Entrevista con
Franco Berardi (Bifo), filósofo y activista italiano
eldiario.es
05-11-2014
La financierización de la vida y la
virtualización de las relaciones generan nuevas formas de malestar social.
¿Cómo puede politizarse ese sufrimiento?
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Es
una experiencia cotidiana: el trabajo en un contexto capitalista es principalmente el
medio para un fin (la ganancia). Un trabajo indiferente por tanto a su
contenido, vaciado de significado, determinado primordialmente por el dinero.
Mantequilla o misiles: lo mismo da, lo importante es que el producto-mercancía
venda en el mercado. Marx lo llamó “trabajo abstracto” y a partir de él definió
el modo de producción capitalista y su carácter destructivo.
Según
Franco Berardi (Bifo) -filósofo italiano, teórico de los
medios de comunicación y las transformaciones del trabajo, implicado en
movimientos políticos desde los años setenta-, dos niveles más de abstracción
se añaden en nuestros días a la abstracción del trabajo: el gobierno de las
finanzas (un poder sin arraigo local alguno) y las redes virtuales de
comunicación (un intercambio simbólico sin cuerpos). La financierización de la
vida y la virtualización del contacto generan según Bifo nuevas formas de
malestar social, nuevas patologías, nuevos tipos de sufrimiento.
¿Puede
politizarse ese malestar? ¿Qué formas de acción colectiva pueden reconvertir el
sufrimiento en fuerza transformadora? La sublevación (edición
española en Artefakt,
edición argentina en Hehkt)
reúne una serie de textos escritos por Bifo al calor de los movimientos de las
plazas (primavera árabe, 15M, Occupy...). La sublevación, tal y como aparece
pensada en el libro, es en primer lugar el levantamiento de los cuerpos
explotados, estresados, deprimidos. El primer paso para la reconstrucción de un
cuerpo social capaz de desafiar el dominio de la híper-abstracción digital y
financiera.
***
Abstracción
financiera
1.
¿En qué consiste la abstracción financiera?
Bifo. Nombro así al conjunto de los automatismos
financieros que subyuga la vida real y la producción, vaciándolas de energía y
de poder político.
2.
¿En qué sentido la abstracción financiera vacía el poder político?
Bifo. Es algo muy obvio que todos hemos entendido
en los últimos años: las instituciones de la democracia política no pueden nada
frente a la prioridad de la abstracción financiera. La liquidación del primer
ministro griego, Yorgos Papandreu, el día mismo que propuso un referéndum sobre
el “plan de ayuda” del BCE al Estado griego en 2011 fue la declaración final de
la anulación de la democracia en el continente europeo. Las tradiciones
humanistas e ilustradas quedaron igualmente barridas de un plumazo ese mismo día.
3.
Explícate.
Bifo. El humanismo es esencialmente el movimiento
por el cual la voluntad humana se emancipa de la tutela divina. Por su lado, la
Ilustración proclama la superioridad de la Razón y de la Ley sobre la fuerza de
los "animal spirits" del egoísmo económico. Pues bien, God
is back, la potencia superior de lo divino sobre la voluntad humana
regresa, pero ahora con la forma del capital financiero. Las leyes no tienen
hoy ninguna fuerza frente a la circulación global de los algoritmos
financieros, ni ante la potencia desterritorializada de las empresas globales.
4.
¿Pero no sido siempre así en la historia del capitalismo? ¿Por qué sería esto
una novedad?
Bifo. Creo que la clase financiera es distinta a la
clase que en los siglos de la modernidad conocimos como burguesía. La burguesía
se enriquecía gracias a la explotación de la clase obrera, pero también gracias
a la producción de bienes útiles para la vida social. Es una clase que acumula
plusvalía a través de un proceso de producción de bienes útiles. Sin embargo,
la clase financiera -o, mejor dicho: el conjunto de los automatismos
financieros- se enriquece a través de la destrucción del valor
producido, a través de la privatización de los bienes comunes. La plusvalía
de las finanzas es una minus-valía desde el punto de vista
social.
Por
otro lado, la burguesía tenía una fuerte territorialización ciudadana y
nacional, mientras que la clase financiera es una clase totalmente
desterritorializada, incapaz de identificarse con ningún lugar específico.
Malestar
social
5.
¿Qué efectos tiene la abstracción financiera sobre el cuerpo vivo de la
sociedad?
Bifo. Ya no hay continuidad en la experiencia del
trabajo: no se llega cada día al mismo lugar, no se cumplen las mismas rutinas,
no se encuentra a las mismas personas. El trabajador mismo ya no existe como
persona, es el productor intercambiable de fragmentos de tiempo/trabajo
conectados en una red global.
