El diario estadounidense “The Washington
Post” publicó en días pasados un curioso análisis especulativo llevado a cabo
por sus periodistas acerca de lo que habrían divulgado los medios de prensa más
importantes de Occidente sobre una situación tal como la que se creó en la
ciudad de Baltimore, del estado de Maryland, con motivo de la ola de disturbios
que generó la muerte el 19 de abril del joven negro estadounidense Freddie Gray
cuando se hallaba bajo custodia policial. Desde el punto de vista de quienes
participaron en el análisis, si estos hechos hubieran tenido lugar en cualquier
parte fuera de Estados Unidos la reacción habría sido aproximadamente la
siguiente:
-Numerosos
analistas internacionales habrían presagiado el surgimiento de una “primavera”
del tipo de las habidas en algunas naciones del Oriente Medio en el país tomado
como base, elogiando la movilización de los jóvenes para la protesta a través
de las redes sociales.
-Los
gobiernos del mundo habrían expresado su preocupación por el auge del racismo y
la violencia estatal en el país donde estuviera ocurrido el fenómeno. Habrían
condenado el trato a las minorías étnicas y la corrupción de las fuerzas de
seguridad al abordar casos de brutalidad policial en el país en cuestión.
-Londres
habría emitido un comunicado llamando al régimen del país a frenar los excesos
de los agentes de seguridad del Estado en la nación implicada por haber tratado
brutalmente a miembros de minorías étnicas. Exigiría la aplicación de la ley en
pie de igualdad para todos los ciudadanos, negros o blancos, así como el
respeto a los derechos humanos esenciales, culpando al régimen local por
atentar contra una democracia sana.
-La
ONU, por su parte, también habría emitido una declaración condenando la
militarización y la brutalidad policial “que hemos observado a lo largo de los
últimos meses en el país de los hechos”, instando firmemente a las fuerzas de
seguridad a llevar a cabo una investigación rigurosa sobre la muerte del
detenido. “No hay excusa para la violencia policial excesiva”. Además, habría
exhortado al gobierno de esa nación a hacer públicas las bases de datos sobre
la violencia policial para mejorar la transparencia y reducir la corrupción en
su sistema judicial.
-Los
grupos internacionales que abogan en defensa de los derechos humanos se habrían
dirigido a la comunidad internacional, pidiendo facilitar asilo a las minorías
étnicas negras del país donde ocurrían los desórdenes causados por el asesinato
del detenido.
Por supuesto que nada de lo anterior
sería aplicable al gobierno del país culpable en el imaginario caso en estudio,
dado que los hechos ocurrieron, han ocurrido muchas veces y nadie duda que
sigan ocurriendo en Estados Unidos.
Un análisis de otro tipo había sido
publicado por el diario estadounidense The New York Times poco antes, resaltando que 1.500.000
afroamericanos han sido eliminados de la vida cotidiana de Estados Unidos en el
período reciente, entre tanto seis personas negras de 24 a 54 años han
desaparecido de la sociedad estadounidense por muerte prematura o
encarcelamiento.
Según el último censo realizado en
Estados Unidos, el homicidio ocupa el primer lugar como causa de muerte de los
hombres negros jóvenes. Estados Unidos es el país con mayor número de presos en
el mundo (con el 5% de la población mundial posee el 25% de la población
encarcelada). De los 2,3 millones de presos que tiene, casi el 40% son afroamericanos,
quienes solo representan el 12.6% de la población total. Es seis veces más
probable que sea encarcelado un hombre negro que uno blanco.
Estados Unidos es la nación desarrollada
con una mayor brecha de desigualdad económica entre ricos y pobres, y la
desigualdad de riqueza es aún mayor que la desigualdad de ingreso. El 3% de
familias con mayor riqueza, posee más del doble que el 90% de las familias con
menores recursos. Esta brecha se ha ensanchado continuamente desde fines del
siglo XX hasta hoy.
Las familias negras estadounidenses
fueron las más afectadas por el escándalo de los depredadores préstamos
bancarios cuando explotó la burbuja inmobiliaria de 2007. Hacia fines del siglo
XX, la familia blanca media en la superpotencia tenía una riqueza seis veces
superior a la de la familia negra. Hoy, la familia blanca media posee doce
veces más que la negra y la pronunciada desigualdad económica sigue
agudizándose.
Estas disparidades se reproducen
dramáticamente en las causas del desempleo subsiguiente, que afecta de manera
muy superior a los ciudadanos que no son de piel blanca.
MANUEL E. YEPE/Resumen Latinoamericano/ALAI, 6 de
mayo de 2015
de: Resumenrebel <resumenrebel@gmail.com>
responder a: resumen@nodo50.org
para: CARLOS PERGOLA <resumenrebel@gmail.com>
fecha: 6 de mayo de 2015, 22:26
asunto: [Diariodeurgencia] OPINIÓN: ESTADOS UNIDOS:
Si Baltimore no fuera estadounidense/
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