Tesis en desarrollo para el debate…
Crisis sistémica y acción global
16-04-2016
“Es posible un mundo con una
humanidad mejor. Tal vez hoy la primera tarea sea salvar la vida”
José “Pepe” Mujica
Es indudable que el mundo atraviesa por una etapa
de crisis sistémica, estructural y profunda, que impacta todas las áreas de la
vida humana y de la naturaleza en que está sustentada. El sistema capitalista
existente muestra enormes fisuras y contradicciones que obligan a los
trabajadores y los pueblos a volver a plantearse alternativas de solución
radicales y no sólo reformas parciales. La existencia misma de la civilización
humana está en riesgo frente a un deterioro progresivo de la estructura de la
vida, el desequilibro bio-social y psicológico, la aparición de nuevas
enfermedades, el caos ambiental y a la guerra nuclear.
El nivel de concentración de capital en manos de la
plutocracia financiera es de dimensiones escandalosas; la financiarización de
la economía ha convertido la banca en una pirámide y el mundo bursátil en una
lotería; la enorme acumulación de capital se combina con la ley de la tasa de
ganancia negativa e impide la creación de nuevos medios productivos; y el
desarrollo de nuevas economías colaborativas que aprovechan el desarrollo
tecnológico y la tendencia creciente de los costos de producción a cero,
agudizan las contradicciones insolubles del capitalismo. Ello obliga a los
capitalistas y a sus gobiernos a buscar alternativas en la geopolítica y en la
guerra para atenuar los efectos económicos y políticos de las cada vez más
profundas crisis económicas, y a crear artificialmente conflictos con métodos
coloniales a fin de conseguir mejores condiciones de acumulación por
desposesión y despojo.
Las luchas de los trabajadores basadas en teorías y
doctrinas construidas en el siglo XIX y aplicadas durante el siglo XX, han
mostrado enormes limitaciones que llevaron, no sólo a la derrota política del
llamado “socialismo real” o “socialismo del siglo XX” sino que influyeron en
las nuevas generaciones que –aunque enfrentan las consecuencias del triunfo del
capital sobre el trabajo– perdieron la fe en la posibilidad de construir una
sociedad sin el lastre de la explotación del trabajo y se dedicaron a atenuar
el problema sin proponerse soluciones radicales. Además, la labor de crear
pensamiento crítico también sufrió graves reveses sin desconocer los esfuerzos
individuales que deben ser valorados y potenciados.
Sin embargo, la gravedad de los problemas que
aquejan a la humanidad en su conjunto ha obligado a las nuevas generaciones a
replantear sus luchas. A finales del siglo XX, recién caído el muro de Berlín y
el desplome del bloque “socialista” que lideraba la URSS, se presentó el
levantamiento neo-zapatista de los indígenas chiapanecos al sur de México que,
a pesar de lo local, mostró una visión global e integral de la lucha.
Paralelamente surgieron los movimientos anti-globalización y los llamados
“procesos de cambio” en numerosos países de América Latina, que se
materializaron en el acceso de líderes progresistas y nacionalistas a diversos
gobiernos, hecho que se consiguió sobre la base de encauzar importantes
expresiones de rebelión popular, alzamiento social y lucha de los trabajadores,
campesinos y pueblos indígenas de esa región del mundo.
Además, a partir del año 2011 aparecen nuevas expresiones
de lucha social, política y cultural en diversas regiones del planeta,
dinamizadas –ahora– por nuevos sectores sociales que son resultado de las
grandes transformaciones que se han operado en el aparato productivo y en la
estructura de clases de la sociedad. En Túnez y Egipto, España y Grecia,
Turquía y Brasil, y en general en todo el mundo, los “profesionales
precariados”1
han aparecido como un sector de los trabajadores que lideran iniciativas
políticas y sociales contra el poder del gran capital financiero, por más y
mejor democracia, y por renovar las luchas contra el capital. Podemos afirmar
que este “nuevo proletariado” ha mostrado en pocos años su capacidad creadora
para despertar una oleada de luchas de nuevo tipo de carácter orbital.