El
tiempo vivido por los trabajadores precarios se fragmenta -o, mejor dicho, se fractaliza-
al tener que adaptarse constantemente a los requerimientos de la producción.
Pero tengamos en cuenta que el cuerpo vivo tiene sus pulsiones, su
sensibilidad, su tiempo y sus deseos. La abstracción financiera superpone un
tiempo espasmódico, en constante aceleración, a la sensibilidad del cuerpo
individual y colectivo.
6.
Produciendo por tanto efectos a nivel individual y colectivo, ¿no? ¿Cuáles son?
Bifo. Las patologías causadas por la aceleración y
la competición agresiva se manifiestan a nivel individual como una verdadera
epidemia de sufrimiento mental, psíquico, emocional. Las crisis de pánico, los
problemas de atención, la soledad competitiva, la depresión... A nivel
colectivo, la consecuencia es la crisis de la solidaridad social. Cada
individuo percibe a los otros esencialmente como competidores y no como cuerpos
afectivos.
Abstracción
digital
7.
A la abstracción financiera se le añade una abstracción digital, ¿en qué
consiste, cómo opera?
Bifo. La abstracción digital es el efecto de la
aplicación de las tecnologías de virtualización a la comunicación entre los
seres humanos y su operatividad se manifiesta como intercambio lingüístico sin
cuerpo, como escisión entre palabra, cuerpo y afectividad.
8.
En el libro analizas los efectos “éticos” de la virtualización del contacto,
¿cuáles son?
Bifo. Para mí, ética y estética están íntimamente
relacionadas: la parálisis ética, la incapacidad de gobernar éticamente la vida
individual y colectiva, proviene de una perturbación de la estesia,
es decir, de la percepción de la continuidad sensible del propio cuerpo en el
cuerpo del otro. De una comprensión erótica del otro. La
virtualización del contacto produce un efecto de de-sensibilización emotiva, de
soledad relacional, de fragilidad psicológica.
9.
Quizá es algo que podemos entender mejor a partir de la diferencia que haces en
el libro entre “lógica de conjunción” y “lógica de conexión”.
Bifo. La conjunción es un intercambio en el cual
los cuerpos se ponen en relación recíproca de manera tal que cada comunicación
se manifiesta como singular, irrepetible. La simpatía, es decir, el sentir
compartido (sym-pathos), es la dimensión general del intercambio
conjuntivo.
Pero
mientras que la lógica conjuntiva implica la interpretación de la dimensión
gestual, corporal y de las implicaciones emocionales (con sus ambigüedades y
matices), la lógica conectiva reduce la relación con el otro a pura
descodificación de una sintaxis, a un contacto funcional dentro de estándares
predeterminados. Es el caso de Facebook.
El
proceso de mutación que se desarrolla en nuestra época está centrado en el
cambio de la conjunción a la conexión como paradigma del intercambio entre los
organismos conscientes.
La
sublevación
10.
Entre 2010 y 2013 se activaron movilizaciones masivas en Inglaterra, Túnez,
Egipto, España, Grecia, EEUU, más tarde en Brasil y Turquía, ahora en China...
Las características y los objetivos de esas movilizaciones han sido muy
diferentes, como diferentes son las condiciones políticas y culturales de los
diferentes contextos. Pero tú consideras que esa serie de levantamientos forman
parte de la misma onda, ¿por qué?
Bifo. Creo que sí, porque todas esas
movilizaciones, incluyendo las que se dieron en las ciudades árabes, tenían
desde el comienzo una misma voluntad de reactivar la solidaridad y la dimensión
física de la comunicación social. Los trabajadores y los estudiantes rebeldes
intentaron en primer lugar crear condiciones de conjunción directa,
física y territorial para salir de la alienación virtual.
¿Por
qué ocupar una plaza, una calle o un territorio cuando sabemos muy bien que
allí no reside ningún poder político y que el sistema financiero no se localiza
en una dimensión territorial? Porque la primera cosa que necesitan los
trabajadores precarizados es la reactivación de una dimensión afectiva y
territorial que permita reconstruir las condiciones emocionales de la
solidaridad. Me parece que ese es el sentido de la toma de las plazas, de las
acampadas. Una sublevación colectiva es antes que nada un fenómeno físico,
afectivo, erótico. La experiencia de una complicidad afectuosa entre los
cuerpos.
11.
¿Cómo se “organiza” una política así, mediante qué formas, instituciones, etc.?
Bifo. Me gusta poner la imagen del mantra: el
mantra es una respiración colectiva armónica, una metáfora de lo que en la
dimensión política llamamos solidaridad. La organización que imagino no pasa a
través de la democracia representativa, ni de una organización centralizada
como fue el partido leninista del siglo XX. Tiene más que ver con el ritmo de
un mantra.
