Escribe: Milcíades Ruiz
Si una
pelota rueda, es porque una fuerza la ha impulsado. Al rodar atropella otras
fuerzas que encuentra en su camino que por resistencia natural dificultan su
movimiento. Mientras la fuerza que impulsa la pelota sea predominante sobre las
demás, seguirá rodando venciendo toda resistencia. Las fuerzas de la
resistencia van desgastando la fuerza predominante y cuando ambas se igualen la
pelota se detendrá. Pero si en su avance choca con una fuerza mayor entonces
rebotará.
Esto
que parece ridículo explicar por lo sencillo del ejemplo, encierra una ley
universal que se cumple no solo en los hechos mecánicos como el mencionado sino
también, en los procesos químicos, biológicos y mentales. Todo lo que sucede se
rige por esta ley. Las fuerzas de reacciones químicas están en los procesos
biológicos, los mismos que determinan incluso procesos mentales. Los procesos
físicos y químicos se integran unitariamente en infinitas formas de existencia
material e inmaterial.
La
pelota del ejemplo, puede avanzar mientras no encuentre a su paso otra que la
haga desviar o detenerse. Pero la pelota podría ser impulsada de diversa manera
ya sea en línea recta, con curva, por alto, en una dirección o en otra. Podría
ser lanzada con mucha fuerza o con poca, con técnica o sin ella. Pero podría
también encontrar obstáculos de diversa magnitud que se mueven en sentido
contrario, con mayor o menor intensidad, como puede ser el viento que la puede
hacer retroceder. Entonces lo que parecía muy sencillo empieza a complicarse
porque las posibilidades son muchas.
Si
seguimos hablando de la pelota, de su forma, peso, dimensiones, material de
fabricación, temperatura ambiental y todo lo que influye en su velocidad,
llegaríamos a una complejidad increíble en el cálculo de probabilidades. Sobre
todo si la relacionamos con la matemática, la física, la química y todos los
problemas que se derivan de cada caso. Analizar los hechos protagonizados por
la pelota, sacar conclusiones y recomendaciones nos llevaría a formular
hipótesis y tesis. Pero lo mencionado quizá sea suficiente como introducción
para tratar a cerca de una de las leyes o principios fundamentales de la
fisiología universal.
Me refiero a la ley de la predominancia. ¿Y qué tiene
que ver esto con la pelota? Ya veremos que esta ley tiene que ver con todo lo
que existe. Naturalmente, con todo lo que le sucede a la especie humana en
particular: En la economía, política, cultura, deporte, etc. Podemos comprobar
esto con los colores de las cosas, pues si uno de ellos tiene predominancia
sobre los demás, le dará una tonalidad que le cambia el aspecto al conjunto.
Hablaremos entonces de una coloración verduzca o, rojiza, con lo cual ya
estamos calificando un hecho.
Entonces
vemos que la predominancia califica y así podemos decir que la población
peruana es predominantemente joven, lo cual nos induce a pensar en todas sus
implicancias. Pero también podríamos decir que los partidos de izquierda tienen
una predominancia sectaria que impide la unidad. O que la predominancia de la
lucha campesina en Cajamarca hizo retroceder la fuerza de poderosos
inversionistas depredadores. En fin, existe una serie de casos en los cuales la
predominancia es muy visible y modifica el concepto que tengamos de las cosas,
de los sucesos, de los procesos.
Hay sin embargo predominancias que no son tan visibles
y por ello, son difíciles de identificar por la complejidad de un problema, por
nuestra incapacidad para encontrarlas, porque están ocultas, o simplemente
porque no tenemos el conocimiento ni los instrumentos de análisis para
identificarlas. Peor aún, sino tenemos el hábito ni el interés de escudriñar
sobre los fenómenos materiales e inmateriales.
El
científico social Carlos Marx dedicó gran parte de su vida al esclarecimiento
de la dinámica de las fuerzas del capitalismo y las fuerzas de resistencia en
la concepción del materialismo dialéctico. Al científico físico Albert Einstein
le costó grandes desvelos durante años de trabajo matemático para demostrar la
predominancia en las fuerzas atómicas. Ellos analizaron las fuerzas en pugna y
trabajaron sujetándose a las leyes de la naturaleza. Los servicios prestados
por ellos a la humanidad son invalorables.
