Futuro de
la IZQUIERDA en debate
XX CONGRESO DEL PCE
NO QUEREMOS SER
LA IZQUIERDA DEL SISTEMA
SINO LA ALTERNATIVA AL SISTEMA
Dolores Ibárruri Gómez
1895 – 1989
La Pasionaria
Heroica Dirigente del PCE
Mundo Obrero (Gema Delgado): El XX Congreso del Partido Comunista de
España se adelantó para definir la política del Partido y dar respuesta a los
retos de estos tiempos de excepción que vivimos. ¿Cómo valora el desarrollo y
resultado del Congreso?
José Luis Centella (Secretario General del PCE): Sinceramente tengo un sabor agridulce sobre el desarrollo del
Congreso. Por una parte creo que ha sido un momento importante en la vida del
Partido, ha demostrado nuestra determinación a jugar un papel activo en este
momento de lucha, se han tomado acuerdos importantes sobre cómo situar al PCE
en la actual coyuntura política y también en relación con los temas de la UE,
la política de convergencia.
Creo que también fue un momento de clarificar nuestra posición en IU.
Frente a quienes habían anunciado nuestro descuelgue, el Congreso reafirmó
nuestra voluntad de continuar trabajando junto a quienes lo venimos haciendo en
los últimos 30 años.
También fue importante contar con las intervenciones de Cayo y Alberto
poniendo de manifiesto que ambos se encuentran cómodos en el seno de su Partido
y que en este ámbito es mucho más lo que les une que lo que les puede
diferenciar.
Al mismo tiempo tengo que reconocer que no me gustó ver demasiada
crispación en algún momento, crispación a la que no son ajenos los dirigentes
que calientan el ambiente y que en ocasiones distorsionan en fondo del debate.
El objetivo que nos planteamos en el Congreso era, es dar respuesta a
los retos que tiene un Partido Comunista, en un Estado como el español en este
siglo XXI. No es cuestión solo de un documento de tesis, sino que entendemos
requiere la elaboración de un Manifiesto-Programa que se plantee una propuesta
de cómo avanzar hacia el socialismo y el comunismo en este Siglo XXI, y hacerlo
desde la realidad en la que vivimos y luchamos.
No se trata de un trabajo académico, ni una elucubración teórica, se
trata de encontrar y formular alternativas reales para los problemas concretos
en este momento concreto, y hacerlo desde la máxima participación y el máximo
rigor, es decir con una definición de la coyuntura política internacional, su
concreción en Europa y en España, pero que como ocurre con el Manifiesto del
Partido Comunista presentado por Marx y Engels ante la Liga de los Comunistas
en 1848, aterrice en propuestas muy concretas.
Se trata de situar el papel de los partidos comunistas en este momento
del Siglo XXI, cuando el capitalismo en su fase imperialista lanza la ofensiva
más dura, cruel e inhumana que hayan conocido los tiempos, llevando las destrucción
y la muerte a todos los rincones del planeta. Es necesario levantar la voz y
poner en evidencia que está más clara que nunca la dicotomía entre Socialismo y
Barbarie
M.O.: En el último Comité Federal llegó a mencionarse hasta 48 veces que
el XX Congreso del PCE iba a ser un “congreso histórico”. Qué es o lo que le
hace histórico?
J.L.C.: Efectivamente ha sido un Congreso
Histórico por varios motivos. Para empezar, porque es un momento en que el
capitalismo en su fase imperialista ha desencadenado una gran ofensiva,
mostrando su cara más cruel e inhumana, llevando la muerte la destrucción, la
miseria a millones de seres en todo el planeta. Y esta ofensiva necesita una
respuesta organizada de las fuerzas obreras que sitúe la defensa de un futuro
de paz, justicia y libertad para toda la humanidad.
En España, esta ofensiva está significando el intento de consolidar la
dictadura del capital en toda su extensión, desde el dominio del pensamiento
único en la cultura, al dominio de la economía por un capitalismo especulativo,
dependiente, cada vez más autoritario.
