ALAI AMLATINA,
22/01/2016.-
Cuidado
con lo que deseas 點石成金
Los
primeros días del año 2016 vinieron acompañados por serios problemas de bolsa.
Entre ellos se señala a China y el mercado de Shanghái. Para un lector que
desconoce cuándo y cómo se abrió el mercado de Shanghái y sobre todo las
razones de hacerlo, no queda claro si lo que hay es un colapso de la economía
del país o una guerra cambiaria donde China ha decidido debilitar al dólar,
sobre todo si leen los periódicos anglosajones. En realidad, China crece a
6.9%, de las tasas más altas del mundo seguida por Bolivia y está intentando
entrar a jugar en las grandes ligas comenzando por internacionalizar el Yuan.
Con este
fin, desde 2009 se establecieron ventanillas alrededor del mundo que
operan en yuanes. El Consejo Atlántico dice: “La internacionalización de
divisas importantes tiende a seguir un proceso evolutivo en el cual una moneda
se desarrolla de ser simplemente un instrumento para la facturación y el
comercio, a un medio de inversión, y tarde o temprano componente de las
reservas de los bancos centrales.”[1] Así, lo que siguió al paso de convertirla en
moneda de comercio fue transformarla en un medio de inversión a través de la
liberalización del yuan en el mercado offshore. Como moneda de comercio, el
Yuan pasó de representar el 7% del comercio asiático con China en el 2012 al
37% en el 2015, según SWIFT. Se usa en 37% de los pagos comerciales desde los
Estados Unidos y 33% desde Europa. Es la segunda moneda más usada en
financiamiento del comercio y la quinta en financiamiento de la inversión al
2015. Sesenta bancos centrales ya tienen reminbi en sus reservas
internacionales.
El Yuan
es una moneda con tipo de cambio controlado, de modo que establecer un mercado
libre offshore es abrirle un mercado paralelo. La banda de variación dentro de
China es 2% desde el año 2012 y antes fue de 1% desde el 2007. El mercado
offshore es un mercado libre y los inversionistas internacionales pueden operar
en el mercado futuro sin bandas. Esto abre las posibilidades de operaciones de
arbitraje entre ambos mercados, el interno y el off shore. El mercado de yuanes
más grande del mundo está en Hong Kong y el mercado más significativo en
Londres, sede del Euromercado y de las principales monedas del mundo. La Bolsa
de Valores de Londres es la referencia obligada del mercado cambiario mundial
ahora que las monedas se cotizan como commodities. Para que una moneda sea
clasificada de reserva mundial debe desaparecer toda forma de control cambiario
sobre ella y tener una sola cotización operada en el mercado internacional.
Pero el Yuan tiene un mercado controlado hasta ahora.
Los
extranjeros que operan dentro del mercado cambiario chino son quinientas
empresas registradas como Qualified Foreign Institutional
Investors (QFIIs) pero desde noviembre del 2014 se puede también
operar a través de Hong Kong en lo que se llama el Shanghai-Hong Kong Stock
Connect, que permite utilizar a los brockers locales para operaciones en el
otro mercado pagado en moneda nacional. Esto abre una ventana para que
operadores externos ingresen dentro del mercado chino hasta por un monto de
48,660 millones de dólares americanos anuales.
La
apertura de la bolsa de Shanghái a la bolsa de Hong Kong y a inversionistas del
mundo en noviembre del 2014 tuvo un impacto inmediato en el curso del índice de
capitalización. Se produjo la burbuja más rápida observada en una bolsa de
valores en el mundo. Entre el 7 de noviembre del 2014 y el 12 de junio del 2015
el índice CSI pasó de 2,502 a 5,335, día en que la bolsa “se pinchó”. Esta más
que duplicación del índice (113% de aumento) y su celebración por la prensa
occidental, luego se convirtió en las metáfora de la economía china cuando la
prensa occidental comenzó a tratarla como si fuera la de Nueva York o Londres,
cuyos indicadores, por cierto, tampoco dicen nada hoy en día sobre la marcha
macroeconómica de sus países. (Ver grafico1)
GRAFICO
1. Bolsa de Shanghái Índice CSI 300
Fuente:
Bloomberg
En la
semana del 15 de junio, cuando Yellen, presidente del FED Banco central
estadounidense, debía de decir si la tasa de interés subiría o no, el índice
CSI300 se desplomó de 5,335 a 4,637 al 19 de junio y a 3,663 el 8 de julio. En
menos de un mes el índice CSI300 de Shanghái perdió el 31% de su valor en el
pico. Un mes más tarde, el 24 de agosto había bajado otro 8% y en total había
perdido el 38% de su valor máximo en junio. Esa variación es claramente
especulativa por la velocidad del retiro.
