Entrevista
a Guillermo Almeyra "Obama es un negro del establishment y su política no
se diferencia de lo que han hecho Bush, Clinton y otros presidentes
blancos"
01-06-2015
-M.H.:
Buenos días Guillermo, estamos con Alejandro Vainer con el que solemos hacer
una columna de música, escuchando a David Brubeck, quien a fines de los años
´50 en la tarea de difusión que hacía del jazz de los Estados Unidos en otros
países, en una oportunidad le exigieron que no mostrara a su contrabajista
negro. Esto sucedía a fines de los años ´50 y comentábamos que aparentemente
las cosas no han cambiado mucho en los Estados Unidos.
-G.A.: Efectivamente, lo único que cambió formalmente es
que se acabó la discriminación, pero solo formalmente, en los hechos subsiste.
Ahora los negros no tienen que sentarse en una parte separada, no hay canillas
para negros y para blancos, no se les prohíbe entrar a las escuelas, eso cambió
a raíz de la lucha de los negros, pero subsiste la discriminación. Los negros
ganan mucho menos que los blancos, 1/3 de ellos, según Obama, durante el curso
de su vida termina en la cárcel. Se los sospecha de ser vendedores de drogas,
delincuentes, solo por su color, los detienen en cualquier momento, los
golpean, la brutalidad policial no tiene nombre.
-M.H.: Y también los matan por portación de cara.
-G.A.: Por la espalda, desarmados. Hay un movimiento negro
muy importante que está reapareciendo y que no van a poder parar. La diferencia
con el pasado es que era una lucha contra la discriminación, una lucha por ser
iguales a los demás, por no ser ciudadanos de segunda, mientras que ahora es una
lucha contra el Estado que es su enemigo, representado por la policía y la
justicia. Ellos no participan en el llamado “sueño americano”, es una fractura
política muy importante porque los podrá unir en el futuro con otros
discriminados que no tienen esa comprensión ni esa movilización, pero que son
muy numerosos, como los latinos y los asiáticos que también son discriminados,
pero en distinta proporción y ferocidad.
-M.H.: Estábamos escuchando a Amy Goodman de Democracy
Now y me sorprendió el informe de esta periodista independiente
norteamericana donde reproduce las declaraciones de Barack Obama en relación a
los hechos de Baltimore en las que su preocupación está enfocada en la
propiedad y no en la vida.
-G.A.: Entre la población negra hay una minoría, de la
cual forma parte Obama evidentemente, que se ha integrado relativamente, se han
mudado a los barrios de los ricos, piensan como ellos, son empresarios,
entonces lo que les preocupa es la propiedad, el dinero, no les interesa el
problema político, social ni racial. Obama forma parte de eso, es un negro del establishment
y su política no se diferencia de lo que han hecho todos los otros blancos como
Bush, Clinton, etc.
-M.H.: Escuchamos también las declaraciones de
Hillary Clinton que nos dieron la misma impresión. Pasando a la escena
nacional, parece que Ricardo Lorenzetti hubiera descansado, porque a 48 horas
de manifestarse cansado moralmente ha sido ratificado como presidente de la
Corte Suprema. ¿A qué apuntan estos movimientos de la justicia y la Corte
Suprema?
-G.A.: La Corte Suprema y la justicia son usadas como un
ariete político contra el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que está controlado
por el Ejecutivo, y le aprueba todas las leyes porque tiene absoluta mayoría
dentro de las Cámaras. Utilizan las posiciones adquiridas anteriormente en la
justicia para combatir al Ejecutivo, esto fue declarado por el mismo
Lorenzetti: “el papel de la Suprema Corte es controlar al Ejecutivo” y no es
así. El papel de la Suprema Corte es hacer que se cumplan la Constitución y las
leyes que es otra cosa completamente distinta.
Es una vergüenza que haya una Corte disminuida en
número y en capacidad, porque podrán decir lo que quieran pero un hombre de 97
años tiene que separarse de la actividad, no está en condiciones de juzgar en
problemas complicados, no está en condiciones de seguir con atención lo que
sucede, ni está en condiciones físicas de asistir a reuniones largas. Es una
cuestión fundamental, sin embargo siguen aferrados a una momia como lo es
Carlos Fayt y a la reelección permanentemente de Lorenzetti.
-M.H.: Ayer conversando con Andrés Ruggeri acerca
de la situación que atraviesan las fábricas recuperadas, me decía que todos
creían que la Ley de Quiebras venía a beneficiar a las empresas recuperadas, de
alguna manera el texto se puede considerar en ese sentido, pero se presenta el
gravísimo problema de los jueces que tienen que aplicar esas leyes y
generalmente fallan en contra de los trabajadores.
-G.A.: Claro, las leyes están ahí, no son en sí mismas ni
buenas ni malas, depende de quién las aplique. Ya lo decía el Martín Fierro,
“la ley es como el cuchillo, no ofende a quien la maneja”.
La condena a muerte de Mursi y la liberación de
Mubarak son una demostración del poder militar en contra del pueblo egipcio
-M.H.: Ha sido condenado a muerte el ex presidente
egipcio Mursi y 122 de sus partidarios. Al mismo tiempo se conoció la
liberación del ex presidente Mubarak, dos hechos contradictorios teniendo en
cuenta que Mubarak había sido detenido como consecuencia de las movilizaciones
que dieron comienzo a la primavera árabe y Mursi había sido el beneficiario en
la primera elección, el único presidente civil luego depuesto, vinculado al
grupo de los Hermanos Musulmanes y que es condenado por un hecho acaecido en
enero de 2011, justamente relacionado a la Primavera Arabe, ya que Mursi estaba
detenido y huyó de la cárcel aprovechando la movilización popular junto a miles
de presos. ¿Qué reflexión le merecen estos hechos?
