17 de febrero de 2015
Si bien las reuniones de la semana pasada entre la UE y el
gobierno griego habían generado un poco de optimismo, la reunión de ayer cerró
todas la puertas y dio cuenta de la inevitable fractura de Europa.
Alemania no está dispuesta a ceder ni un ápice, pese a que las políticas que ha
implantado para toda Europa en los últimos siete años han sido un rotundo
fracaso y están condenando a Europa a una tercera recesión. Este malestar
económico ya comienzan a sufrirlo los propios alemanes (de ahí que Angela Merkel
sufriera el pasado domingo su mayor derrota política en Hamburgo). Esto ha
llevado al gobierno alemán a desconocer las elecciones democráticas, tal como
ayer lo planteó Wolfgang Schauble, el ministro de finanzas de Alemania: "Yanis
Varoufakis es un pésimo ministro para Grecia". Olvida Schauble
que el gobierno de Tsipras fue elegido por amplia mayoria y que los planes de
Varoufakis tienen un respaldo del 79 por ciento de la población.
Con sus palabras, Schauble sigue demostrando la ceguera de la troika frente a la crisis, que en siete años no ha hecho nada más que enriquecer a los banqueros y sus dueños. Esta es una de las múltiples variantes europeas que alientan los espiritus antidemocráticos de Europa. Schauble ya había declarado que para él las elecciones griegas era como si no existieran. Y ayer reafirmó que la actitud del gobierno griego es irresponsable, seguramente por aplicar consistentemente su mandato electoral y no obedecer los dictados de la Troika. El miedo de Schauble es muy claro: si se acepta la petición de Grecia, Portugal e Italia seguirán el ejemplo y eso pondría en serios apuros a Alemania y todo el proyecto-negocio de la moneda única.
Con sus palabras, Schauble sigue demostrando la ceguera de la troika frente a la crisis, que en siete años no ha hecho nada más que enriquecer a los banqueros y sus dueños. Esta es una de las múltiples variantes europeas que alientan los espiritus antidemocráticos de Europa. Schauble ya había declarado que para él las elecciones griegas era como si no existieran. Y ayer reafirmó que la actitud del gobierno griego es irresponsable, seguramente por aplicar consistentemente su mandato electoral y no obedecer los dictados de la Troika. El miedo de Schauble es muy claro: si se acepta la petición de Grecia, Portugal e Italia seguirán el ejemplo y eso pondría en serios apuros a Alemania y todo el proyecto-negocio de la moneda única.
Un programa disfuncional, analfabeto e insostenible
Varoufakis
rechazó la oferta de la UE de extender sus actuales 240 mil millones de euros
de rescate, por considerarlo un plan que calificó de "absurdo" e
"inaceptable". Varoufakis dijo que estaba dispuesto a aceptar un
acuerdo, pero en condiciones diferentes. Como señalamos aquí, la
deuda griega es impagable y todo plan que pretenda seguir exigiendo su pago es
tan absurdo como demencial. La deuda no se puede pagar y eso lo sabe el BCE, la
UE, la CE y el FMI. Por eso quehacer
planes de pago sin considerar el crecimiento económico no lleva a ninguna parte.
Varoufakis ha pedido que el pago se establezca en relación al crecimiento del
país, pero la UE hace oídos sordos. Más aún: impone el mismo plan de
austeridad, recortes y privatizaciones que ha impuesto en el sur de Europa, una
estrategia que no ha dado resultados. El régimen de la troika ha demostrado ser disfuncional,
económicamente analfabeto, y políticamente insostenible como se aprecia con las revueltas en
Grecia, Portugal, Italia y España.
El
documento presentado al gobierno griego reitera que el programa de la troika se
mantiene y debe prorrogarse por seis meses. Para la troika, el gobierno griego
debe renunciar a cualquier tipo de acción unilateral. En otras palabras, debe
obedecer a sus socios europeos y seguir todas las instrucciones referidas a la
política fiscal, las privatizaciones, el mercado laboral, las pensiones, etc.
Es decir, lo mismo que la troika viene exigiendo desde hace seis años, lo que
demuestra incluso la falta de imaginación de la burocracia de Bruselas. El
documento también afirma que todos los fondos financieros otorgados por la UE y
el BCE se utilizarán para recapitalizar a los bancos y se concederán sobre la base
de las decisiones de las instituciones del eurogrupo.
Como
vemos, se trata de una propuesta que el gobierno griego, con razón, rechazó con
gran determinación, juzgándola de "absurda e inaceptable".
Las presiones sobre Grecia confirman que el sistema financiero está al borde
del colapso, amenazando con arrastrar a todo el sistema capitalista a su enorme
agujero negro. Y como ante todo agujero negro, hay que buscar mantenerse lejos
del círculo de acreción. La inevitable salida de Grecia del euro, puede ayudarla
a escapar de la fuerza de este black hole creado en Alemania... y que puede
hundir a toda Europa.
En
El Blog Salmón
Fuente: http://www.elblogsalmon.com/economia/grecia-rechaza-plan-de-rescate-pese-al-ultimatum-de-alemania
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