TAMBIÉN LAS GUERRAS TIENEN REGLAS
Publicado el 13 de noviembre de 2015
Amy Goodman y Denis Moynihan
Nadie discute que fue el ejército estadounidense el que en la madrugada
del sábado 3 de octubre llevó a cabo el ataque aéreo contra un hospital de la
ciudad de Kunduz, en Afganistán. El ataque contra el centro asistencial de
Médicos Sin Fronteras, el Centro de Trauma de Kunduz, fue devastador y provocó
la muerte de al menos 30 personas. Los pacientes de la única unidad de cuidados
intensivos de la región murieron incinerados en sus camas. Integrantes del
equipo médico perdieron la vida a causa de bombas de metralla que les
arrancaron las extremidades. Al menos una persona fue decapitada por el impacto.
Mientras la gente huía del edificio en llamas, el helicóptero de combate aéreo
AC-130 de Estados Unidos los masacraba desde el aire con armas automáticas.
Médicos y otros integrantes del personal hospitalario recibieron disparos
cuando corrían hacia otro sector del complejo intentando ponerse a salvo.
El Centro de Trauma de Kunduz estaba en el mismo lugar, practicando
miles de cirugías y brindando tratamiento a decenas de miles de personas en la
sala de emergencias, desde hacía cuatro años. Médicos Sin Fronteras, conocida
internacionalmente por su nombre en francés Medecins Sans Frontieres o
MSF, le había proporcionado en repetidas oportunidades las coordenadas de GPS
exactas del hospital a funcionarios de gobierno de Estados Unidos y de
Afganistán. Jason Cone, director ejecutivo de Médicos Sin Fronteras Estados
Unidos dijo en el noticiero “Democracy Now!”: “Como condición previa a la
apertura del hospital, negociamos con Estados Unidos, con Afganistán y con la
OTAN, así como con las fuerzas de la oposición, con el Talibán. Recibimos el
apoyo de todos esos grupos para operar este hospital”. Cone continuó: “Como
parte de las negociaciones se acordó que proporcionaríamos nuestras coordenadas
de GPS a las distintas partes. Se las proporcionamos incluso recientemente, el
29 de septiembre. Eso fue para reforzar el hecho de que sabíamos que estaban
pasando cosas. Empezaban a llevarse a cabo más bombardeos y se nos dijo que esa
era la forma de garantizar la protección de nuestras instalaciones".
El 29 de septiembre fue un día de gran importancia en Kunduz, donde se
venían librando batallas por el control de la ciudad entre el Talibán y las
fuerzas afganas desde el mes de abril. El 28 de septiembre, una unidad del
Talibán de tan solo 500 hombres, según se informó, logró derrotar a los 7.000
soldados del Ejército Nacional Afgano allí apostados, tomando así el control de
Kunduz. Fue la primera ciudad importante que el Talibán reconquistó desde el
inicio de la invasión y posterior ocupación por parte de Estados Unidos en
octubre de 2001, cuando los talibanes fueron expulsados del poder. Médicos Sin
Fronteras sabía que la primera línea del conflicto les golpeaba la puerta y que
el hospital se vería inundado por muchas víctimas más. Cone afirmó: “Este
hospital estaba abierto desde hacía cuatro años. De hecho, esa noche se trataba
probablemente del edificio más iluminado de toda la ciudad de Kunduz, que tiene
una población de unas 300.000 personas, porque teníamos generadores funcionando
esa noche. Por lo que estaba bien iluminado y resultaba fácilmente visible
desde el cielo. Además, se trataba de uno de los edificios más conocidos de la
zona”.
Cuando le preguntamos si el ataque constituía un crimen de guerra, Jason
Cone empleó las palabras precisas de un trabajador de ayuda humanitaria: “Se ha
discutido mucho si se trató o no de un error. La intencionalidad o no no es
necesariamente el umbral que hay que atravesar para que constituya una grave
violación del derecho humanitario internacional. Si el ejército no logra distinguir
entre blancos militares y civiles, como en este caso, desde nuestro punto de
vista y en función de todo aquello que sabemos, consideramos que son culpables
de violar el derecho humanitario internacional”.
