martes, 6 de septiembre de 2016

LA CRUDA REALIDAD DEL PROYECTO DE PRESUPUESTO 2017




Milciades Ruiz

El presidente Kuczynski podrá decir que hará una “revolución social”, “tenemos que apoyar al agro” o, escandalizarse porque “hay 3 millones de niños anémicos”, pero son meras palabras que nos hacen recordar la denigrante frase “los gringos quiere hacernos los cholitos” por no decir que, es una tomadura de pelo ya que, no se condicen con el proyecto de presupuesto fiscal 2017 enviado al Parlamento para su aprobación. En realidad, es el androide neoliberal del FMI, anidado en el MEF el que diseña la política fiscal como en el gobierno anterior. De allí que, el proyecto presupuestal del 2017 tenga la misma estructura y características establecidas para las versiones anteriores.

El monto del presupuesto para el 2017 asciende a 142,471 millones (20.1% del PBI), monto mayor en 4,7% al del 2016 (138,490’511,244.00) y con un déficit de 2.5% del producto bruto interno (PBI). La distribución tiene ligeras variaciones pero la estructura es la misma. Precisamente es la estructura presupuestal neoliberal la que contribuye a generar desigualdad social, inseguridad ciudadana, insalubridad, desnutrición y anemia entre los pobres, especialmente en la población rural. Es muy poca la información pública como sí la tienen los parlamentarios con anexos y todo, pero ya se advierte lo siguiente:


En la disyuntiva de destinar mayores recursos para producir alimentos o para gastos militares se mantiene la preferencia por estos últimos. Aunque para cumplir las promesas electorales se ha aumentado el presupuesto a educación, salubridad, salud, y seguridad ciudadana en cambio, se disminuye considerablemente a las reservas para gastos por contingencia sabiendo que nuestro país está entre los más vulnerables por cambio climático.

Como se puede apreciar en el gráfico del costado, la estructura por niveles de gobierno es casi la misma. Corresponde al Gobierno Nacional 105,569 millones 739,734 soles; de los cuales se desglosa en gastos corrientes para sueldos y gastos de la burocracia (67,270 millones 497,791), gastos de capital (26,312 millones 272,892) y servicio de la deuda (11,986 millones 969,051).

Para los 25 gobiernos regionales en total tan solo 21,762 millones 624,356 soles, los cuales se dividen en gastos corrientes (17,583 millones 259,307), gastos de capital (3,957 millones 895,094) y servicio de la deuda (221 millones 469,955). Para los más de mil doscientos gobiernos locales, el presupuesto total asciende a 15,139 millones 154,455 soles; los mismos que se desglosan en gastos corrientes (10,246 millones 183,164), gastos de capital (4,614 millones 80,726) y servicio de la deuda (278 millones 890,565). En porcentaje, las provincias y distritos que, es donde más se necesita, recibirán menos.

En el siguiente gráfico podrán ver que hay un ligero aumento en educación (5.2% mayor respecto a 2016), pero le restan 20% a Planeamiento, gestión y reserva de contingencia como también al sector industria.


También podrán observar que al sector agropecuario solo le aumentan 5% asignándole apenas 3,635 millones de soles en total. En tanto que el sector Defensa tiene un aumento del 39%, asignándole 4,866 millones. El 6,6% del presupuesto nacional es para Orden público y Seguridad (policía) con 9,361 millones en tanto que la agricultura solo recibe el 2,5%. ¿Y dónde está la diversificación productiva si para industria apenas le asignan 223 millones (89 millones menos) quitándole un 28%?

Pero sí, para los otorongos le dan un aumento del 20%. Y si revisan cada uno de los pliegos presupuestales comparando ambos presupuestos no van a encontrar diferencias sustanciales que signifiquen una revolución social. Entonces, si dejamos hacer y, dejamos pasar, el pueblo interpretará como que estamos de acuerdo con el neoliberalismo y toda la verborrea política que derramamos es solo pose. El que calla otorga. No tenemos capacidad de convocatoria popular para movilizaciones masivas pero por lo menos los movimientos de izquierda deberían pronunciarse al respecto.

Hay muchos puntos explotables políticamente en este proyecto de presupuesto. Alguien del F. A. (progresistas más izquierdistas) dijo “Somos la segunda fuerza política en el territorio nacional”. Bueno pues, es hora de actuar y demostrar tal aseveración. También se dijo: “El pueblo peruano nos ha dado un mandato y no vamos a traicionar. Nos han pedido ser una oposición firme y fiscalizadora. Así será”. Magnífico. Si es así, que sus representantes en el parlamento alcen la voz y propongan una reestructuración del proyecto de ley en función de los intereses populares con el respectivo proyecto alternativo. Con gusto apoyaremos esta iniciativa parlamentaria.

Así, la opinión pública sabrá que allí hay una bancada de primer nivel, con capacidad de argumentación y no simples laberintosos. No será un triunfo parlamentario pero sí, una victoria política que abonará en favor del empoderamiento popular. Con mayor razón apoyaremos y participaremos en una movilización que reclame la inclusión de los intereses populares en dicho presupuesto. O quizá será mucho pedir. De ser así, disculpen la impertinencia.

Septiembre 2016


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