Lógicas
de gestión empresarial en el proyecto de ley del gobierno
01-01-2016
Se acaba
de presentar un proyecto de ley que supuestamente daría respuesta a la demanda
de fortalecer la educación pública. Al respecto podemos decir que esta nueva
propuesta es absolutamente insuficiente respecto a los alcances de lo que
debiera ser una Nueva Educación Pública; más aún, mantiene y refuerza lógicas
de administración privada en la educación, presente en otras leyes tales como
la Ley de Subvención Escolar Preferencial y la Ley de Calidad y Equidad.
Por lo tanto, se reduce a “modernizar la gestión”
de lo público. Además, las escuelas públicas siguen condicionadas a convenios
por resultados, y por lo tanto anula cualquier discusión sobre el sentido de lo
público en Educación. En último término, y tal como se ve el panorama de la
discusión legislativa, con este proyecto se sepulta la discusión sobre
Educación Pública.
En concreto, destacamos los siguientes puntos del
proyecto de ley:
Omisiones notables del proyecto de ley
El proyecto de gestión de la educación pública deja
un número importante de propuestas del movimiento social y de los actores
educativos fuera. Entre las cuestiones que no entran en la discusión tenemos
que:
1. Se mantiene el sistema de
financiamiento a la demanda, que pone a competir a escuelas públicas y
privadas: aunque el
Mensaje Presidencial hace referencia al financiamiento por voucher como una de
las medidas de mercado implementadas en dictadura, no se pronuncia sobre un
cambio en esta materia. Cabe señalar que más de la mitad de los recursos por
subvención regular se destinan a escuelas privadas.
2. Se mantiene la igualdad de trato
entre lo público y lo privado: El “nuevo sistema de educación pública” no
contempla en lo esencial un financiamiento preferente a lo público. Esta
omisión es crucial, ya que condiciona el tipo de proyecto y provisión educativa
pública y pone a estas escuelas una vez más a competir con los establecimientos
privados.
3. La discusión sobre el sentido de
lo público está ausente en la implementación del proyecto de ley: este proyecto sólo hace mención
a los principios que establece la Ley General de Educación, aplicables a todo
el sistema que recibe financiamiento estatal. La discusión sobre el sentido de
lo público es relevante, toda vez que los sostenedores privados poderosos –
como la Iglesia Católica y grupos ligados al Opus Dei, las Escuelas Matte y
sostenedores empresariales – tienen muy claro el tipo de sujeto que quieren
formar, es decir, sujetos adaptados para el mercado.
Entonces, ¿qué es lo distintivo de la Educación
Pública que se quiere forjar en este nuevo sistema? ¿Qué tipo de sujeto se
quiere formar en esta Educación? Al no haber un proyecto que aúne lo público,
sigue siendo omitida la discusión sobre el currículum. El único principio claro
es que la educación pública (y la educación en general) debe guiarse por los
principios de la gestión empresarial: el carácter público de la educación se
aborda en este proyecto como un problema de gestión eficiente.
4. Renuncia a la creación de un
sistema articulado de Educación: el proyecto de ley no integra los distintos
niveles de enseñanza, desde la Educación Parvularia hasta la Educación
Superior, ni tampoco articula a las escuelas públicas con las universidades y
centros formadores de profesores/as públicos. Esto es reflejo justamente de la
inexistencia de un proyecto educativo público que defina el sujeto que se
quiere construir.
5. Como no hay proyecto educativo,
la “calidad” medida por el SIMCE sigue siendo el parámetro de la educación
pública: este
proyecto de ley mantiene y se articula en función de la calidad medida por el
SIMCE y la rendición de cuentas. Por ejemplo, los resultados SIMCE, a través de
la concentración de escuelas con calificación de “insuficiente”, constituye una
causal para el despido del director de los nuevos “servicios locales”.
6. No promueve el aumento de la
matrícula pública: a pesar
que el diagnóstico en el Mensaje señala como un problema el descenso de la
participación de la educación pública en el global del sistema, no contempla el
aumento de la matrícula de educación pública, pues su foco es modernizar la
gestión para entrar a competir. Llama la atención que la creación de nuevas
escuelas en el proyecto estará afecta a la Ley de presupuestos: en cambio,
cerrar o fusionar escuelas sigue siendo un procedimiento administrativo
simplificado.
Lo que promueve la ley: lógicas de gestión
empresarial para administrar la educación pública
El nuevo proyecto de educación pública se reduce a
un problema de “modernización de lo público” a través de la gestión
empresarial. Por lo tanto, este proyecto promueve:
1. Un cambio organizacional de la
administración educativa pública: el proyecto está impregnado de una lógica de
gestión por resultados y eficacia, pese a algunas concesiones a la
participación de las comunidades escolares. Por lo tanto, sitúa la mejora de la
educación pública en el refuerzo de un tipo de gestión privatizada: por
ejemplo, se organiza la gestión en función a convenios de desempeño, lo cual
restringe el sentido de lo educativo.
2. Se crea una nueva estructura que
implica una desresponsabilización del Estado en la función educativa que le
compete: el
proyecto crea los “servicios locales”, que dependerían de una Dirección de
Educación Pública. Esta Dirección pasa a convertirse en una agencia de gestión
más del Ministerio de Educación, lo cual separa la responsabilidad del Ministerio
en su función educativa, y perpetúa un modelo de administración de la
descentralización educativa en clave neoliberal.
3. Sobre la participación: si bien es valorable que los
Consejos Escolares tengan un carácter resolutivo, ésta lo es sólo para el
Reglamento Interno y la programación anual; además, el Consejo no pude incidir
sobre el sentido y el contenido de la educación. Asimismo, este modelo a escala
de “democracia representativa” ha sido cuestionado, pues desconoce otras formas
de participación, tales como los sindicatos, asambleas estudiantiles, Colegio
de Profesores, entre otras.
En síntesis, este proyecto posiciona a la educación
pública como un problema de procedimientos y no de sentido y fines de la
Educación. Si bien hace críticas a las reformas mercantilizadoras, este
proyecto no altera ninguno de los pilares estructurales del neoliberalismo
educativo, una de cuyas consecuencias es justamente el Nuevo Management
Público: es decir, lógicas privadas de administración para el sistema público.
No hay que perder de vista que el fortalecimiento
de la educación pública es una demanda histórica del movimiento por la
educación e incluso este proyecto, con su alcance reducido, hubiera sido
imposible sin la movilización social de los últimos años. Por lo mismo, no
corresponde dar por cerrada esta demanda, pues limitar la discusión de lo
público sólo a un proyecto de administración, no evita el declive sostenido de
la educación pública. Al no haber proyecto fuerte de educación, sin derribar
los pilares del mercado, se terminará consolidando la extinción definitiva de
lo público en Educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario