Elecciones
EUA: “reality show con suspenso y emoción”
Publicado: 30 oct 2016 12:09 GMT
Última actualización: 30 oct 2016 12:22 GMT
El próximo 8 de noviembre se celebran en EE.UU. las 58.as
elecciones presidenciales, en las que los votantes elegirán al sucesor del
actual mandatario, Barack Obama.
Ese día culminará una de las carreras presidenciales más inusuales de la
historia de EE.UU., protagonizada por el republicano Donald Trump y su rival
demócrata, Hillary Clinton. A continuación resumimos todo lo que hay que saber
sobre esta campaña, los candidatos a la presidencia y el proceso electoral.
Elecciones en EE.UU.: preguntas, respuestas y rarezas
¿Quién puede optar a la presidencia de EE.UU.?
En teoría, para convertirse en candidato a la presidencia de EE.UU. solo
es necesario haber nacido en el país y tener la ciudadanía estadounidense. Los
candidatos deben tener más de 35 años y haber residido en EE.UU. durante al
menos 14.
En la práctica, desde 1933 casi todos los presidentes estadounidenses
han sido gobernadores de un estado, senadores o militares de alto rango antes
de convertirse en inquilinos de la Casa Blanca. Además, para ser candidato hay
que ser nominado por un partido y atraer la atención de los medios de
comunicación si se quieren tener más oportunidades de ganar las elecciones.
Los actuales candidatos a la presidencia fueron elegidos por sus
partidos en elecciones primarias entre febrero y junio de 2016.
Este 8 de noviembre, los estadounidenses eligen a su presidente... ¿o
no?
En EE.UU., el presidente no es elegido directamente por el pueblo, sino
mediante un sistema conocido como 'colegio electoral'. Lo que hacen los
ciudadanos este 8 de noviembre es elegir a compromisarios, o electores, que
representarán a sus estados en el colegio electoral.
El número de compromisarios de cada estado depende de su número de
habitantes, y es igual al número de senadores y representantes de ese estado en
el Congreso de EE.UU. Al Distrito de Columbia, que no es un estado, se le
otorgan tres electores. Actualmente, el colegio electoral consta de 538
miembros.
Aunque no en todos los estados hay una normativa al respecto, los
electores se comprometen a depositar sus votos electorales a favor del
candidato que ganó en sus estados.
En la mayoría de los estados, el aspirante más popular entre los
votantes se lleva todos los votos electorales, incluso si la diferencia entre
el número de partidarios de diferentes candidatos es de un solo voto. Las
excepciones son Nebraska y Maine, que optan por un reparto proporcional.
Para convertirse en presidente, el aspirante tiene que obtener al menos
270 votos electorales.
¿Se puede ganar en votos y perder las elecciones?
La elección presidencial en EE.UU. representa, en realidad, el resultado
de 51 comicios separados, y es posible que un candidato sea más votado a nivel
nacional (gracias a estados con mucha población) pero pierda el voto electoral
y no sea el ganador final.
Así pasó, por ejemplo, en 2000, cuando Al Gore obtuvo medio millón de
votos más que George W. Bush pero este último recibió el apoyo de 271
electores, lo que fue suficiente para ganar los comicios. De la misma forma
ganaron las elecciones Andrew Jackson en 1824, Samuel Tilden en 1876 y Grover
Cleveland en 1888.
Por otro lado, si ningún candidato obtiene la mayoría de votos electorales,
el presidente es nombrado por la Cámara de Representantes.
¿Por qué las elecciones son siempre un martes?
EE.UU., a diferencia de otras democracias del mundo, celebra sus
elecciones en día laborable, una tradición que ha sido criticada en varias ocasiones
como causa de los bajos niveles de participación.
El martes después del primer lunes de noviembre se estableció como fecha
de la elección presidencial en EE.UU. en 1845.
Por aquel entonces, EE.UU. era un país agrícola, y para emitir su voto
los agricultores tenían que desplazarse en carros de caballos hacia el centro
de votación más cercano, que a veces se encontraba a una distancia de muchos
kilómetros de sus granjas. Como resultado, el viaje podía durar un día entero.
El sábado era un día de trabajo, y el domingo los estadounidenses de la
época iban a la iglesia y no viajaban por motivos religiosos, mientras que el
miércoles se descartaba por ser un día de mercado. Por ese motivo el lunes se
reservaba para el viaje, y el martes, para la votación.
