Marco Antonio Moreno
Editor en El Blog Salmón
Esta semana, James Bullard, presidente de la Reserva
Federal de St. Louis, advirtió que las políticas monetarias de la Reserva
Federal de Estados Unidos, con las tasas de interés cercanas al cero por
ciento, han avivado una burbuja devastadora que puede estallar en cualquier
momento. Las palabras de Bullard fueron recogidas por Financial Times, y se agregan al creciente
nerviosismo sobre un nuevo desastre financiero que esta vez tendría
consecuencias mucho más graves que el colapso que devino tras la quiebra de
Lehman Brothers.
Las advertencias de Bullard se suman a las que ha planteado el Banco de Pagos Internacionales y elFondo Monetario Internacional, junto a muchas otras que hemos realizado en este blog Dinero barato, burbujas, y nuevo tsunami financiero, Las contradicciones de la política monetaria en el corazón de la crisis financiera.
Las advertencias de Bullard se suman a las que ha planteado el Banco de Pagos Internacionales y elFondo Monetario Internacional, junto a muchas otras que hemos realizado en este blog Dinero barato, burbujas, y nuevo tsunami financiero, Las contradicciones de la política monetaria en el corazón de la crisis financiera.
La combinación de imprimir dinero barato y mantener las
tasas de interés en cero por ciento solo alimenta el auge bursátil y la
volatilidad de los activos. Esto, que resulta tan evidente ahora, ha sido
ignorado por los grandes medios que prefieren hacer creer que la crisis ha sido
un mero accidente y no el colapso de un sistema que rebasó los límites que lo
sustentaban, como la confianza y la credibilidad. Esta demolición controlada del sistema se ejemplifica ahora con
la más sórdida guerra de divisas entre los principales países
industrializados del planeta y los nuevos planes de flexibilización
cuantitativa de los bancos centrales.
Hay pruebas abrumadoras de que la próxima crisis podría
llegar en cualquier momento, y asi lo confirman las palabras de James Bullard.
Los máximos que han alcanzado los índices bursátiles forman parte de esta
burbuja que puede derrumbarse sin control. Nos encontramos al borde de un nuevo
colapso que esta vez sería agravado por la falta de liquidez que comienzan a
sufrir algunos mercados, y que se estrechará más a medida que la Reserva
Federal comience a elevar los tipos de interés... en algún momento de 2015.
Mientras más demore la Fed en tomar esa resolución, más devastadoras pueden ser
las consecuencias. Teniendo en cuenta que el mercado de bonos es mucho mayor
que el mercado de renta variable, crecen los temores de que cuando los
inversores traten de vender bonos en masa, la falta de liquidez desencadenará
una crisis de magnitud similar a una crisis de crédito.
Los esfuerzos para resucitar al moribundo sistema
financiero en un entorno de deflación global, desapalancamiento y alto
desempleo, han conducido a la compra masiva de bonos socavando la liquidez. La
políticas monetarias que tenían la intención de restablecer las bases del
sistema, han terminado creando un monstruo mucho mayor. La ironía es que los
más de 16 billones de dólares (U$S16000000000000) creados para salvar al sistema
financiero no solo no han tenido el resultado deseado sino que han llevado a la
economía mundial a una situación mucho más precaria. La volatilidad del sistema
es parte de ese nerviosismo que nos acerca al fin de un sistema que cae víctima
de sus propios vicios.
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