jueves, 19 de marzo de 2015

SITUACIÓN INDESEADA PARA LAS ELECCIONES DEL 2016


Estimados amigos:

Que difícil será para nosotros los peruanos, adelantar por quién vamos a votar el 2016 para presidente de la república. Sabemos que los medios de comunicación, especialmente del consorcio “El Comercio”, es el más afanoso en hacer encuestas, para intentar prever quienes serán los candidatos.

Lamentablemente, en el Perú no escogemos, sabemos que siempre terminamos votando por el menos malo, como ha ocurrido en las elecciones regionales y municipales, en el caso de Lima, se eligió al señor plomizo Castañeda Lossio, bajo el lema que “va a robar, pero hace obras” de cemento y fierro (a quien le interesa la cultura y la identidad de la ciudad de Lima).

Nunca quien les escribe, ha encontrado una significativa parte de la población de nuestro país que indague, pregunte y analice si está votando, en el caso de la primera y segunda vuelta, por candidatos que estén preparados y tengan cuadros de gobierno. Formen parte de un partido político donde el candidato a presidente sea elegido por las bases, así como a quienes lo acompañaran en la fórmula presidencial (vice presidentes).

Ahora, para el 2016 según las encuestas de “El Comercio SA” sigue publicando que son cuatro por el momento los candidatos; hace un buen tiempo que quien les escribe considera que los 4 candidatos mencionados son momias embalsamadas por los años que tienen en política, no tienen partidos políticos y sólo se han convencido que con un clan de allegados será suficiente para alcanzar los votos y llegar a ser presidente de la república.

Casualidad que, los cuatro candidatos señalados, no son lo que en política como ciencia dispone de la colocación en al derecha, en el centro y en la izquierda. Los 4 de la Apocalipsis, para el 2016 son de una sola línea, que es de derecha y no hay matices, casi todos por no decir todos han cometido, por decir lo menos, errores en su vida pública, y algunos han llegado hasta los tribunales de justicia que los han librado por la prescripción, y otros mantienen los juicios.

Es triste el panorama que comenzamos a vivir con miras al 2016; la derecha peruana en general, y en particular la DBA parece indicar que no tiene capacidad de renovación, no hay juventud conservadora bien formada, que tenga partido organizado y cuadros de elite, como para dirigir los cinco años en la presidencia de la república, (2016-2021).

Realmente es un drama, estos cuatro candidatos a pesar de confesar las mismas ideas, no son capaces de llevarnos a discusiones trascendentales como en el caso de Petroperú: en su accionar y en la construcción de una refinería moderna, como ocurre en países limítrofes como Ecuador, Brasil, Colombia, por poner solo 3 ejemplos de países donde se tiene una política de Estado sobre la energía y el gas, y que se opta irremediablemente por razones geopolíticas, de que el Estado sea el responsable mayor de la explotación. (Ver el artículo de Humberto Campodónico sobre el tema del petróleo al final).

Usted amigo, alguna vez ha escuchado de esos 4 candidatos ocuparse del punto señalado en el párrafo anterior. Claro está, que el señor Pedro Pablo Kuczynski en este caso de los carburantes y el gas, ya sabemos quien es, pertenece al más refinado grupo de lobbistas extranjeros, aprovechando de su nacionalidad peruano-norteamericana y de sus relaciones establecidas cuando ha sido presidente, funcionario y asesor de las empresas petroleras extranjeras.

Sin embargo, en el otro lado de la centro izquierda, no tiene candidato, y también es probable que llegado el momento serán dos o más los candidatos; será difícil, como a la derecha, llegar a unirse, empero siempre hay diferencias entre la existencia de organizaciones que más practican la democracia y tienen a pesar de la grita de algunos conservadores fundamentalistas, que la izquierda y el centro sí pueden formar cuadros porque tienen una significativa selección de expertos y profesionales de primera calidad.

Esperemos que en un año se llegue ha establecer entre la derecha, el centro y la izquierda candidatos pasables, que existan coaliciones organizadas y competentes. Lo más fácil es soñar y soñar, como por ejemplo que somos un país democrático y con poderes del Estado independientes.

Atentamente,

Fernando Arce Meza


Petroperú: ¿Pulpín 2.0 a la vista?

Humberto Campodónico
Diario “La República”, 16 de marzo de 2015

El argumento central del Artículo 6 de la Ley 30130 es que, para garantizar que Petroperú pueda cumplir con pagar los préstamos para el financiamiento de la Refinería de Talara, no debe incurrir en nuevos proyectos que le puedan generar “pasivos firmes” y/o contingentes”. En apariencia, muy bien, pues evitaría que la empresa se “distraiga” e invierta en proyectos que reduzcan el flujo de caja y hagan peligrar el pago de las deudas.