Por otro lado, se decidió celebrar las elecciones a principios de
noviembre porque en esa época del año ya había terminado la cosecha y aún no
había empezado el invierno.
¿Cuáles son los estados que más importan?
Muchos estados apoyan tradicionalmente al mismo partido, de manera que
los candidatos se concentran más en ganarse el apoyo de los llamados estados
indecisos, que tienden a cambiar sus preferencias.
Según señala 'Financial Times', este año el mapa de los estados indecisos
es más amplio y volátil de lo habitual. En la lista están los indecisos
habituales, como Florida (con 29 votos electorales), Ohio (18) o Carolina del
Norte (15). La situación es similar en Nuevo Hampshire (4), Iowa (6) y Nevada
(6).
Además, dos estados tradicionalmente republicanos podrían en esta
ocasión cambiar de opinión: Arizona (11) y Georgia (16). Sin embargo, la mayor
sorpresa podría ser Texas, un estado que ha votado por los republicanos desde
1980 pero que está indeciso de cara a las elecciones de este 8 de noviembre.
¿Qué es el período del 'pato rengo'?
Durante unos días o incluso semanas después las elecciones, el ganador
forma su oficina y comienza a desarrollar un programa detallado de futuras
acciones como presidente.
Mientras tanto, el presidente saliente poco a poco 'recoge sus cosas'.
Aunque sus poderes aún no han expirado, el país ya vive con el nuevo
presidente.
De acuerdo con la Constitución de EE.UU., la toma de posesión del
presidente se celebra el 20 de enero del año siguiente al de la elección. El
periodo ente la elección del nuevo presidente y esta fecha suele denominarse el
'periodo del pato rengo', cuando el poder político del presidente saliente
disminuye, pero al mismo tiempo posee una mayor libertad para tomar decisiones
impopulares debido a que no debe pagar las consecuencias de sus acciones en una
elección posterior.
'Who is who': todo lo que hay que saber sobre los candidatos
DONALD
TRUMP
Edad: 70 años.
Fortuna: Más de 3.000 millones de dólares según 'Forbes' y Bloomberg;
unos 9.000 millones según el propio Trump. Su principal negocio es la
construcción, aunque The Trump Organization se dedica a una gran variedad de
actividades, entre ellas, la organización de concursos de belleza.
Carrera política: Nunca ha ejercido ningún cargo público ni ha
participado en unas elecciones, aunque desde 1980 ha expresado en repetidas
ocasiones su deseo de convertirse en presidente de EE.UU. o en gobernador de
Nueva York. Desde esa década Trump cambió tres veces de afiliación política: en
un primer momento fue partidario de los republicanos; después apoyó al partido
de la Reforma; entre 2001 y 2008 fue demócrata, y luego regresó a los
republicanos. En 2011, Trump se declaró no afiliado durante cinco meses, pero
luego se reunió al partido Republicano.
Camino a la nominación: La victoria de Trump en las primarias
republicanas fue una gran sorpresa: antes del inicio de la carrera electoral,
se creía que serían Hillary Clinton y Jeb Bush los que competirían por el
Despacho Oval. Sin embargo, la retórica populista de Trump, sus declaraciones
escandalosas y el cansancio que causan en los votantes los políticos
tradicionales y sus numerosos errores dieron sus frutos: Jeb Bush fue el
primero en abandonar la carrera presidencial, seguido por Marco Rubio, Ted Cruz
y John Kasich.
Puntos clave de su programa: Construir un muro en la frontera con
México, dejar de inmiscuirse en las políticas de otros países para conseguir
cambios de régimen, vencer al Estado Islámico, aumentar la duración de las
bajas por maternidad, crear 25 millones de puestos de trabajo y proteger el
derecho de posesión de armas.
Propuestas sobre los impuestos: Acabar con las lagunas de evasión de
impuestos, introducir recortes fiscales para las familias, reducir los
impuestos para las empresas y garantizar que los impuestos no perjudican a los
negocios. Según Forbes, Trump propone reducir los impuestos en 6,2 billones de
dólares en los próximos 10 años.
Ideas sobre la inmigración: Promete construir un muro en la frontera con
México, alerta del peligro que suponen los inmigrantes musulmanes, insta a
endurecer los controles fronterizos y argumenta que los puestos de trabajo
deben ofrecerse primero a los estadounidenses.
