Publicado
por Francisco Umpiérrez Sánchez
sábado, 31 de octubre de 2015
Jorge,
en un comentario sobre mi trabajo La
fotografía de Billy El Niño:…, hace la siguiente afirmación: “Aseguras que
el principio socialista enunciado por Marx
dice que quien más trabaja, más debe ganar. ¿No te estará confundiendo con
Nicolás Sarkozy y su eslogan de la campaña electoral francesa de 2007? No
recuerdo ningún escrito de Marx, de los que están más al alcance de cualquiera,
en el que haga tal apología del capitalismo”.
Marx no enuncia ese principio con esas palabras, pero el contenido
conceptual es el mismo. Ya Marx distinguía dos etapas en el comunismo: la etapa
socialista y la etapa propiamente comunista. Pero la experiencia histórica del
socialismo ha obligado a los comunistas chinos a plantear que la propia etapa
socialista tiene a su vez dos fases: una inferior y otra superior. Y las
sociedades que quieren seguir la vía del socialismo están todavía muy lejos de
la fase superior del socialismo. Así que si la fase superior del socialismo
queda lejos, mucho más lejos debe quedar la etapa comunista, donde rige el
principio “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus
necesidades”.
La referencia bibliográfica originaria del lema socialista se encuentra
en la obra de Marx titulada Crítica del
Programa de Gotha. En la sección las
bases económicas de la extinción del Estado de la obra de Lenin
titulada El Estado y la revolución, hay una reflexión sobre la obra de Marx
reseñada y una argumentación sobre cuál debe ser el principio de distribución
en la primera fase del comunismo. De aquí llegamos al capítulo IV, titulado Sistema de “a cada uno, según su trabajo”,
de Problemas de la economía socialista de
China de Xue Muquiao. En dicha obra se recoge el contenido de la obra de
Marx y de Lenin reseñadas. En ella podemos leer. “pero la sociedad socialista
tiene que reconocer tácitamente que la desigual capacidad para el trabajo es
privilegio natural de cada persona, y que el trabajo sigue siendo un medio de
los individuos para ganarse la vida, por eso es preciso aplicar el principio
de a cada uno según su trabajo”. Y el principio
de distribución socialista a cada uno según su trabajo, significa que quien más
trabaja, debe ganar más. Ya en El Capital
Marx reconoce la diferencia entre
trabajo simple y trabajo complejo. Y esta diferencia implica que el valor de la
fuerza de trabajo del que realiza un trabajo complejo es mayor de quien realiza
un trabajo simple. Luego, mientras siga imperando la ley del valor, y esto será
así a lo largo de toda la etapa socialista, quien realice un trabajo complejo
debe ganar más que quien realiza un trabajo simple. Y ninguno de los dos lemas,
“quien más trabaja debe ganar más” y “quien realice un trabajo complejo debe
ganar más que quien realice un trabajo simple”,
significa apología alguna del capitalismo, todo lo contrario, significa
la defensa de un sistema justo de distribución y un mecanismo económico
ineludible para el desarrollo de las fuerzas productivas.
Vayamos ahora a la obra reseñada de Marx Crítica del programa de Gotha. Escuchemos a Marx: “De lo que aquí
se trata no es de una sociedad comunista que se ha desarrollado sobre su propia
base, sino de una que acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y
que, por tanto, presenta todavía en todos sus aspectos, en el económico, en el
moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de cuya entraña
procede. Congruentemente con esto, en ella el
producto individual obtiene de la sociedad –después de hechas las obligadas
deducciones– exactamente lo que ha dado”.
Es obvio lo que hay que concluir de la
afirmación de Marx: si el productor individual obtiene de la sociedad
exactamente lo que ha dado, entonces quien haya dado más trabajo obtendrá más
retribución. Escuchemos por segunda vez a Marx, quien está hablando de la
primera fase de la sociedad comunista, aquella que ha brotado directamente de
la sociedad capitalista: “A pesar de este progreso, este derecho igual sigue
llevando implícita una limitación burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo que han
rendido”. Más evidente queda aquí el principio de distribución que debe
regir en el sistema socialista: quien rinde más, debe ganar más. Y para que
Jorge no se desvíe y se quiera agarrar al extracto donde Marx afirma que el
derecho de distribución en la sociedad socialista lleva implícita una
limitación burguesa, le obsequio con otra cita de la misma obra: “Pero estos
defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal y
como brota de la sociedad capitalista después de un largo y doloroso
alumbramiento. El derecho no puede ser
nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la
sociedad por ella condicionada”. Así que vista la experiencia del
socialismo real, iniciada con la revolución soviética en octubre de 1917, el
alumbramiento de la sociedad socialista es mucho más largo de lo que pensaba
Marx en 1875; y mientras tanto, esto es, durante todo el largo camino del
régimen socialista de producción, deberá seguir rigiendo el principio de a cada
uno según su trabajo. Y esto es así porque el derecho no puede ser nunca
superior al de la estructura económica ni a la cultura de la sociedad por ella
condicionada, esto es, no puede aplicarse el derecho comunista, cuyo lema es “a
cada uno según su necesidad”, a la sociedad socialista, cuyo principio de
distribución debe ser “a cada uno según su trabajo”.
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