MSF llevó a cabo una exhaustiva investigación interna y compartió sus
conclusiones con el gobierno de Estados Unidos, la OTAN y el gobierno afgano.
Al día siguiente, la dieron a conocer públicamente. Cone sostuvo: “Es parte de
nuestros esfuerzos para cooperar con la investigación. Pero aún así, sentimos
que es necesario que se lleve a cabo una investigación independiente e
imparcial del bombardeo”. MSF solicitó al gobierno estadounidense que acepte la
intervención de la Comisión Humanitaria Internacional, un organismo con sede en
Suiza fundado hace casi un cuarto de siglo en el marco de la Convención de
Ginebra con el cometido específico de investigar posibles crímenes de guerra.
Hasta la fecha, nunca se le encomendó a la mencionada comisión que realice
ninguna investigación. Paralelamente, quienes perpetraron el ataque, es decir
el gobierno de Estados Unidos, la OTAN y el gobierno afgano, llevan a cabo sus
propias investigaciones. El pedido público de Médicos Sin Fronteras de que se
lleve a cabo una investigación independiente cuenta con el apoyo de una
petición mundial que hasta el momento ha sido suscrita por 500.000 personas.
Tres
semanas después del ataque registrado en Kunduz, otro hospital de Médicos Sin
Fronteras sufrió un ataque; esta vez en Yemen. El hospital recibió varios
ataques en el transcurso de dos horas, aún cuando en el techo figuraba el logo
de MSF y las coordenadas de GPS habían sido proporcionadas en múltiples
oportunidades a la coalición que encabeza Arabia Saudita. Todo indica que el
Ejército de Arabia Saudita lanzó el ataque, haciendo uso de los bombarderos y
las armas proporcionadas por Estados Unidos.
Cone afirmó en relación con el ataque en Yemen: “Definitivamente
constituye una violación al derecho humanitario y hemos estado en contacto
directo con autoridades saudíes en relación a ello. Desafortunadamente, han
modificado su versión en varias oportunidades. Para nosotros, se trata
simplemente de reforzar el hecho de que existe la Convención de Ginebra, de que
esa Convención rige las leyes de guerra. No somos ingenuos. Somos conscientes
de los riesgos de trabajar en zonas de guerra. Venimos trabajando en ellas
desde hace más de 40 años. Sin embargo, es necesario saber que los gobiernos
continúan respetando esas reglas, porque son las reglas que nos permiten seguir
enviando gente a las regiones en guerra para tratar a las víctimas".
El horror vivido durante el ataque al hospital de Kunduz nunca
abandonará a la enfermera de MSF Lajos Zoltan Jecs, que dormía en un lugar
seguro dentro del hospital cuando impactaron las bombas. “Intentamos entrar a
uno de los edificios en llamas. No puedo describir lo que se vivía en el
interior. No hay palabras para transmitir lo terrible que era. En la Unidad de
Cuidados Intensivos había seis pacientes que se estaban quemando vivos en sus
camas. Vimos morir a nuestros compañeros. A nuestro farmacéutico... La noche
anterior había estado hablando con él y planificando el stock y después murió
ahí en nuestra oficina”, relató.
Por el momento, ninguno de los ataques contra los hospitales ha sido mencionado
en los debates o foros presidenciales de Estados Unidos. Es necesario que se
lleve a cabo una completa investigación de estos crímenes para hacer que los
responsables rindan cuentas. Y es necesario que se lleve a cabo un profundo
debate en este año de elecciones presidenciales para determinar si se permitirá
que continúen perpetrándose ataques como estos que únicamente perpetúan el
terror.
© 2015 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición:
María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero
internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y
televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro
"Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono
Sur.
de: Democracy Now! en Español - Columna de Amy Goodman <boletin@democracynow.org>
responder a: Democracy Now! en Español - Columna de Amy Goodman <boletin@democracynow.org>
para: (…)
fecha: 13 de noviembre de 2015, 19:02
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18 de noviembre de 2015
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