La
pregunta es ¿quién apostó a que era una burbuja y que no aguantaría la bolsa
ese índice? La respuesta es quien apostó por la caída fue el mismo que entró
apenas abierta la bolsa y fabricó la burbuja en un pequeño mercado inyectando
un monto significativo de dinero. Quien lo hizo fue desde el dólar y se aseguró
que la caída de la bolsa sería acompañada de retiros de dólares de la economía
china (onshore), apostando contra el Yuan (offshore). El tipo de cambio del
Yuan en agosto dio un salto devaluatorio de 6.20 yuanes por dólar a 6.40 yuanes
por dólar. El ataque contra la bolsa se vio reflejado simultáneamente en un
ataque contra el tipo de cambio. (ver Gráfico 2) El costo para el Banco Popular
de China fue de 94,000 millones de dólares según el Financial Times. (September 7, 2015 1:44pm, “China’s foreign exchange reserves fall by
record $94bn”)
GRAFICO
2: La devaluación del Yuan
Existen
cuatro fondos de cobertura neoyorkinos que hacen estas operaciones en yuanes.
Estos son: ESG, del Carlyle Group (familia Bush), Passport Capital, Omni
Partners y Odey Asset Management, dice Bloomberg. Salvo ESG, los demás
son empresas con fondos menores a 5,000 millones de dólares, muy posiblemente
deben existir otros que Bloomberg aún no ha identificado. Lo importante es que
una apuesta en firme a que un tipo de cambio se devalúe cuando se abre una
bolsa de valores puede sonar extravagante, salvo que seas inversionista en esa
bolsa y sepas cuándo te vas a retirar. De esta manera, con poco dinero se puede
hacer una apuesta decena de veces más grande y si se tiene éxito, el apostador
gana mucho dinero (Ver la película la Gran Apuesta). El costo de la
apuesta la paga el país cuya moneda y bolsa se ven atacadas, tal cual George
Soros lo hizo en el llamado “miércoles negro” cuando puso en problemas al banco
de Inglaterra. Ese parece ser el caso chino.
Como
parte de la internacionalización del Yuan se emitieron en Londres en el año
2013 bonos en yuanes (ver Ugarteche y Noyola, 19/1/14, “La City de Londres,
capital global del yuan”, http://www.alainet.org/es/active/70610#sthash.3gRelkiP.dpuf).
Con el Yuan instalado en el mercado de Londres, la apertura de la bolsa le dio
alas al mercado cambiario basado allí. Lo único que faltaba era el compromiso
que China liberalizaría su mercado cambiario del todo.
Para que
eso ocurriera China puso como condición que su moneda ingresara a la cesta de
monedas del FMI. Como la quinta moneda del Derecho Especial de Giro, el Yuan obtuvo
la bendición para ser operado libremente en los mercados cambiarios
internacionales, requisito último para ser considerado moneda de reserva. Así,
el 30 de noviembre del 2015 el FMI aceptó al Yuan en la cesta del DEG sumándose
al dólar, el yen, el euro y la libra esterlina. Junto con eso, el 18 de
diciembre dieron el visto bueno en el Congreso de los Estados Unidos para la
reforma del sistema de votación del FMI, lo cual significaría quizá la reforma
más importante para el Fondo desde su creación. El nuevo DEG asignará al yuan
el 11% de su contenido, estableciéndolo en el tercer lugar, solo por debajo del
dólar y el euro, la renovada canasta entrará en vigor el 1 de octubre del 2016
(Ver tabla). En cuanto a la reforma al sistema de cuotas del FMI, los grandes
perdedores son los países europeos a excepción de España, Japón seguirá
manteniendo el segundo lugar, China se coloca como el tercer país con más
votos, Brasil sube cuatro posiciones, e India y Rusia consiguieron entrar en la
lista de los diez más influyentes. Cabe resaltar que Estados Unidos seguirá
conservando el derecho de veto.