Es que la predominancia la encontramos en todas partes
pues constituye la esencia del movimiento y bien sabemos que no hay nada
estático y que, movimiento es tiempo y es espacio. No puede haber movimiento si
no hay una fuerza predominante en la infinitud de interacciones que ocurren en
el cosmos, microcosmos y macrocosmos. Entonces la encontramos en el pasado, en
el presente y regirá por siempre en el futuro porque todo se determina en función
de las predominancias. Ellas establecen las condiciones imperantes y los
cambios. En una palabra, predominancia es poder.
Si revisamos la evolución de la humanidad y de los
pueblos específicos encontraremos las predominancias en cada etapa de desarrollo.
Las podremos encontrar en el Tahuantinsuyo, en el virreinato y en lo que va de
la república si sacamos en claro el poder predominante en la economía, cultura,
sistema de gobierno y como no, en la estructura de dominación. Esta es la base
conceptual del materialismo histórico sobre las predominancias sociales en cada
etapa de desarrollo humano.
Pero
identificar las predominancias es solo una parte de la problemática y no nos
sirve de mucho sino no conocemos su funcionamiento y su relación con las otras
leyes de la naturaleza para tener un concepto cabal de los hechos como también,
de los procesos. Solo así podremos crear tecnologías aplicando los
conocimientos científicos sobre los principios que rigen la naturaleza. En cada
proceso nos encontramos con otras leyes universales como el de la relatividad,
la unidad de los contrarios, las interacciones infinitas, los ciclos y muchas
otras fuerzas o factores que intervienen en los hechos y sus procesos.
Conocer la fisiología de los procesos nos permite un
margen de manejo en las predominancias que están a nuestro alcance dominar y
controlar. Podremos aplicar estrategias y tecnologías para contrarrestar
predominancias, esquivarlas y neutralizarlas. Una fuerza predominante puede ser
atenuada, desviada y anulada si se le interponen resistencias apropiadas. Así
por ejemplo, en el panorama nacional hay una predominancia del desarrollo
urbano sobre lo rural que muy pocos logran verla pero sus consecuencias son
devastadoras.
Esta
predominancia genera en este caso un desequilibrio creciente que se torna
abismal. Todo progreso se concentra predominantemente en las ciudades y con
mayor fuerza en las grandes de la costa y en la capital del país. Los
atractivos de la ciudad son irresistibles para la población rural que carece de
ellas. La ciudad ofrece de todo en contraposición al campo que no ofrece nada
en cuanto a mejores condiciones de vida humana. Lógicamente, en esta situación,
el torrente humano del campo a la ciudad es inevitable.
Este
fenómeno rebasa la capacidad de los centros urbanos mayores que soportan
aglomeraciones de todo tipo en materia laboral, seguridad ciudadana,
transporte, informalidad, tugurización, servicios básicos, abastecimiento
múltiple, inflación, etc. mientras al otro lado de la balanza, el campo va
quedando en desolación. Es más, la migración campesina hacia la selva genera
expansión del narcotráfico, depredación de bosques amazónicos, nocividad minera
fluvial, etc.
Al final, tenemos una situación caótica en las tres
regiones geográficas que hace perder de vista la predominancia determinante.
Pero allí está aunque nadie la vea. Solo se ven sus consecuencias pero no el
origen del problema y entonces se busca soluciones a partir del producto
terminado y no, sobre los insumos. No está en nuestras manos controlar esta
predominancia pero sí, en el poder de decisión de los gobernantes del país.
Con estos ejemplos empezamos ya a concebir la
importancia de la ley de predominancia y a avizorar las predominancias
positivas, las negativas, las beneficiosas y las perjudiciales, externas e
internas, etc. En nuestro sistema solar, los planetas han quedado atrapadas
bajo la predominancia de atracción del sol, pero por la resistencia que ellas
oponen, permanecen en órbitas girando a su rededor, determinando un equilibrio
que impide la colisión con el astro rey. No está al alcance del hombre
controlar este predominio pero sirve de ejemplo para ver cómo la naturaleza
resuelve los desequilibrios.