-G.A.: Es la afirmación de un poder militar por encima de
la sociedad, porque Al Sisi y su equipo salieron de las entrañas del de Mubarak
y éste fue la continuación de una dictadura militar que sucedió a Nasser que no
necesitaba ser un dictador porque era sumamente popular, pero no obstante hizo
cualquier cosa contra el pueblo egipcio. Es la continuación del poder de la
casta militar por encima de la sociedad civil. La izquierda había
responsabilizado a Mubarak de los crímenes y se empezaba a organizar. Las
elecciones fueron resultado de eso, tuvieron que darlas y ganó el Egipto
profundo, el de los campesinos, no el urbano. Impusieron con Mursi una especie
de gobierno laico pero con aspectos teocráticos que evidentemente eran también
inconstitucionales porque oprimían a los cristianos coptos y a los laicos no
religiosos. Pero la reacción de los militares ha sido brutal, porque ya desde la
época de Nasser, los Hermanos Musulmanes eran la oposición clandestina y
estaban financiados por Arabia Saudita y por las monarquías del Golfo árabe.
Fue inmediata la reacción, les quitaron a los egipcios el derecho a voto y
condenan a muerte a Mursi, pero liberan a Mubarak que es un hombre de ellos. Es
una demostración del poder militar en nombre y salvación del capitalismo
internacional, pero en contra del pueblo egipcio.
-M.H.: Otro hecho que quiero que analicemos son las
elecciones generales en Gran Bretaña donde, contra todos los pronósticos, al
menos de la gran prensa, triunfa el Partido Conservador, lo que provoca la
renuncia de los líderes del Partido Laborista, Ed Miliband, Nick Clegg, liberal
demócrata y Nigel Farage de la derecha populista racista del UKIP. Pero esto se
da junto a un fenómeno que nosotros analizamos el año pasado en relación al
plebiscito que se dio en Escocia, donde el Partido Nacional acaparó
prácticamente todos los escaños que le corresponden a ese país, 56 de 59,
acabando con el dominio de más de un siglo del laborismo británico. Escocia fue
el país donde se fundó el laborismo. ¿Qué análisis podríamos hacer de esta
elección en Gran Bretaña?
-G.A.: Los datos de la elección muestran el sentido mismo
porque la mayoría del pueblo de Gran Bretaña, entre un gobierno conservador y
un laborismo igualmente conservador, prefirió votar por la continuidad, no
arriesgar ningún cambio y conservar lo poco que tenían, dada que la situación
no estaba tan mal como en el resto de Europa. Hubo un reflejo de conservación
que apoyó a los que estaban en el poder, precisamente porque los laboristas
estaban en una posición sumamente moderada, los independentistas escoceses,
mucho más radicales en su política social, arrasaron con el voto de los laboristas
precisamente en la región en donde empezó el laborismo y el socialismo utópico
de las cooperativas y el movimiento obrero, que es también una de las regiones
más pobres de Gran Bretaña, pero que tiene para alentar la independencia de los
sectores de las clases medias, la perspectiva de quedarse con el petróleo del
Mar del Norte y enriquecerse con él en caso de que obtuviera la independencia.
Llegará un momento en que Syriza tendrá que optar
entre los salarios y las pensiones o pagar la deuda
-M.H.: Me preocupa la situación de Syriza, hoy uno
de sus dirigentes, Antonis Nvatellos en un artículo denominado “El momento de
la verdad para Syriza” se pregunta: “¿Es posible desarrollar un programa
radical anti austeridad sin sobrepasar los límites de la tolerancia de la zona
euro y aceptando los métodos de negociación de las “instituciones”? Hoy día
conocemos la respuesta: No. La Unión Europea y el FMI intentan aplastar a
Syriza colocándolo ante el siguiente dilema: o la absoluta integración en el
sistema o el derrocamiento inmediato de este gobierno”.
Este tema lo planteo porque evidentemente las
elecciones en Gran Bretaña y las elecciones departamentales en Francia no han
sido buenas noticias para Syriza dentro de la expectativa que había abierto
este partido que había ganado las elecciones rompiendo con el bipartidismo en
Grecia a fines de enero. ¿Cuál es su análisis al respecto Guillermo?
-G.A.: En efecto, Syriza ha sufrido terribles golpes en el
campo internacional. La izquierda que la apoyaba en Francia se licuó, en
Inglaterra, las esperanzas de cambio en la política internacional un poco más
europeísta con un gobierno laborista, también se esfumaron, en España, Podemos
está perdiendo velocidad debido precisamente a su política cada vez más
conservadora, más “cauta”, de su dirigente Pablo Iglesias, entonces Syriza está
absolutamente solo y Europa no le va a conceder lo que esperaba ante el temor
de no pagar la deuda.
No estaba preparado para este cambio, ni en el
punto de vista de sus organizaciones, porque muchas vienen de posiciones de
reforma del capitalismo y no de su abolición. El resultado es que su falta de
radicalidad le impide presionar suficientemente a Europa y la condena a un
desastre, a pagar la deuda, a decir que es la única salida, que es lo que en
parte están haciendo hasta ahora.
Pero
llegará un momento en que tendrá que optar entre los salarios y las pensiones,
el funcionamiento elemental del Estado o pagar la deuda, porque no tiene con
qué hacer las dos cosas a la vez, no está preparado para esto, está escapando
de esa disyuntiva.
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