02 de abril de 2015 | 08:32 CET
Marco Antonio Moreno
A
raíz de la iniciativa de Islandia de eliminar
el poder de la banca privada para crear dinero, ha surgido
nuevamente el tema de la creación
de dinero por parte de la banca privada sobre el cual, a la luz
de los comentarios, se desconocen algunos puntos claves que intentaré despejar
en este post.
En
la mayoría de los textos de economía y finanzas existe la noción de que la
banca es un simple intermediario entre depositantes y prestatarios. Esta noción
está tan arraigada en el adn financiero y económico que se considera que el
dinero es completamente neutral en la economía. Sin embargo, la
realidad es muy diferente y en este post intentaremos una primera aproximación
a un tema que es poco conocido pero que tiene grandes consecuencias en el
desarrollo de los ciclos de auge y caída del sistema financiero.
Karl Marx dedica un importante capítulo en el tercer tomo de El Capital a El capital ficticio, como un capital (el financiero) carente de valor real, y desencadenante de las crisis del capitalismo. Schumpeter, von Mises y Keynes también hicieron hincapié en este tema para comprender la naturaleza del dinero y el papel de los bancos en el mundo de hoy. Sin embargo, este es un tema largamente silenciado pese a estar en los orígenes de todas las crisis financieras.
Karl Marx dedica un importante capítulo en el tercer tomo de El Capital a El capital ficticio, como un capital (el financiero) carente de valor real, y desencadenante de las crisis del capitalismo. Schumpeter, von Mises y Keynes también hicieron hincapié en este tema para comprender la naturaleza del dinero y el papel de los bancos en el mundo de hoy. Sin embargo, este es un tema largamente silenciado pese a estar en los orígenes de todas las crisis financieras.
Hay
que admitir que si bien decir que "los
bancos crean dinero de la nada" resulta una exageración
que puede inducir a engaño a los no iniciados, hay que apuntar que los bancos
crean dinero a partir de algo. La pregunta es, ¿qué es ese algo?, y ¿que hay de
malo en ello?
La
respuesta es que los
bancos crean dinero sobre la base de las promesas de sus prestatarios para
pagar. En muchos textos de economía y finanzas se hace creer
que los bancos simplemente toman el dinero de los ahorradores y lo prestan a
los prestatarios. Esta es una visión bastante errónea. Incluso la Reserva
Federal, en sus propias publicaciones (Modern
Money Mechanics Mecánica
del dinero moderno, explica el proceso de la creación de dinero:
El proceso real de
creación de dinero se lleva a cabo principalmente por los bancos privados… Los
pasivos de los bancos son aceptables como dinero. Estos pasivos son las cuentas
de los clientes, que aumentan cuando el banco concede préstamos que se
acreditan en las cuentas de los prestatarios... Este atributo exclusivo del
negocio bancario fue descubierto hace muchos siglos. Comenzó con los
orfebres... Fueron los primeros banqueros que inicialmente prestaban el
servicio de custodia, y obtenían beneficios por almacenar en sus bóvedas el oro
y las monedas de los ahorrantes. Cada vez que la gente necesitaba oro o monedas
para comprar algo, canjeaba un "recibo de depósito". Con el tiempo,
encontraron que era mucho más fácil utilizar directamente los recibos de
depósito como medio de pago. Estos recibos eran aceptados como dinero ya que
quien los tenía podía ir al banco y cambiarlos por dinero metálico... Entonces,
los banqueros descubrieron que podían hacer préstamos simplemente dando sus
promesas de pago, o billetes de banco, a los prestatarios. De esta manera, los bancos comenzaron a crear dinero.
Operatoria de la creación de dinero
Los
bancos tienen dos funciones principales. Actúan como depositarios en la
reasignación de fondos de los ahorradores a los prestatarios y en la emisión de
préstamos que monetizan las promesas de sus prestatarios. En este punto, la
banca puede crear dinero de buena fe, cuando presta en base a depósitos
existentes, y de mala fé, cuando lo hace sobre depósitos inexistentes. En la
siguiente tabla vemos el detalle de un depósito de 100 euros en un banco que
mantiene una tasa de reservas del 10 por ciento. El banco puede prestar 90
euros, y ese nuevo depósito de 90 euros da curso a nueva reserva de 9 euros y
nuevo préstamo de 81 euros. Al final de la cadena y cuando la suma de reservas
alcanza los 100 euros iniciales, la banca ha creado 900 euros. De esta forma,
si la tasa de reservas es de 10 por ciento, la banca multiplica por 10 el
depósito inicial convirtiéndolos en 1000 euros. El multiplicador monetario (m)
es el inverso de las reservas bancarias (r): m=1/r
Esto es
lo que se conoce como la Expansión
Monetaria, y que tuvo gran protagonismo en la incubación de la
crisis que estalló el año 2008. Como gran parte de la banca no tiene exigencias
de mantención de reservas, los bancos pueden manejar a su arbitrio la creación
de dinero. Consta que Citibank y Goldman Sachs mantenían reservas menores al 1
por ciento de los depósitos. Un depósito de 1 millón de dólares se convertía, a
través del multiplicador monetario, en 100 millones de dólares. En la siguiente
gráfica vemos la expansión monetaria ante diferentes tipos de reserva. La tasa
de reservas del 10 por ciento resulta la más conservadora, la tasa del 1 por
ciento es la más expansiva.
Uno de los
mecanismos más empleados en la creación de dinero lo constituyen las
inversiones inmobiliarias. El auge inmobiliario deviene justamente de la
artificiosa creación de dinero por parte de la banca. Cada préstamo de 100 mil
euros por parte de la banca, impulsa la expansión del ciclo económico y cuando
se convierte en pandemia desata una burbuja que se acelera hasta que estalla
por su propia insostenibilidad.
Cuando
esto ocurre es porque los bancos no han prestado de buena fe y porque se han
excedido en sus atribuciones de otorgar préstamos. Por otra parte, en los
períodos de auge, surge la insana competencia de prestar dinero a personas que
no tienen ninguna posibilidad de devolverlo. Es el caso de Fannie Mae y Freddie
Mac en Estados Unidos, y de las “Cajas” españolas. No debe extrañar, entonces,
el encumbramiento de la tasa de impagos o morosidad que en el caso español
batió récords históricos. A continuación una gráfica sobre la morosidad en
España a noviembre de 2012:
La
creación de dinero sobre la base de los préstamos que devengan interés ha sido
uno de los imperativos del crecimiento en el actual modelo económico basado en
la deuda. Pero como los préstamos excedieron la buena fe y los principios
básicos de la sostenibilidad del capitalismo, tenemos la larga crisis que entra
en su séptimo año. Si queremos lograr una sociedad sostenible y asegurar la
supervivencia de la civilización, hay que reformular la importancia del dinero
y reinventar un sistema financiero sin excesos y abusos.
En
El Blog Salmón
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