Trapos sucios de la campaña: Numerosas denuncias de acoso sexual después
de que afirmase que nunca ha abusado o besado a ninguna mujer sin su
consentimiento, así como la publicación de una entrevista realizada hace 11
años que revela comportamientos inapropiados hacia las mujeres. El resto de
golpes, como las acusaciones de incompetencia o de evasión de impuestos, apenas
le han afectado.
Por qué lo elogian: Por ser franco, por no parecerse a los políticos
tradicionales, por su conservadurismo extremo y su promesa de hacer que EE.UU.
vuelva a ser grande. Trump dice lo que muchos piensan pero no se atreven a
decir. Se cree que refleja los intereses de la población estadounidense
ignorada por otros políticos.
Por qué lo critican: La oposición le acusa de racista, sostiene que no
tiene suficiente cualificación y experiencia para dirigir el país y afirma que
es demasiado impulsivo para hacerse cargo del arsenal nuclear de EE.UU.
Relaciones con Rusia: Trump ha dicho en repetidas ocasiones que podría
llevarse bien con Vladímir Putin, aunque ha subrayado también que no conoce al
presidente de Rusia y no sabe qué pasará en un futuro. En general, se muestra a
favor de mejorar las relaciones con Rusia y critica a la Administración de
Obama por no negociar con Putin, pero ni en sus discursos públicos ni en el
programa electoral ha dado especial relevancia a las relaciones con Moscú.
HILLARY
CLINTON
Edad: 69 años.
Fortuna: Más de 30 millones de dólares provenientes en su mayoría de
regalías por sus intervenciones públicas y de las consultas realizadas en los
últimos 15 años.
Carrera política: Primera dama de Arkansas (1983-1992 y 1979-1981);
primera dama de EE.UU. (1993-2001); senadora de EE.UU. por Nueva York
(2001-2009); secretaria de Estado (2009-2013).
Camino a la nominación: Incluso antes de ser nominada oficialmente,
Clinton era considerada la favorita absoluta de las primarias entre los
demócratas. Sin embargo, tuvo que enfrentarse a la inesperada competencia del
senador de Vermont, Bernie Sanders. La intriga se mantuvo hasta los resultados
de la votación interna del partido.
Puntos clave del programa: un sistema de impuestos justo, igualdad de
derechos para las personas del colectivo LGBT, prohibición de la discriminación
por motivos de raza y orientación sexual, protección de los derechos de la
mujer, un control de armas más estricto. El programa electoral de Clinton es
extenso y abarca cuestiones desde la lucha contra la enfermedad de Alzheimer
hasta la protección del medio ambiente.
Propuestas sobre los impuestos: Propone un complejo esquema de reformas
de la legislación fiscal que afectará a todos los que ganen más de 250.000
dólares al año (que deberán pagar más impuestos) y planea terminar con las
soluciones utilizadas por las empresas de Wall Street para la evasión fiscal
legal y simplificar la tributación de las pequeñas empresas. Promete aumentar
los impuestos en 1,4 billones de dólares en los próximos 10 años.
Ideas sobre la inmigración: Promete desarrollar una reforma integral del
sistema de inmigración que permita a los inmigrantes ilegales no separarse de
sus familias y tener derecho legal a vivir en EE.UU.
Trapos sucios de la campaña: La publicación de las comunicaciones
internas del Comité Nacional Demócrata que mostraron que trataron de impedir la
designación de Bernie Sanders. La campaña de Clinton acusó a Rusia de haber
participado en el 'hackeo' de los documentos.
Por qué la elogian: Hillary Clinton es una política experimentada con
una larga lista de logros como secretaria de Estado, una representante de la
clase política de EE.UU. y la primera mujer candidata en la historia de los
principales partidos estadounidenses.
Por qué la critican: Los opositores destacan la actividad sospechosa de
la Fundación Clinton, el escándalo de la correspondencia electrónica desde su
correo personal como secretaria de Estado y el ataque a la embajada de EE.UU.
en Bengasi (Libia).
Relaciones con Rusia: Aunque Clinton organizó en 2009 el llamado
'reinicio' de las relaciones entre Washington y Moscú, actualmente critica
constantemente a Rusia y a Vladímir Putin. En caso de que sea elegida hay pocas
esperanzas de que las relaciones entre las dos potencias mejoren
significativamente.
