SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS
FARC-EP
24 abril 2015
En el discurso de instalación de la última sesión
del Consejo Nacional de Paz el señor Presidente Santos manifestó que por los
hechos acaecidos el 14 de este mes en la vereda La Esperanza, municipio de
Buenos Aires, Cauca, la pelota queda del lado de las FARC. Esto seguramente,
refiriéndose a que los comandantes guerrilleros se deben manifestar y actuar.
Eso suponemos.
A este respecto fuimos claros al manifestar con
motivo de la terminación del ciclo 35 de las conversaciones de La Habana, que
lo acontecido había sido una tragedia. “Y lo fue (lo afirmamos), porque
la guerra es una enorme tragedia. En nuestra patria una tragedia de más de
medio siglo. Precisamente por esto nos encontramos en La Habana”. Y pusimos de
presente de manera serena tres interrogantes: “¿Qué sucedió? ¿Por qué sucedió?
¿Cómo sucedieron los hechos del 14?” Esto con la intención de manifestar que
situaciones de guerra de la naturaleza que se dieron, hay que evitarlas a toda
costa. Por eso a renglón seguido insistimos en reiterar la decisión de mantener
el cese unilateral e indefinido de fuegos y hostilidades. Ya el país pudo
constatar los beneficios de esa iniciativa nuestra, que para desgracia de la
nación, fue recibida por algunos como “una rosa llena de espinas”. Frase
que desde un comienzo nos hizo entender que cualquier situación crítica de
guerra que se pudiera dar en el camino, habría de ser cobrada sin
consideraciones de tiempo, modo y lugar. Sin embargo, seguimos sosteniendo la
decisión política-militar ya tomada. Pero en el lógico entendimiento de que
suspendido unilateralmente el fuego sin haberse solucionado aún el conflicto,
se mantiene el natural derecho a la legítima defensa. Al que está quieto hay
que dejarlo quieto.
Bien ha anotado el Presidente Santos que “es fácil,
muy fácil, seguir hablando de guerra sentados en un escritorio o desde las
trincheras de las redes sociales”. Magnífica frase para ser tenida en cuenta
cuando cualquier contratiempo que se presenta en el magno proyecto de la paz
lleva a los enemigos agazapados y no agazapados de la reconciliación, y a los
sabios de última hora en temas desconocidos para ellos, a rasgarse las
vestiduras y a pedir que se mantengan sus comodidades a precio de litros de
sangre ajena.
Las FARC-EP han sido claras al manifestar que la
paz es un imperativo. Y que está en La Habana para cumplir con lo acordado con
el gobierno el 26 de agosto de 2012. Su contenido es claro. Está al alcance de
quien lo quiera conocer o repasar en los medios electrónicos de comunicación
social. Y lo ponemos de presente porque comentaristas de oficio y varios
burócratas, más afanados en agregar tiempo a su carrera hacia la jubilación que
en buscarle soluciones al conflicto, pontifican teniendo en cuenta su propio
parecer sin ni siquiera evaluar lo sucedido en nuestra patria en los últimos
sesenta años.
El proceso de paz hay que sacarlo al otro lado. Y
rápido. Sin recurrir a artilugios mañosos y sin dilaciones injustificadas. El
Acuerdo General para la Terminación del Conflicto es claro. En la Agenda se
encuentran los instrumentos requeridos para llegar a la meta deseada. Ya que el
balón está de nuestro lado, al decir del doctor Santos, se propone que
aceleremos el proceso en el entendido sí, de que hay tiempos que no se pueden
obviar. La consecución de la paz no se logra con cronómetro en la mano, sino
evacuando temas. Si de celeridad se trata, desde el ciclo 34 de conversaciones
tenemos todas las propuestas referidas a víctimas sobre la mesa. Dicho
esto, consideramos entonces que se deben adelantar algunos pasos que precipiten
la terminación del conflicto, para lo cual hay que dejar la subjetividad a un
lado y ser prácticos.