DEG 2015
Pesos de las monedas
|
2015
|
2010
|
2005
|
US
dólar
|
41.73%
|
41.9%
|
44%
|
Euro
|
30.93%
|
37.4%
|
34%
|
Libra
|
8.33%
|
11.3%
|
11%
|
Yen
|
8.09%
|
9.4%
|
11%
|
Yuan
|
10.92%
|
---
|
---
|
Fuente:
FMI
Las
condiciones que el FMI estableció para que el Yuan sea una moneda de reserva
son: 1) la apertura de sus mercados interbancarios y de divisas (desapareciendo
la división onshore/offshore y la banda de flotación) a las instituciones
financieras internacionales, 2) mejora de la estadística sobre reservas de
divisas, y 3) una flexibilización del tipo de cambio para que las fuerzas del
mercado influyan en él. Estas condiciones aceptadas y firmadas el 30 de
noviembre fueron ratificadas cuando el congreso americano aceptó el cambio al
sistema de votación en diciembre. Por extraño que parezca, el impacto
cambiario de esta decisión ha sido la depreciación del Yuan, algo que en
condiciones normales parecería totalmente ilógico, la “moneda del
pueblo” pasó de 6.40 en agosto a casi 6.60 a finales de diciembre. El
fortalecimiento del dólar y los repetidos ataques para hundir las monedas
emergentes han dado como resultado que en el año 2015, el yuan se depreciara
6.82%, la rupia 8.97%, el rublo 10.78%, el rand sudafricano 43.67% y el real
54.08%.
El
anuncio del alza de la tasa de interés por el FED el 17 de diciembre del 2015,
tuvo un efecto inmediato en las bolsas americanas, así como en Europa y América
Latina, no tanto así en China, Corea, la India y otros países de Asia, donde el
efecto se presentó con dos semanas de distancia al final del mismo año.
Sin
embargo la apuesta estaba encaminada a una gran caída del Yuan, ni siquiera la
entrada del mismo a los DEG logró revertirla. Crispin Odey, que controla
la Dirección de Odey Asset Management, dijo en septiembre del 2015 que
“el yuan debería caerse en al menos el 30 por ciento.” (Bloomberg, “Hedge Fund
That Called Subprime Crisis Urges 50% Yuan Drop”) Mark Hart de Corriente
Advisors apuesta contra el Yuan y dice que debe depreciarse 50%, según la misma
nota.
El costo
para China de la internacionalización del Yuan es haber colocado el valor de su
moneda en las manos de especuladores que harán cualquier cosa para impedir que
el Yuan siga avanzando en su nuevo rol de moneda de reserva. Vistos los
números, la prensa está haciendo más ruido que las nueces, si bien la
pérdida de 5% de sus reservas en el año ha sido un cambio de tendencia, esto ha
sido con el fin de defender al Yuan y podría decirse que de forma exitosa.
Haría
bien que alguien en el Banco Popular de China, leyera sobre el modo como
Estados Unidos colocó al dólar como moneda de reserva dominante en 1945 y
eliminó la zona esterlina y el papel de la libra. Le obligó a abrir la cuenta
de capitales al final de la guerra y cuando las reservas internacionales
estaban diezmadas en enero de 1946, tuvo que volver a cerrar la cuenta. Ya para
entonces la libra no importaba como moneda de reserva. Está detallado en el
libro The Battle for Bretton Woods de Ben Steil. Hay que recordar que
más valor se destruye en una devaluación que en un campo de guerra, esto
podemos observarlo en los ataques contra el rublo, el real y el rand
sudafricano en los últimos dieciocho meses.
- Oscar
Ugarteche, Instituto
de Investigaciones Económicas UNAM, SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio
Económico de América Latina, Obela.org.
Jorge Arturo Luna es colaborador de Obela
[1]
RENMINBI ASCENDING How China’s Currency Impacts Global Markets, Foreign
Policy, and Transatlantic Financial Regulation,
Atlantic Council, City of London, Thomosn Reuters, Standard and
Chartered, 2015.
URL de
este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/174947
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