12.
¿Qué balance haces de la onda de movimientos que se activó en 2011? ¿Qué
potencias y límites ha encontrado?
Bifo. El balance es ambivalente. Por un lado,
podemos decir que los movimientos de las plazas no lograron frenar ni un ápice
la explotación financiera, la imposición de la deuda, la destrucción y
privatización de los bienes comunes. En ese sentido podemos hablar de fracaso.
Pero creo que debemos valorarlos desde un punto de vista evolutivo más largo.
Estos movimientos han revelado la dimensión afectiva de lo social. Es la
condición necesaria para emprender un movimiento de recomposición de los
saberes comunes -científicos, técnicos, afectivos, organizativos- por fuera de
la explotación capitalista.
13.
¿Cómo piensas una posible alianza entre lo digital y la dimensión “física” de
la rebelión?
Bifo. Las nuevas tecnologías han sido y siguen
siendo herramientas para la ampliación de la comunidad, aunque sólo virtual, y
para la coordinación de iniciativas y acciones a nivel global. Pero sólo la
presencia física y territorial puede activar la empatía y la solidaridad. Al
mismo tiempo, en términos de eficacia, las acciones más exitosas en términos de
sabotaje del dominio imperial han sido acciones como las de Assange y Snowden
que se desarrollan en la dimensión digital. La acción subversiva es muy eficaz
cuando se desarrolla en la esfera digital, cuando se infiltra en el interior de
la dimensión algorítmica del capitalismo.
14.
En España, varios dispositivos más o menos “partidarios” surgidos a partir del
15M apuntan a “tomar el poder político” en sus diferentes escalas (nacional,
regional, municipal), aprovechando un vacío creado por la deslegitimación
radical del sistema de partidos instalado en la Transición española, ¿qué papel
crees o imaginas que pueden tener las instituciones estatales en la promoción
del cambio social que proyectas en el libro?
Bifo. Las nuevas organizaciones políticas, como
Syriza y Podemos, pueden ser muy útiles para la resistencia de los
trabajadores, para la supervivencia en condiciones de empobrecimiento y
disgregación social. Pero no creo que puedan hacer mucho contra el poder
financiero, ni para favorecer la liberación de las energías intelectuales del
trabajo por fuera de la dominación capitalista.
La
frase "yes, we can" de Obama fue más un exorcismo
contra la impotencia de la política y de la voluntad que un programa. El hecho
de que la máxima autoridad mundial diga “podemos” es el signo de que algo no
funciona, un sentimiento de impotencia que la política no puede admitir pero
que es evidente. Seis años después de su primera victoria, Obama tiene que
reconocer que no puede salir de la “guerra infinita” bushista, que no puede
parar la devastación del medio ambiente, que no puede modificar la tendencia
hacia la concentración de la riqueza.
No
podemos, esa es la verdad. El tiempo de la voluntad y de la política se acabó. Tenemos que desplazar la energía social
hacia una dimensión que no es ni la democracia representativa ni la subversión
política, sino la imaginación de nuevas formas de organización del conocimiento
y de la producción, la creación de una plataforma técnica y política para la
auto-organización de la inteligencia colectiva (fuerza productiva principal
del tiempo presente).
15.
Creo que para ti, la política consiste en una “mutación antropológica” (como
decía Pasolini, aunque él la temía). ¿Cómo se puede pensar esa “mutación
antropológica” por fuera del esquema revolucionario tradicional del “Hombre
nuevo” que ha causado tantos estragos en el siglo XX?
Bifo. Pasolini temía justamente la mutación
antropológica producida por el capitalismo tecnológico y global, y su miedo
tenía buenas razones. Nos encontramos en la situación de uniformización y de
violencia psíquica interindividual que él presagiaba hace cuarenta años.
Tenemos que imaginar una salida antropológica de la mutación antropológica
uniformizadora que impone el capitalismo global, pero una salida distinta a la
del siglo XX.
Las
utopías de la modernidad se fundaron sobre la exaltación testosterónica de la
juventud. Fueron utopías violentas y esperanzadas (esto es, en última instancia
desilusionantes, consagradas al arrepentimiento). Nuestras fuerzas ya no puede
basarse en el ímpetu juvenil, la agresividad masculina, la batalla, la victoria
o la apropiación violenta, sino en el gozo de la cooperación y el compartir.
Reestructurar el campo del deseo, cambiar el orden de nuestras expectativas,
redefinir la riqueza, es tal vez la más importante de todas las
transformaciones sociales.
En
castellano, Bifo ha publicado también La
fábrica de la infelicidad o El
sabio, el mercader y el guerrero.
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http://www.rebelion.org/noticia.php?id=191663
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