1- Le sugerimos al señor Presidente de manera
comedida, que el papel que viene asumiendo de activista de la paz y hacedor de
la guerra corresponda más a su deseo de allanar el camino hacia una solución
posible de reconciliación y menos a su necesidad de encenderle una vela a dios
y otra al diablo. La política local no debe alterar su ruta. Reconocemos que
viene siendo azuzado (para emplear un término ya utilizado por nosotros) y
retado desde columnas de opinión, micrófonos, salones sociales, escenarios
políticos y aún desde oficinas públicas como la Vicepresidencia, desde donde se
han atrevido a indicarle cómo debe proceder. Es indispensable el mantenimiento
de su serenidad.
2- No hemos logrado entender por qué en La Mesa se
dilatan o posponen decisiones que se han debido evacuar hace meses. Exigimos
apresurar la marcha cuando se trata de asuntos de total obviedad. Desde que
pusimos a consideración la creación de la Comisión Histórica del Conflicto y
sus Víctimas hasta la fecha de su integración, transcurrió un año y tres meses.
Y una vez entregado el informe, ha sido imposible darle trámite a sus
conclusiones. El desgaste para lograr algo tan importante para el país y para
el fin del conflicto, es inexplicable. Mucho más cuando expresidentes, el
propio Jefe de Estado y quienes saben de historia de Colombia, reconocen que el
conflicto se ha extendido por más de cincuenta años. Lo afirman y lo reiteran.
No existe quien conociendo los informes de los
comisionados -todos ellos venidos de procedencias dispares y de origen
ideológicos contrapuestos-, no concluya que se da una responsabilidad del
Estado por acción o por omisión, por la tragedia surgida hace décadas y que aún
persiste. De allí que se hable de un número significativo de victimarios
procedentes de sectores diversos de la sociedad colombiana.
Así las cosas proponemos al país:
1. a) Que se difunda masivamente el
informe aludido. Imperante esta necesidad. Urgente. Debe enviarse a todos los
rincones del país para su estudio y consideración. A las universidades,
colegios, normales, para que así se contrarreste el hecho de que el país retiró
de su pensum de formación académica la historia de Colombia. Si no se conoce lo
que ocurrió en la patria en los últimos cincuenta o sesenta años, no se puede
crear una conciencia y una cultura de la paz.
1. b) Que el señor Presidente
conozca de manera detallada dicho documento denominado Contribución al
Entendimiento del Conflicto Armado en Colombia, (Comisión Histórica del
Conflicto y sus Víctimas), de febrero de 2015, e invite a su gabinete
ministerial y funcionarios con capacidad de decisión a que se ocupen de su
lectura y estudio.
2. c) La integración inmediata por
la Mesa de una comisión de evaluación de los resultados del informe y del
estudio de los alcances para la paz, de la responsabilidad del Estado. Urge
hacerlo para establecer precisamente responsabilidades jurídico-políticas
derivadas de su fundado contenido.
1. d) La integración inmediata de
una comisión que conduzca al cumplimiento del subpunto 7 del punto 3 de la
Agenda sobre terminación del conflicto que dice así: “ En el marco de lo
establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá, entre
otros, el fenómeno del paramilitarismo”. La comisión que se cree para
informar sobre el fenómeno del paramilitarismo debe ser integrada en la próxima
ronda sin dilación alguna.
2. e) No se ha dado un proceso de
paz en el mundo en el que no se haya conocido la verdad de lo ocurrido antes de
la firma del acuerdo final, para lo cual, sin excepción que se conozca, se han
abierto previamente los archivos de los diversos regímenes. Por esto, pensando
en las víctimas y en el derecho nacional e individual a la verdad, solicitaremos
todos los días y seguiremos insistiendo cada vez que nos encontremos con los
plenipotenciarios del gobierno, en que se abran los archivos. Se deben dar a
conocer las actas de los consejos de ministros que desde los años veinte del
siglo pasado se guardan en secreto como si la historia fuera necesaria taparla
para que no se juzgue. Que se abran los archivos de la policía secreta, de los
agentes de inteligencia del Estado (SIC, DAS, fuerza pública en general,
Ministerio de Guerra, hoy de Defensa, en lo relacionado al conflicto interno, y
de Gobierno, hoy del Interior). ¡Que se abran los archivos! Le pedimos a los
plenipotenciarios del gobierno y al Presidente Santos que en momentos en que
buscamos conjuntamente la paz, no le tengan temor a la verdad. Que se abran los
archivos.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS
FARC-EP
Fuente: http://boltxe.info/?p=71853
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