Marginando la fecha de cuando apareció
por primera vez entre los peruanos la frase “España, la madre patria”, el caso
es que se viene siempre repitiendo esta frase entre nosotros, que me parece no
traduce la raíz de nuestra peruanidad, mas bien traduce el asiento de una
mentalidad colonial tan enraizado en el fenómeno del gamonalismo que se
prolonga hasta nuestros días e influye en la vieja política del Estado y los
partidos que se disputan su gobierno. Es pues necesario combatir a aquella
frase, pues cubre superficialmente, como la mala yerba, a lo esencial de
nuestra peruanidad.
La madre patria real tiene el asiento milenario en el Tawuantinsuyu. La
raíz de nuestra identidad nacional está en los andes, donde la piedra, osamenta
duradera que reta al tiempo, fue el material escogido por el trabajo colectivo
del Perú antiguo para expresar su alma solidaria en sus altísimas creaciones que
hasta hoy recrean la imaginación de propios y extraños. Esto puede parecer una
opinión lírica sobre nuestro pasado, tal vez sea así, pero sin dejar de tener
en cuenta la admiración que se siente al tener enfrente las creaciones sociales
y artísticas del Perú de los Incas. Aquí radica la raíz de nuestra peruanidad en
proceso de recreación a la luz de las
nuevas condiciones del trabajo y sus frutos modernos del hombre nuevo del Perú
nuevo.
Respecto a España, no renegamos propiamente de España, sino de su
herencia feudal, de la vieja España. A la nueva España le debemos, en lo
material como en lo espiritual, cuantiosos aportes al Perú en formación, como
del resto de los países que de uno u otro modo han hecho arribar a nuestro
suelo magnificas creaciones que abonan el Resurgimiento del Perú.
Hoy, en el cumpleaños 194 de la independencia del Perú, y los aportes
afirmativos de la República, preparemos para no continuar repitiendo la frase
del insigne don Ricardo Palma, que haciendo alusión a la independencia política
externa del Perú y en los hechos a su
dependencia económica interna, decía “día de la independencia, fin del despotismo
y primero de los mismo”. Por eso,
asumamos nuestra responsabilidad en la tarea histórica de Preparación de la Organización para el Cambio Social: El Perú Integral.
Así como estamos seis años del bicentenario de la vieja democracia de la
república de las clases dominantes (1821-Julio-2015) , así también estamos a
solo tres años de Centenario del Socialismo Peruano(1918-Junio-2018). Dos
mundos diferentes. El primero que tramonta en la historia, sin una fe, sin un
mito. El segundo, el alma matinal de la historia nueva del Perú, con una fe, un
mito: La Revolución Social.
Ojala los activistas del Socialismo Peruano, venciendo y posponiendo sus
diferencias alternas, escuchen la voz de nuestro tiempo, colaborándonos y
compartiendo la iniciativa en la organización de una Comisión Pro-Centenario
del Socialismo Peruano. Esta propuesta tiene largos meses de planteado y está
sujeta a la opinión, mejoramiento, de
todos lo que la comparten.
Héctor Félix D.
Activista
28.07.2015
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