Por cuanto el horizonte de las luchas de los
trabajadores y los pueblos muestra un ascenso visible y verificable, a pesar
del declive del llamado “proceso de cambio progresista” en América Latina, se
hace necesario contribuir con el debate teórico-político que debe desarrollarse
a nivel nacional, regional y global. Es indispensable motivar la discusión para
propiciar la necesaria clarificación de ideas que nos permita y ayude a retomar
las luchas anti-sistémicas y anti-capitalistas. Con ese fin se presentan estas
tesis que ponemos a disposición de las personas, grupos, colectivos,
movimientos y partidos políticos que estén interesados en construir una
“corriente de pensamiento revolucionaria y crítica” que contribuya con tan
importante y vital tarea.
1. La crisis económica iniciada en
el año 2008 se conserva y profundiza. La deuda pública de numerosos países de
Europa es inmanejable y crece exponencialmente en países periféricos. La
recesión económica se mantiene en Europa, Japón, Brasil, Rusia y aparece en
China. La consecuente caída de los precios de las materias primas genera agudos
conflictos sociales, mayores alzamientos populares y nuevos procesos de
organización social y político de dimensiones planetarias.
2. Como resultado de esa situación,
el gran capital se ve obligado a sobre-explotar a los trabajadores de diversas
formas. Por un lado, incrementa la productividad utilizando la técnica y la
automatización. Ello ha generado un desempleo estructural que afecta
fuertemente a la juventud y a los trabajadores profesionalizados. Por otro
lado, en el mundo periférico, empeora las condiciones de precariedad laboral de
los trabajadores usando –de hecho– formas semiesclavistas de trabajo. Para
lograrlo, la oligarquía financiera impulsa formas novedosas de neo-fascismo
político para imponer regímenes totalitarios de nuevo tipo usando estrategias
propias de las guerras de 4ª generación, la manipulación mediática, la
utilización de conflictos nacionales, étnicos y tribales y, la guerra, cuando
es necesario. Estados “fallidos” y en permanente inestabilidad son su
herramienta predilecta como ocurre en Afganistán, Irak, Ucrania, Libia, Siria,
México, Colombia, y ahora va logrando en Venezuela, Brasil y Argentina.
3. El imperio estadounidense ha
diseñado una nueva estrategia para enfrentar su creciente decadencia y la
pérdida paulatina de hegemonía global. El llamado “Paternalismo Liberal”2
diseñado por los tanques de pensamiento del Pentágono y el Departamento de
Estado se ha convertido en la teoría de moda para lanzar una ofensiva de
“guante blanco”. El gobierno estadounidense ya no cuestiona a los regímenes de
partido único o los gobiernos totalitarios por cuanto les interesa centrar las
relaciones con otros países en negocios e inversiones económicas. Esto no
significa que estén dispuestos a ablandar su política de control y contención
militar de zonas estratégicas del mundo que se disputan con Rusia, China y
otras potencias mundiales. Dentro de esa política está su “nueva” actitud
frente a Cuba y su apoyo al “proceso de paz” en Colombia con las FARC y el ELN.
4. La crisis sistémica del capitalismo
y las políticas aplicadas por el gran capital y los Estados a su servicio han
empobrecido y llevado a la desesperación a millones de personas en regiones
como África y el Oriente Medio. Es la causa de migraciones masivas que se
vuelven incontrolables y que se anuncian como formas espontáneas de resistencia
a la agresión económica, política, cultural y territorial. Todo indica que se
va a continuar con la pauperización de numerosas poblaciones de Asia y América,
además de que se potenciarán los conflictos sociales, étnicos y religiosos en
el mundo híper-desarrollado.
5. La guerra por la ganancia y por
el control de territorios ricos en recursos naturales se ha exacerbado. Sin
embargo, la contradicción entre el imperio estadounidense, sus aliados y otros
bloques geopolíticos, no es el aspecto principal en la lucha de los
trabajadores y los pueblos. A pesar de que se deben denunciar todas las
intervenciones y agresiones a naciones, países y pueblos, la tarea central es
mostrar que ello es consecuencia de la crisis profunda del sistema-mundo
capitalista, y una expresión de la contradicción fundamental entre el capital y
el trabajo.
6. Por ello, es necesario organizar
un movimiento de carácter global que se coloque la tarea de demostrar ante el
mundo entero que la contradicción principal enfrenta a la oligarquía financiera
con la inmensa mayoría de la población mundial. Esa contradicción se
materializa en la esencia destructora de la naturaleza y del ser humano por
efecto de la acción irracional y depredadora de un sistema económico
capitalista que no puede renunciar al modelo productivo basado en la química
del petróleo y, por tanto, condena a la humanidad a un crecimiento caótico,
usando métodos de control mental y psicológico para promover entre las personas
el consumo compulsivo de mercancías y servicios innecesarios, y suscitar una
serie de conductas irresponsables que atentan contra el futuro mismo de la
civilización humana.