Los “pasivos contingentes” aluden a compromisos de pago que no generan obligación hoy, pero sí podrían generarlos en el futuro.  En apariencia, otra vez, esto daría más tranquilidad a los acreedores de Talara, pues tendrían una mejor garantía para el servicio de su deuda. Pero solo en apariencia. Veamos por qué.

La parte más rentable de la industria es la explotación de petróleo (“upstream“) ya que la diferencia entre el costo de producción y el precio de venta es muy grande. En los otros segmentos (refinación, transporte y comercialización), los márgenes de ganancia son mucho más pequeños.

Por eso las grandes petroleras están en todos los segmentos (integración vertical): Exxon Mobil, Chevron, Total, Shell. Y  también, las estatales de Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela, para mencionar algunas.

Pero Petroperú no produce un solo barril, pues en 1993-1996 se privatizaron todos sus lotes. Y ahora es cuando puede volver al “upstream” porque muchos de esos lotes acaban su contrato y revierten al Estado: los Lotes III y IV, así como el Lote 1AB (hoy Lote 192).

Explotar estos lotes (que están produciendo) no conlleva riesgo, como dicen algunos. El riesgo está en la exploración (con ere), porque no se sabe si se va a encontrar petróleo. Además, se plantea que Petroperú entre asociado con privados (hasta con el 25%, como ya está acordado en los Lotes III y IV) y que el pago de las inversiones se hará con la venta futura del crudo propiedad de Petroperú (para no afectar su flujo de caja).

No solo eso. La Ley 30130, en su Art. 5, establece una garantía del gobierno hasta por US$ 1,000 millones como “respaldo de las obligaciones financieras que se contraten para Talara”. Lo contradictorio es esto: si Petroperú entra al “upstream” su flujo de caja mejorará, con lo que disminuye la posibilidad de usar los US$ 1,000 millones. ¿Acaso eso no es una muy buena noticia? Claro que lo es.

Entonces, ¿cuál es el problema? Que el Art. 6 habla de “pasivos”. Para el MEF, la interpretación es que entrar a explotar (con te) es un pasivo, aunque gane plata. ¿Absurdo, no? Para otros, el Art. 6 no impide la entrada al “upstream” pues no se generan pasivos, ya que los pagos se hacen con las ventas futuras de un petróleo que ya está allí.

En todo caso, como ha dicho Juan Incháustegui, si existiera algún problema con la Ley 30130, eso se soluciona con otro proyecto de ley, como el del exministro Mayorga, que fue apoyado por el Presidente Humala y por la Presidenta del Partido Nacionalista, Nadine Heredia. Esto sería fácilmente entendido por los acreedores de Talara, ya que garantiza  mejor el pago de la deuda.

No solo eso. Actualmente Petroperú no recupera US$ 100 millones anuales del crédito fiscal por el IGV de los combustibles que vende en la Amazonía, lo que llega a US$ 1,000 millones en los últimos 10 años. La modificación a este otro absurdo se pudo incluir en la Ley 30130, pero el MEF (Castilla) no quiso. Hace poco Daniel Abugattás planteó un proyecto de ley para su recuperación (¿dónde estará?).

El tema, entonces, no es técnico ni económico, sino político. Es claro que se necesita una reingeniería (ya contratada, como lo manda el Art. 4 de la Ley 30130) y mejorar el Buen Gobierno Corporativo (que ya tiene). ¡Qué duda cabe! Pero eso viene de la mano con su fortalecimiento económico, lo que pasa por entrar al “upstream” e incluye el Lote 64 de Petroperú, con 55 millones de barriles de reservas que, al parecer, tampoco podría ser explotado por el candado del Art. 6.

Para terminar, si bien los precios han bajado, la actividad sigue siendo rentable, a lo que se agrega la volatilidad característica de precios debido a razones extramercado (geopolítica del Medio Oriente y OPEP). Pero lo más importante es que el fortalecimiento de Petroperú incide en el modelo de desarrollo, la seguridad energética, el cambio de la matriz energética y la verdadera diversificación productiva, lo que incluye el impulso al Gasoducto Sur Peruano y la industria petroquímica en Arequipa y Moquegua –y no se logrará sin la intervención rectora del Estado–.

Creemos que el gobierno todavía puede impulsar el retorno de Petroperú al “upstream”. Para coadyuvar a ese objetivo, es clave la Iniciativa Legislativa Ciudadana que ha presentado 65,000 firmas para derogar y modificar el Art. 3 y el Art. 6 de la Ley 30130. Es la oportunidad para que los congresistas de Piura y de todo el país apoyen este proyecto de ley que viene de abajo.

Así sucedió en julio del 2006 cuando el Congreso insistió en la Ley 28840, de fortalecimiento de Petroperú, contra el veto de Toledo. Así también puede suceder ahora tomando en cuenta, además, que difícilmente alguien querrá enajenarse los votos del norte grande, empezando por Piura. El gobierno debe fortalecer Petroperú porque es bueno para el país y no debería ir hacia un Pulpín 2.0.

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