A la presidencia también aspiran otros dos candidatos, Gary Johnson, del
Partido Libertario, y Jill Stein, del Partido Verde. Dadas las particularidades
del sistema político bipartidista de EE.UU., estos dos candidatos tienen menos
probabilidades de ganar las elecciones que el republicano y el demócrata, como
lo demuestra que en toda la historia del país los aspirantes de la 'tercera
fuerza' nunca han sido elegidos.
GARY
JOHNSON
El gobernador del estado de Nueva México entre 1995 y 2003 se presenta
por el Partido Libertario. Hablando de sus planes políticos, Johnson destacó
que EE.UU. debería reducir su actividad militar en el extranjero. En general
los libertarios abogan por la economía de mercado, el libre comercio, la
protección de los derechos de los ciudadanos y la no intervención en los
asuntos internos de otros países. En las anteriores elecciones presidenciales
Johnson terminó en tercer lugar con cerca de un 1% de votos.
El candidato libertario se vio en el centro de críticas cuando durante
una entrevista televisiva dijo que no sabía qué es Alepo, uno de los lugares
clave del conflicto de Siria. La confusión se produjo cuando le preguntaron
sobre las medidas que tomaría Johnson respecto a la ciudad Siria en el caso de
que ganara las elecciones presidenciales. "¿Qué es Alepo?", dijo
Johnson. Tras asegurarse de que no estaba bromeando, el presentador le explicó
que Alepo se encuentra en Siria y que "es el epicentro de la crisis de
refugiados". Otro momento incómodo se produjo cuando le preguntaron a qué
líder extranjero admiraba y Johnson no fue capaz de nombrar a ninguno.
JILL
STEIN
La candidata del Partido Verde, Jill Stein, es una doctora titulada en
Harvard a la que 'The New Yorker' definió como "la candidata de
Occupy", en referencia al movimiento de protesta estadounidense. Stein
promulga una agenda progresista tanto en empleo como en políticas energéticas y
medioambientales, así como en sus propuestas económicas y sociales. En
particular, la aspirante aboga por una transición hacia una economía verde, por
la reducción de los gastos en defensa, un seguro médico universal y una
educación superior gratuita.
El 7 de septiembre un juez estadounidense emitió una orden de arresto
para Stein, que se enfrenta a cargos de vandalismo por pintar un mensaje con
aerosol en una excavadora durante las protestas contra la construcción de un
oleoducto que atravesaría una reserva indígena de Dakota del Norte.
'Bombas'
mediáticas antes de las elecciones
Filtraciones
de WikiLeaks
De cara a las elecciones estadounidenses, el portal WikiLeaks ha
publicado ya decenas de miles de correos electrónicos de John Podesta, jefe de
la campaña presidencial de Hillary Clinton. Los correos revelan un gran número
de confidencialidades de la cúpula del Partido Demócrata y de Clinton, entre
ellas estrategias de campaña, transcripciones completas de discursos y
cuestiones internas del partido.
Desde que el pasado 7 de octubre se publicara la primera tanda de los
'emails' del jefe de campaña demócrata se han revelado varios casos de
corrupción, como cuando la Fundación Clinton se vio favorecida con importantes
contratos para la reconstrucción de Haití tras el terremoto de 2011, los
discursos pagados por bancos o el secretismo existente en torno a los
comprometedores correos electrónicos de la candidata demócrata y las relaciones
extramaritales de Bill Clinton.
El estado de salud de Clinton
El estado de salud de Hillary Clinton se ha convertido en un tema de
debate y especulaciones en varios medios de comunicación de EE.UU. y en las
redes sociales tras la divulgación de un video en el que la política se desmaya
debido a una neumonía, según la explicación posterior.
La candidata demócrata también fue blanco de críticas por su
"siniestra sonrisa" y por unos movimientos de cabeza que extrañaron a
los internautas.
Además, entre las últimas filtraciones de WikiLeaks se ha encontrado una
carta de la principal asistenta de Hillary Clinton en la que la asesora comenta
que la ex primera dama "no está bien de la cabeza".
Trump y los escándalos sexuales
El escándalo más sonado en torno al candidato republicano y el que
supuso el peor golpe a sus ambiciones presidenciales fue el video publicado por
el diario estadounidense 'The Washington Post' en el que se escucha cómo Trump
realiza diversos comentarios vejatorios y malsonantes sobre las mujeres durante
una conversación informal con el presentador de televisión Billy Bush.