7. Ese movimiento global de los
trabajadores y de los pueblos debe recoger lo más avanzado del pensamiento
crítico construido por intelectuales y revolucionarios del mundo entero, sin
renunciar a las herencias teóricas de los siglos anteriores, pero debe hacerlo
con una visión no dogmática, no doctrinaria, derrotando toda idealización y creencia
en verdades eternas y absolutas. Es necesario que los sectores más avanzados de
los trabajadores y los pueblos promuevan el estudio, el debate y la discusión,
con un sentido práctico, desarrollando con amplitud corrientes de pensamiento
que coloquen en el centro de su trabajo la necesidad de construir ese
movimiento global, contribuyan con la sustentación y demostración conceptual de
la contradicción principal y ayuden a diseñar las estrategias para conseguir la
unión y solidaridad internacional a fin de lograr impactos importantes para
preservar la vida del planeta. Convertir las ideas en acción práctica.
8. Ese movimiento internacional de
los trabajadores y de los pueblos debe abordar también, con la misma mentalidad
sistémica, metódica y práctica, la tarea de evaluar la experiencia de lucha de
los trabajadores y los pueblos del mundo en los últimos 150 años, a fin de
superar una serie de ideas incorrectas que han sido la causa de nuestras
derrotas. Ese esfuerzo teórico-político no debe entrabar la tarea central de
unir con amplitud a las mayorías sociales pero es urgente y necesario abordar
la discusión de la estrategia, a fin de ayudar a orientar con consistencia y
flexibilidad las innumerables batallas que los trabajadores y los pueblos
tendrán que afrontar en el inmediato futuro. Es claro que frente a la
complejidad de la vida, al desarrollo desigual y combinado de la naturaleza, la
sociedad y el pensamiento, se debe adecuar la estrategia y la táctica a las
condiciones específicas de cada continente, región, país o zona, sin perder de
vista el carácter global de los problemas y de las luchas transformadoras.
9. Temas como la esencia del poder
global del capital financiero, los enormes cambios que se están operando en la
estructura productiva y financiera del mundo capitalista, la naturaleza de los
Estados imperiales y nacionales en esta etapa de la humanidad, el problema del
“Poder”, la condición depredadora del modo de producción capitalista, la
necesidad de recuperar formas de Democracia Directa para poder sustentar y
darle consistencia a las luchas por el poder político, la contradicción entre
la forma “nacional” y el contenido global de la lucha de los trabajadores, y en
fin, se trata de realizar la necesaria tarea de clarificación de una serie de problemas
teóricos y políticos que se han convertido en obstáculo para lograr el triunfo
de la humanidad sobre quienes quieren destruirla.
Una segunda parte de este
documento presenta unas tesis sobre la coyuntura de la lucha de los
trabajadores y los pueblos en América Latina y en Colombia.
Notas
1 Nuevo proletariado: Los profesionales precariados
son los trabajadores que ostentan un título de profesional, tecnólogo o técnico
o que en su proceso de calificación práctico tienen un nivel similar, y que por
el lugar que ocupan en el proceso productivo tienen todas las características
del proletariado clásico: no son propietarios de medios de producción o los que
tienen son irrisorios frente a los de los grandes conglomerados capitalistas
para los que trabajan, son asalariados clásicos o reciben ingresos provenientes
de relaciones de trabajo dependientes, están en un lugar subordinado del
proceso productivo (no son directivos) y acceden a un mínimo de riqueza social.
Su situación de precariedad los hace identificarse cada vez más con el
trabajador asalariado común.
2 El término “paternalismo liberal” fue acuñado por
el economista conductual Richard Thaler y el abogado Cass Sunstein (esposo de
Samantha Powers, embajadora de USA en la ONU). Se basa en la teoría de que
gobiernos y grandes empresas pueden darle un “pequeño empujón” a la sociedad o
a otros gobiernos sin por ello eliminar su libertad de acción. Las
intervenciones “humanitarias” en Libia y Siria se basaron en ese concepto.
Blog del autor: http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com.co/2016/04/crisis-sistemica-y-accion-global.html#.VxEcrfl97IU
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