Barómetro Internacional
30-04-2015
Todo el mundo se prepara para hacer frente a un
próximo colapso del dólar estadounidense. Los aliados occidentales acuden en
masa para unirse al nuevo Banco Asiático para Inversiones en Infraestructura
(AIIB, por sus siglas en ingles) en tanto Estados Unidos y el Banco Mundial,
desde el banquillo de los acusados donde está sentado, les habla de gobernanza
financiera “adecuada”. Estados Unidos ha instado a sus aliados a pensarlo dos
veces antes de firmar con un nuevo banco de desarrollo asiático liderado por
China, que Washington considera rival del Banco Mundial, luego que Alemania,
Francia e Italia anunciaron su intención de incorporarse siguiendo el ejemplo
de Gran Bretaña.
La intensión
concertada de tan importantes los aliados de Estados Unidos de participar en un
proyecto de Beijing con alcance económico de buque insignia fue un golpe
diplomático a Estados Unidos y a sus esfuerzos por contrarrestar el rápido
crecimiento económico y diplomático de China.
La
participación de estas potencias europeas expresa un afán por colaborar con la
economía de la República Popular China, la segunda mayor del mundo, y tiene
mayor significación porque se produce en medio de espinosas negociaciones
comerciales entre Bruselas y Washington.
"Espero
que antes de concretar compromisos definitivos prestando sus nombres a esta
organización se asegurarán de que la gobernanza de ésta sea adecuada",
dijo el Secretario del Tesoro Jack Lew a legisladores estadounidenses, según
Reuters.
A juicio del
periodista estadounidense Eric Blair en un artículo que publica en la revista
digital Activist Post, parece que muchos países se están cansando de las
arbitrarias sanciones económicas de Estados Unidos, que juega a la política con
el sistema SWIFT, manipula los precios en dólares de los productos básicos,
estrangula las deudas de varias naciones con el Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial mediante la desigual representación que rige en estas
instituciones, para no mencionar la despiadada violencia con que suelen
proteger estos escandalosos negocios.
China está
cansada de esperar a que se le concedan más poderes en los bancos
internacionales y está creando sus propias oportunidades alrededor del mundo.
En los últimos tiempos se ha involucrado en la creación del Banco de Desarrollo
de los BRICS, en una alternativa al sistema SWIFT, en la construcción del canal
de Nicaragua para competir con el canal de Panamá y ahora en este nuevo Banco
Asiático para Inversiones en Infraestructura (AIIB).
En los
últimos años, las sanciones impuestas por Estados Unidos han tenido cada vez
menos efectos, en la medida que las naciones sancionadas encuentran más maneras
de evadir las sanciones. Los grandes perdedores pueden terminar siéndolo las
empresas estadounidenses a las que se les prohíbe comercias con ciertas partes
del mundo.
Pese a los
esfuerzos de los medios corporativos por revitalizar el conflicto con Rusia,
las sanciones no han funcionado, llevando a algunos halcones occidentales a
promover la exclusión de los bancos rusos del sistema de SWIFT. Esto solo se
resolvió cuando Rusia amenazó con represalias que resultaron en el otorgamiento
a Rusia, por primera vez, de un asiento en el Consejo de SWIFT.
El dominio
norteamericano en la economía mundial disminuye claramente.
El dólar
estadounidense se diluye lentamente como moneda de reserva mundial y eso lo
saben todos los actores clave. El dólar disfruta actualmente de un poder de
compra récord en la economía global por ninguna razón fundamental que no sea
que el petróleo se cotiza en dólares. El desplome del precio del petróleo se
aprecia como un último esfuerzo para impulsar la demanda de dólares. Sin
embargo los niveles de deuda nacional, las guerras interminables y la economía
de papeles falsos aseguran que esta fachada eventualmente colapsará,
probablemente tan rápido como fue creada.
Este nuevo
sistema alternativo puede limitar el contagio con un dólar colapsado.
Básicamente es una buena cosa que el mundo tenga más posibilidades de elección
en cuanto a la movilidad del dinero. Pero, cuidado, no es diferente del actual
sistema de reserva fraccionaria basada en la deuda parasitaria que actualmente
actúa cual sanguijuelas en la mayor parte del planeta, salvo por ligeras
diferencias entre los miembros de las juntas directivas. “Sin embargo, apuesto
a que el establishment les exaltará como salvadores cuando la economía
estadounidense ya no se pueda salvar”, concluye Blair en Activist Post.
Blog del
autor: http://manuelyepe.wordpress.com/
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