La grabación, la más escandalosa que ha protagonizado el multimillonario
hasta la fecha, originó un instantáneo alboroto entre los políticos, la prensa
internacional y la opinión pública. Unas horas después de la publicación del
video, Trump pidió disculpas y prometió "ser un hombre mejor mañana".
Además, desde que se publicó la polémica grabación, más de diez mujeres
han acusado al candidato republicano de abusos sexuales. Sin embargo, Trump se
describió en respuesta como la víctima "de una de las mayores campañas de
difamación política de la historia" de EE.UU., y afirmó que las
acusaciones vertidas contra él son "100% falsas".
"Van a por mí para tratar de destruir lo que incluso ellos
consideran el movimiento más grande en la historia de nuestro país",
señaló el aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos para agregar
que "el 'establishment' político está tratando de detenernos porque saben
que vamos a detener la corrupción en el Gobierno. Nadie es más corrupto que la
deshonesta Hillary".
El
'factor Putin' en la campaña presidencial de EE.UU.
Más allá de los dos candidatos, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha
irrumpido en la campaña presidencial estadounidense como si se tratase de un
candidato más. No hay intervención política o debate electoral en el que Rusia
no acabe siendo la protagonista.
Por un lado, Hillary Clinton acusa directamente al presidente ruso de
estar detrás de la filtración de los correos electrónicos que cuestionan su
integridad política para beneficiar a su rival, Donald Trump. Por otro lado, el
candidato republicano no cesa de loar a Putin, del que ha llegado a decir que
ha sido "mejor líder" que su homólogo estadounidense, Barack Obama.
Clinton y
la 'mano negra' del Kremlin
La gran filtración de WikiLeaks ha revelado al mundo muchos 'trapos
sucios' de Hillary Clinton. Sin embargo, lejos de dar las pertinentes
explicaciones públicas y confirmar la autenticidad o no de los correos, la
campaña de Clinton se ha limitado a señalar a Rusia como culpable y a elevar la
cuestión a la categoría de problema nacional, algo que recuerda los viejos
discursos políticos de la Guerra Fría. "La interferencia de Rusia en estas
elecciones y aparentemente en nombre de Trump es, creo, de máxima preocupación
para todos los estadounidenses, independientemente de si son demócratas,
independientes o republicanos", afirmó John Podesta.
Mientras tanto, el propio mandatario ruso negó que Moscú esté
involucrado en las filtraciones y denunció que el Gobierno estadounidense trata
de manipular a la opinión pública. "La histeria ha sido originada
únicamente para desviar la atención del pueblo estadounidense de lo que los
'hackers' han publicado. En esencia, se trata de una manipulación de la opinión
pública, pero por alguna razón nadie habla de ello. Todos hablan sobre quién lo
hizo", dijo el presidente.
Trump y
los elogios
Por otro lado, los continuos 'piropos' entre Trump y Putin han
contribuido a la utilización política de la retórica antirrusa entre las filas
demócratas. El magnate de los negocios llegó a decir de Putin que es
"mejor líder" que su homólogo estadounidense, Barack Obama, y el
mandatario ruso definió a Trump como "un hombre talentoso y brillante".
Asimismo, el multimillonario ha manifestado en varias ocasiones que está
dispuesto a establecer buenas relaciones con Rusia y a negociar con Putin. Unas
declaraciones que sientan como un jarro de agua fría entre las élites
conservadoras, acostumbradas a la utilización de un discurso bélico contra
Rusia para ganar votantes.
De hecho, en el segundo debate entre los dos candidatos a la Casa
Blanca, Trump criticó la política exterior de EE.UU. en Oriente Medio y la
postura agresiva de Clinton hacia Rusia cuando el Gobierno ruso "está
combatiendo al Estado Islámico". "Rusia va tras el EI, Siria va tras
el EI, Irán va tras el EI. Entonces, ¿por qué vamos contra ellos?",
preguntó irónicamente.
Tan grande es el espacio que sin querer ha ocupado Putin en las
elecciones presidenciales estadounidenses, que Kit Dotcom, el famoso 'hacker' y
empresario alemán fundador del sitio Megaupload (cerrado por el FBI), lanzó
recientemente una encuesta en Twitter en la que pregunta: "¿Quién te
gustaría que fuera el próximo presidente de los Estados Unidos?", y da
tres opciones: Hillary Clinton, Donald Trump y Vladímir Putin.
