Impactos. Hay 19 sitios
arqueológicos que serán afectados. El EIA dice que serán protegidos,
pero no hay presupuesto al respecto. FOTO: José Serra
Posted:
12 Sep 2015 10:25 PM PDT
La
compañía brasileña, involucrada en un gigantesco caso de corrupción en Brasil,
construirá una represa que inundará poblados de Amazonas y Cajamarca, una
extensión equivalente a tres veces San Isidro, y desplazará a mil personas.
Estudio de Impacto Ambiental presentado por su subsidiaria en Lima fue
observado inicialmente por el Ministerio de Energía y Minas, pero luego fue
aprobado a pesar de que no detallaba montos de inversión destinados a la
reubicación de familias afectadas y a las evidencias de los impactos sobre la
cuenca del Marañón y el Amazonas. Odebrecht tiene la concesión de otros
proyectos hidroeléctricos en la zona.
El
miedo tiene la forma de una gran inundación en la frontera de Cajamarca y
Amazonas. No son las lluvias las que aterran a los ronderos y agricultores de
la región nororiental del Perú, sino una gigantesca represa que sumergirá
campos de cultivo, casas y escuelas de once poblados. En este remoto lugar de
escarpados paisajes y montañas atravesadas por el caudaloso río Marañón, la
compañía Odebrecht, involucrada en escandalosos actos de corrupción en Brasil,
ha proyectado construir Chadin II, una megahidroeléctrica de 175 metros de
altura que inundará 32 kilómetros cuadrados de una superficie equivalente a 10
veces el tamaño del Central Park de Nueva York y tres veces el distrito limeño
de San Isidro. Mil personas tendrían que dejar sus hogares en nombre de la
imparable demanda energética.
Chadin
II es uno de los 20 proyectos hidroeléctricos en la cuenca del río Marañón que
en abril del 2011, apenas tres meses antes de que culminara su gobierno, el
expresidente Alan García declaró de interés nacional a través de un decreto
supremo. La norma se basaba en estudios técnicos de hacía más de 30 años y
formaba parte de la entonces agenda gubernamental para priorizar la exportación
de energía al Brasil. Sin embargo, fue en el gobierno de Ollanta Humala, que el
Ministerio de Energía y Minas (MEM) otorgó a la compañía AC Energía
–subsidiaria de Odebrecht creada en Lima en el 2012- la concesión definitiva y
aprobó su Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
El embalse inundará 32 kilómetros
cuadrados de una superficie equivalente a 10 veces el tamaño del Central Park
de Nueva York y tres veces el distrito limeño de San Isidro.
En
la cuenca del Marañón, además de Chadin II, Odebrecht tiene otros dos proyectos
con estudios de impacto ambiental en marcha: Rio Grande I y II, con impactos
ambientales y sociales irrreversibles, y cuyo embalse -de construirse-
desplazaría a otras 3.000 personas.
Odebrecht
es uno de los mayores y más polémicos proveedores del Estado: muchas de sus
obras presentan cuestionados sobrecostos. Sus negocios en el Perú se
remontan a 1979, pero es a partir de los 90 cuando sus inversiones se
incrementan. Desde entonces, han realizado 65 proyectos: las centrales
hidroeléctricas Charcani V (Arequipa), San Gabán (Puno) y Cañón del Pato
(Ancash); el proyecto Chavimochic (La Libertad) y en los últimos años, el
millonario y cuestionado proyecto de irrigación Olmos (Lambayeque) junto con el
Metro de Lima. Además tiene en marcha la construcción del gasoducto surandino
que recorre la amazonía de Cusco, atraviesa los Andes y llega a la costa del
Perú; la extensión de la vía Costa Verde-Callao y otros tres proyectos de
infraestructura portuaria.
LOS
DESPLAZADOS
La
megahidroeléctrica de la subsidiaria de Odebrecht afectará a la población de
seis distritos (Chumuch, Cortegana, Celendín, Pisuquia, Ocumal y Cocabamba),
ubicadas en tres provincias (Celendin, Luya y Chachapoyas) de dos regiones:
Cajamarca y Amazonas. El punto débil de Chadin II -al margen de las protestas
de las rondas campesinas y las agrupaciones locales de la zona- radica en su
polémico Estudio de Impacto Ambiental, aprobado por el MEM en febrero del 2014.
En
setiembre del 2013 el Ministerio de Energía y Minas realizó 161 observaciones al
EIA de Chadin II, elaborado por la consultora AMEC Perú. El megaproyecto
brasileño no detalla presupuesto para los impactos sociales, ni planes de
prevención contra los impactos que el gran embalse tendría sobre el río y las
comunidades indígenas amazónicas Awajún y Wampis, ubicadas aguas abajo y cuya
dieta en proteínas depende en parte del río Marañón. Además, establecía solo un
0.25% de su inversión para planes ambientales cuando estándares
internacionales, como los del Banco Mundial, recomiendan más del 3%.
Luego
de analizar el EIA, José Serra, ingeniero eléctrico con experiencia en el
desarrollo de centrales hidroeléctricas y en el impacto que estas generan,
concluyó para OjoPúblico, que la empresa brasileña no contempló un
presupuesto para la reubicación y adaptación de los desplazados con su nuevo
entorno. Además, el presupuesto que Odebrecht previó para el manejo ambiental
de Chadin II resulta también insuficiente. “Para este tema la empresa ha
previsto 4,2 millones de dólares (0.25% de la inversión total), pero si hacemos
un cálculo de acuerdo a la mejor práctica del Banco Mundial, la inversión
socioambiental mínima que debería hacer es de 58 millones de dólares, es decir
el 3,4% de la inversión total”, coincide el ingeniero.
