MultiFab
ya se ha usado para imprimir carcasas de teléfonos móviles, lentes para diodos
emisores de luz, cables de fibra óptica y otros artículos. (Foto: Tom
Buehler/CSAIL)
La impresión en 3D va muy bien, suponiendo que
estemos imprimiendo un único material para una única finalidad. En cambio, esta
tecnología aún está muy por detrás de las convencionales en cuanto a producir
de forma fiable una serie de objetos útiles hechos con más de un material, sin
necesidad de montaje, a un precio moderado.
En los últimos tiempos, algunas compañías han
estado trabajando para abordar alguno de estos retos con impresoras 3D
“multimateriales”, que pueden fabricar muchos artículos funcionales diferentes.
Tales impresoras, sin embargo, se han visto tradicionalmente limitadas a tres
materiales a un tiempo, pueden costar hasta 250.000 dólares cada una, y aún
precisan de una considerable cantidad de intervención humana.
Pero ahora, el equipo de Javier Ramos, del
Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL),
adscrito al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados
Unidos, ha encontrado una forma de construir una impresora mejor, más barata y
más fácil de manejar para el usuario. Ramos y sus colegas han presentado una
impresora 3D que puede imprimir 10 materiales al mismo tiempo. Y está cantidad
inaudita se alcanza utilizando técnicas de escaneo 3D que ahorran tiempo,
energía y dinero.
Proporcionando una resolución de 40 micrones (o
menos de la mitad del grosor de un cabello humano), el sistema “MultiFab” es la
primera impresora 3D que emplea técnicas de escaneado tridimensional a partir
de visión artificial, la cual ofrece dos ventajas esenciales en cuanto a
precisión y conveniencia respecto a la impresión 3D tradicional:
En primer lugar, MultiFab puede autocalibrarse y
autocorregirse, liberando a los usuarios de tener que hacer ellos mismos los
ajustes. Para cada capa del diseño, el bucle de retroalimentación del sistema
escanea en tres dimensiones y detecta los eventuales errores, generando las
llamadas “máscaras de corrección”. Este método permite usar un hardware
económico asegurando al mismo tiempo la precisión en la impresión.
En segundo lugar, MultiFab proporciona a los
usuarios la capacidad de incorporar componentes complejos, como circuitos y
sensores, directamente en el cuerpo de un objeto, lo que significa que puede
producir un producto con todos los acabados básicos, incluso dotado de piezas
móviles, en una misma fase de operaciones.
Ramos y sus colegas han utilizado MultiFab para
imprimir objetos muy variados, desde carcasas de teléfonos móviles hasta lentes
para diodos emisores de luz, y prevén una amplia gama de aplicaciones en
electrónica de consumo, microdetección, imágenes médicas y telecomunicaciones,
entre otras cosas. También planean experimentar con accionadores y motores
incorporados que hagan posible imprimir en 3D electrónica más avanzada,
incluyendo robots.
MultiFab fue construida usando componentes de bajo
coste y ampliamente disponibles en el mercado, con un precio total de unos
7.000 dólares.
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