"Quiero tranquilizar a todos, incluyendo a nuestros amigos y socios
estadounidenses. Nosotros no pretendemos influir en los resultados de las
presidenciales de EE.UU., y la respuesta es simple: no sabemos qué es lo que
pasará después de las elecciones".
Sorprendentemente, el presidente ruso obtuvo una amplia ventaja sobre
los dos candidatos reales a la Casa Blanca: el 65% de los 13.726 participantes
en la encuesta dijeron que votarían a favor de Putin, frente al 21% que lo
haría por Trump y el 14% por Clinton.
A su vez, Putin ha afirmado que Rusia no tiene la intención de influir
en las elecciones de EE.UU. y ha expresado su confianza en que sea posible
mejorar las relaciones con EE.UU. luego de que termine la campaña electoral en
el país norteamericano.
"Quiero tranquilizar a todos, incluyendo a nuestros amigos y socios
estadounidenses. Nosotros no pretendemos influir en los resultados de las
presidenciales de EE.UU., y la respuesta es simple: no sabemos qué es lo que
pasará después de las elecciones" de noviembre próximo, aclaró.
Según Putin, Donald Trump insta por una cooperación con Rusia, mientras
que Hillary Clinton insiste en una retórica más agresiva. "Moscú no sabe
si cualquiera de los candidatos cumplirá o no con sus intenciones".
"Entre lo malo y lo peor"
La encuesta lanzada por Kit Dotcom revela algo que no tiene que ver ni
con el liderazgo de Putin ni con la retórica antirrusa, sino con la escasa
popularidad que tienen los dos candidatos reales a presidir la Casa Blanca
entre los electores estadounidenses.
Otra reciente encuesta realizada entre jóvenes muestra el gran
descontento con las elecciones a las que se enfrentan. De acuerdo con Reuters,
el 53% de las personas entre 18 y 35 años afirmaron que preferirían ver un
meteoro destruyendo el mundo antes que ver a Trump en el Despacho Oval. Por
otro lado, resultó que el 34% de los consultados prefiere "la aniquilación
planetaria" antes que la victoria de Clinton.
Aunque los autores de la consulta no creen que los encuestados
respondieran en serio, la investigación sí que expuso algo muy importante
acerca de la "desafección política mostrada por los jóvenes de
EE.UU.".
Y es que algunos analistas coinciden en que, como presidentes, Hillary
Clinton y Donald Trump serían "las dos peores cosas que podrían sucederle
a EE.UU.", y que la pregunta es solo "cuál de estas opciones sería la
peor y cuál sería la segunda peor", según observaron dos columnistas en un
artículo para CNBC.
Las candidaturas tanto de Clinton como de Trump se ven rodeadas de
escándalos, lo que parece provocar una gran decepción entre los expertos y el
pueblo estadounidense. Los propios aspirantes a la Casa Blanca no desaprovechan
ninguna oportunidad para sacar a la luz todo lo que pueda comprometer a su
oponente y lo utilizan como arma política, como pudo observarse perfectamente
en el debate final.
"El 'establishment' político está tratando de detenernos porque
saben que vamos a detener la corrupción en el Gobierno".
A este respecto, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, recalcó en un
reciente discurso que el tono de los debates presidenciales en EE.UU. demuestra
la falta de moralidad en el país. El mandatario iraní recordó que en una
ocasión se le preguntó si prefería al candidato republicano o a su rival
demócrata. "Pregunté si debía preferir lo malo por encima de lo peor, o lo
peor por encima de lo malo", observó el mandatario sin precisar quién
representa "lo malo" y quién "lo peor" entre los
candidatos.
Finalmente, WikiLeaks publicó recientemente una serie de tuits afirmando
que las elecciones en EE.UU. no existen y que el presidente es en realidad
elegido por el 'establishment'. "En Estados Unidos no hay elecciones. Hay
consolidación del poder. Hay primarias amañadas, medios amañados y
candidatos-'flautistas de Hamelín' amañados que impulsan la
consolidación", tuiteó la organización.
En la
elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT,
Reuters
Preparado
por María Lekant, Belova Ksenia
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
4 de noviembre 2016
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