La
Tierra gira sobre su eje a 1,675 km/hora y en su órbita se traslada alrededor
del sol a 107 mil km/hora pero nadie se da cuenta que viajamos a estas
velocidades ni tienen miedo de lo que pueda suceder si el planeta colisionara
repentinamente. Solo la predominancia de la gravedad planetaria impide que a
tanta velocidad salgamos disparados y nos desintegremos en la atmósfera. En
cambio, ir en un vehículo a 120 km/hora si nos aterra porque no hay
predominancia que impida una tragedia. La diferencia está en que la
predominancia de velocidad vehicular la podemos controlar pero no la velocidad
planetaria.
Identificar y conocer el funcionamiento de las
predominancias nos puede ayudar a juzgar y entender los hechos, a evaluar a las
personas, grupos sociales, fenómenos naturales, acontecimientos históricos,
conductas políticas masivas, ordenamiento mundial, etc. Quizá pocos se den
cuenta del momento histórico que estamos viviendo en la vida republicana de
nuestro país, pero estamos inmersos en las predominancias vigentes que
condicionan nuestras vidas aunque muchos ni cuenta se dan, tal como sucede con
las velocidades de nuestro planeta.
Tampoco
las fuerzas predominantes actúan en solitario pues una situación dada, es
ocasionada por la intervención de diversas fuerzas de distinta condición que
accionan y reaccionan. Podemos identificar la fuerza preponderante en un ámbito
aislado pero si no percibimos la intervención de fuerzas predominantes de
ámbitos mayores que engloban conjuntos, entonces nuestra apreciación no será
completa o, integral. Gran parte de nuestros errores al analizar una situación
y plantear soluciones provienen de la falta de perspectiva en nuestras
apreciaciones. De allí la necesidad de considerar también las jerarquías de las
fuerzas predominantes.
Podemos ahora entonces, hablar de la predominancia
capitalista en la dominación mundial que no podemos controlar sino construimos
una fuerza que la equipare y acabe con su predominio. O podríamos hablar de la
predominancia política en nuestro país en la década de 1990 en que la
resistencia popular desbordó con una predominancia mayor que hizo huir al
dictador. Pero también podemos ver la predominancia política que se avecina
como resultado del reciente proceso electoral para el gobierno nacional
2016/2021 y veremos que lo que se dijo con la pelota del ejemplo se cumple aquí
también.
Está claro que tal proceso fraudulento ha ocasionado
una predominancia abrumadora de la derecha en el siguiente gobierno a partir de
Agosto próximo. Tendrá bajo su control todos los Poderes del Estado incluyendo
la administración de justicia y fuerzas represivas. Será por ello, un régimen
totalitario y al igual que la pelota del ejemplo, nada detendrá su accionar si
no encuentra resistencia. Lo hará con el viento a favor proveniente de una predominancia
exterior de mayor envergadura.
El poder capitalista mundial se ha propuesto salir de
su crisis a costa de los indefensos exigiendo a los gobiernos bajo su férula,
el desmontaje de derechos sociales y ajustes económicos para reactivar los
negocios y así, permitir a las corporaciones transnacionales recuperar sus
márgenes de rentabilidad que están estancados. La tesis es que si no hay
reformas retrógradas no habrá recuperación económica ni crecimiento mundial. La
consigna se ha echado a andar en Francia, Argentina y siguen otros países sobre
los que ya se viene trabajando para que hagan las reformas retrógradas que
necesita el gobierno mundial.
Pues bien. Siguiendo la lógica de la pelotita el
próximo gobierno derechista tendrá el viento a su favor y si no encuentra
resistencia tendrá la cancha libre para su predominancia, con todo lo que
significa el totalitarismo capitalista en materia económica, laboral, derechos
humanos, justicia, democracia, entreguismo, libertad de opinión,
criminalización de las protestas, etc. Cuenta además con la predominancia de
los medios de información que manejan la opinión pública nacional condicionando
la conducta política del pueblo peruano.
Este
es el punto de partida para lo que se proponga hacer la izquierda peruana en lo
inmediato pero repasando lo dicho anteriormente, veremos que tenemos muchas
alternativas y posibilidades en el accionar político que nos corresponde.
Organizar la resistencia es una tarea que la predominancia de la derecha nos
obliga a actuar en defensa propia. Hagamos uso de nuestras convicciones
ideológicas erigidas sobre bases científicas para preparar la resistencia
anticipándonos a los desastres. Ahorraremos sufrimientos y vidas humanas.
Mayo
2016
Otra
información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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