La confrontación está servida y tenemos que ser conscientes de que en
los próximos años nos jugamos el futuro de varias décadas. No se trata de un
absurdo todo o nada, sino de ser conscientes de que si se consolida un modelo
de sociedad autoritaria, patriarcal, neoliberal, habremos dado un gran paso
hacia atrás en la historia.
M.O.: El Congreso se ha pronunciado categóricamente por recuperar la
autonomía del Partido para decidir su política de estrategias y alianzas, con
una apuesta clara por la revolución democrática y por la Unidad Popular. ¿Cómo
va a ser el trabajo del Partido en este terreno?
J.L.C.: En primer lugar es fundamental dejar claro
lo que entendemos por Ruptura Democrática, cuestión que va muy ligada a cómo
analicemos la existencia de unas crisis del régimen político conformado en
España entre los años 1976 y 1982, este régimen que se ha basado en un modelo
de acumulación capitalista dependiente basado en el sector servicios
(especialmente la construcción y el turismo) y el endeudamiento, con un marco
institucional basado en el bipartidismo y el pacto social con un soporte
popular arropado en la idea de la modernización del país con la entrada en la
UE que se ligaba al crecimiento económico que mejoraba la calidad de vida de
gran parte de la población, todo ello con una legitimación de la monarquía
garante de la estabilidad y la democracia.
A partir de 2007 este régimen entra en una triple crisis: una crisis de
acumulación (que se intenta resolver socializando las pérdidas sobre los
derechos y el poder adquisitivo de la gran mayoría social), una crisis del
marco institucional (los partidos políticos mayormente pierden apoyo ante una
parte importante de sus bases electorales) y una crisis de legitimidad (los
grandes consensos de finales del siglo XX se han roto para amplios sectores de
la población)
La realidad es que en este momento, la Constitución de 1978 que a
nosotros se nos había quedado pequeña, al capital le viene muy grande porque le
sobran los avances sociales, económicos e institucionales que eran
significativos aunque fueran limitados y en algunos casos de carácter
testimonial, y en este momento vuelven a aparecer dos posibilidades de resolver
la crisis del régimen, una desde la reforma, para asegurar cambios limitados
que den salida a la crisis institucional y recupere la legitimidad sin tocar lo
fundamental, el poder económico: se pretende un nuevo ciclo político en el que
el dominio del poder económico sea más directo sin intermediarios.
Es en función de esta situación que planteamos una estrategia de ruptura
democrática que permita avanzar en políticas sociales, democráticas y
antipatriarcales. La clave es convencer a la clase trabajadora, a las capas
populares, pequeña burguesía de que es imprescindible romper con el actual
estado de cosas para resolver los problemas concretos que sufre la mayoría de
la población.
La clave es dejar claro que no queremos ser la izquierda del sistema,
que queremos ser la alternativa al sistema.
M.O.: Uno de los acuerdos congresuales centrales ha sido la apuesta del
Partido por devolver IU a sus orígenes, a volver a ser un movimiento político y
social. ¿Cómo se va a traducir esto de cara a la próxima asamblea de IU dentro
de unas semanas?
J.L.C.: Lo decimos claramente en la tesis que
hemos discutido en esta primera fase del Congreso, en la que planteamos que
para poder construir un Bloque Social y Político de carácter Alternativo, es
imprescindible que IU recupere su carácter de Movimiento Político y Social
sobre la base de nuevas formas de hacer política. Y por ello nos planteamos el
reto de trabajar para que sindicalistas, feministas, ecologistas, republicanos/as,
se sumen a la lucha política y desborden a la actual Izquierda Unida desde la
más amplia unidad popular; no se trata de sustituir a una organización como es
IU, por otra, sino todo lo contrario.
Como decía recientemente, que nadie se confunda, que nadie se haga
falsas ilusiones, la actual dirección del PCE no se plantea, ni abandonar IU ni
entregársela a nadie, daremos la batalla política por IU, por los principios
fundacionales de IU y confrontaremos con quienes desde una supuesta defensa de sus
siglas y su identidad la quieren llevar a formar parte del proyecto reformista,
como la izquierda del régimen.
