinco décadas de lucha armada contra tanta injusticia, discriminación y exclusión, ustedes han hecho lo contrario, han impuesto la guerra al pueblo colombiano para que perdure la injusticia, que día a día crece por las políticas antipopulares, neoliberales, tratados de libre comercio (TLC), de los gobiernos de la oligarquía/jerarquía católica, que ustedes defienden y mantienen en el poder. Gracias a su presencia en el caserío Las Mercedes, la comunidad internacional pudo ver las imágenes de pobreza y miseria del caserío, oír la denuncia, el reclamo de sus habitantes en las entrevistas trasmitidas por los canales de la TV nacional e internacional. Esas mismas denuncias y reclamos se escuchan en toda Colombia.

“General, la Constitución Nacional fija atribuciones muy claras a las Fuerzas Armadas para ser garantes de la independencia y soberanía de la Nación, la defensa del territorio y sus fronteras, contra toda presencia de fuerzas militares extranjeras. En consecuencia ¿Cómo explica usted, que en el territorio de Colombia, un país extranjero mantiene siete bases militares, con personal extranjero entrenado para manejar el armamento guardado o instalado en dichas bases? General ¿Cuál es el concepto que usted tiene de soberanía nacional? ¿Cuál es el concepto que como militar usted tiene de Patria independiente y soberana? ¿No cree general que como colombiano y como militar su deber supremo es expulsar al ejército invasor del territorio y violador de nuestra soberanía? General ¿Se puede firmar el acuerdo de paz, con la presencia de siete bases militares extranjeras instaladas en el territorio nacional? General, en lugar de disparar contra la guerrilla, las armas que la República puso en sus manos ¿Por qué no cumple con su deber constitucional de dirigirlas contra el ejército invasor y sus siete bases militares? De ocurrir tal hecho, el conflicto armado se transformaría en auténtica guerra de liberación nacional de todo el pueblo para conquistar la soberanía y así, las Fuerzas Armadas, pasarían a ser verdaderas herederas del legado de Bolívar, Santander, Sucre, Córdoba, Nariño y todos los próceres que nos dieron esta Patria para que sea independiente y soberana, sin la presencia de tropas extranjeras y sus siete bases militares.

“General ¿No cree usted que con el presupuesto destinado a mantener en armas un ejército de 700 mil efectivos (entre militares, diferentes policías y paramilitares), se puede mitigar la situación de pobreza, de miseria, de injusticia social que padecen los habitantes del caserío Las Mercedes, situación de pobreza similar en caseríos de toda Colombia? ¿No cree General que con ese presupuesto, milmillonario, destinado a financiar la guerra contra el pueblo colombiano, se pueda atender las necesidades de los barrios pobres en todas las ciudades y pueblos de Colombia? Si los frentes guerrilleros durante sesenta años han luchado por esas necesidades elementales del pueblo colombiano ¿No cree General que al destinar ese presupuesto militar, milmillonario, a la solución de las necesidades elementales de las mayorías nacionales, se conseguiría el fin de la guerra al arrebatarle a la guerrilla las banderas de la reivindicación social? Sería la forma más razonable de acabar con la guerra, en lugar de utilizar ese presupuesto, milmillonario, para pretender acabarla con más guerra.

“General ¿Para usted cuáles son las causas de la guerra? ¿La guerra como ustedes los militares la enfocan, la conciben, es el capricho de grupos guerrilleros en armas; o es la consecuencia del despojo de tierras a los campesinos, la negación de los derechos laborales a los obreros, el reclamo de educación, salud y trabajo para las mayorías nacionales, el reclamo de la participación política, la actividad cívica, el derecho a elegir y ser elegido, el ejercicio de la democracia, en fin los derechos ciudadanos?

“General, ante la imposibilidad que durante sesenta años las Fuerzas Armadas han tenido para derrotar las guerrillas - instrumento armado del pueblo colombiano para la autodefensa de masas - optaron por destruir la base social que respalda de mil formas la lucha guerrillera. Para ello recurrieron a las masacres en zonas campesinas (Marquetalia, Chaparral, Mapiripan, Magdalena Medio, Catatumbo, Arauca), no hay zona campesina en Colombia donde la presencia de las Fuerzas Armadas no signifique crímenes, masacres, despojos, desapariciones, desplazamiento de la población campesina hacia las ciudades y pueblos o hacia países vecinos (en Venezuela hay cinco millones de colombianos desplazados), víctimas de la violencia impuesta por las Fuerzas Armadas, “falsos positivos”, violaciones, odio contra la mujer que se ha visto en la necesidad de empuñar las armas para defender su integridad física, luchar contra la misoginia religiosa y el machismo presente en la sociedad, así como, el derecho a ser dueñas de su cuerpo, para tener hijos o para abortar, conquistar la igualdad ante el hombre en todo y para todo. Hoy, en la guerrilla, el 40% de los combatientes son mujeres que ocupan la trinchera de combate en igualdad de riego que los hombres.