Rechazo. El área de influencia directa
de Chadin II alcanza a seis distritos de Amazonas y Cajamarca. Ronderos y
organizaciones locales rechazan el proyecto y demandan diálogo.
IMPACTO
SOBRE BIODIVERSIDAD
Si
se inunda gran parte de la cuenca, los impactos sobre la biodiversidad que
alberga serán devastadores pues se interrumpirán los sedimentos que el Marañón
arrastra hacia el Amazonas. “No sabemos cuál será el impacto de Chadin II y
Veracruz [otra hidroeléctrica, pero en manos de la peruana Compañía Energética
Veracruz, que se construye aguas arriba] en la población indígena awajún.
Tampoco conocemos su impacto en la Reserva Natural Pacaya Samiria, de muy alta
biodiversidad y productividad ictiológica”. Nada de eso, según Serra, se
menciona en el EIA de Chadin II.
Los proyectos Rio Grande I y II
inundarían un área de 38 kilómetros cuadrados, mucho más que Chadin II
Pedro
Gamio, exviceministro de Energía, también cuestionó la construcción de
hidroeléctricas con gigantescos embalses en la Amazonía. La impresión del
exfuncionario del Estado y actual consultor en temas energéticos, es que con la
desaceleración económica del Perú y la corrupción destapada en Brasil, la
presión para seguir construyendo represas podría diluirse, aunque considera que
insistir con la construcción de las 20 hidroeléctricas en el Marañón destruirá
la cuenca, desplazará a cientos de familias y generará un nuevo conflicto para
el país.
“Se
han enviado cartas al gobierno, pero las quejas aún no son atendidas”, advierte
Socorro Quiroz, integrante de la Asociación por Defensa de la Vida. Ella dijo
que en las zonas afectadas viven más personas de las que identificó el Censo
del 2007, fuente que cita y usa Odebrecht. También contó que en los últimos
meses trabajadores de la empresa están ingresando a las comunidades sin
autorización. “Tienen la concesión, pero no la licencia social. Aquí la mayoría
no quiere la represa y menos de la mano con una empresa que tiene la reputación
por los suelos. La gente aquí no quiere vender sus tierras ni ser reubicados
porque su subsistencia depende de estos territorios”, dijo Quiroz.
Consultado
sobre el tema, el representante de Odebrecht y gerente general de AC Energía,
Erlon Arfelli, contó a OjoPúblico que según sus estudios no todas
las 1.000 personas afectadas viven en las zonas que serían inundadas, “hay
otras que tienen propiedades o posesiones pero no viven ahí, hay otras que
trabajan, o alguna vez han trabajado en esa zona”. La reubicación contempla
“distintas formas de compensación a los propietarios o posesionarios”, desde la
compra de tierras, compra asistida o reasentamiento”, indicó el alto
funcionario brasileño, quien aceptó que antes de iniciar la construcción de
Chadin II se deberá llegar a acuerdos con la población local.
LOS
OTROS PROYECTOS DE ODEBRECHT: RIO GRANDE I Y II
En
Perú Odebrecht tiene cinco proyectos de hidroeléctricas en la cuenca amazónica,
además de Chadin II: los proyectos Rio Grande I y II en el Marañón, Chaglla, en
Huánuco (con su subsidiaria Empresa de Generación Huallaga y cuya obra es
financiada por el BNDES- Banco Nacional de Desarrollo de Brasil) y tiene la
concesión definitiva de Belo Horizonte (Compañía Energética del Centro que le
compró a la minera Volcan en junio del año pasado).
Rio
Grande I y II, también se desarrollan en el Marañón, pero están en una etapa
distinta: tienen estudios de impacto ambiental en marcha, aunque desde ya se
estiman consecuencias sociales irreversibles debido a que el embalse inundaría
un área de 38 kilómetros cuadrados (superior a Chadin II) y desplazaría a 3.000
personas de la zona.
Sin paisajes. La hidroeléctrica
embalsará las aguas del río Marañón y construirá una presa de 175 metros
de altura. Foto: Rocky Contos
Un
informe de la ONG International Rivers determinó el año pasado que si se
construyeran las 20 represas promovidas por el expresidente García en el 2011
los embalses inundarían el 80% del río Marañón. Un reporte del Congreso del 2011 estableció que las tierras que ocupan las
comunidades nativas y campesinas en dicha cuenca representan el 27% de la
superficie del área de influencia. El ingeniero José Serra reconoce la
capacidad hidroeléctrica del Perú, pero sostiene que estas “no deben
desarrollarse en zonas ubicadas por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel
del mar, nada en la selva baja”, para evitar daños ambientales severos.
El
representante de Odebrecht declaró que dentro de unos 60 meses iniciarían la
construcción de la hidroeléctrica. Una vez que “se terminen los estudios de
ingeniería y se haga el cierre financiero del proyecto”, dijo. La tensión en el
Marañón -río bautizado como “La Serpiente de Oro” por el escritor Ciro Alegría-
es permanente. En los últimos meses alrededor de 20 ronderos han sido
denunciados por secuestro luego de que detuvieran a trabajadores de Odebrecht
en la zona. Los últimos reportes de la Defensoría del Pueblo reconocen un
conflicto por Chadin, pero advierten la ausencia de diálogo.
FOTO PORTADA: Google Earth / Proyectos
hidroeléctricos en el río Marañón
Fuente: http://www.ojo-publico.com/86/ChadinII-la-hidroelectrica-de-odebrecht-que-inundara-el-maranon
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