Quiero trasmitir un mensaje claro a la militancia, para que tenga
certeza de que la dirección del Partido nos estamos dejando la piel en la defensa
de un futuro para el PCE. Estamos convencidos de que es posible construir un
Partido fuerte, organizado, implicado en el conflicto, por ello hice un
llamamiento para afrontar este Congreso con ilusión, desde el debate y desde la
acción.
Muchas veces se me acusa de abusar de las referencias al Partido de Pepe
Díaz y de Dolores, pero es que no me canso de situar en primer plano sus
enseñanzas, su defensa de las unidad popular como la principal arma de la clase
obrera en su lucha contra el capital, no me resisto a recuperar su batalla
contra el sectarismo como freno al desarrollo del Partido, y sobre todo los
sitúo como referentes de dirigentes comunistas que saben colocar la defensa del
Partido, y su unidad por encima del personalismo y falsos protagonismos.
M.O.: ¿Cómo se van a reflejar las Conclusiones del Congreso en la
organización del Partido y en el papel de la militancia comunista?
J.L.C.: Es vital que el PCE sea un elemento
fundamental en la batalla política y social que se está dando en estos momentos,
pero para ello es imprescindible un rearme ideológico, que permita disputar la
hegemonía al neoliberalismo. Y hacerlo sin sectarismo consiguiendo la máxima
acumulación de fuerzas de carácter antimonopolista y antiimperialista. Este es
el objetivo fundamental del Congreso: avanzar en la construcción de una
alternativa de ruptura democrática sobre tres pilares.
Uno dirigido a demostrar que es posible acabar con el paro, con la deuda
de las familias, el problema de la vivienda, que es posible la nacionalización
de la banca y la construcción de un Estado social, es decir que es posible
superar el capitalismo y avanzar hacia el socialismo en este siglo XXI.
Otro pilar debe desarrollar una democracia participativa con mecanismo
de democracia directa, de confrontación con la corrupción y de recuperación de
la soberanía.
Pero un tercer pilar, tan importante como los anteriores, debe ser el
configurar una organización con capacidad para elaborar e incidir en la
aplicación de nuestras propuestas, una organización coherente desde el debate y
la síntesis de ideas, que rechace el sectarismo, el burocratismo y el
izquierdismo infantil, que desde la claridad de ideas, desde un discurso que
reclame sin complejos situarse en el camino hacia el socialismo sea capaz de encuadrar
a los millones de personas que sufren las consecuencias de la política más
antisocial y autoritaria de la historia y que necesitan un Partido, activo,
organizado e implicado en el conflicto social.
M.O.: ¿Cómo va a ser el trabajo de aquí a la segunda fase del Congreso
el próximo año?
J.L.C.: Esta primera fase del Congreso ha servido
para ver la necesidad de preparar bien los debates que tenemos que afrontar
para que la culminación de este XX Congreso permita situar al Partido en las
mejores condiciones de hacer frente al reto de confrontar con la mayor ofensiva
que el Capital ha desarrollado en la historia
En esta fase hemos caracterizado bien la coyuntura, hemos situado al PCE
claramente en la estrategia de ruptura democrática y decidido a tener voz propia
en la configuración del Bloque Político y Social que dispute la hegemonía
ideológica, e institucional al capital.
Ahora se trata de concretar el cómo hacerlo, y para eso esta segunda
fase tiene que tener dos elementos en paralelo; por una parte el debate en
torno a las propuestas y por otra el necesario fortalecimiento del Partido para
que pueda jugar un papel determinante en este momento político.
Una cosa importante que quisiera plantear de cara a la segunda fase, la
necesidad de que los dirigentes asuman la responsabilidad de evitar la
crispación de los debates, los ataques y descalificaciones personales que
algunos dirigentes hacen, no solo no ayudan sino que crean un clima que no se
corresponde con la cultura comunista. Se puede debatir todas las ideas, todas
las propuestas y hacerlo desde el debate sereno y respetuoso que se tiene que
dar entre camaradas que compartimos militancia.
XX Congreso del PCE, primera fase, 9 de abril de 2016
José Luis Centella, Secretario General del PCE
Gema Delgado, por la redacción de Mundo Obrero
Mundo Obrero, mensual del Partido
Comunista de España
Nº 295, abril de 2016, págs. 3-4
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
22 de agosto 2016
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