General, ante la imposibilidad militar de derrotar la guerrilla, ustedes recurrieron a entrenar y armar bandas de paramilitares en contubernio con el narcotráfico. De esa manera el horror de la guerra alcanzó el clímax. Las monstruosidades cometidas por los paramilitares (motosierra, hornos crematorios, seres humanos transformados en alimento de caimanes para desaparecerlos), acciones horribles que cuentan con el aval de las Fuerzas Armadas. A los paramilitares les encargaron la parte más sucia de la guerra, que antes realizaban militares y policías (corte de franela, corte de corbata). Todo con la anuencia del alto mando militar, su gobierno oligárquico y el financiamiento del imperio. La diferencia entre ustedes y nosotros está en que ustedes son mercenarios que luchan por la paga, en tanto nuestra lucha es por ideales de mejoramiento económico, social y político de las mayorías nacionales. Luchamos por la Patria independiente y soberana.

“Desde el momento mismo de la fundación de las FARC (1964), nuestro Comandante Manuel Marulanda, presentó la propuesta de paz. Durante 50 años, las FARC han llamado a todos los gobiernos a sentarse a conversar para encontrar el camino de la paz. Si la Constitución Nacional fija las normas para la convivencia ciudadana – el pacto social - ¿Por qué ustedes son enemigos de la paz? ¿Por qué la paz tiene enemigos, si es el bien más deseado, más preciado por las mayorías nacionales? Cuando en el pasado se han firmado acuerdos de paz ¿Por qué ustedes en lugar de ser los garantes de esos acuerdos, los han utilizado para ubicar a los luchadores sociales, a los defensores de los derechos humanos, para asesinarlos? ¿Por qué en Colombia, todos los acuerdos de paz han conducido al asesinato de los jefes rebeldes que firmaron dichos acuerdos? Ocurrió con los jefes de la Rebelión Comunera de El Socorro (1781). Ocurrió con el fin de la guerra de independencia, que condujo al asesinato del mariscal Antonio José de Sucre y el destierro de Bolívar. Ocurrió con el acuerdo de paz que puso fin a la Guerra de los mil días y condujo al asesinato del general Rafael Uribe Uribe. Ocurrió con el acuerdo de paz de Rojas Pinilla y las guerrillas liberales de El Llano, que condujo al asesinato de Guadalupe Salcedo y demás jefes guerrilleros. Ocurrió con el acuerdo firmado por el presidente Betancur, que dio paso a la formación de la Unión Patriótica, cuyo éxito electoral, condujo al asesinato de cinco mil activistas, tres candidatos presidenciales (Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro), senadores y diputados al Congreso. Dígame una cosa General, la firma de la paz será, una vez más, para mantener la tradición de asesinar a quienes depongan las armas. ¿Por qué no creer que así pueda ocurrir? Es la tradición que se ha cumplido durante más de 200 años.

“En próxima audiencia de este Tribunal, podemos aportar más elementos a este juicio. Por ahora, más que mantenerlo como prisionero de guerra, nos interesa la continuación de las conversaciones de paz en La Habana, máxima aspiración de la FARC-EP, desde su fundación hace 50 años. Hemos sido y somos los auténticos abanderados de la PAZ. Nuestra lucha armada es contra la injusticia y por la paz. Lo invitamos General a asumir nuestra causa, que es la de todo el pueblo colombiano. La América entera y el mundo nos contemplan. General, puede regresar tranquilo a su hogar. Nadie podrá decir que las conversaciones de La Habana se interrumpieron por causa de las FARC-EP. General, le hemos demostrado que en las zonas de guerra con presencia de la guerrilla, se puede andar sin escoltas. Usted y sus acompañantes han recibido el trato de respeto que se merecen como seres humanos ¡Exigimos reciprocidad!”

de: Resumen Latinoamericano <resumen@nodo50.org>
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fecha: 23 de noviembre de 2014, 20:12
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